Eunice Odio, recordada en Salamanca
Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar tres poemas inéditos, escritos por el colombiano Juan Mares, el costarricense Edmundo Retana y el español Antonio Costa, para la antología dedicada a celebrar el centenario de Eunice Odio, la magnífica poeta costarricense-guatemalteca-mexicana. Dicha antología está cargo del poeta y profesor de la Universidad de Salamanca A. P. Alencart, también director del XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos que se celebrará el mes de octubre en Salamanca.
JUAN MARES
(Colombia)
Juan Mares y Pilar Fernández Labrador (foto de Jacqueline Alencar)
AQUELLA QUE ALCANZÓ LA VICTORIA
Odio dulce para una mujer de llama blanca
Cristal de oro sonoro en su palabra
Canto de tierra de fibra de órgano que agota
Sueño en la piedra y luz de Eunice
En cada oración sintáctica de brisa y silabario
Para ti mi oído de universo en la galaxia
Piedra alumbrosa de singular transparencia.
Ven y canta en el espejo de tus palabras
La canción de agosto en el mullido lecho
Y date y dame los efluvios ante el sol
de tu pecho radiante
de sublime evocación del paraíso.
Juan Mares (Guatapé, Antioquia, 1951. Seudónimo de Juan Carmelo Martínez Restrepo), licenciado en Español y Literatura por la Universidad de Antioquia. Desde 1968 vive en Apartadó, donde fue profesor y director de la Casa de la Cultura. También ha sido profesor de cátedra en la Universidad de Antioquía (Sede Urabá). Entre sus libros publicados están: Poteas y pirontes (1987); Voy a ver pantalla chica (1989); El árbol de la centuria (la ed. 1996, 2a ed. 2004, 3a ed. 2011, 4ª ed. 2016), Ritmos del equilibrista (2011) y Memoria lítica (Salamanca, 2018). Es coautor de Entre la savia y la sangre, recopilación poética de Apartadó (1996), Kalugrafías del instante (2009) y Hojas de caladio (2013). Ha participado en diversos encuentros literarios, como la Feria Internacional del Libro (Bogotá), el III Festival de Poesía Salvador Díaz Mirón (México, 2013), el Festival Internacional de Poesía de Medellín, Corporación Prometeo (2015) o el XVII, XIX y XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos (Salamanca, 2014, 2016 y 2018). Su poesía está incluida en cinco antologías iberoamericanas y nueve colombianas.
EDMUNDO RETANA
Edmundo Retana en Nicaragua (foto de Jacqueline AlencarAlencar)
ERES MÁS
«No hay cosa que no dé por la Belleza que es una
forma de Dios; la más próxima a su naturaleza.»
Eunice Odio, carta a Juan Liscano
Eres más
que la niña que escapaba de casa
a los seis años,
que las alas del arcángel
«cegando a las muchedumbres».
Más que tú visión mítica
del tiempo
y la creación.
Más que tu territorio
dónde caballos
y ángeles pastan la luz
desde el principio.
Que tus ojos
cómo piedras solares
abrazadas de lluvias,
tempestades.
Más, mucho más,
que la hermosa altivez
de tu rostro.
Eres el gran río
de los deslumbramientos,
la luz que ciega
a fuerza de belleza
Edmundo Retana (San José, Costa Rica, 1956) es poeta, librero y teólogo, graduado en la Universidad Bíblica Latinoamericana. Su formación literaria se fraguó al calor del magisterio y la amistad con el novelista costarricense Joaquín Gutiérrez. En diferentes medios periodísticos de México, Ecuador, España, Colombia y Brasil han sido publicados poemas suyos; así como comentarios, entrevistas y reseñas de sus libros. Ha participado en Festivales internacionales de poesía en Costa Rica, Nicaragua, Cuba, Ecuador y Rumania. Publicó los siguientes poemarios: Los Bailes íntimos (1991), Las Sílabas de la tierra (1994), Pasajero de la lluvia (2006) y Reino de las cosas perdidas (2016). Este último libro fue escrito gracias a una Beca de Creación literaria del Colegio de Costa Rica del Ministerio de Cultura. Poemas suyos han sido incluidos en diversas antologías nacionales e internacionales, tales como: Poesía de fin de siglo Costa Rica – Nicaragua, publicada conjuntamente por Perro Azul, Revista Fronteras y Revista 400 Elefantes (2001), Lunada Poética, Poesía Costarricense Actual (Ediciones Andrómeda, 2005), la Antología de poesía latinoamericana El Salmo fugitivo (Editorial CLIE, 2009), así como en Cielo de relámpagos (Selección de microficciones de autores latinoamericanos, Editorial Ruedamares, Argentina, 2008). Recientemente, la Universidad Estatal a Distancia publicó una antología de su obra titulada Como quien toca el silencio (UNED, 2018), que reúne los últimos 25 años de su trabajo poético. El escritor costarricense Alfonso Chase ha escrito que en su obra “Hay belleza, congruencia y sensaciones internas, todo escrito con palabras poéticas, concatenadas y transparentes”, juicio que define las cualidades fundamentales de su poesía.
ANTONIO COSTA GÓMEZ
En la Plaza Mayor de Salamanca
EL PIANO DE EUNICE
A mi lado,
como un piano de plata profunda.
Eunice Odio
Allá tocaba en el piano de plata,
atravesó los mares con sus frases más íntimas,
asomó su cuello rociado con notas,
transformó la plata con el poder de sus dedos,
contrajo la música, me modeló la tristeza,
me confió todo lo que he soñado,
pensé en sus cuartos lejanos con brazos,
me dio a Chopin dormido sobre mi boca,
pasé toda mi infancia sobre su nombre.
Antonio Costa Gómez, quien nació en Barcelona en 1956, pero se crió en Chantada, Lugo. Estudió Filología Hispánica e Historia del Arte y fue profesor de Literatura en enseñanza media. Publicó libros de todos los géneros: “El tamarindo”, “Las campanas”, “La reina secreta”, “La seda y la niebla”, “Las fuentes del delirio”, “La calma apasionada”, “Mateo, el maestro de Compostela”, “El fuego y el sueño”, “El misterio del cine” o “Los caminos de Patagonia”, entre otros. Aparece en las antologías “Poesía española última” o “Elogio de la diferencia”, por citar algunas. Ganó diversos premios: “Estafeta Literaria” 1976, Ministerio de Cultura en Madrid 1981, Amantes de Teruel 1985, etc. Llegó a la última votación del Premio Nadal 1994 con “Las campanas”. Estuvo entre los finalistas del Premio Herralde en 2014 con “El misterio del cine”. Ha colaborado en más de treinta diarios y revistas, entre ellos “La Voz de Galicia”, “ABC”, ”Córdoba”, “El Correo Gallego”, “La Estafeta Literaria”, etc. Su novela “La calma apasionada” fue traducida al francés y al rumano. Actualmente reside en Salamanca y colabora en “Salamanca al Día”, “El Progreso” de Lugo y otras publicaciones.
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