El poeta Tomislav Marijan Bilosnić, con su libro ‘Havana Blues’
Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar, por vez primera en castellano, gracias a la traducción realizada por Željka Lovrenčić, esta selección hecha del libro ‘Havana Blues’, del grande poeta croata Tomislav Marijan Bilosnić (Zemunik, 1947), escritor, poeta, autor de documentales, periodista y fotógrafo. En la Facultad de Filosofía y Letras de Zadar estudió filología croata e historia del arte. Es autor de más de cien libros de prosa, poesía, críticas, folletos y documentales de viaje. Sus obras, que recibieron varios premios, han sido traducidas a varios idiomas (italiano, alemán, francés, español, albanés, rumano, polaco y japonés, entre otros), y se han incluido en diferentes panoramas literarios, antologías, léxicos y programas escolares. Fue redactor en periódicos, revistas, bibliotecas y columnas. Ha colaborado en la radio y en la televisión, así como en buen número de periódicos y diarios croatas: Vjesnik (Noticiero), Večernji list (Periódico Vespertino), Slobodna Dalmacija (La Dalmacia Libre), Novi list (Periódico Nuevo), Glas Istre (La Voz de Istria)… Tiene publicados más de mil artículos, reportajes, comentarios, escritos y documentales de viaje. Durante la Guerra por la Patria Bilosnić tuvo el cargo de comandante de la Línea independiente, formada por los artistas croatas (1991/’92). Como artista tiene más de setenta exposiciones individuales en las técnicas de monotipia, óleos, pasteles, dibujos y fotografías. Es miembro de varias asociaciones; entre ellas de la Sociedad de Escritores Croatas, donde fue miembro de la Junta Directiva y presidente de la sucursal de SEC de Zadar. (Ž.L.)
JESÚS DESDE EL CERRO MIRA A LA HABANA
(Isus s brda gleda na Havanu)
Jesús desde el cerro mira a La Habana
Oh, Jesús, Jesucristo
eres tan blanco
y las sombras que nos acompañan,
negras como África,
son nuestros antepasados
Esta ciudad es como un tambor
piel extendida por el borde del árbol
verde de sudor
como un vagabundo con una lata vacía
Hace ya cuánto que nos escapa
el sentido del deseo
en las tumbas abiertas
entre el agua y la tierra
Oh, Jesús, Jesucristo
perlas multicolores bordan las orillas del Caribe
con sol y cansancio
¿Ves las naves y las balsas
gentes que como caña flotan
atadas por el látigo de los comerciantes de esclavos
Tú conoces su orgullo
el que sobre sus cabezas flota
como cúpula estrellada
Jesús, Jesucristo
este chubasco
me parece feliz
Siento como La Habana es limpia
y que olor tiene
Cuando el sol asoma su cabeza
y Tu rostro aparece en el azul
la gente estará parada tranquila como árbol
en su tela blanca
Como soy de feliz en este camino
en este momento peligroso
Tú todo lo haces más grande
de lo que parece
El nombre de la belleza se presiente
en el cubo sonoro de La Habana
en sus colores diluidos
Y me pregunto:
¿no está la belleza en el sonido, en la forma y el color,
en el mismo ser
en la ropa colgada de la cuerda
o en este nuestro repentino encuentro?
Tu inmenso poder un tesoro esconde
en el farol callejero parpadeante
y en la vecina casa abandonada
Oh, Jesucristo,
ni puedo ni agregaría nada a este mundo y
es tan difícil aceptar lo que vemos
como definitivo
¿Qué llevar a casa en la maleta?
