POEMAS PARA CELEBRAR EL DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

 

 

 

 

 

«Crear en Salamanca», quere celebrar El día Mundial de la Poesía con poemas y poetas que se han prestado a esta celebración, dirigidos por la poeta y traductora italina Stefanía Di Leo, colaboradora de esta Revista.

 

Selección de textos: Stefanía Di Leo

Fotografías: José Amador Martín

 

 

 

“ Los seres humanos no siempre nacen el mismo día en el que sus madres les dan a la luz, pero la vida todavía nos obliga muchas veces a lucirnos por nosotros mismos». Esas palabras de gran intensidad, se encuentran en la novela «El amor en los tiempos del cólera» del escritor colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura. También el poeta a través de sus versos se ve obligado a nacer muchas veces, libera su sentimiento íntimo y se renueva a través de la intensidad, a veces conmovedora, de su alma.

El 21 de marzo, el Día Mundial de la Poesía llega junto a la primavera, establecida por la UNESCO en 1999 y celebrada por primera vez en 2000. Su objetivo es mejorar el papel de la expresión poética en la promoción del diálogo intercultural, la comunicación y la paz El encanto y la magia de las letras nacen del sentimiento íntimo del escritor, evocan y sugieren impresiones, transmiten sensaciones. Sin embargo, no olvidemos que la poesía es también de los que la leen, de los que se encuentran  o reencuentran en los versos. Las palabras escritas por ellos, los poetas, parecen compuestas para nosotros, para enviarnos un mensaje de esperanza, especialmente en este momento particularmente delicado en el que la emergencia de Covid-19 afecta al mundo entero. La poesía, la música del sentimiento íntimo, realmente puede sacudir nuestra existencia atrapada por la desesperación y el desconcierto, jugando un papel catártico e infundiendo confianza para un futuro mejor. Después de todo, la poesía es un instrumento de elevación, es oración y el poeta tiene la capacidad de ir más allá, de entrar en su propio silencio, de interpretarlo y de percibir a Dios en ello. El escritor captura, con su sensibilidad, las ansiedades diarias y las convierte en el objeto de sus propios versos. ¿Qué poesía sería si excluyera el dolor, aquello que se apodera del mundo contemporáneo y que sacude toda alma sensible? El poeta siempre será, a pesar de sí mismo, un reformador del mundo: se regocija y sufre más que nadie, contempla y se regocija de las pequeñas cosas que eluden al hombre común, todo inclinado hacia un bienestar material ilusorio. Hay en él toda el alma del poeta, su corazón y, por lo tanto, sus pensamientos, sus reflexiones, sus sentimientos, sus aspiraciones, sus proyectos. Hay muchas preguntas que el poeta se plantea sobre el tema existencial. No podrá responder a muchos interrogativos, pero el poeta cuestionándose a sí mismo, deteniéndose para considerar el milagro de la vida y el amor, el misterio de la muerte, el gran recurso del afecto y la solidaridad humana, nos entrega un regalo con su escritura poética. Cultivar significa crecer. Hacer poesía significa participar en una obra larga, infinita, siempre perfeccionable: los grandes románticos alemanes, Schlegelpor ejemplo, estaban convencidos de ello. Esta investigación dirigida a lograr lo que es más grande y más bello, de lo que es más profundo y más alto, sigue siendo muy válida hoy, porque empuja al artista que tiene sed de infinito, hacia lo absoluto. Es importante, no olvidemos, que los versos surgen de la inspiración como facultad psíquica que pone en movimiento todas las facultades estéticas, que es una «poesía honesta» hablando con palabras de Umberto Saba . No un virtuosismo formal en la ilusión de dejar un rastro de uno mismo, que sería un esfuerzo vano, sino una poesía que se basa en la raíz del ser, la canción del alma (Leopardi), una poesía intensa, límpida e inmediata, una palanca de progreso ligera e inigualable para el porvenir social y humano.¿Cómo puede el poeta dejar espacio para su creatividad? La respuesta se puede condensar en uno de los destellos poéticos de la escritora Alda Merini, que en una de sus famosos aforismos dice: «Encuentro mis versos sumergiendo el tintero en el cielo».

 

                                                                                                        LAURA SIMONCINI (ITALIA)

                                                                                        periodista La Gazzetta del Sud, – Messina-

 

 

 

 

LILLIAM MORO

(ESPAÑA-CUBA)

 

 

 

LA HABANA

Para Glendys Cambero

Como el amor
te adhieres en el alma con tu susurro melancólico.

Decir amor es recordarte
abrazada por álamos suntuosos,
con raíces que escarban tenazmente la tierra
buscando un asidero contra el feroz olvido.

Ciudad enardecida
entre densos vapores de sudor y lavanda,
te aquietas, sin embargo, aletargada, soñolienta,
con la apacible dejadez del verde humedecido
de tus jardines descuidados.

