Ismael Sambra presentando su libro en la Casa de las Conchas (Salamanca, 2002. Foto de Luis Monzón)
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de difundir estos poemas seleccionados del libro ‘Hombre familiar o Monólogo de las confesiones’, finalista Casa de las América (1984) y premiado en el Nacional de Poesía Heredia, 1986. Fue publicado en Madrid por Betania en 1999, con prólogo del poeta Guillermo Rodríguez Rivera. Con esta publicación celebramos los 20 años de su primer lanzamiento en Madrid y en Salamanca, junio del 2002. Ismael Sambra (Santiago de Cuba, 1947), es uno de los fundadores del primer grupo de escritores y artistas independientes cubanos conocido como El Grupo. Ha publicado poesía, cuento, crítica, artículos y ensayos. Ha recibido premios y reconocimientos. Entre estos el internacional de poesía Casa de Las Américas y el Nacional de Poesía Heredia. Ha publicado, entre otros libros, Las cinco plumas y la luz del sol (cuento para niños), Hombre familiar o Monólogo de las confesiones (poesía), The art of growing wings (cuento para niños), Los ángulos del silencio (Trilogía poética), Vivir lo soñado (cuentos breves), Bajo lámparas festivas (poesía), El único José Martí, Principal opositor a Fidel Castro (ensayo), The five feathers (cuento para niños), L’histoire des cinq plumes (cuento para niños), El color de la lluvia (relato para niños, edición bilingüe), Cuentos de la prisión más grande del mundo (cuentos para adultos), Family man (poesía), Queridos amantes de la libertad (periodismo), Monologue des confessions (poesía, edición bilingüe). Es co-autor, con Manuel Gayol Mecías, de la selección Cuentos erróticos (cuentos para adultos). Es Académico Correspondiente de la Academia de Historia de Cuba en el Exilio y Miembro de Honor del PEN Club de Escritores de Canadá.
CARTA UNO (ÚNICA)
Me acostumbré a la perfección de tu cuerpo
a esa manera de caer despacio
como que no se quiere
y de pronto estallar como piedra en el mío
me acostumbré a ese reproche constante
cuando traía en las ropas un poco de calle
el tumulto de los parques
y un supuesto amor que nunca tuve
tendría que ir todo a tu lado
dejar de ser un poco distinto
que tu imaginación me siguiera y doblegara
por eso no hubo agua fresca
ni palabra grata
ni caricia convincente
cómo nos fuimos hundiendo en cada culpa
cómo nos fuimos amando a no estar juntos
separándonos a querernos
son mis principios
ahora no encuentro refugio en esta casa dividida
sola
y cada una de tus cosas me suenan tus adentros
no hay por donde pasar que no tropiece
con tu aire
no tengo para mirar que no te mire
no hay escape
como la mariposa que muere buscando
la luz que la mata
busco en los rincones tu abrazo
por las calles de mi casa
por los parques de mi casa
por la ciudad de mi casa
donde me he perdido
marzo/79
Alfredo Pérez Alencart, Ismael Sambra y Felipe Lázaro, en la Casa de las Conchas (Foto de Luis Monzón)
BREVE ARENGA POR EL AMOR
Porque te dejo ir
me resultas ausente
porque llegaste roca hasta mi frontera
al espejo en que vago
te has hecho nudo en mi centro
yo no soy sólo el hombre
soy la suma de lo que me asiste
la bengala y la chispa detonadora
no soy sólo el llanto sino además el llanto
una manera indefinida de ser
un poco nuevo
soy como soy
agónico en la pedrada
flácido en la postura
táctico en la mordida
azul y blanco porque amo el agua tibia
su empuje sensual
su morbo
su vibración de poros de uñas blandas
de heridas lavadas
de ampollas omitidas
conócete primero como soy y ven de espumas
a esta historia tantas veces mutilada
a este aniversario de soledad
de ansias
