«Crear en Salamanca» , analiza a través de un análisis literario de la poeta, traductora y profesora italiana Stefanía di Leo, la obra de Álvaro Mata Guillé, «Sobre los Fragmentos»
El poeta Álvaro Mata Guillé, en Salamanca (Foto José Amador Martín)
Sobre los fragmentos es un libro circular, medido, que empieza y termina representando el círculo de la vida y el clamor de la existencia. En este poemario los temas clásicos, como el del tempus fugit están empapados de nostalgia, y diluidos de viveza; los poemas proyectan el lector hacia el mas allá y los ciclos de la vida se repiten en el devenir . << Se dice/ que un ciclo termina y empieza otro,/ un algo que se cierra,/ un algo distinto que aparece./ Pero, si hay una nueva etapa, lo cual supongamos sea cierto y ésta se avecina como un resplandor en la penumbra >>.
El poeta Mata Guillé tiene la capacidad de explorar la realidad a través de imágenes nítidas, con un enfoque rápido como el rayo, y de expresarse con un estilo incisivo y vago, circunscribiendo e ilustrando puntualmente objetos y situaciones. La intensidad de la lengua de Alvaro Mata Guillé continúa la tradición de la poesía hispana, a menudo se distancia de la expresión común y recupera formas literarias (ej. atisbar, aletargado, centelleo). El poeta sin excesiva participación patética describe el significado del vivir, y la soledad del hombre: detrás del malestar de la cultura freudiana se esconde el malestar del yo derivado de no comprender el sentido de la existencia. Las sensaciones se transforman en interrogantes sobre el tiempo -la nostalgia, el no estar- el abismo, la soledad, lo incierto. Escribir para el poeta es sinónimo de evasión, de no dejarse aplastar por la realidad cotidiana << alejándonos del entorno/ sumidos en el vaho que escucha,/ como bruma,/ se estremece en las hendijas, en el centelleo que tiembla/ y se detiene en el tiempo.>>
Foto José Amador Martín
Los versos de Sobre los fragmentos presentan una atmosfera en la penumbra, (adentrándose en la opacidad de la montaña, junto al miedo en la penumbra) en la vaguedad, contemplan el infinito. Su poesía, a veces es fruto del recuerdo, de la memoria, del transporte de la mente de una realidad concreta a una realidad imaginada. Octavio Paz dice de la poesía : << La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio. El testimonio poético nos revela otro mundo dentro de este mundo, el mundo otro que es este mundo. Los sentidos, sin perder sus poderes, se convierten en servidores de la imaginación y nos hacen oír lo inaudito y ver lo imperceptible.>>, y lo imperceptible es lo que advertimos frente a los versos de Sobre los fragmentos. La belleza poética de este libro se manifiesta esencialmente en imágenes que son sugerentes porque, evocan sensaciones que le fascinaron al poeta cuando era niño, la poesía es la recuperación de la visión imaginativa de la infancia a través de la memoria (mi abuela,/ a su lado,/ en el madero que hace de mesa), y en ,(en la lumbre de ceniza que cubre las paredes, los trazos, en lo eterno, en la nada.) Por lo tanto, tenemos dos palabras clave: la nada y lo eterno. La nada inexpresable, esa parte de nosotros que permanece dentro, el todo que se une al sentido del vivir. En los versos se percibe una cierta filosofía de la soledad, el desapego de pensamientos y de sensaciones para lograr una mayor independencia espiritual y una vida interior más rica, a través de la contemplación de la naturaleza y de la soledad.( hay una luz, algunas se asoman con timidez en la sombra, pero estamos más solos).
Sobre los fragmentos resume una de las visiones de María Zambrano sobre la figura del poeta: “(..) el poeta “sigue quieto esperando la donación. Para ello se mantiene vacío, en disponibilidad, siempre. Su alma viene a parecer un amplio espacio abierto, desierto. Porque hay presencias que no pueden descender en lo que está poblado por otras” (1993: 108). El poeta canta la plenitud personal, en contra de cada consumismo y derroche: <<el espejismo del ahora, el consumo del momento, la vaciedad que corrompe las cosas>>, porque todo lo que esta vacìo corrompe y arruina las cosas.
Foto José Amador Martín
De rara belleza, queriendo destacar la soledad, y convirtiéndola en un tema universal, es el poema dedicado a Eunice Odio, voz lírica, modelo para el poeta costarricense, mujer de pasión quemante, llena de dolorosa angustia, agresiva, visceral, cuya muerte acaeció en absoluta soledad, y cuyo cadáver fue hallado en una bañera (cubre el cuerpo de Eunice/ que duerme en la tina del baño,/ tratando de escapar del ahogo, /de un cuerpo que no es cuerpo).
