MIGUEL ELIAS
(ESPAÑA)
Este año una vez más celebramos el Día Mundial de la Poesía y el primer día de la primavera, establecido por la UNESCO, ya que reconoce la expresión poética como un papel privilegiado de promover el diálogo intercultural, la comunicación y la paz.
De hecho, entre las diferentes formas de expresión, cada sociedad humana contempla el estado muy antiguo del arte poético como un lugar fundador de la memoria, la base de todas las demás formas de creatividad literaria y artística.
Stefania Di Leo
Coordinadora del Especial Poético de Primavera
Sono nata il ventuno a primavera
Sono nata il ventuno a primavera
ma non sapevo che nascere folle,
aprire le zolle
potesse scatenar tempesta.
Così Proserpina lieve
vede piovere sulle erbe,
sui grossi frumenti gentili
e piange sempre la sera.
Forse è la sua preghiera.
Alda Merini
ALFREDO PÉREZ ALENCART
(Perú-España)
PRIMAVERA
La claridad se adelanta
y llena de flores
la estación más jubilosa.
ARACELI SAGUILLO
(España)
Es hora de mirar al mundo,
hora de lanzarse al mar,
y salir flotando,
hora de encender el fuego
sin escarbar cenizas.
Tiempo de aspirar el perfume de las flores,
hora de pájaros, de niños…de verdades…
Es tiempo de avanzar deprisa
de silenciar el grito, de vivir la vida.
Tiempo de consumir
todas las velas del mundo.
MARIA DO SAMEIRO BARROSO
(PORTUGAL)
LINDES
Miro sus hojas, sus flores,
respiro su olor, su frescura,
leo sus recuerdos
en el cráneo abierto del
tiempo.
Miro las lindes, su polen
dulce, y pienso en tus labios,
en los cedros verdes,
en las noches azules
donde flotan matrimonios
de Marc Chagall.
Miro las lindes, los cedros,
sus hojas, tus manos
donde escribo la primavera
en cálices de rocío,
hibiscos, amapolas,
y flores carnívoras
que celebran el tiempo
de los besos.
CARMEN PALOMO PINEL
(España)
PRIMAVERA
Y parece de nuevo que vivir es posible,
que las rosas
se abren y que el mal
no las hiere,
que no alcanza a tocar
su campana nocturna, su coraza
de sueño, que sus pétalos
saben todos los modos posibles de caer,
como yo sé también
declinarme en todos esos modos,
recogerme después de haber caído,
trepar por la escalera
del pasado,
pues la infancia es, en flor,
mi edad perpetua.
De ellas, de las flores
he de aprender
qué poderosa libertad
surge de la insignificancia.
Bésame, bésame con tus ojos, primavera;
escríbeme en la página
donde el día se abre para siempre.
JOSÉ AMADOR MARTÍN
(España)
DÍPTICO DE LA LUZ
Extendida luz sobre los valles
en la noche de los paisajes,
en la dulzura de los pétalos
rosados de la lluvia primaveral
que acerca nuestros pasos;
Heraldos y testigos
de la primavera,
halito del sueño,
lejos, las nieves
sobre los cerros del invierno.
Y solos, en la memoria
del siempre y del ahora,
como recuerdos y vida,
que amo desde siempre.
Brilla la noche bajo la luna
en el valle cautivo,
constante en la mirada,
vigilantes los ojos,
brillante como el río
que crece en la montaña,
y por el cielo
una melodía extensa de luz,
alma en cada nota
única y cercana.
El viento vigila las ramas
de los árboles
agita sus flores,
que son las pasiones
que animan el mundo,
renacer de pétalos,
paz dulce
íntimamente unida al embrujo
mágico y eterno
de la noche que no tiene fin.
Junto a las chimeneas
el olor a ese humo y a manzanas de alcobas
de gloria coronada,
en la costumbre de la tibia soledad
donde el silencio crece
con el fuego encendido
Siento mi alma, en este paisaje,
coronada de flores,
junto a los almendros
como un llanto de pétalos
que volaron lejos
con la primavera,
sombra de luz
al pensar que te fuiste.
En los valles aún la niebla
del invierno que muere.
II
Tocar la luz, tal vez acariciarla
o dejarse acariciar por ella
ver como se desliza entre las cosas
y se va abrazando a los objetos
que dan sentido a nuestra libertad,
cuando el sol pone cetro al Universo.
Contemplar esos días luminosos,
es hacer visible lo invisible
y ver en lo invisible lo visible,
es amar el día y ver llegar la noche
en el atardecer que nos descubre
con la lentitud que transcurre el infinito.
La mirada llena de luz
golpea la memoria como un destello
de lo sagrado
y los lugares son una página luminosa
abiertos a las miradas y a los ojos
que quieren penetrar los secretos,
recintos de los paisajes silenciosos,
atravesados por el tiempo
que en el devenir cotidiano
son huella de lo eterno,
en estos valles de luz,
resplandeciente crisol donde cada cual
refiere su hermosura
y encuentra el sentido que la ilumina.
Entra conmigo en este bosque
de nuestros amados recuerdos,
dejemos que llegue el alba,
siente la vida al crecer la mañana,
los espacios de la luz y las sombras
en este tiempo tendido de relojes,
cuando nacen las luces
y quedamos atrapados en la memoria,
sobre el hecho diario de sentirnos.