a esta postergación de bienes
recodos y caminos
ven de lluvia a mi quemazón
a mi tajada dulce a mi hombría
ven así al favor que me haces en esta alambrada de relojes
llega si no soy ajeno a tu sorpresa
vete
si no soy sincero en mi tamaño
sep/82
Cubierta primera edición de Betania
MUJER EN TRES TOMOS
a la manera de decir de Guillermo R. Rivera
No aspiro a una mujer perfecta
a una mujer de cabellos largos ojos redondos líneas de Venus
mujer de carne y hueso ha de venir a mí
con sus virtudes y defectos
como las páginas continuas de este libro
erecto en su tamaño
te construyo por eso a mi semejanza
y te reconstruyo en mi coartada perdonable
en mi coartada imperdonable
llevarás los terrones perplejos que arrastra el arado
la hendidura del cristal
su pulcritud y su pronóstico
llevaré tu hermosura desde adentro
la madurez de tu cansancio
el revoloteo en soleado y abierto campo
te construyo y te reconstruyo porque sí
más bien te busco
en el encanto que tienen los comienzos
llega sin la manera de los pocos entendidos
ven de amor
ven de hogar
ven de madre
éntrame por los ojos y plántate como la yagruma majestuosa y eterna
inúndame con tu candor los sentidos y los afectos
molde roto inconcluso llega
para que deje a mi cincel el acabado
te construyo así
porque he sobrevolado las grutas intestinas… y nada
trillado en las piedras lunares… y nada
dónde te metes con tus corales
tus algas
tus plumas y tu pelambre
he llegado hasta tus predios y te me has ido como el eco
déjate atrapar mujer crecida y resuelta en cada uno de tus tomos
llenando los espacios con tu gota
tráeme los colores a mi blanco y negro
fórmame en tu forma
¡qué no me llegue la hora sin haberte conocido!
selva virgen
microclima o aluvión de estrellas
como he dejado los pozos abiertos
te llevaré a ellos
para que mudes y mudes la piel las veces necesarias
DE FLOR EN FLOR
¿Quién rompe margaritas a mis pies?
las encuentro hoy maltrechas
en el pudor de mi patio
porque han pasado los amores
y el incansable sí y no de los quereres
¿quién me pone en esta estancia solitaria
junto al viejo estanque
con sus ladrillos vacíos
lleno
el cántaro de pájaros sedientos
de chorros profundo que han rajado la piel
y endurecido el cuerpo?
tamaño a tamaño se descorchan los encuentros
pero se hacen humo en los años
y me preocupo
porque no llega el amor y toca
la carga definitiva
hoy vivo al azar
deseando hasta en sueños a la muchacha
de las tres virtudes
ingenua
espontánea
discreta
y que no llegue a mi puerta
tantísima dicha la mía
que busco y busco sin cesar por las calles
de mi pueblo sorpresivo
donde una bandera me saluda
y me dice además
que la mujer trae un pañuelo a la cabeza
y usa botas en el surco
qué me guarden la última flor
que la quiero
como el último cartucho en la caza sin suerte
no habrá un “si me quiere”
un “si no me quiere”
dudas no habrá con la señal preconcebida
tantísima vida que te guardo amada
soy un hombre familiar
ven
¿quién me niega tu calor
tu merced
y tu perfume alado?
Jacqueline Alencar, Antonio Colinas, Igor Colina, Sambra y su esposa, Felipe Lázaro y A. P. Alencart
(2002, Foto de Luis Monzón)
PARA ESA MUJER QUE ME ACOMPLEJA
para Aniceta
Me resisto a tenerte enamorada
a traerle venas a los cangrejos de mi cuerpo
a regar lombrices como carnada
en mi cuarto
esa gran pecera sin agua ni oxígeno
no alimentes mi fatalidad de hombre obstinado
a caricias furtivas
condenado a pastar
sobre carnes diurnas y nocturnas de mujeres nuevas
¡ay del apretón electrizante que le das a mi cintura!
¡cómo envidio tu amor
que adopta el rayo como palanca y zanjea
la oscura dilación del orgasmo!