Te vuelves múltiple y diversa
en las piedras estoicas de las columnas y los muros,
los muros de las casas desvencijadas, carcomidas,
de puertas siempre abiertas,
con paredes rajadas por la desesperanza,
piedras que van cayendo con discreción solemne
al compás de la ruina,
como sordos latidos de un corazón exhausto.

Sembrada en adoquines o en asfalto,
impávida ante el tráfago de almas o gorriones,
transitada por miedos vestidos de paisano,
te alzas crepuscular, magnífica, maltrecha,
con tu belleza mórbida embadurnada de consignas.

No importan la erosión del polvo y el salitre,
la sordidez de las perennes cucarachas,
las aguas pestilentes,
los amorosos perros abandonados a su sarna,
los gatos del terrible festín de los hambrientos,
los cuerpos que se compran y venden por las sobras:
ciudad de socavones como desgarraduras
de un alma que no sana,
que no puede cerrar su herida, su desastre,
cada día aumentado como un remordimiento.

Oh ciudad dibujada con volutas de humo,
movida por el son que conjura la muerte,
nacida de la cópula del sueño de unos dioses:
ángel de la bahía,
alas empegotadas de melaza y penuria,
vulgaridad y alcohol,
permaneces, no obstante, con tus muertos ilustres,
con tus medias palabras contra toda retórica,
porque lo tuyo es resistir.

Quiero decir amor pero digo La Habana,
su metáfora.

 

 

 

 VÍCTOR OLIVEIRA MATEUS

(PORTUGAL)

 

TRAZ-ME UM TEMPO

 

Traz-me um tempo sem mistério.
Um tempo sem mácula e limpído,
comigo sentado na soleira
por entre o zunido dos insectos
e a cantilena dos homens no lagar.

Devolve-me os gestos que julgava perdidos.
Não me fales de viagens!
De cidades onde não vivi,
dos corpos que consumiste
em aventuras mais ou menos frustradas,
quando eu nem miragem era.

Cala o que me desarma,
o que me avoluma o tédio:
a imagem desses bares onde bebias,
nessas noites em que tropeçavas noutros
e eu não passava de uma impossibilidade
a fermentar numa paisagem
antecipadamente derrotada.

Concede-me de novo esse tempo sem mistério,
um tempo cristalino,
um tempo de loucura e inocência,
um tempo de desejos transparentes,
de corpos ardentes e simples
como só as coisas puras conseguem ter.

 

JOSÉ AMADOR MARTÍN SÁNCHEZ

(ESPAÑA)

 

 

 

Nunca es tarde para cumplir un sueño y empezar a vivir”

 

Todos los segundos del día pasan

como los pétalos de la flores de cristal

cada momento es una posibilidad para un sueño,

mientras  la vida cabalga en un reloj de arena.

 

Siento que nuestro tiempo es corto,

efímero, como un soplo,

y el Universo es grande,

y retengo la imagen de su fugacidad

como los amores que mueren al borde del abismo.

 

Todas la músicas que de repente sonaron,

murieron en un segundo de la ausencia,

porque nada dijimos el silencio fue todo.

 

La fragilidad de un sueño

empieza por vivir al borde de la muerte

y las gotas de la nieve mueren

alfombrando el camino

como mueren las flores de cristal

 

EL viento que arrastra la ida y venida de las horas,

es el último suspiro, el aleteo suave

del tiempo que reconoce que es fugaz y es sentido

virtual de las estancias.

 

Que tremendo dilema el que asiste

cada paso, en algún sentido, que no damos,

que sentido tiene el de las cosas muertas,

aquellas que dejamos pasar y nunca fueron vida.

 

Que reflexión tan honda

buscar en la muerte el sentir de nuestros días

porque las hojas mueren, como mueren la flores

y el árbol permanece buscando primaveras.

 

Algunas veces hablamos con el silencio

con la mirada oculta tras la cortina rasgada del dolor

y nuestro caminar es el infinito sentido de las olas

en el temporal violento que nos destroza el alma

 

Algunas veces, digo, acudimos a la oración del silencio,

en los cielos azules de atardeceres rosados, frágiles,

como los sueños que son el anticipo de una frágil primavera

que aparece sutil como ligero soplo

en las cimas blancas del invierno

 

 

 

 

 ALFREDO PEREZ ALENCART

( PERÚ -ESPAÑA). 

 

 

Paso a los poetas y al lenguaje del alma

 

Nos resucita el lenguaje del alma, el hondo acento
de tablas resonantes trasladando sílabas electrizadas
desde la boca bendita del trueno. Nos regresa
la nunca apagada promesa que purifica el equívoco de los hombres.
Nos precipita a la existencia el deseo azul palpitando
en sangres que germinan asombros.
Nos amanece el fogonazo acantonado en el predio
donde descansan las revelaciones. Nos enraíza
lo insondable que gobierna con maestría
el mediodía de la creación, plegando su corazón
saltarín para colocarnos años encima.