Entra en este valle, silencioso
que cubre la niebla
sobre los almendros, símbolo
del sueño que renace,
cuando mueren las sombras
de nuestros cuerpos, el último invierno.
LEOCADIA REGALO
(Portugal)
SINGULAR MADRIGAL
Vieste em Maio
pela mão da Primavera
trouxeste a primeira rosa
que desabrochou no teu jardim.
Aspirando o aroma rubro das pétalas
meus olhos fecharam-se
com o lampejo
desse instante suspenso
da consonância dos seres fulminados
pela fúlvida chama do desejo.
Inesperadamente
a ternura derramada
sobre as mãos enlaçadas
pousadas na candura
das horas partilhadas
serenamente.
Vieste em Maio
pela mão da Primavera
sem pré-aviso nem intenção meditada.
Puseste-me o coração em alvoroço
e deixaste-me neste enleio
de esfinge fascinada.
Trouxeste a rosa a poesia o calor
de teus gestos largos de ave arribada
ao poiso ansiado da plenitude
intuída na leveza das coisas
criadas com ar água fogo lava
e simples palavras de amor.
JURI TALVET
(Estonia)
KEVADEL SAAD ENDALE INGLITIIVAD
Tahad sedamaid päiksega koos
rännata ümber maa.
Palju-palju tiire.
Kiiresti-kiiresti.
Valgustada koos temaga maad.
Ise aga ütlesid eile: Ma ei taha
eluilmaski suureks kasvada!
******
En la primavera te dan alas del ángel.
Anhelas enseguida viajar con el sol
alrededor de la tierra.
Muchas-muchas vueltas.
Veloz-veloz.
Alumbrar con él la tierra.
Pero ayer dijiste: ¡No quiero
nunca [en mi vida] hacerme grande!
LUIS FRAYLE DELGADO
(España)
ATARDECER
(para Stefania)
¡Como me pesa el tiempo
y los recuerdos!
Mientras estallan las flores del almendro
lanzo las flechas indecisas de mis ojos
a las nubes del poniente
que me ocultan el fuego que huye
a esconderse detrás de las colinas.
Llegan en bandadas
como aves migradoras
que vuelven del invierno de mi vida
y saturan mi memoria de penumbras y saudade.
Vuelves a vivir lo ya vivido
cubierto con la máscara del sueño
y lo cuentas en silencio a los jilgueros y las tórtolas
que festean en la enramada
mientras la cubre con sus sombras
la luz fugiente del crepúsculo.
Sé que me está escuchando quien me ama
y tiene abierta su alma a mis desvelos.
Y mi corazón se refugia entre sus brazos
cuando ya las fuerzas me flaquean
para seguir pisando las piedras del camino
y caigo de rodillas, sin resuello,
mientras contemplo las estrellas.
Recuerdos que me sostienen la mirada
y vuelvo a escuchar aquellas voces
que gritan los mismos sentimientos.
Estaban escondidos en mi pecho
abrigando mis anhelos y esperanzas.
Ahora me traen a mi refugio
los tiempos de lumbre, de sombra,
de ardores y de hielos,
y me van tejiendo una corona de rosas y de espinas
para que la lleve hasta el fin de mi destino.
JORGE ORLANDO FIGUEREIDO
(Portugal)
PRIMAVERA
Abismo de horas sombrias.
Passos enlameados.
Gritos desesperados.
Acordo.
A luz da aurora
ilumina o teu sorriso.
Não sei se é sonho, mãe,
mas o mundo torna-se melhor
quando renasces.
Não sei se me vês, mãe,
a ameixieira está florida,
as crianças brincam no jardim.
Não sei se me escutas, mãe,
os pássaros cantam o Sol.
A música inunda a praça.
Não sei onde estás, mãe,
mas é sempre Primavera
quando penso em ti.
GERARDO RODRIGUEZ
(México)
Desde el letargo de las hojas,
de espuma a espuma, de sombra en sombra
con rojísimas palabras
interrogo al sol que naufraga en un mar de vegetación.
Salgo al transcurrir del día,
a medir los instantes que florecen,
descifrar las distancias que maduran bajo las frondas de los árboles
y saciar la sed con una guanábana.
Es el tiempo en que huele a verdor la madrugada,
la brisa mece su quietud,
en un instante la yerba se vuelve cielo
y con pasión se tiñen las flores.
Con manos trémulas construyo el desorden,
abro camino al destino,
al secreto de la selva,
al incendio verde que todo lo fecunda.
Escucho el rugido de un jaguar,
observo el transparente aleteo de las libélulas,
hongos sin linaje,
el frenesí de gusanos e insectos,
lo que quiere huir desesperado.
Aquí se aprende aquello cuanto uno no imagina:
en un instante se recuerdo todo lo animal, todo lo vegetal que se ha sido
y siento que el tiempo puede detenerse entre su primer y último compás.
Todo esto lo he descubierto en el sueño de las orquídeas.
CLAUDIO DEL MORAL
(España- Italia)
(Declinaciones de ver-veris)
(ADVIENTO DE ALMA VENUS)
I
El sol abre su mano a un mar en que se alumbra
la imagen seminal de cada día.