El paseo a mediodía o la cena de medianoche
la vista de una mujer
que cruzando la calle
desaparece
como todo lo está hecho de movimiento
Jesús desde el cerro mira La Habana;
pasará el canal
al mismo momento en que me alejo
cuando dejo de molestarlo
con mis preguntas y la espera
Su carácter es humano;
por nosotros subió al Cerro
para que no nos fatiguemos
T. M. Bilosnić y Nancy Morejón
EN LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO EN LA HABANA
(U crkvi sv. Franje u Havani)
Para Nancy Morejón
Ya te he escrito, santo
y rece a tu hormiga
y ahora a tu huero habanero
traigo todo un hormiguero de África
Dios mío, en todas partes la misma esperanza
Tus manos suaves alas son de mariposa
con polvo del Mar Caribe
Somos uno y somos todo en todos
Entre el aliento que aspiro
y el que respiro
está toda la vida en el grano de tu bolsa
Callo y camino tomando el aire
en la grieta del cielo
con el pañuelo de seda
en el cuello
Aquí no tengo ningún conocido
excepto las hormigas aladas del África negra
igualitas a los grillos
sí esto simplemente se puede y
debe entender
En tu mirada Nancy Morejón
me da la mano
y nosotros vamos a recoger las ovejas de la patria lejana
su cara se abre como si fuera el cielo
y sus palabras son una tumba criolla
en la que se multiplica el sol africano
En la iglesia de san Francisco en La Habana
leo los poemas de mi África
en los ojos de una joven el perenne
se transforma en fervor
¿Tendría que haber nacido aquí?
Como girasol me volteo
tras aquellos que escuchan mis versos
sin entender que se trata del umbral
de mi casa
Desde el monasterio el silencio sale conmigo
como la muerte
la siguen los perros y los gatos
devorando todo lo que se encuentra en la calle
En el bastón del santo los ángeles recogen el grano
ofreciendo el pan
como los buenos coinquilinos que dejo de paso
Una cara negra
y un traje blanco
perdidos en el sol
en el silencio que se extiende como el musgo
En la iglesia de San Francisco en La Habana,
como en cualquier otra iglesia,
faltan las palabras de la gloria
Como si no estuviera, callo
y paso por los destellos plateados
de las láminas de piedra
Como todo transeúnte me voy
porque cada
momento es interminable
y eterno
UN PASEO POR LA HABANA
(Šetnja Havanom)
Para Željka Lovrenčić
La huella de los pies de calle en calle
se desliza como la luz
y pasa a la sombra
El mundo es bello
y la vida mucho más pesada
Del idioma de los transeúntes se extiende la mano
y nos lleva lejos del dolor y de la melancolía
Nos siguen y los perros
en cada calle del pasado
Las flores llegan hasta las ventanas
abriéndolas con el gorjeo de los pájaros
Respiro verde pensando en el jardín en Zemunik
Por el olor reconozco las calles
calles parecidas a campanas
Ellas llevan el susurro de los pasos
y La Habana se rompe en el espejo
de la mujer cuya felicidad está en los ojos
Aquello que rompe la tempestad, lo cicatriza el sol
Aquí la gente se alimenta con la risa
y así descubre los secretos
los cuales y los peces callan
Archipiélago de islas lejanas
como las razones del corazón
nos enseñan el paseo por La Habana
Aquí nuestros pies están atados por la luz de la luna
y no nos queda nada más
que entregarnos a la lectura de la poesía
Tomislav con la lancha de Hemingway
FINCA VIGÍA[1]
(Vidikovac)
Arriba, lejos, cerca del bambú en la Finca Vigía,
desde el bar Floridita en La Habana
se oye la trompeta de Lisardo Otero[2]
Vid salvaje y enredadera
en la que brama el antílope rojo
Espacio de la casa de Hemingway
bello como todo desierto
Trato de enfocar la máquina de escribir
marca Royal
Esta tarde todo es mío
La barba blanca y también, el pelo,
las mesas en el jardín y el polvo en los libros
los ojos con cicatrices de flechas
de la tribu Wakimba
y la medio desocupada botella de ron Bacardi
Nada es tan bueno como la bebida
después del trabajo hecho
dice Hemingway
No hay nadie en el jardín
ni en la casa
como si aquí hubiese vivido Faulkner
