António Salvado caminado por su ciudad natal, Castelo Branco
Crear en Salamanca empieza a publicar los textos de los escritores de Castilla y león que en 2014 participaron en el homenaje al notable poeta lusitano António Salvado. Dichos textos acaban de aparecer en el volumen que recoge las actas de dicho encuentro. El primer ensayo lo firma el poeta y fotógrafo José Amador Martín (1951). En Salamanca cursó estudios de Química y aquí trabaja en la enseñanza y en el mundo de la imagen (destacables son sus videos “Salamanca, ciudad interior”, “José Ledesma Criado, poeta”, “Las Batuecas, literatura y mito de un nuevo mundo en Castilla” o “Di tú que he sido” del XV Encuentro de Poetas Iberoamericanos”, entre otros). Ha participado en numerosas exposiciones colectivas de fotografía y en exposiciones individuales. Sus fotos también aparecen en diarios y revistas nacionales. Asimismo ha realizado portadas para publicaciones editoriales de novela y poesía. Su obra poética se encuentra recogida en el poemario Ciudad XX (con José Luis Matilla y José Luis de Diego) y en numerosas revistas, como Álamo, Río Arga, Mantxa, Artesa, Zurguén, El Cobaya… También en las antologías “Di tú que he sido” (2012), “Decíamos ayer” (2013), “Palabras del Inocente” (2014), “Umbrales de la memoria” (2015) y “He muerto… y he resucitado” (2015). En 2010, Poeta Ante la Cruz. Con Aníbal Núñez, Carmen de Celis y Jaime Siles fundó la revista Base 6 y la Revista de poesía “Zurguén”. Sus poemas han sido traducidos al croata por la filóloga croata Zeljka Lovrencic. Ha obtenido los premios Guadiana (Ciudad Real), Pit de Roure (Palma de Mallorca), Lodosa (Navarra), Jorge Guillén (Valladolid) y otros. En la actualidad dirige y edita la revista literaria digital “Crear en Salamanca” y es colaborador en el periódico digital “SALAMANCArtv AL DÍA”. Destacable es su libro de fotografías “Salamanca, ciudad interior” (Desván, Salamanca, 2015) y también su antología “Salamanca, Amar a primera vista” (2016).
Portada de las actas, libro publicado en 2017
POESÍA Y TERRITORIO EN ANTÓNIO SALVADO
António Salvado. Territorio de Luz, territorio de silencio.
En primer lugar tengo que decir que el territorio para un poeta no sólo responde a la materialidad que supone nombrar una ciudad, nombrar un paisaje, en ese sentido se puede decir que consiste en lo que cada persona ha hecho de él. Cada individuo vive de forma única aquello que otros viven:
Sobre tu influencia reconstruyo la vida.
Luz, camino, verdad, cada individuo amasa la materia y sus circunstancias, reconstruye el espacio sin nombrar, un hueco en el cuerpo de su ser, y el poeta prescinde del modelo territorial para someterse a un sinfín de posibilidades a una racionalización de sus intenciones que es la visión fragmentada de la realidad que armoniza con la sistemática lingüística y su discurso poético. El poema nos acerca al ciclo vital que está presente en su vida la construcción del espacio se entiende como un ordenamiento de su experiencia más íntima y se expande alrededor de su estructura lingüística que existe más allá de la estructura propia del entorno, su territorio es su íntima vivencia . El primer territorio de su existencia,
Mi Patria
es donde nacen las rosas
Eterno su perfume
persiste,
mi corazón reposa allí
y oculta las fronteras
que la trazan
que la colorean
Donde reposa el corazón oculta las fronteras, su corazón reposa en un espacio infinito y ese espacio nunca estará definido porque hacerlo supondría limitar la ilimitud y cerrar lo que está abierto al Universo. Cada poeta define su territorio, hace suyos los distintos territorios como la temperatura de una naturaleza inasible.
Dentro de ti se bebe el agua pura
de la vida y por las naves corre el fuego
que agita el corazón, inagotables
fuentes de calor y bienestar…
Salvado, con El Norte de Castilla en la mano.
Esta sinceridad en el decir, instala la palabra en un territorio que determina y concreta, que define y hace de su entorno un territorio interior como el carácter íntimo de su poesía, en el que existe y se expresa poseído por el sentimiento.