De universo insepulto, el cuerpo atomizado
que esparce el lubricán de un alba taciturna,
y nombra a cada uno en todos los dispersos.
Mirad los muertos: toda esa ardentía.
Almo livor de sed, lóbrega Venus,
arraiga en barrizal la espuma de tu pie.
II
Un sueño me trajiste: un paño se tejía
durante el lubricán de tu llegada;
por un hondo paisaje en que habitaba el hielo,
llevando de la mano estambres de la suya,
entre sombras ancianas, mi madre caminaba.
El Dolor traza con sus pies descalzos.
Penélope relata, me dijiste,
la deriva de Ulises al vientre de Anticlea,
la mano que me aparta del borde de los pozos.
(Tú, ramo de acebuche para el que emigra solo,
desátame las vendas, y deja que me vaya.)
JUAN ANTONIO MASSONE
(Chile)
BROTES DE ALBA EN EL POEMA
Alguien habla al amanecer;
despierta la ocasión de llevar
lejos los nuevos brotes en espera
de luz donde repose el anhelo.
Nadie sabe cuánto se inclinó el árbol
hasta besar la sed de sus raíces,
ni quién se percata del momento
cuando las formas dejan vestigios
y sacuden más adentro una congoja
que nos embarga desde siempre.
En todo caso, vivir termina por gustarnos:
se alivia el olvido en hojas renacidas.
Urge saber cómo hiere el sitio eriazo
donde alguna vez escuchamos los secretos
de una ventana atardecida, con lentitud
de silla injuriada por la ausencia.
Tanto más sucede. Me dirijo a la oscuridad;
le hablo, detenidamente, para dejar en claro
cuánto falta por decir en el poema.
Vaya usted a saber a quién hablamos al fin.
Laten las palabras al decir helecho. Incluso
podrías imaginar colores alborozados
sin que te lastime la calle, con sólo aromar
la primavera. Bienvenida es el poema.
Para soñar es preciso estar despierto
o parecerse a unas alas.
JOSÉ MARÍA MUNOZ QUIRÓS
(España)
POÉTICA EN LA MIRADA DE LAS COSAS
Lo sabes todo y sin embargo callas:
vas atando los días en sus haces
de lentitud, momentos que se apagan
cuando existiendo olvidan su existencia.
Lo sabes en el modo y en la forma,
en el sonido y en su cárcel blanca,
en las horas vertidas como faros
desde donde divisas cada ausencia.
Lo sabes y retornas al inicio
vano y perfecto de la repetida
trayectoria del alma. Así terminas
de escribir en el agua de las horas,
en el instante tibio de las fuentes,
en la cima del alba de las rosas.
2
En esa encrucijada donde queda
el hueco de tu ser, donde se esconde
tu vivir en sus límites y eliges
la manera de estar en esa cima
del viaje que inicias con tus pasos
y recibes con miedo cuando avanzas
sobre los sueños. En ese caminar
que hiere el alma al sucumbir de pronto
en el dolor de todas las heridas
que dibujan el rumbo de tus huellas,
el lugar al que vuelves , el sendero
donde se alarga con tu voz la duda
del tiempo que te acerca hasta la nueva
pregunta que no tiene ya respuesta.
3
La altura que corona con tus ojos
la materia del sol cuando se alberga
entre las luces libres de la tarde .
La altura que aproxima hasta el espacio
del centro cuando encuentras donde crece
la memoria que has ido construyendo.
Es el viaje sin retorno, anclado
entre todas tus páginas escritas,
donde enciendes la luz de la distancia
que renuevas en ti con más anhelo.
Es la senda que sube hasta el origen
del conocer. Viaje al infinito
secreto de tus sílabas dormidas
en la carne de un verso derrotado.
ALEXANDER ANCHIA
(Costa Rica)
ETERNA PRIMAVERA.
Preludio
Las buganvilias se apagan como cigarrillos
y se entierran por el suelo;
pocos sabrán del recorrido de su ADN,
Durante la estación seca, la selva
se guarda para Dios.
Los iniciados transpiran
un aire seco y agitado,
que asciende viejo por la montaña
El bosque tropical parece un monólogo,
Mendiga erratas
que la mañana va eructando,.
¡Sorpresa!
Por ahí de febrero se estira el Arbol Poró
mientras intenta asirse a alguna nube de cirro
el menudo con flores anaranjadas se le cae
y comienza el carnaval de los trovadores.
Otros quieren hacer yoga, otros desean
rebelarse, estirarse; bailar de balet de puntillas
entonces el árbol de Roble de Sabana
tararea con sus ramas la Vida en Rosa.
Se suman al carrusel el Árbol de Cortés
con su color oro haciendo explotar las sonrisas
Cierra esta ola de estadio improvisado
El Árbol de Jacaranda, trayendo una píldora lila
aprisionando el sabor violeta
El Arcoiris no entra en escena desde cielo,
ha ido y vuelto de la ciudad….
Los iniciados pasamos a ser creyentes,
se acerca la estación de lluvias.
Una pareja de indigentes en algún parque
se jurará amor
con la efímera vida de estas flores marchitas.
Mañana serán fantasmas de polvo
Mañana otro tiempo de comida no servida
proclamará otra sentencia de muerte….