Jóvenes americanas con la munición en los ojos
apuntan a los trofeos de caza
Como gacelas e impalas se asoman por las ventanas
arrullando el espíritu de la niñez de Hemingway
Aquí nunca ha estado sólo un personaje
Aquí está El África completa
aquí está París
América
España
y una mosca que con el zumbido de sus alas
mueve el día y el viento
que lleva el Pilar hacia el mar misterioso
El maestro estaba listo
para la conversación con Dios
Estudió su lengua
más de lo que tuvo derecho a saberla
para liberarse de las fieras
mientras dormía
En la casa de la Finca Vigía
Hemingway vive hace ya mucho tiempo
como león perseguido
Nadie dice de que tribu viene
Todos están ocupados con la preparación del muerto
puesto en el espacio de la casa
con un par de dientes amarillos como recuerdo
MARIPOSAS CUBANAS
(Kubanski leptiri)
El cielo que hace poco fue un océano alto
ahora está lleno de las alas multicolores
de las mariposas cubanas
Las mariposas esquivan el sol y los sueños
como risueña y bella juventud
La vida es apenas el sonido de la espuma del océano
Las olas golpean el cerco de piedra de La Habana
los azulados peces sienten mi corazón
rosas, nubes
llenas de mariposas
De un momento los colores del arco iris de las alas tiemblan
y enseguida tras de nosotros se cierran
No sé qué ala esta ahora contigo día
y cuál noche
Con tinta verde escribo
invocando a Neruda
Me gustas cuando callas porque así estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca
La naranja del sol
puesta en la bandeja del horizonte
despierta a los amantes
en cuyos abrazos se extiende el cuerpo
la palma de mis
manos y tus pechos
Las alas de las mariposas como dos caras que arden de amor
machete de sol como las yemas de tus dedos
tocan mi rostro
y los besos compiten con los destellos de los relámpagos
Con las mariposas cubanas
las voces vienen de las entrañas
y quedan en ellas
La ciudad se parece a tu vestido multicolor
a luz empapada de vino
Te amo de la manera en la que vivo,
dejando toda la carga
a las alas de las mariposas
Con el poeta italiano Gaetano Longo
EL TIGRE EN LA PLAZA DE LA REVOLUCIÓN
(Tigar na Trgu revolucije)
Para Gaetano Longo[3]
Las murallas de la ciudad
hoy iguales que en la época del Che Guevara
charladoras
En la Plaza de la Revolución los bambúes
altos como en el huerto de Hemingway
La Plaza es más grande que España
La Plaza es más grande que África
En la Plaza yacen tigres
Siete tigres dorados
y siete tigres negros
siete tigres dorado-negros
En el verdor que crece en las caras de la gente
las blancas estatuas de los parques de La Habana
armadas de belleza
Delante de ellas está parado el tigre
no se mueve
no piensa pasar otro camino
Gaetano se enamoró
de la vastedad del Atlántico
su corazón y hoy late
como el penetrar del agua
Todo fue dado por adelantado
Alencart[4], Cuba y el tigre,
el pan, las estrellas y los libros,
almas hechas de sangre en un metal brillante
El Tigre en cada parte de sus ojos
con cada parte de su lengua
con la generosidad de los héroes antiguos
se alimenta del sol
En la Plaza de la Revolución
nada excita al tigre
El llamado ruidoso se hizo silencio
El encanto ya no trepa
de la copa de los árboles
Aquellos que caminaban por la tierra
y la cambiaron
no vuelan
no se despiertan
y no se elevan
En la casa del tigre existe sólo una plaza
con dos preguntas opuestas:
¿aquel que nos dio la felicidad
fue el primer amor
o el primer amor siempre se espera?
Željka Lovrenčić y Tomislav Marijan Bilosnić, con Alberto Guerra Naranjo y una amiga
EN EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA
POESÍA EN LA HABANA
(Na međunarodnom festivalu poezije u Havani)
– Ojalá sea buen escritor; si lo es, no importa mucho que sea buena persona. – ¿Por qué? – Porque ningún escritor es así, muchacho, ninguno. Somos demasiado individuales para intentarlo. Nos llevamos bien con un grupo y odiamos a otro con la misma intensidad.