Así vamos acumulando augurios,
como si sucediesen muertes cultivables o vidas
enseñando cómo horadar secretos, cómo cambiarnos
de traje para el viaje donde nos lavarán las cicatrices
de todos los inviernos.

 

¿Estamos en diálogo con las venas del enigma,
con su lengua adiestradora de cada destino?
No queremos decirlo de pronto. No entramos
en ello como si fuera una contienda ganada.
Hemos escuchado al transparente espíritu
que dona palabras necesarias. Sabemos de los hilos
que sujetan nuestros cuerpos, de las ideas
levantadas para que el milagro sea cotidiano y pase
por nuestra garganta, ya convertido en llamarada
de invocaciones.

 

Despertamos porque las escamas de la noche
humean legendarios temores. Es difícil no arder
en medio de lo oscuro, protegidos por los párpados
del silencio habituados al paso de los cielos
más taciturnos, atados a la esponja del recomienzo.

 

Quizás sea ocasión para saludar a los arcángeles.
Quizás vayamos al otro hemisferio con la varita mágica
de la alegría. Quizás los pájaros cantores
llenen el aire de silbidos premonitorios. Quizás
sólo vendimiemos hipnotizadas
horas de guardia.

 

Alguna vez los desastres muestran su faz más oscura
y dejan que escuchemos la trompeta que exaspera
hasta la zozobra. Alguna vez no vemos el faro
que advierte de escalofriantes acantilados. Alguna vez
los zarpazos nos hacen añicos en medio de la pena.

 

Marchamos por el desierto de las calamidades,
aprisa pestañeamos ante mortajas o amuletos de tupidos odios.
¡Ay con esta plantación de catedrales extenuadas!
¡Ay con estos medicamentos acribillando cuerpos!
Seguimos adelante porque sentimos las heridas
que nos hacen culpables a todos, que nos instalan
en la plaza pública donde se practica el oprobio.

 

Mas he aquí que agarramos el cable de alta tensión
que contiene lo venidero y lo presente, el fragor del pasado
y la honda luz que logra aclimatarse
en la ciencia del corazón coronado de mensajes.

 

Somos miembros de un linaje dispuesto a todo sacrificio.
Y así nos hundamos en el foso, vamos descarnando
atropellos, mostrando por nuestra cuenta
lo que al hombre lleva a la ruina.

 

No es el oro el que nos traba la mandíbula
sino la ofrenda enamorada, capturados pero libres
en medio de realidad tan poderosa
que los amanuenses no logran describir.
¡Váyase al infierno quien se cree rico por tener diamantes!
El amor nos hace danzar
como en las mejores fiestas, al tañido de un eco
amarrado a lo desconocido.
Divino es el amor que nos instala el alma
ricamente vestida para la pura entrega.
Por las puertas del día paseamos nuestro amor,
orgullosos como el trovador que cautivó a su doncella.

 

Alguien dirá: ¡Éstos son unos complicados,
preguntándose a cada instante dónde comenzó el misterio!

Nosotros decimos: ¡Si no estás comprometido
con el futuro, sigue en tu presente soez!

 

Ayer nos dedicábamos a cosas agradables
pero un bisturí operó nuestros sueños, dejando heridas
que sólo podrán curarse
cuando los pulmones amanezcan cantando
la sencillez de renovados juramentos.

 

No necesitamos un E-mail para comunicar que están volando
pájaros heridos o que la primavera llegó
con sus fragancias silvestres.

 

Hoy cargamos las piedras del ángulo
que antes arrastraban los herejes.

 

Séanos permitido forcejear con la descripción de los comienzos,
con la duda al interior del grito virginal o con la atmósfera
que nos recarga el alma
porque somos víctimas de saltimbanquis
que nos colocaron las primeras cadenas de fuego.

 

Vengan unos minutos de descanso para este lenguaje
desgarrado con el que rompemos
el fango que atora el caudal de nuestras vidas.
(Homenaje a António Salvado, mi hermano lusitano)

 

 

 

RAFAEL SOLER

(ESPAÑA). 

 

 

Todo sucede siempre entre los párpados

 

Y puedo jurar que voy de frente

de esqueleto muscular lombriz y caja

los dedos infinitos en su costumbre tácita

 

no es el dolor de este gramófono

cantando bajo palio

somático el desdén de mi chaleco

 

ni el contar por semanas para morir por unidades

ni el intensivo tórax con su alambique a cuestas

 

de frente voy doblado

de frente aferro el pomo

de frente acudo al fuego.