ANDREA CAPASSO
(Italia)
Il mondo (XXI)
Era ancora rosso il mio ricordo
quando il vento coronato dell’inverno
soffiò via la mia forza
e mi coprì di brina bianca.
Covai la mia rinascita
sentendo la fredda attesa
secondo per secondo
non illuminato
se non dalla speranza del fuoco.
E non morivo,
alla fine dei giorni di pioggia
oltre la nube vidi l’occhio del sole
divino, fonte di resurrezione.
Di nuovo giovane, di nuovo eterno
affondai le dita nella criniera
selvaggia del cavallo di primavera
respirando il suo sensuale sudore.
Steso vivo sull’erba
espirai via le mie tensioni
mentre le chiome amiche degli alberi
cantavano novità ignote
e i fiori dischiusi spandevano un dolce profumo.
Esplose intorno a me l’eruzione naturale,
tutto era fuoco e tutto era oro,
e nelle acque blu pescavo il sesso
segreto delle ninfe
mentre tutte le creature abissali
dormivano e sognavano
lasciando correre le correnti del desiderio.
Aprii gli occhi e tornò l’autunno
signore di foglie rosse
e tutto era pronto a finire;
la luce ancora sorrideva,
il sole ancora carezzava la carne,
l’erba ancora ricopriva la terra.
La morte non esisteva
e immedesimato nel mondo
avrei lasciato le spoglie,
mutato la pelle.
Sarebbe cambiato il colore delle foglie.
PEDRO ENRÍQUEZ
(España)
EN LA VIDA DE OTRA VIDA
La casa tuvo un día puerta de entrada,
almacén de caricias
y sábanas de holanda.
Destronada de los tejados
la tierra,
sin otro amo que el viento,
ofrece su vientre oscuro
a las semillas viajeras.
La sombra de la luz se oculta,
deambula un tiempo sin pasado,
una selva de hierbas
en el adobe humedecido.
Silencia la calle historias
al contemplar hoy su ruina
sin el nombre de las manos,
sin arcilla donde bebe la lluvia
en las mañanas de abril.
La brisa
abre
la ventana
donde habita la carcoma,
es otra la primavera,
su vientre germinando,
en la vida de otra vida.
En el horizonte de barrancos
pasean los niños,
entregada la única flor
a un latido de madera.
Cumplida la aventura,
las hojas sin postigos,
un hueco sin retorno
en el muro indeciso.
GONZALO SALVADO- STEFANIA DI LEO
( Portugal Italia)
SUPLICAÇÃO
-I-
Amada, desperta. É primavera, enfim.
Que perfume exala a terra recém-florida
Que sopro nos chega de rescendente brisa.
Manhã luminosa. Que dádiva de verdura.
Quantas aves em revoada entontecendo
de azul os ares. Que frenesim de asas
e rumor de música nos ninhos. Que frémitos
na aragem. Que murmúrios de folhagem.
Que melodia de nascentes e de águas claras.
O rio amanhecendo espelha o céu como
se dele enamorado e em reflexos transparentes
cintila como rocio de prata. Pelas margens
a urze ostenta-se ao sol deixando-se acariciar
por seus raios, provocando-o com os seus
brancos cálices, suspirando para que se deite
em seu regaço. Entre pétalas de giestas
esvoaça um par de borboletas num bailado
febril e enfeitiçado. Sobre um ramo dum álamo,
duas rolas gemem em idílio entrelaçadas.
Nos campos ainda húmidos, despontam
lírios e açucenas alvas que logo se abraçam
em rubra intimidade. Corolas se abrem
sem decoro ao vento num furor de pólen
e promessa de fecundidade. Mais além,
num bosque recatado, rosas fragrantes aguardam
que as colham mãos pressurosas e que lábios
túmidos com louquidão as desfolhem.
Que ânsia de amar. Juntar a tua boca
à minha boca, estreitar-te até beber-te
a refulgência, desassossegar-te gemido
a gemido, sentir o teu sangue em desatino
fluir num incêndio vasto, ver-te desfalecer
de gozo entre os meus braços, ter-te a mim
cingida, desvairada de desejo, esvaíndo
em delíquio, estuando em espasmo.
Não, não me sofreies; não te retraias,
dá-te inteira ao meu fervor que irrompe vivo,
une os lábios aos meus num beijo profundo,
enlaça-me com desespero, mitiga-me a sede
que me consome, sacia esta ansiedade.
Prende-me, prende-me mais, amada,
num assomo de sôfrego entusiasmo,
sê orvalho exasperado a escorrer por
minha boca ávida. Entrega-te ao meu arrebato,
sorve o lume que em mim se propaga,
lambe a rudeza da minha seiva,
prova avaramente este mel.
Oh, como a minha carne geme
por ti numa súplica cega. Como se povoa de ardor
inefável quando dela aproximas os lábios.
Em meu sangue, queimando, que imperioso
afã te reclama. Como suspiram os meus poros
por uma só carícia tua, pela languidez
dos teus afagos. Todo o meu ser resplandece
cativo dos teus braços. Como te imploram
sequiosos os meus dedos pela redondez suave
dos teus seios, pela curva tépida da tua cintura,
pela macieza das tuas espáduas nuas.