Alberto Guerra Naranjo[5]
Ayer llovía
y hoy también
Mi corazón golpea como techo de hojalata
en el aguacero
Más de cien escritores en un lugar
no pudo imaginar ni Voltaire
Ya no quiero ser escritor
me entrego a la brisa salada
y al sol
a la vida de los sin nombre
que no tienen claro que trae el amanecer
Solamente la aurora y la caída del sol
deben que ser rescatadas
Los escritores suben por los senderos de la ciudad
cada uno se pone bajo
su árbol
y toma mojito
Como en un museo ponen sus libros,
sin fin
en cada uno de los Siete Dolores
Se entristecen los ojos de los escritores
que tratan de medir las cubiertas
desde el principio hasta el fin
Sus dedos torpes
con un movimiento de pluma
tratan de juntar un centenar de pedacitos
de corazón
esparcidos en un momento de alegría
Aquí está el amor
diría como Platón
a la colega de Jordania
que grita la traducción de sus labios
dicen que el dolor es inmenso
Cada uno busca el momento apropiado
para su muerte
El poeta omnisapiente se pregunta
cuánta felicidad trajo su palabra
a los demás
Uno me mira con ojos azules,
otro con los ojos rojos;
como piedra seca es la mirada siguiente
En la mirada de la colega de Irán
reconozco el país natal
El Mar Caribe es la medida de la ansiedad
Los ojos de Gabriel García Márquez
Cada uno está aquí por la palabra
que no pudo pronunciar
antes de dormirse en el sueño de los muertos
Dientes caninos, escamas, garras;
todo nervio tenso es insensible
Murmurando con los ojos cerrados
dicen
lo que cantaban:
En el Nuevo mundo amanecerá el día
como blanca noche velada
llena de sueños solitarios
CASA LLENA DE ARENA Y DE SILENCIO
(Kuća puna pijeska i mukline)
El ardor insensible de la casa al mediodía
Cada rato cambia el color de las paredes
que se parten
y cada cosa es como arena en el desierto
De la pieza de la cuna aletearon los pájaros
a las ramas de los árboles del huerto
Bajando de la casa caen verdes enredaderas
y ni sombra de aquellos que vivieron en la casa
que la han construido
piedra por piedra
Su blancura se hace color mostaza
El viento se cala por las grietas
y difunde el olor
que reconocen tan sólo los perros
Presiento la desgracia
de la casa en la encrucijada
llena de arena y de silencio
No encuentro el verso
no conozco la música
ni el cuadro al que pertenece la casa
En el porche
como ropa interior femenina
se seca el barroco
Ya nada es necesario
mientras en la casa las almas inmortalmente viven y arden
LA HABANA VIEJA
(Stara Havana)
Željka y yo
1
Todo tiene su tiempo;
ello pasa y
viene nuevo
Solamente cambian los bancos que junto a la pared
separan La Habana del Océano,
de Florida
Tan sólo Jesús en el cerro escucha el agua como corre
de la torre
del sueño del que
vuelan caballos blancos y águilas negras
La espada española y el tambor africano
en el secreto camino de la sangre
terminan juntos en el cielo
Entre aquello que ya sucedió
y aquello que nunca vendrá
el corazón es un puñado de polvo
y la boca llena de gloria
El ojo caribeño de La Habana
es el ojo de los peces dormidos
y de la constelación poco clara
que se esconde en el mar
Caminamos por el borde de la calle
como en los cuadernos de dibujos
En las partes rotas de la acera
como grilletes
hay pedazos de cielo impresos
¿Existen todavía aquellos que recuerdan
el pasado y hablan de él,
de la comida, bebida y libros?
¿Existen aún aquellos que como cisnes navegan por el archipiélago
en un mar más denso que la tinta?
¿O es La Habana tan sólo un presentimiento
de la vida que no tenemos juntos?
