Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar la segunda parte de los poemas que se leyeron en la sesión programada en el salón de actos del Centro de Estudios Brasileños de la Universidad de Salamanca. Se realizó el miércoles 25 de octubre.
REPORTAJE FOTOGRÁFICO DE JACQUELINE ALENCAR
LEONAM CUNHA
(Brasil)
SIN CEREMONIA
Mi oración
Es para que llegues sin ceremonia.
Mis puertas no tienen cerraduras.
No necesitas orden judicial
Firmada al final de la hoja por el juez que está sentado
En el trono oscilante de la vanidad.
Llega sin ceremonia.
Llega como el viento que traspasa la ventana,
Despeda(n)zando (en)las cortinas,
Sin pedir permiso.
Traducción de A. P. Alencart
Leonam Cunha. Alencart y Salvado en la mesa
PÍO E. SERRANO
(Cuba)
EXILIOS
Los largos viajes sólo conducen al lugar común,
a la esquina terrible en que te aguardan los rostros conocidos,
al cuarto de estar –el mismo siempre–
donde impecables evidencias
señalan las corrosivas decadencias de los sueños.
Se arriba sólo para conocer –reconocer–
las manos furtivas que perpetúan un saludo,
la voz lastimosa de obituarios
que impregnan las paredes y los gestos,
las páginas ruinosas del libro siempre abierto,
los congestionados rostros cotidianos.
Los largos viajes conducen inexorablemente
al impasible espejo que implacable te aguarda
y que jamás sonríe.
ARACELI SAGÜILLO
(España)
NO SÉ SI TUVIMOS SUERTE, PACIENCIA O ACIERTOS
en nuestra historia, si fue o no acertado
escucharnos los unos a los otros, todos vencidos
por metáforas tristes
siempre con la rama de olivo entre los dientes,
rumiando versos paridos en la máquina
de hacer milagros, quedaron los labios ensangrentados
en el lugar sagrado, donde la nieve
nunca se deshace.
No sé si volveremos a compartir el jardín
que juntos descubrimos, el banco de piedra,
el sol entre los árboles, el paseo de los príncipes,
la estatua del poeta, la ciudad con ritmo de compás,
las palabras navegando por el río Amstel…
No sé, porque la imaginación no deja de soñar
y en cada pensamiento brota un deseo.
Vivir y morir, en este lugar casi encantado.
ÁLVARO MATA GUILLÉ
(Costa Rica)
DETRÁS DE LA BRUMA
(Fragmento)
las mariposas,
observaban las calles,
los balcones y las cúpulas detenidas en los techos,
escuchando a las sombras, a los vanos en las gradas,
a los dinteles de las columnas,
junto a las caracolas que bajaban por las ventanas
persiguiendo a una rana que a ratos dormía en una calavera. El allá
volvía al aquí,
en los susurros en la iglesia,
em la luz de la niebla en las farolas,
en las voces murmurando entre el humo,
en el silencio,
en los ladrillos en los callejones,
que conversaban con los muertos
MARÍA TOSCANO
(Portugal)
LENGUA UNIVERSAL
te escribo desde mi espalda huérfana/
como cuando las arenas se ahogan en la mar./
mientras te escribo nuestros árboles verdes y largas/
se vuelven negras no como esas del cuento mágico/
negras ramas del desconsuelo abierto/
por cobardía y manos oscuras y blandas:/
«Verde que te quiero verde/
(…) viento, verdes ramas»./
te escribo callada pues todo el silencio/
es la casa de no importa cual sabiduría/
y no sabrían mis manos, blancas aunque heridas/
por las esperas y ausencias sin sentido,/
no sabrían mis manos tejer palabras/
en dentro de esta rebozada lengua/
donde encuentro a la vez, deseo y muerte/
si es que el deseo no es en si mismo la muerte oculta/
de lo que se intenta dominar como nos conviene/
es decir, de lo que, al seducirse, queda volando/
al redor, suspenso al redor del que seduce/
y, así, despacio se mata mientras sigue abriendo alas/
ahora para mantener la dependencia/
del que parece fuerte y frágil deviene/
sujeto a la moraleja de Camões:/
«Transforma-se o amador na cousa amada»./
no es mal ninguno para árboles o gentes/
ese vuelo o ala encantada y encantadora./
fíjate que elijo la paradoja/
porque solo el raro sentido me incluye/
y si escribo es para contener a la vida/
y si te escribo es para aceptarte en mi vida./
no sabrían mis manos tejer palabras/
en dentro de esta rebozada lengua/
dije y repito: la más cálida de todas/
nunca dejará de ser lengua de fronteras/
cuando niña acuñada por una abuela/
cuando mujer compartida por piel gitana/
y cuando, ahora, más atrevida hacia al tiempo/
más me alumbra al que vino y camino/
más me enseña el bravo canto y el parpadeo/
sangres de pueblo, poetas del mundo y devociones/
flamencos habitados de rebeldía/
sollozos de irreprochables fuegos rojos/
oteando el puente con el bandoneón de mi cuerpo/
cuando me tocas inocente y sin saberme/
pues nunca mis manos van a saber tuyas palabras/
en dentro de esta rebozada lengua./
por eso te escribo despacio, con mis manos/
y esta lengua universal para ser beso.