Não, não me prives da tua pele, da doçura molhada
dos teus lábios. Não te recuses a este enlevo,
a esta insânia que acordaste
e que em meus olhos transparece
ao ver-te ante mim despida
cumulada de claridade.
Não te esquives ao fogo que deflagra em nossas veias,
impetuoso, e nos conduz ao êxtase
tumultuando de regozijo cada artéria.
Obedece ao seu desígnio,
ouve a seu apelo alucinante que não cessa e se alastra.
Deixa-te aprisionar por minhas mãos,
desvendar flanco a flanco,
desconcertar com o meu excesso
e meu querer desmedido.
Convida-me a descer por tuas curvas,
a vaguear por teus contornos, a percorrer
teus montes, a descobrir teus vales,
a perder-me em teus vergéis, a desnudar-te
a cada gesto num crescendo
de euforia e ousada fogosidade.
Convida-me a beber-te o alento
em trago demorado, a degustar-te
o copioso estremecimento,
a provar o gosto aceso da tua intimidade.
Oh, vem! No corpo um do outro morreremos
de prazer entorpecidos,
rendidos ao transe da volúpia,
feitos uma só carne, fundidos num só grito.
Que o teu olhar me cerque numa premência
de entrega pois sou flama impaciente à tua espera.
Que nele divise a mesma ânsia que em mim
caudalosa arde. Que sejas taça para a minha
sede e te deixes toda levar aos lábios. Que te sorva
arfante até ao júbilo derradeiro. Que o mesmo fulgor
e pulsar nos exalte. Que nos confundamos enlevados
na mesma embriaguez obstinada.
E em fúlgido desvairamento nossas bocas se
misturem na mesma ditosa voragem até ao
transbordar dos nossos corpos
e fusão completa das nossas almas. E derramados
um no outro, plenos, refeitos, celebremos
imensuráveis a paz depois da posse,
como se a vida em nós tivesse amanhecido
num renovo de sempiterna primavera.
II
Mi sono svegliata con il suono della tua voce,
dall’ odore dei fiori sono inebriata.
La brezza ha sfiorato la mia pelle,
in quest’ alba di luce,
alba di uccelli in volo.
Grazie a te, l’ aria è azzurra.
Ascolto i fremiti e le musiche nei nidi,
ascolto il mormorio delle foglie,
ascolto melodie di sorgenti e delle chiare acque.
Che miracolo vedere il cielo specchiarsi nel fiume,
vedere le sfumature del nostro amore riflesse.
Mi perdo, nell’ immensità argentea dell’ acqua,
e il sole m’ accarezza come fossi un fiore
i suoi raggi sfiorano la mia pelle,
accarezzando il mio grembo.
Per te mi unisco al volo di farfalle,
inizio a danzare, perché l’ amore è libertà.
E mi sento stregata. Osservo l’intreccio idilliaco ,
dei galli gementi su un pioppo, e ti penso.
Nei campi ancora bagnati, ammiro i papaveri,
i gigli bianchi abbracciandosi intimamente
quasi fossero Noi. Fiori fecondi, pollini al vento
sono la nostra promessa d’ amore.
E le rose…le rose del bosco,
che tu mi offri, sfiorando le mie labbra.
Desidero amarti. sfiorare la tua pelle
ammirarti, irrequieto, gemente
sentire il rosso del tuo sangue
ardere come fuoco.
Desidero cingerti la vita con le mie mani,
noi due uniti in un abbraccio eterno.
E dono tutta me stessa al tuo fervore,
e mi unisco a te, in un bacio profondo,
che mitiga la nostra sete e ci consuma,
Stringimi, a te, o Amato,con fremente entusiasmo,per essere rugiada,per esser fuoco, per esser linfache in me si diffondeprovando il miele delle tue labbra. Anche la mia carne ti desidera.e sono ansiosa. di un solo tocco,delle tue carezze, di brillare con te prigioniera, d’ esser fra le tue braccia.Ansiosa del tuo sfiorare la mia pelle, con un solo dito, lungo le mie spalle nude. E di te rivedo la passione che ci unisce,sento il fuoco che brucia impetuoso nelle nostre vene, portandoci in estasi. Imprigionami con le tue mani, fianco a fianco,e rapiscimi di illimitato desiderio. Perché tu, Amato, girovaghi fra le mie montagne,mi spogli del mio vergine candore,ed ogni gesto è un crescendo di euforia. E bevi il mio respiro, assaporando il gusto della mia intimità, fino a morire di piacere,in una sola carne, in un solo grido. E desidero amarti, fin quando della vita finirà la breve luce, e ci aspetterà la notte eterna, mai bella come questa. Dammi mille baci sulla bocca,per celebrare per sempre il nostro amore.I baci di una eterna primavera,
ALVARO ALVES DE FARIA
(Brasil)
Não permanecerá a poesia
nem o poeta
com suas mãos delicadas.
Não vive para sempre
esse gesto que se estende
na invenção da tarde.
Vou em direção ao poente
mas sem pressa
de chegar a lugar nenhum.
O poeta caminha por dentro de si
na tentativa de achar-se
na memória que não existe mais.
Há um anjo em cada poema
que voa com asas azuis
em busca do Paraíso.