2
Tomo todo lo que la ciudad me ofrece
los secretos y los sentidos
inestabilidad dolorosa
y letargo
que volará a la noche fresca
Confidencialidad de la ciudad entre mis dientes
colmena con las abejas en sus entrañas
y el murmullo del agua en el silencio
los cañones en el agua
el agua en la piedra eterna
todo como hecho
para el descubrimiento platónico
No puedo dar nada
y busco
todos los fantasmas, sueños y las mariposas de la ciudad
juguetes de los que canto
junto a una sola consoladora botella de vino
A esta ciudad no debía venir ni viejo
ni solo
eso lo hizo Hemingway
La ciudad es un laberinto gastado por la blancura
me aprieta el pecho
como mujer obediente
3
Al Caribe el arca de Noé llega todos los días
Aquí lo único
que se mueve es la arena
No sé si se trata del suave viento del mediodía
o de la pesadilla que me angustia
En La Habana todo es poesía,
desde la salida hasta la puesta del sol está en las alas de los ángeles
junto con los pájaros invisibles en las nubes
No se sabe que está hecho
de tierra
que de mar
y que de cielo
El brillo del rocío revive cada lengua,
cada abrazo del mar abierto;
todo lo devuelve a la pobreza
amor duradero e insaciabl
4
En La Habana vieja cruces
miles de libros y una mesa común
Es un periodo nuevo
y los días y las noches giran
para que nada cambie
Junta las manos, reza
mientras la inútil realidad brota
de aquello que no hemos creado
En la miseria y en la abundancia
La Habana enseña la decencia en la vida
la igualdad de los semejantes
Pesadas trompetas y tambores ligeros
los dioses de Angola y de los indios
lugares donde se mueven los tigres
Campanarios de las iglesias como lanzas
todo el día los acaricia el alba
y el sol
él entra y se queda en ellos
como ojo angustiado
5
La Habana vieja con las manos cruzadas sobre el pecho
las almas errantes de los desaparecidos
en la hoja entrelazada de tabaco
en el esqueleto de la caña de azúcar
Llegadas y partidas
huidas que se repiten como
la eternidad
como el mar
En armonía con los genes nativos
la gente bajo cuya piel tirita la oscuridad
conversa con el Jesús blanco como leche
Al ruiseñor entre los girasoles
a las rosas
entre dagas
y fachadas
parecida,
a la piel de sus dueños muertos
La Habana Vieja, hirviente como los viejos sentimientos,
es la palabra que se desliza por la lengua
como olas se imprime en la pared sangrienta,
regresando a alta mar
La palabra llena de peces y de deseos
de aquellos que han desaparecido
POSTAL DE LA HABANA
(Razglednica iz Havane)
Sobre mi mesa una postal sin enviar
escrita al mismo tiempo
por tu voz y mi voz
corazón de las sombra y labios de las joyas
¿Está en mi mesa una mariposa
o el cielo azul como el mar?
La lluvia en verso
y el sol al que no di nombre
arco iris inocente
en cuya hamaca, alegres, yacemos
Te escribí una postal
en la que las palabras llegaron al silencio
el sol las ha borrado
el mar anuló la lejanía
antes de que se manifieste como espejo
Y la postal es una crónica
que me acompaña hasta el fin del reino caribeño
hasta el abismo
en el que seré librado
del enigma
del que surgiré de alguna parte
antes de que la noticia sobre mí llegue
Las palabras son absurdas en la postal multicolor
no sé qué relación tienen con nuestras vidas
sólo son la señal
de que me haces falta
ahora estoy sentado solo en la mesa solitaria
esperando el buque
y a ti en mis brazos
Me es suficiente una palabra
Amo
Es tiempo para tu vestido con mariposas azules
y para la blusa con el teclado de Mozart
Alabado sea todo deseo
Las alas de mi mariposa
y las alas de tu mariposa
son dos tiempos polvorientos
en la luz
en la que el amor como retoño
tiembla con la voz del huracán
desde la lejanía
Las mariposas de mis desvíos
como tigres compiten con los secretos
en los que se esconden el mar, las naves y las redes,
verano al que me invitas
Y el sol se muestra en la forma de la mariposa
en la forma del tigre
como si la palma de mi mano en realidad fuera el cielo
y la mesa el espejo que te multiplica
MOJITO
En el hotel Nacional en La Habana
sobre la mesa forjada del bronce del sol naciente
el mojito
en la copa astral de la aurora
y yo camino por el campo de menta