Porto. Barcarola café. 22 Octubre/2017
(Poema inédito)
ANÍBAL LOZANO
(España)
ORACIÓN PARA JOSÉ MARÍA CASAS
So long, Marianne, it’s time that we began
to laugh and cry and cry and laugh about it all again.
Leonard Cohen
En una noche de Marfil José María Casas sorbió en anís
un fragmento de infinito.
Había un dinosaurio dando cuenta del ábaco,
unas rosas en torno al pintor Segovia
y con la frente marchita
cantaba un tango en hormigón Ángel Mateos.
Espectadores del tiempo, ojos en la red,
hasta que paró en la mesa Mary Shelley
vendiendo a Prometeo.
En aquella historia las madrugadas eran inocentes,
versos de una eternidad,
círculos en una canción de Juan Mari Montes
sobre la ciudad destronada,
sin el principio ni el fin.
Caímos ángeles sobre el infierno
de una tienda de antigüedades,
antes del calor,
antes de apagar la luz
el amor de los justos prendía en la fugacidad desnuda.
Mozart disfrazó en una hora el rito
hasta que la cera consumió la voz a ti debida.
La voz a ti debíamos,
debimos, deberemos, como en un dictado
las morfologías de los sentimientos subastan la vida cotidiana.
¡Ah! Si no fuera Charo Carril sería habanera.
Ahora, tanto después, recuerdo
el mismo rosario en aurora en la misma hora
que prendíamos la penúltima fase del pálpito.
Si fue verdad aquella noche, Casas,
Si polvo eres más Quevedo y más enamorado,
recuérdame en Manrique contemplando
cómo se pasa vida en el hielo del vaso.
Como quien baila solo frente a las palabras,
como el detective que se llevó a Frankestein
al Sinatra’s
para descubrir un óleo de mujer con sombrero.
Y tú, silbando, Casas y querido, como una sociedad ilimitada
por las soledades sonoras,
largo y triste riéndonos un vals.
Carnalidad del frío tituló María Ángeles un día.
En el seno del asfalto de esta Gran Vía,
yacen invertebrados los ecos y los abrazos,
lo habitado en el alma,
el pantalón cortito de Pepe en otra cena,
lo suspendido y lo incierto
en una noche en Marfil.
Mientras, Haendel apura un final para Saúl.
Así pasa, pasaba, pasará la vida en el hielo del vaso.
HJALMAR FLAX
(Puerto rico)
ESTUVE AHÍ
Todo lo recuerdo cuando voy al cine,
cuando leo poemas, cuentos y novelas,
cuando camino por las calles de ciudades
y veo parejas de enamorados
enlazadas las manos o besándose.
“Estuve ahí”, me digo.
Se me ocurre que he sido afortunado,
que mi vida ha sido larga,
interesante y llena de aventuras.
Por eso no me explico por qué hoy
se me hace tan difícil precisar
hechos y circunstancias que demuestren
dónde, cuándo y cómo “estuve ahí”.
Quizá lo que recuerdo son engaños
y no era el amor sino la vanidad
lo que ocupó mi corazón por tantos años.
Quizá no fui agraciado, sino desgraciado,
un vulgar y pequeño y ciego desgraciado,
salamandra de cueva subterránea…
Quizá nunca “estuve ahí”.
Quizá por eso se me hace imposible
evocar los momentos,
precisar los detalles,
redescubrir los sentimientos
que me demuestren que amé.
EMILIO MOZO
(Cuba)
SETENTA SURCOS
setenta surcos
pensados
desde ojeras del olvido
rumiadas pasajeras
instruidas de belleza
decir fueron mías
igual
a sumar y restar
la escuelita de la vida
hacer y rehacerse de esperanzas
cuando sientes que no sientes
surcos
trotar
setenta años instruidos de belleza
JOSÉ ANTONIO VALLE ALONSO
(España)
UN SILENCIO DE ROSALES
En este corazón de escalofríos
guardo una soledad acumulada,
la sangre en flor y un ramo de poemas,
y una noche de invierno y una copa
de sueño desvelado. Una nostalgia
creciéndose hacia mí, haciendo nido.