O poeta cala no próprio silêncio
essa palava muda
que fala à ausência de si mesmo.
LILLIAM MORO
(Cuba-España)
EN MEMORIA DE ELLOS
Los poetas poetas
mueren en vida o se suicidan
o se entregan al virus de las tres iniciales
o abren las puertas al cangrejo que camina de lado
y los devora internamente como si fuera un gran amor.
Los poetas poetas.
los que desprecian las certezas,
los aguafiestas, los que visten tan mal,
son los que eligen arder como en la alquimia
para crear los mundos imposibles
que sustituyan la sonrisa forzada,
la mediocre metáfora,
el premiecito que los compra,
la otra mejilla puesta para la bofetada
del que administra las medallas y el hambre.
Los poetas poetas se arriesgan al olvido,
la peor de las muertes.
ANA CECILIA BLUM
( Ecuador)
NADA ES NUESTRO
Siquiera la sombra
que hace de uno mismo
con sus infinitos verbos mudos.
No son nuestros ni el poema
ni la tinta que lo escribe,
tampoco la tierra
En que se nace
en la que se morirà.
Sin ofrendar la huella
nos vamos diluyendo
hasta convertirnos
en vapor de dia frío
libado por el espacio
ANTÓNIO SALVADO
(Portugal traducción al italiano Stefania Di Leo)
Canterò perché la terra è matura
e i papaveri innamorano le cicale
ed i caprifogli salgono sui muri
e là lontano l’alba si fa aurora.
Risplende nella lucentezza del grano
la voce segreta di una brezza ondeggiante.
Fiammeggianti sono i frutti quando
escono dal caldo guscio materno.
Canterò perché nasci dall’acqua
nei torrenti che attraversano il cuore.
Gli animali che fra di loro si accoppiano
quando il caldo è più intenso del loro canto.
Gli alberi sposano altri alberi
il sole felice brucia la nostra pelle
E perché, in te, eterno nasce il giorno
ed io continuo a cantare il suo ritorno.
Canterò perché la terra è matura
e i papaveri innamorano le cicale
ed i caprifogli salgono sui muri
e là lontano l’alba si fa aurora.
Risplende nella brillantezza del grano
la voce segreta di una brezza ondeggiante.
Fiammeggianti sono i frutti quando
escono dal caldo guscio materno.
Canterò perché nasci dall’acqua
nei torrenti che attraversano il cuore.
Gli animali che fra di loro si accoppiano
quando il caldo è più intenso del loro canto.
Gli alberi sposano altri alberi
il sole felice brucia la nostra pelle
E perché, in te, eterno nasce il giorno
ed io continuo a cantare il suo ritorno.
ANTONIO COLINAS
(España)
SÓLO SAL
Para llorar lágrimas de luz
he posado mis ojos
en un puñado de sal.
Para poder llegar a contener la mar
en uno de mis ojos, en sólo su pupila,
me bastó con llevar conmigo en la memoria,
lejos, muy lejos,
el recuerdo de un grano de sal.
Microcosmo de luz,
lágrima del tiempo vivido en la isla
que no podrá morir.
Nada he perdido de la isla, nada,
la llevo en mí como un diamante verde
en ese punto silencioso que hay
entre mis cejas.
Pero a veces bien sé que el diamante es
sólo un copo de luz blanca que arde
en el secreto abismo
de una juventud que no muere,
donde sólo había amor y no odio.
A veces abro los ojos
y se abren tus pinares, tus bosques;
a veces cierro los ojos
y ese grano de sal, esa lágrima
(de alegría, sí de fuego blanco)
se abre dentro de mí
y me trae plenitud
de ser.
Luz congelada, estrella mínima
que aún puedo acariciar o besar:
eres más luminosa que la luz
pues despiertas en mí
la mar que me traía
libertad absoluta,
deshacías el dolor de haber vivido
lo soñado, de haber soñado cuanto fue
gozosa vida pura.
Para llorar lágrimas de luz
he posado mis ojos
en un puñado de sal.
ERRI DE LUCA
(Italia)
ABDUL HADI SADOUN
(Irak-España)
QUÉ PEREZOSA ES LA POESÍA
Qué perezosa es la poesía
y más aún la vida,
“¡ojalá fuera roca, el Doncel!»
ojalá fuera roca
tirado en el camino
o cerca de ti,
tumbado en tu lecho
y dormida del todo.
No te importa la poesía ni los sucesos
tampoco el momento preciso de soñar profundamente
como el desliz de una roca
en aljibe de agua callada.
Los oyentes duermen también,
En sus hamacas de fibra y el sol
tuesta sus caras y sus sueños.
Aquí en el Jardín de la luz
nadie acompaña su destino
se juntan como sardinas en lata,
se juntan como piedrecitas en el suelo de la calle,
se juntan fuera de tiempo,
como una nube pegajosa y sin dueño.
La poesía no es aquella que sabemos
la poesía me cansa
Igual que la vida,
y el sol no me acerca aun
sus rayos me contemplan
y me echa al intemperie.
¡Ojalá fuera roca!
RAQUEL LANSEROS
(España)
Canción de la trinchera
Señor Amor, dueño del cielo y de la tierra
tú que puedes batirnos a tu antojo
sobre el eje inicial de nuestro impulso.
