El pasado, el presente y lo posible lo que existe y lo que no existe, la realidad y el deseo no pueden ser separados. Lo que se estudia es un objeto virtual, algo que tiene que ser pensado, que pide nuevas aproximaciones. Modernismo, gótico, románico, barroco o neoclasicismo conviven con el cemento, metal y el cristal de la ciudad moderna, de los edificios de cualquier ciudad que estemos pensando.
Pensar en la ciudad en el siglo XXI se ha convertido en un verdadero ejercicio de equilibrio, en la razón del propio individuo. Las administraciones de las ciudades somete a estas a un criterio siempre polémico sometiéndolas a las reglas de urbanistas, arquitectos y especulación. Imaginar la ciudad ideal es algo que ha preocupado mucho en la cultura europea occidental desde la Antigüedad donde la disposición urbana venía orientada según la disposición de los centros administrativos y de culto, hasta la época renacentista donde la utopía urbana fue pensada por artistas de la talla de Miguel Ángel, Leonardo da Vinci o Rafael en el que vio nacer su mejor definición con la obra de Tomás Moro Utopía. Hablar de la utopía en la ciudad de Salamanca es hablar de la imaginación de Rafa Cid, sus proyectos urbanísticos rayan con esa forma utópica de hablar de la ciudad, y de lo que estoy seguro es que un gran amor por Salamanca le lleva a esta consideración de la ciudad
Rafa Cid es un escenógrafo “Visualidad memorizada de un acontecer ciudadano es su exposición, documento gráfico en devocional urbanismo y rito inserto, sobre situaciones proyectos y supuesto” –escribe- en el programa de la exposición
La ciudad que pudo ser, la ciudad que es, ciudad de ayer y de hoy trazadas de la mano de Rafa Cid con un dominio perfecto del dibujo y una gran imaginación, en la reconstrucción de una ciudad no conocida e imaginada centrada en el pasado de sus tradiciones procesionales, derivado por el encargo para ilustrar un libro sobre las procesiones de la semana Santa Salmantina para un tiempo que la fotografía no existía.
La sección de Aceras es un recorrido urbano, su vocación de urbanista, también de utópico sobre la ciudad conocida que es y la ciudad que no fue y pudo haber sido este recorrido como el mismo díce es un cuaderno de viaje, plumillas pintadas a nivel de calle o espacios memorizados y recreados por su imaginación. Rafael Cid Tapia, pasea busca la luz, el entorno unas veces lo apunta y otras lo memoriza para luego recrearla en sus trabajos. Asi, pues, en muchos casos la ciudad no es la ciudad que vemos y recordamos sino su ciudad, la de su imaginación y proyecto.
Formas de querer
sueños que delatar
miradas para trazo
convivir
estética y honores
en concejo por la acera
… MEMORAR
Sueño y memoria viven en esta exposición, pensada para soñadores y para todas las personas que llevan su propia ciudad en el corazón.
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