¡cómo envidio que me ames con tanta exactitud y abandono
con tus manos que tocan
y se desbordan bajo y sobre la tecla y la figura!
si me vas a amar
desabróchame la miel
rompe los panales histéricos antes de besarme
de cera son las riendas el freno
quémalas
ahógame si es preciso
pero hazme sentir la tanta bondad que anida en tus ojos
tanta fe
tanto zumo de pétalos y heridas
y déjame un aliento
porque
¿sabes?
después tengo que hablar
tengo que decirte…
que me perdones
agosto 82
COSAS ÍNTIMAS
para Neisy
Son estás las cosas íntimas
los secretos del pan sobre la mesa
donde hubo la casa habitada
y el zumbido de la mujer y los hijos
soy un mal negocio para mi soledad
mi fuga se alimenta en lo constante de estas paredes
en las madrugadas de cama vacía y tan grande
en el mismo armario de espejos ovalados donde ya
no ordeno las ropas
en las camisas colgadas de los clavos en los fantasmas
que semejan mis camisas vacías de mí
soy un mal negocio
no cabe dudas
del cuarto a la cocina hay una ventana que ya no abro
entonces
mi soledad se conmueve porque la luz no entra, pero tampoco el polvo
ahora veo como una cosa niega a la otra
cómo necesariamente para vivir de una manera nos cohibimos
vivimos mutilados
pero tan necesario y complejo vivimos
desnudo sólo en los adentros
me espanto ahora del tono
filosóficamente me espanto
estoy solo y con el metal de mi vida
NOTA URGENTE
ayer conocí a una muchacha
que me hizo saber
que puedo
seguir viviendo
Ismael Sambra y su esposa, González Quesada, Lázaro y Alencart, en la Rúa Mayor (foto de Jacqueline Alencar)
ESTOY VIVO
para Martica
Se apodera de mí el canto de los vivos
ese que encuentra su mundo después de conjugar galaxias
pues te descubro dormida
sobre las sábanas que blanquearon con tu llegada
te veo y encuentro la razón que me culpa
en mis tiempos perdidos y encontrados
la rebelión de la epidermis que se quiebra con el viento en
los primeros días del invierno
ahora doy la cifra exacta del aplomo
después de haber transitado el amor de circunstancias
y haber vivido con los brazos punzantes y sonoros
tan libre para mí a pesar de lo que me rodea
socialmente vertido en los licores que se toman sorbo a sorbo
mi palabra
hierba que crece inadmisible sobre la piedra
polvo que se eleva y nadie lo define
sino cuando se posa en los muebles de habitaciones vacías
y si digo de estos brazos que se ufanan por llevar
mis manos al hogar
digo entonces de mi libertad tan sorpresiva y amenazada
por los amigos del poder
la guerra y el exterminio hasta de sus propios amigos
digo de mis cuatro paredes que han resistido tanta soledad
y el desespero de las esponjas expuestas al sol
digo de mi puerta colonial
proyectada en la luz de los amaneceres
de mi ventana perdida en un poema inacabado y perdido
y de que no andamos solos con nosotros mismos
mientras existan banderas que se bajen a media asta
por la muerte de un rebelde en el patíbulo
digo del hecho de estar vivo y vagando en los círculos
que sugieren tus espirales
por haber venido de propia juventud
desnuda
de amores
para hacer desbordar en mi pecho la fuerza de las raíces
con cada beso en cada orgasmo
en cada desayuno almuerzo o comida juntos
donde hablamos de los hijos por venir
y de política internacional mirando con fastidio a los rincones
me había acostumbrado tanto a mi voluntad y tanto le di
a mi alma sola
que te trajo a su mesa a llenar el pan de las leyendas
y los misterios de una casa inerme y vacía
por eso no es esfuerzo el definirte salvadora de mis presentes y
futuros actos
mujer que se desprende y me deja hablar de cicatrices
te agradezco el agua
la pulcritud de tus manos
y la manera de llevarla hasta mi boca
¡había tanta muerte en los latidos de mi voz!
mientras te miro te dibujo en impulsos y latidos
y te empiezo a amar
como a una verdad incomprendida
Sambra durante la presentación en Madrid, con León de la Hoz y Felipe Lázaro, entre otros asistentes (2002)
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