Tú que te enseñoreas sobre todo lo vivo
entretejiendo un atlas de destinos cruzados.
Tú que puedes auparte a tu albedrío
y clavar tu aguijón sobre cualquier entraña.
¿Por qué vuelves a mí? ¿Qué vil capricho?
¿Por qué me arrojas de nuevo tu jauría?
He aquí, amo mío, lo poco que me queda:
mi sosiego de vidrio
la enmienda frágil de una paz absorta
mi mosaico de heridas mal curadas
demasiado recientes para ser cicatrices.
Imploro tu piedad desde mi grieta,
donde se han detenido la memoria y el ánimo.
Piénsalo bien: te costaría muy poco
concederme una bula de misericordia.
Deja a los que me quieren, esta pasión debiera
maldecirme tan sólo a mí, es lo justo.
Ya he visto antes cómo mi avidez arde
en tu hipnótica pira de dios omnipotente.
Descuida, soy sumisa
tu adiestramiento previo ha prosperado:
quien lo ha perdido todo varias veces
reconoce el honor de una derrota.
PIERINA MARMO
(Italia)
In ogni piccolo fiore,
in ogni spostamento positivo
che posta in scala la sua grandezza,
in ogni ripresa d’ amore
una sconfitta colma di vittoria,
o dell’ impossibile perdono,
un vento che spariglia le carte,
confonde destini, unisce linee parallele,
annebbia rabbie, abbraccia l’ inosabile,
lancia sfide, perturba l’ acqua dell’ essere
dal di dentro fino al cielo.
ODALYS INTERIAN
(Cuba- EE.UU.)
Me funde tu brasa
el remolino azul
del tiempo tuyo
la otredad de las rosas
en su lluvia y lejanía
y sigo en tu redil
de mañanas claras
siguiendo el rastro
la angostura del amor reciente
en su lluvia de buitres
y soles amargos.
CARLOS AGANZO
(España)
-II
No la palabra santa
que empleaba Moisés cuando decía
sus razones al cielo:
Él es mi fortaleza y mi canción.
Tampoco las palabras encendidas
que compuso Teócrito el idílico
pensando en el muchacho
que hurtó su corazón y su sosiego
una tarde de otoño:
quien arde con amor
envejece en un día. Ni siquiera
la palabra cifrada y confidente
que en voz baja prestaba aquel poeta
a quien iba consigo…
Una palabra, amiga, quiero darte
cuya voz no conozca el diccionario.
La palabra secreta.
La palabra prohibida.
La palabra imposible.
La palabra sin rastro y sin memoria.
La palabra que nace de los labios
clausurados del tiempo.
La palabra que es vida únicamente
cuando no se pronuncia.
La palabra inconsútil,
enigmáticamente
bordada con el hilo del silencio.
VICTOR OLIVERA MATEUS
(Portugal)
PRIMAVERA HUMANA
Um homem sai de um túnel.
De uma garagem.
Do inverno que lhe devora a vida.
Esvoaçam-lhe dois pássaros sobre a cabeça.
O homem esbarra num outro:
seu próximo, seu diferente, seu igual.
O homem que sai do túnel
oferece um dos pássaros ao que andava perdido.
Oferta. Renovos de improváveis.
Recomeço do que estava esquecido
no estrepitoso fulgor da terra:
plátanos frondosos, plantas raras,
o pó das mimosas pousando docemente
no banco do jardim, na elegância dos cisnes.
Aquele que sai da garagem
é o vértice do encontro, do milagre!
E lá seguem os homens
rumo a possíveis benfazejos.
Dois pássaros de muitas cores
dançam-lhes seus voos
nas cabeças iluminadas.
JUAN CARLOS OLIVAS
(Costa Rica)
LICHT, MEHR LICHT
Claridad sedienta de una forma
Claudio Rodríguez
Paso la página de los años roídos
y pienso en las últimas palabras de Goethe:
Luz, más luz.
Quizás porque es lo primero
que en su sitio permanece,
o es un don en la palestra del silencio,
o una presea que se llena de polvo
hasta que unas manos la cubren
con la humedad que viene de la noche.
Morir también es una cualidad de la luz,
plantarnos su heredad en el vacío
para crecer en falanges
y ritos donde la sombra existe.
Los días y las horas se reinventan,
caen hacia el cenit y todo es riesgo:
nos cubre la edad de la ceguera
y cuando no existe, la luz hay que nacerla.
Así baja el siervo de la montaña a beber la luz,
así tienen los muertos su fábula de luz,
así se quiebra el mundo en dos mitades
y su centro es una orgía de luz,
así se llena el pájaro de luz, como una jaula.
Goethe lo sabía al momento de morir,
yo lo sé ahora
que la luz juega a vencerme, más y más,
desde la claridad sedienta de sus formas.
JONATÁN REYES
(PUERTO RICO)
Hemos predicho esta zona fingida
la insensatez de lo que se despega
la herida viva hasta su trascendencia
pero / digamos que seguimos siendo
perros de sol que se descascaran con
el trueno / que el silencio dispone
lo insólito a la redonda / que
la belleza irradia en su derrumbe
esta clarividencia que nos vincula es
la dilatación de tu cuerpo cuando se
tuerce en el mío / desliz de tu carne
reproducción de un futuro que sutura
las cáscaras como si fuesen augurios
diríase la nada es el dorso de otra caricia
la corteza retiembla en su traslado
el ramaje nos presagia / que un fin fuese
absurdo / pues la vida reinicia en su trance
ELSA MORANTE
(Italia)
MADRIGALE IN FORMA DI GATTO
La rosa è la forma delle beatitudini.
