La escritora colombiana Tatik Carrión
Crear en Salamanca se complace en difundir esta muestra de poemas del libro ‘Las horas del Insomnio, de Tatik Carrión Ramos (Chía, Colombia, 1985), escritora, docente, editora, gestora cultural y del cambio social. Magíster en Español y Literatura, Especialista en Gerencia de Proyectos Educativos y Licenciada en Lengua Castellana y Comunicación. Es directora de la Asociación Zona de Arte Alternativo, del Encuentro de Escritores “Fuerza de la Palabra” y de la Revista Digital también llamada Fuerza de la Palabra.
Entre sus premios y menciones, se destacan: Beca Libros de Interés Regional, Ministerio de Cultura 2022 con el Libro “El guardián de la semilla de oro”, Beca Estímulos, Chía 2022 con el libro “Cuentos polifónicos y un poco traviesos”, Beca para la circulación internacional, México – Colombia 2022, Premio Cuento de Aventuras, Gobernación de Cundinamarca Corazonarte, 2020, Premio Novela 2019 con la novela “Tierra de Cuervos”, Premio de Poesía, Estímulos Chía 2019 con la obra “Las horas del insomnio”. El microrrelato “El paseo” fue destacado por su calidad narrativa en el primer concurso universal de relato breve de la FILBO 2015. El texto “El Gato Escritor”, obtuvo el “Premio a las Narrativas Culturales” del Ministerio de Cultura en el año 2012 y el cuento, “La lagartija” fue finalista en el I Premio Nacional de Cuento, La Cueva en 2011.
Actualmente es generadora de contenidos pedagógicos, asesora de proyectos literarios y docente de literatura y pedagogía. Participa activamente en eventos educativos, literarios y de promoción de la paz a nivel nacional e internacional.
Libro: Las horas del insomnio (Editorial Escarabajo, Bogotá, 2019)
Serie: Libros dedicados y/o enviados a A. P. Alencart /8
RITUAL
Me bauticé
en las horas del insomnio.
Asistí sola
al rito de las palabras
ungida por el fuego
de las nuevas muertes.
En la vigilia,
soy una magnolia contemplada
por un hombre que vive
en una ciudad sin urapanes.
Desde allí,
en la lengua del cervatillo
me convoca a sus abismos
y el cielo,
como un niño enmudecido,
anuncia mi partida de la crisálida.
Mi nombre hecho cenizas,
mi vida que ha sido llama
viaja con el viento
a ofrecer cada uno de sus pétalos.
Ahora que soy otra y la misma,
que dejo atrás lo que nunca he sido,
me nombro y
todos los silencios me reclaman.
POEMA EN BRAILLE
En los días de niebla,
un hombre dibuja el asombro
con las yemas de sus dedos,
en la piel de una mujer que duerme.
Pareciera que esas manos
sin cansancio y sin tiempo,
trazarán ríos,
montañas y animales.
Rugen los jaguares
silban las chicharras,
el agua baila
y la mujer se mueve,
por tanta vida en su espalda.
Cuando los ojos se abren,
todo está inundado
de copetones y pinos:
Un jardín aflora
en la estación del amor
y las raíces se hacen campo
en el territorio de la caricia
Tatik Carrión y Alfredo Pérez Alencart, en Bogotá (2022)
DESACIERTO
A veces no hay lugar para tanto desacierto;
se debe acudir al exilio de uno mismo.
El inventario de mis desdichas
viene desde antes de mi madre;
el destino nos ha condenado al desamparo.
¡No hay lugar!
Las heridas nacen en otras heridas,
la pesadumbre reclama su terreno.
Volveré la mirada al origen
aunque me niegue a tres voces,
mi derecho al regocijo.
OQUEDAD
Un columpio vacío
sigue meciéndose en mi memoria.
Reconstruyo el parque deshabitado.
El viento recorre los mismos árboles
un poco más viejos,
más cansados y grises.
Nada se oye en el recuerdo.
Tropiezo
con la misma piedra de la infancia.
ESCENAS
1
Alguien escribe
mientras un hombre
rompe retratos,
ahogando en ellos
sus últimos sueños.
2
Un rostro frágil
se sostiene
bajo miradas inocentes.
El perdón flota
y se esconde
en la garganta.
3
En la habitación contigua
la muerte canta sola
un réquiem a la memoria.
4
Una paloma va y viene como la vida en los días.
Sus alas cansadas no le quitan la esperanza,
y el cielo ancho se extiende sobre los desaparecidos.
5
Una mujer lava los platos
como si lavara el dolor de los años,
el agua borra,
los mimos de la infancia.
6
El telón cae
y el corazón desnudo
se entrega como la primera vez.
7
Alguien deja de escribir
para entregarse a la herida.
Tatik Carrión Ramos
11 PM
La raíz de un padre
respira entre las hojas.
Al fondo, en lo más profundo,
más allá del destello de luz,
un niño nos acaricia
con su mirada.
3 AM
Un hijo aúlla de dolor.
En su mano empuñada, guarda una bala.
Bajo tierra, su padre no germina.
Tatik Carrión Ramos, con otros poetas participantes en el Festival Las Líneas de su Mano
(Bogotá, agosto de 2022)
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