El poeta Luis Cruz-Villalobos
Crear en Salamanca se complace en difundir el poema-libro recientemente publicado por Luis Cruz-Villalobos (Santiago de Chile, 1976), poeta, psicólogo clínico y Ministro presbiteriano. Se ha dedicado a la labor literaria desde su adolescencia y tiene publicados una veintena de poemarios, tanto digitales (la mayoría) como en papel (‘Breve-mente’, Vid, Santiago, 2011 y ‘Dios Mendigo. Teografías’, Hebel, Santiago, 2012). También variados artículos y ensayos académicos sobre Psicología y Teología. Cuenta con un Magíster en Psicología Clínica de la Universidad de Chile y es candidato a PhD en la Vrije Universiteit Amsterdam. En 2015 publico ‘Como abrazo exacto’, una antología de su obra seleccionada y prologada en Salamanca por A. P. Alencart. El libro ha sido publicado bajo el sello de Hebel Ediciones.
SÓLO ME RECONOZCO COMO SINFONÍA
Mi alma es como una orquesta oculta;
no sé qué instrumentos tañen o rechinan en mi interior,
cuerdas y arpas, timbales y tambores.
Sólo me reconozco como sinfonía.
Fernando Pessoa, El libro del desasosiego
ser esta fragilidad rutilante
que se asoma al asombro
cada día y cada noche
cada alborada y crepúsculo
ser este despertar callado
y esta ansia de vida nueva
comenzar cada espacio
cada tiempo como si nada
como si no fuese un milagro
como si sólo fuese banalidad
pero aquí comienzo a danzar
como los que han perdido luz
como los que no soportan
la cordura a toda hora del día
y se refugian en la noche
que tiene sus propias llagas
espacios abiertos y tiernos
que no sanan con el tiempo
pues el tiempo nada repara
el tiempo en sí sólo es nada
se requieren de procesos altos
robustos como árboles
como sombras de panteras
como líquenes invencibles
para así sanar y volver a correr
por los valles y las llanuras
para volver a escalar los abismos
y resucitar de la muerte fría
pero no todo es tortura abrupta
también hay sonidos tersos
también luces amables que besan
los ojos con la cadencia del amor
también hay incertidumbre dulce
amorosa espera de un siglo bueno
hay flores que crecen junto al camino
y otras al borde de las quebradas
hay oxígeno claro y desperdigado
por todos los sitios necesarios
es por eso que podemos salir
a caminar por la tarde tranquila
sin llevar el pesar o el apuro
de los días amargos de antaño
podemos besar a la amada
y mirarla a los ojos australes
sumergirse en ellos un minuto
que puede durar un para-siempre
pues así es esta vida pequeña
es una diminuta eternidad
envuelta en por un abrazo
que trasciende el tiempo duro
que se aparta de toda cavidad
que quiere reducir la vida
pues somos más que lo que aquí
nuestro compás logra circundar
y también podemos caminar
en la madrugada más fría
a aquellas horas gráciles del día
en que no cabe más que la luz
y mirar lúcidamente el silencio
de las nubes nuevas que llaman
ver el canto de las aves
que se esconden entre las hojas
ver la dicha y el amor y la paz
ver las lágrimas ocultas
ver las amapolas que brotan invisibles
en el corazón cansado
ver la ternura miserable de todos
como develación profunda
como misterio tremendo
que sobrecoge a cada paso
y desde ya hace tantos años
a este poeta breve que calla
pero que también sabe hablar
como los que cuentan historias
y se dice a los cuatro vientos
para no morir solo y abandonado
pues querer permanecer
de alguna forma es tan humano
de hecho es tal vez lo más propio
de este anhelante espectro
que somos y hemos sido
por los siglos de los siglos
aquí no irnos para siempre jamás
no perdernos en la ausencia toda
no dormirnos en el eterno sueño
de no ser más que nada
queremos dormir y despertar lúcidos
y hambrientos de más
queremos permanecer como el sol
como las estrellas que no caen
queremos ser vistos por el amor
por la alegría simple de ser
pues no nos basta ser una brizna
un grano de arena perdido
una gota en el mar incontable
que no tiene cobijo verdadero
somos esta sinfonía tan leve
sencilla y diáfana como un árbol
no podemos descubrirnos jamás
en un detalle solo de nuestro paso
pues somos esta multicolor verdad
que no tiene síntesis precisa
somos este canto a cien voces
que no puede seguirse a una
somos pan y azúcar que se besan
somos caricia y golpe que danzan
somos esta mezcla extraña
de infiernos y cielos movedizos
somos la lucha misma del espanto
y la ternura que se encuentran
y cara a cara se desconocen
y se saben a la vez hermanos
y podría seguir aquí cantando
en medio de estos tiempos idos
para describir nuestra dúctil esencia
que no es posible de decantar
pero no lo haré hoy en este espacio
pues sólo quise decir mi nombre
y ocultarlo también para siempre
junto al tuyo y al de cada quien.
ENLACES PARA DESCARGA LIBRE DEL POEMA
https://www.academia.edu/35200262/S%C3%B3lo_me_reconozco_como_sinfon%C3%ADa_poema_2007_
https://issuu.com/hebel.ediciones/docs/2017_20-_20s_c3_b3lo_20me_20reconoz
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