Beata l’angoscia in forma di rosa.
Beato il disordine e la libidine sanguinosa
la passione di sé invereconda gli eccessi di velocità e
le orge funebri
il nero rifiuto dello sposalizio le bandiere dell’oltranza
le corazze dell’ignoranza
i vari equivoci dell’egoismo le mascherate degli stracci
le carità pretestuose le immondizie deificate
i pregiudizi di casta l’alibi storicistico
le complicità attuali, l’adorazione ai padri farisei, la
paura della castrazione
il candido tradimento il pianto vantone
a corda sentimentale e la spada della ragione
beate le secrezioni i visceri della letteratura l’oratorio
la mistificazione
quando finalmente s’aprono in forma di rosa!
Il ragazzo che si intende protagonista del mondo
(protagonista anche se bandito, anzi di più perché bandito…
starà sempre beato al centro della rosa.
E lui beato ignorerà gli altri peccatori al bando della rosa
e al bando di se stessi
non protagonisti del mondo
non leggenda di se stessi
soli senza nessun addio. Agonie senza nessun pianto
e nessuna rosa
Il gatto che non crepa[vi]
ÁNGEL MARÍA DE PABLOS
(ESPAÑA)
EL CASTILLO DE LA MOTA
Como un barco varado en la meseta…
Lo mismo que un soberbio bergantín
reposando sus sueños de poeta
en la paz infinita de un jardín.
Atrás quedó la vida anacoreta,
las penas inconformes de Isabel,
las sesiones con traje de etiqueta,
las dudas de la guerra ante el infiel…
si caerán las murallas de Granada,
si habrá más caminos de hidromiel
en esa tierra recién conquistada
al nuevo mundo, que es todo un vergel…
Y el bergantín anclado en la ensenada
de su propio foso, abierto en la Mota,
con la vela a los vientos desplegada
y su rumbo perdido, en bancarrota,
supone que los campos de Medina
son un mar que, a sus ansias de gaviota,
levanta olas de espuma purpurina
y que la historia es como un jazmín
que las sombras del Castillo ilumina.
ANTONINO CAPONNETTO
(ITALIA)
Domani? È l’orizzonte. Avrà un sapore
dolce di rosse labbra mordicchiate
all’ombra luminosa dei giardini
muscosi, sul pietrame, sui gradini
verdognoli nel verde meridiano.
Allora avrà grandiose vele il vento,
soffiando di grecale. Avrà un mantello
Icaro al suo ritorno nella quiete
notturna dei fondali.
E dove in altro tempo
case c’erano e bilichi, la neve
cadrà di nuovo e l’Agorà stupita
vedrà di nuovo accesi i suoi fanali.
Tutta luce sarà la bianca rena
sulle prode sommerse dalla luna,
al vento scoprirà le spoglie ossute
delle genti cadute.
Domani? È dove ancora il gelso antico
fa cadere il suo frutto color viola
sulla morbida terra
a lenir fame che, brutale, afferra
ma non è più se passa inverno e viene,
vertiginosa madre, l’Utopia
mordendosi le labbra lungo il volo,
se gli olimpici Dei, possenti ancora,
per nuovi azzardi vanno, e gelsomini.
CYNDI MORALES AYALA
(Colombia)
Entre cisnes desnudos,
el claror derramado por las flores era la comunión con la madre tierra,
desprendía con su olor un himno a la belleza. Me senté a orillas del riachuelo neblinoso mirando lo más alto de las cumbres.
Me alejé del espejo de la crueldad libando entre brotes de almendros. Percibí la eterna melodía de las ramas movidas por el viento,
el sol, estrella magnífica, me acarició el alma.
Me desperté adivinando la deslumbrante luz alejando la inquietud del mal,
hasta que el tiempo cerró las puertas al olvido.
CHANDRA LIVIA CANDIANI
(ITALIA)
Adesso che non so più niente
che il vuoto è bella dimora
che ho passi senza arsura
che siedo e imparo
a esitare, adesso
che non sei più al centro
e quello che conta non è più
al centro
ma spostato
tra le mani
dove le dita si disarmano
e fanno un gesto limato,
adesso questa categorica bellezza
di rami e cieli
pugnala solo
perché entri luce.
BEPPE COSTA
(ITALIA)
Ultime
Ho creduto di fare
qualche volta di dare
sognato viaggi
cambiare qualcosa
almeno dentro di me
Ho creduto d’amare
qualche volta di vivere
vedo sempre partire
tanti pezzi di cuore
che vanno dentro e fuori
umanità folle o corrotta
forse solo impazzita
Il rifugio nei libri
che sembrano sparire
la poesia che muore
come muore il paesaggio
anche dentro di me
L’estate porta con sé
ancora una volta
gli ultimi beni rimasti
gli ultimi che hanno tentato
d’insegnarmi a vivere
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