Y una oración, acaso entristecida
por la niebla velándome el recuerdo,
y una herida quemada hasta los ojos,
y un racimo de llamas desgranado
y una boca de llanto en la garganta
y una huella gastada de cenizas.
Y en esta calle adentro hacia el olvido
voy dejando un silencio de rosales.
ANTÓNIO SALVADO
(Portugal)
CUALQUIERA QUE SEA LA SUERTE
Cualquiera que sea la suerte u horizonte
que el destino me lleve a recorrer
Cualquiera que sea la tierra o mar donde
me aparten desaires y reveses
Cualquiera que sea el puente vacilante
que tendré que pasar y sin resguardos
Cualquiera que sea el ruinoso encuentro
en la vía de los asombros y sorpresas
ya me sobre tan sólo horas minutos
segundos cediendo fugazmente
(un día que no llega a tener crepúsculo
o noche que no llega al sol que nace)
ha de bastarme unir mis labios a los tuyos
y agradecer porque estés a mi lado.
Traducción de A. P. Alencart
ENRIQUE VILORIA VERA
(Venezuela)
¿Y USTED QUÉ DICE COMPADRE?
¿Qué le parece si nos vamos al Callao
a comernos unas conchitas a la parmesana
regadas con un buen pisco acholado?
¿O si mejor vamos a Paris
a degustar unas ostras a la Rockefeller
en la Rue Pigalle
acompañadas de un Chablis bien frío?
También podemos ir a Oviedo
en pos de unos buenos fabes con almejas
con su pertinente sidra asturiana
Bruselas también puede ser otra opción
no están mal unos mejillones al vino blanco
acompañados con crujientes papas fritas a la belga
Mejor compadre vamos a Salamanca
y en la Casa de las Conchas
visto el amor que lo atormenta
como si fueran pétalos de una margarita
despegaremos concha por concha
una por una preguntando
¿me quiere… no me quiere?
¿me quiere… no me quiere?
RAFAEL SOLER
(España)
METABOLISMO BASAL
DE UN EDIFICIO ADOLESCENTE
Nacerás cuando ames
y por amado tomarás posesión de cuanto venga
con esa solvencia del que ignora
que habla por él un ignorante
pero ahora
que tiene tu latido
el peso de un discurso
ahora que no has pedido nunca prórroga
y no eres todavía un asunto general
un pie de página en cursiva
ahora que de glándulas opíparas colmado
te basta con salir al mundo
para salir del mundo
y la verdad de un colibrí no es suficiente
lánzate escúchate atrévete
cuando enciendan la luz
y justo a tiempo empiece el infinito.
JUAN CARLOS MARTÍN
(España)
ORO PRO CLADE MEA
Reivindico el fracaso,
la gloria de los cartones extendidos en palacios de fango,
los belenes de las aceras, al nivel de las suelas,
los establos de carritos abarrotados,
los horizontes de zapatos.
Bautízanos, Señor, en tu fracaso.
Aborrezco las medallas,
la miseria de las palmaditas en la espalda,
los besos con aliento de plata,
los treinta apretones de manos,
el oro sin mirra, el incienso sin llama.
Líbranos, Señor, de los fantasmas.
Me enardecen las derrotas,
la verdad que no habita en las espadas,
desesconder las mentiras de los podios,
las guirnaldas del desfallecido,
las lágrimas de su redoma.
Muéstrame, Señor, tu salón de la fama.
Acompaño a los caídos,
a los que aran la tierra con sus rodillas,
los que no regalan al suelo un beso condescendiente,
sino que lo muerden,
lo mastican y lo digieren para dar vida.
Derríbame, Señor, para mirarte a los ojos.
Reivindico al Carpintero tenaz,
soplos de serrín y Espíritu Santo,
cicatrices de astillas y clavos
estigmas de mi terco estrabismo.
No escatimes, Señor, tu cincel sacro.
Reivindico al que conoce
el valor de darse,
de vaciarse,
vaciarse
vaciarse
vaciarse
hasta vaciar su tumba.
Aunque no entiendo nada.
Sumérgeme, Señor, en tu misterio
LEOCÁDIA REGALO
(Portugal)
EL MISTERIO DE LOS DÍAS
Todavía no sé
desvelar el misterio de los días.
Paso por caminos trillados
y en ellos presiento
la revelación.
A cada señal
le atribuyo un sentido.
En cada encrucijada
descubro la nubosa
justificación de las cosas.
Si me fuera posible
renovar el instante
en que me suspendo
del hilo de las palabras
silabadas en la limpidez primordial
convertiría
en puro magma
la espiral de silencio
que vuelve áureo
en el invisible cristal
de las cosas por nombrar.
Traducción de A. P. Alencart
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