Sobre tu influencia reconstruyo la vida
y un suspiro de amor restaura el Universo
La vida es la vida del poeta, su suspiro es la fuerza en la que se restaura el Universo, espacio que Acontece como un territorio inabarcable. La Catedral es su interior, su propio interior que apunta a la luz que es otra fe brillante y que le mantiene como alma de antorcha. La poética de António Salvado busca y se alimenta de la luz, luz que en el poeta se hace fe, luz que niega rayas, que borra límites, fronteras de odio y de peligro. El lenguaje constituye un todo común, un sentimiento que dota a la poesía del conocimiento para hacer posible la figuración de imágenes cercanas al hombre para que sea extendida en toda su totalidad y hacer de la libertad del hombre una realidad sin límites como una medida de lo inmedible.
La poesía necesita ser un discurso de vida que recoja el saber y la experiencia del poeta y así nos sumerja en los territorios velados que el poeta quiere mostrar, en la primigenia esencia de su existencia. Iberia es el territorio físico de António Salvado, su descripción se convierte en un espacio cercano:
Cumbre o base de una vieja Europa,
surge Iberia extendida y sinuosa
en montañas y ríos por la orilla…
Y sin embargo Iberia es una metáfora en el corazón y, por tanto en el sentimiento del poeta, amoroso sentimiento, sensorial que abarca el espacio visible. El concepto de Iberia se hace universal, al afirmar
Iberia es hoy el mundo
repartido por los cinco continentes
Iberia deja de ser una realidad física para hacerse un sentimiento extendido por el Universo, relacionado con una especie de Patria Universal. Ya no es la Península base de la vieja Europa, descrita en los primeros versos, para terminar siendo un concepto abstracto, un espacio universal, sin fronteras ni límites…
Retrato de António Salvado, en Castelo Branco
Una reflexión también sencilla y tratada con gran amor es el territorio de la Pequeña Aldea, descripción íntima y llena de sensibilidad. Media docena de casas, construidas de humildades, algunos huertos… Pero algún día cualquiera, hecha la diáspora, ahí misión cumplida se vuelve… Imágenes de ausencia, recuerdo, retorno, nuestra tierra, nuestro principio siempre va con nosotros, constantemente en António Salvado.
“Contigo me comprendo
Oh tú que eres como mi principio
y serás mi fin”
Afirmación firme, lenguaje de un territorio interior, certeza del lugar donde se nace. Recuerdo a Cavafis
Dijiste: “Me iré a otra tierra, me iré a otro mar.
Otra ciudad aparecerá mejor que ésta
cada esfuerzo mío será destinado a una condena
y está mi corazón – como un muerto enterrado…
Donde dirijo la mirada, donde miro
tus negras ruinas de mi vida veo aquí”
El territorio ocupa, pues, la visión de António Salvado, la tierra, su tierra, la ciudad, la Catedral, la aldea, se asoman como objetos como parte de sí mismo y su interpretación se hace la verdad que la estructura y es la suma de elementos la que configura el territorio de Salvado, no incurre en error al decir :
Queda un espacio sin nombrar, un hueco sin definir
un territorio, una ciudad… no sólo responde a la materialidad observada, es lo que el poeta hace de ella. Cada poeta tiene su territorio… crea su Universo poético y lo ama, como ama su sentimiento a la manera de sus circunstancias y de sus sueños. Un mismo paisaje es un paisaje distinto para cada persona, para Salvado el paisaje es territorio íntimo de su alma que se prolonga en un Universo de presencias.
Pintura que presidía su homenje en la Biblioteca Pública de Castelo Branco
He dejado para el final los versos, para mí, más profundos como objeto de reflexión:
Cercados por la esperanza, traspasados
por el quejido, tenemos la certeza
de la Hora en el día a día del límite
del muro edificado en nuestro espíritu.
Mi reflexión sobre este poema me lleva a la ciudad, la ciudad de muros altos, muros de indiferencia, muros de soledad. Las sombras se ocultan la verdad del día, establecen el límite real de la vida de la ciudad. Los rayos de esperanza llegan llenos de luz, de la luz que percibe António Salvado cuando dice:
Tenemos la certeza de la Hora en el día a día del límite
del muro edificado en nuestro espíritu.
La poesía de Salvado es poesía ligada a los territorios que ama y que conforman su existencia.
Portugal como tierra del alma. Portugal como flor perfumada con la Saudade. Portugal en medio de la oración de un fado, Portugal en tantas partes de la Diáspora. Portugal, simplemente eternizada por la poesía de Salvado, al igual que lo es por la de Luis de Camoes, Portugal como centro de los territorios amados del poeta de Castelo Branco.
Poetas salmantinos con António Salvado (Foto de Jacqueline Alencar)
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