El poeta Mata Guillé enfoca su atención a las revueltas del espíritu humano, sin emplear el artificio literario, valiéndose de la creación para desentrañar la complejidad del ser. Su obra se concentra en el acto de autoconciencia del lenguaje: del acto libre, vivo, sensorial. Los poemas de Sobre los fragmentos revelan, aun en la continuidad y en la profundización de las razones, una revolución moderada en el arco de su progreso poético y espiritual, caracterizada por la radicalización del subjetivismo, por la oscuridad y la excavación en la palabra, por la intensificación de la desolación existencial. (vagamos en pos del recuerdo/ diluidos en la niebla,/ el sueño de una sombra,/ en lo ausente).
El ritmo de la vida en los versos alude a un orden natural y a la armonía secreta de la alternancia de vida y muerte, fin y renacimiento; la muerte de los hombres y de los seres queridos, por otro lado, representa una pérdida irreparable marcada por la ley humana del devenir en armonía con el ritmo natural de la existencia.( ir sin ir al otro lado del sol,/ atravesando la espalda quemada del cerro,/ la gruta que va a otra gruta para reunirse con los muertos, /los que no están y se han ido /desdibujados en el polvo en estrellas, en niebla)(… morir, dormir, nada más).El sentido de espera se vuelve mas tangible en el poema en el que se nombran a los protagonistas de la obra teatral Esperando a Godot de Samuel Beckett, Vladimir y Estragòn. Alvaro Mata Guillé les convierte en el símbolo de la Ausencia y de la Espera universales: ellos representan un acontecimiento que pueda cambiar la suerte y la existencia del universo.
Mata Guillé
Y finalmente, en el libro, destacan los poemas dedicados a su padre y a su madre: (De mi padre quedan algunos huesos, un poco de ceniza abandonada en una celda, la tumba de las tías brujas desmoronándose y un nicho perdido, sin nombre, como los restos de Eunice. Lo vimos la última vez, durmiendo plácidamente con un crucifijo enorme en su pecho, un saco vino, camisa blanca, recluido en un ataúd de madera, color café.) //(Mi madre, vino a casa por última vez, en la tarde ya tarde de un martes, durmió mucho y al día siguiente, mientras la bruma empañaba los árboles, antes del alba, todavía en penumbra, sin haberse ido del todo la lluvia, llegaron los pájaros: jugaban, se iban, volvían, asomándose entre las nubes, sacaban las cabezas por las grietas de las ramas y abriendo los picos, cantaban despertándonos con su jolgorio rojo, azul, amarillo, gris, negro, verde , luego en un momento, de pronto, aún sin salir el sol, apenas delineándose el horizonte, guardaron silencio, enmudeció la niebla y se fue con ellos.)
Foto José Amador Martín
Alvaro Mata Guillé dialoga con la muerte en casi todos los versos: es una presencia, ahora entendida ahora evidente, casi una pregunta angustiosa, o un signo de exclamación, en el inmenso misterio de la existencia humana<< la vida se desvanece en la vida la nada se disuelve en la nada vuelve sin volver en la niebla en viento.>>.Creo que Sobre los fragmentos, es sin duda un gran libro, porque expresa el sentimiento del poeta atravesando vastas eras y lugares.
La poeta Stefanía dio Leo
Stefania Di Leo nació en Messina el 25 de julio de 1975 y desde pequeña ha cultivado una pasión por los idiomas extranjeros. En 1995 obtuvo el Diploma Estatal Liceo Linguistico Archimede, en 1999 se graduó en Lenguas y Literaturas Extranjeras y Modernas y luego completó sus estudios de secundaria en la Universidad Complutense de Madrid, un doctorado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Actualmente es traductora internacional en italiano de poetas contemporáneos españoles y portugueses y colabora con varias revistas culturales e internacionales, Crear en Salamanca, Metaforologia, Papeles del martes. Fundadora del Círculo Literario Napolitano y del Premio Internacional de Poesía en español, Francisco de Aldana. Ha publicado libros de poesía, entre los que destacan Rosas azules sobre el tomillo perfumado (España), Donde tuve tus labios, Ocultando el Olvido (Miami), Uma so Solidao (Brasil), Brilha sim o silencio con Alvaro Alves de Faria (Brasil). As sombras da tarde (Portugal).
Atardecer. Foto José Amador Martín
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