empiezo la mañana con el poema
sobre el blanco ron cubano
Trato de imaginar la cansada vida
el exprimir de la caña de azúcar
En el trópico
como hielo brilla la cáscara de la limeta
parecida a la piel de la palma de mis manos
en cuyo caracol está blindado Hemingway
y la fotografía del local La Bodeguita del Medio
desde el año 1946
En el momento cuando la humedad cae
sobre mis sienes
lluvia caribeña de sal amarga está en mis labios
En la playa de una tierra lejana
la luz se levanta del mar como pez espada
la luna llena del dolor que quema
mis entrañas
SOL CARIBEÑO
(Karipsko sunce)
Todo lo visible duerme en la lana del sol
Eso es el ojo divino de la forma
panales con un millón de ventanas hechas de contrastes
Él da a luz
y mata
sus hijos
igualando el fuego y el hielo
En la geometría caribeña
el cielo y la tierra
están a la misma distancia del sol
y de todo lo que existe desde el principio
Aquí el sol trae la lluvia con la
boca que se come todo lo que arde
El sol está en la piel del tigre
que nadie ha percibido
Nueve luces doradas
y nueve luces negras
nueve veces se intercambian
dejando un collar al cuello de cada transeúnte
de negro cielo forjado
El sol es mariposa con el aguijón de la avispa
pared ardiente del Océano
TEMPESTAD TROPICAL
(Tropska oluja)
La primera mañana en La Habana tallada por una tempestad
Frente a nosotros la pared
El océano sobre las cabezas abre el cielo
hechiceros, tempestades, revoluciones
cortinas de flechas en el bosque de las calles urbanas
Dios es como un niño;
juega con el fuego y con el agua
tumba a aquellos cuyo desierto va a fertilizar
En la cima del tiempo el agua
enfurecida
de un golpe quedé sin camisa
Hoy la tempestad es mi voz
invocación solitaria
el olor que fluye por las calles
y llena mi copa de ron
de color de tulipán marchito
En la sangre de mi cuerpo granos de arena
El Caribe
en mis manos
en la selva de la lengua
última mirada al camino que he recorrido
Unido a la lluvia
como Odiseo en las fauces del agua
en la constelación de cada gota
en el loto del chubasco
invulnerable
con la inspiración que acerca las cuerdas del alma
cada hoja de la vela
que se derrama bajo mis pupilas
La lluvia es vertical y horizontal
En forma de taladro
oblicua como todo rayo de sol
La lluvia se derrama del destello
del fuelle del día
de cada sombra
que devora las verdes copas de los árboles
más antiguas que el paisaje
Dios es como un niño
que lava cada calle con nuestra transitoriedad
EL MAR CARIBE
(Karipsko more)
Fantástico. Todo es real.
El destino y la inspiración
Caribes untados de coco
parecidos a cerditos y bellotas de soledad
En el verdor avaro
la sombra de la cabaña hecha de bambú
Este mar es la sábana bajo la que respiran los muertos
Cada ola es una máscara
agua por la que vienen las galeras
de Puerto Rico y de Cuba
acercando las islas a
los árboles en hoja de pluma de pavo real
a sotavento
por el que ruedan ovillos de oro
Grandes aguas, monstruos y pasión
panza abierta como las fauces del tiburón
Y cuando ya no haya nada habrá mar
y las mujeres-pez
que unirán las aguas
al destino del marinero
Tempestad que tamborea en las ventanillas del sol
aplasta el Caribe
lo rompe como si fuera de cristal
Más bello que la poesía,
el espacio se desliza, el tiempo se detiene
en las cuevas de lecho marino
azul, verde, dorado
Oscuridad que ilumina la
seda de amor
y solitariamente murmura con los murmullos del agua
Las campanas en los campanarios de Jamaica
Nubes en las cuales se mezclan las mariposas
y las abejas
Con la estatua de Gabriel García Márquez
JUNTO AL MONUMENTO DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
EN LA CASA DE LA POESÍA
(Uza spomenik Gabriela Garcíje Márqueza u kući poezije)
Junto al monumento dorado de Gabriel García Márquez
una joven rociada como una planta
Si el sol sale
se secará de miedo
Las ventanas de la nariz de Márquez están llenas de olor a Océano
como si fuera a empezar a hablar
de su literatura
A la poeta de Paquistán
florecen lotos en sus ojos
Su pañuelo es
la blanca luna intacta
sobre la cabeza de Márquez
¿Qué podría pasar en Cuba
si yo me quito la camisa?
Somos tantos que a Márquez le faltan las metáforas
¿Cuántos años vive aquí en la soledad
deteniendo las palabras como avispero
en la garganta?
Los poetas el encuentro con el monumento lo viven
como encuentro con el papel blanco;
poco falto para que clavaran los lápices
en su camisa de lienzo blanco
Nadie logró armar el espejo roto de
recuerdos y sueños
Márquez despiadadamente sigue disfrutando en su soledad
preguntándose por qué vinimos tarde
cuando en ningún cuaderno
podremos inscribir juntos
arrogancia y agradecimiento
Ojos color de oro
él mira a través de nosotros los bordes de las paredes
iguales a las montañas lejanas
No le interesa la guirnalda de nuestros cuerpos
tejida a su cuerpo
de flores que después
se esparcirán como los números de la tómbola;
trata en vano escribir un poema sobre el encuentro
Cuando tras nosotros se cierre la puerta del jardín
Márquez se quedará con la pregunta
si vamos a asustarnos de nuestra propia foto
La respiración de Cuba se transvasa al mar
que tiembla
sólo por un momento en el canal de la Vieja Habana
sentiré el olor a Macondo
y el deseo de despertarme de nuevo
JOSÉ MARTÍ MÁS ALLÁ DE LO COMPRENSIBLE Y EL TIEMPO
(José Martí mimo shvaćanja i vremena)
José Martí El Tigre Rojo de Cuba
José Martí El Tigre Blanco de América
José Marti El Tigre Azul del Caribe
José Martí El Tigre Negro de España
Cuatro tigres en la selva
traen a casa lo que cazaron en la vida
Cuatro tigres en la época del hacha, la espada y el viento
en el cielo como en su cabaña
José Martí en el grano de maíz
José Martí en la piel del jaguar
José Martí en la panza del anfibio
José Martí en todo lo que sabe ser esclavo
Ellos son gemelos
pasaron las aguas por los mismos puentes
por las mismas escaleras subieron
y bajaron a la boca de la tierra
José Martí con la lengua busca su pueblo
José Martí de hombre a hombre se va a la muerte
José Martí y a los niños les pide perdón
José Martí con indiferencia recibe el cuchillo
al corazón, en el alba, cansado de milagros
revolucionario que se guía por el calendario
con amor escribe versos sobre la patria
que cubrieron el tiempo y las lluvias persistentes
José Martí, flauta colgada sobre el abismo
José Martí en la puerta de cada casa deja la sonrisa
José Martí en las hojas de agaves espadas
en la bahía Las Playitas
que huele a las venas de árboles marchitos
el poeta en las cimas aún desconocidas de las palabras
José Martí más allá de lo comprensible y el tiempo
En el malecón de La Habana
SÉ MI TANGO Y NADA MÁS
(Budi moj tango i ništa više)
Sé mi tango y nada más
las nubes navegan, el cielo cambia
El sol se está poniendo, la luna con las estrellas
como la hierba y el sueño en la noche se anuncia
Toca el bandoneón y nada más
Los cuerpos son tambores y violines
el cielo que sangra con mi sangre
cuando la lluvia aparece en las pampas
Cásame con el viento y nada más
Los caballos con sonrisa están ensillados
a los lirios y las rosas de mi vida
desolación en sus manos lleva
BORGES Y EL TIGRE CAZAN LA MARIPOSA
o este arte del verso
(Borges i Tigar love leptira
ili to umijeće stiha)
No sé decir lo que sé sobre la poesía
y disfruto cuando mato el tiempo. Eso que está en la poesía
es inevitablemente una historia nueva. Lo que escribo
no me es de ninguna utilidad, la duda
es más grande cuando abro cualquier libro
de la biblioteca. Mil veces nacer de nuevo,
mil veces andar, disfrutar y dudar
en el idioma con Aristóteles.
„Anda, Tiana, dime que pasa
con este viejo” le pregunta Perón a su médico.
El tigre dorado es mariposa hecha del polvo
Solar. De la vida
pasar a la lengua la idea es de la palabra eterna
con la que en el principio nos hablaron.
¡Qué locura es en vano buscar la esperanza!
Pero, ahora cuando ya no estoy en los días futuros
Si no soy tan solo un poema, para siempre
soy un niño en sus manos.
Bilosnic leyendo el poema dedicado a Alencart (foto de Jacqueline Alencar)
TIGRILLO
(Tigriljo)
En la selva peruana vive cierto tipo de tigresito
Alencart y yo lo llamamos el tigrillo
El tigrillo es nuestro amigo y nos protege
Su corazón es el sol lleno de peces dorados
El tigrillo es verde como la eternidad
como jade igualado a los huesos de Cuzco,
Salamanca y Zadar
Él nos lleva a través de la selva del mundo
dando a luz sol en la noche en la que nos hemos extraviado
En verdad, la vida es el aliento mágico en los oídos de otorongo
Vemos sus manchas color oro
en la huella del agua en una fuente hecha de piedra
El tigrillo es el alma que se desnuda
El tigrillo es el tambor y el eco
es un grito
el cielo que nos oprime
Así debe ser dice Alencart
Así tiene que ser dice TMB
Solamente nosotros hemos visto al tigrillo
solamente a nosotros se mostró
y así debe ser
tiene que ser
la esencia es el camino parecido a sus garras
En la selva peruana vive otorongo
hablando con mi silencio
En el bosquecillo de Zemunik vive el tigre
en el sueño solitario de Alencart
El tigrillo es siempre uno de nosotros y ambos en uno
El tigrillo es la brisa en nuestras palabras
Alfredo Pérez Alencart y Tomislav Marijan Bilosnic en el Colegio Fonseca de la Universidad de Salamanca
(foto de Jacqueline Alencar)
CELEBRACIÓN DE MI AMIGO ‘EL TIGRE’
Hoy, martes 18 de enero de 2022 celebramos –amigos y lectores- y gracias a la traducción realizada por Željka Lovrenčić, el 75 aniversario del nacimiento del notable poeta croata Tomislav Marijan Bilosnić. Pero más importante, todavía, es que también celebramos el 55 aniversario de creación poética y artística de este ser humano que destila Poesía en todo su tránsito existencial, un ser humano que segrega cánticos a su paso, como en su libro anterior, dedicado por completo a África, o bien en su más reciente poemario, ‘Havana Blues’, su ‘apropiación de la América hispana, partiendo desde Cuba, es cierto, pero que también llega a Perú o Argentina, por citar otros dos países de esa América del delirio de la que formo parte. Cantos los de Tomislav, ‘El Tigre’; cantos entrañables como los que ahora podrán leer y degustar. Te abrazo, querido amigo, desde Salamanca o desde cualquier lugar del mundo.
Alfredo Pérez Alencart
Universidad de Salamanca
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Dedicatoria de Bilosnic para Alencart, firmada en Salamanca
[1] Lugar donde se encuentra la casa de Ernest Hemingway (N. del. A.).
[2] Lisardo Otero (1932-2008) – novelista, periodista y diplomático cubano (N. del A.).
[3] Gaetano Longo – poeta italiano que vive en La Habana (N. del A.).
[4] Alfredo Pérez Alencart – poeta peruano –español, académico, profesor en la Universidad de Salamanca (N. del A.).
[5] Alberto Guera Naranjo (1961) – escritor cubano (N. de la T.).
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