 

 

 

 

MANUEL COSTA ALVES

(PORTUGAL)

 

 

21 DE MARCO

 

Começa a primavera e todas

os navios estão de

 sobreaviso.

A floresta, a água e a

atmosfera mudam as fontes

para mais perto.

As árvores, os musgos, as

nuvens estendem os braços

às cores.

Tudo se alimenta nas raízes

do crescimento.

Primavera escreve-se com

primavera e vive-se com primavera;

pouco mais sei.

 

Poesia faz-se e saboreia-se

com tudo,

mesmo que nada deva à

primavera:

rio, angústia, epidemia, mar,

guerra, nascer,

refugiados, sensualidade,

alterações climáticas.

Tudo e, claro, com ciência

e ciência de poesia.

Onde quer que seja e quando.

Combinámos celebrar a

poesia convocando a

primavera

mas o outono voltará com

folhas luminescentes a meus

 pés;

e não resisto às suas aulas de poesia.

O outono é uma primavera

que precisa de adormecer

e não me digam que a poesia

deixa de ser poesia

quando as folhas fecham os

olhos.

Outras filigranas cromáticas

se acendem

nos modos de a atmosfera se

exprimir.

 

E há equinócios sem

primavera

que também levitam com

todos os poros da poesia.

Ponham os pés em Díli,

Bissau, Bamaco, Darwin,

Banguecoque e sentirão que a poesia tem

acentos em todos os lugares;

não há verões nem invernos

que não se comovam com

ela.

E imagino o que será viver

com poesia na Antártida.

 

21 de março não é apenas

uma placa às costas dos dias;

é uma escultura com

nascentes de estar e fazer.

A uma escultura assim,

pede-se que não se esqueça

do que anuncia

 e inunde de sopro a voz

e viva com rios nas palavras

e iluminuras nas paredes do

céu. 

 

 

 

GONZALO SALVADO

(PORTUGAL)

 

FELICITER ARDET

 

Feliciter Ardet

(Arde com felicidade).

 

Ovídio, Remedia Amoris

 

 

Tenho fome da tua boca, do calor

dos teus lábios, do sopro do teu hálito,

fremente, a misturar-se com o meu.

Tenho fome de roçar a tua pele

com a minha língua em fogo,

do brilho que faço nascer em

teu olhar e que é promessa

de voragem e de ardor.

Tenho fome do teu ventre

a abrir-se à inquietude

dos meus dedos,

de pressentir a tua ânsia,

de causar o teu desalinho,

de provocar o teu arrebato.

Tenho fome de morar-te

de ser parte e tudo em ti.

Tenho fome de colar

o meu corpo ao teu

de perder-me na tua nudez

buscando apaziguar a minha

incessante avidez de ti.

Tenho fome do perfume

que emana a tua carne,

de respirar o olor

que exalas, inebriante

com fragrância a fecundidade.

Tenho fome de colher

entre os teus seios

cachos densos de sabor

e prová-los gomo a gomo

num deleite sem fim.

 

 

II

 

Um jardim, disseste

um jardim onde a luz te reconheça como sua

para que a tua nudez

possa mais resplandecer

ante o meu assombro e meu júbilo

 

um jardim que desde a sua origem

esteja à nossa espera

e nos dê em cada flor

as boas vindas

 

Um jardim onde se enraízem as águas

em fontes cristalinas

e a verdura brilhe contante

nas ramagens

 

onde as aves em alvoroço

nos festejem com seus trinos

e componham celebrando-nos

árias de indelével formosura

 

um jardim onde possamos beber

um no outro

o elixir do desejo

e afugentar

a sombra do mal vivido

 

e alcançar enfim

o êxtase

e o delírio

a suma elevação

dos sentidos

 

Um jardim que nos alivie

do peso amargo dos dias

e nos devolva

o ânimo e a alegria perdidos

um jardim onde possamos reaver,

incólume,

o Paraíso.

 

 

 

MARIA ANGELES LONARDI

(ESPAÑA). 

 

 

 

Ven conmigo

 

Sabes, no es verdad que lo has visto todo.

Hay un sitio de belleza profunda

donde los espejos rotundos miran

el revés de la trama y otras cosas.

Allí está todo en orden,

todo es belleza y luz.

Ese país que digo

a ti se te parece.

Escurre, emana y fluye.

Se mece con la brisa

de la esperanza dulce.

Allí el sol se agiganta

y lo ilumina todo.

Brilla con esplendor

de país encantado

y construye e ilusiona.

Sólo sé de un lugar maravilloso

donde es posible vivir juntos, libres,

donde sentir el poderoso, hondo

lenguaje del tiempo y sus secretos.

Quedos espejos devuelven destellos

y la esperanza perfuma los días.

Todo allí habla de vida,

de paz esplendorosa…

La armonía se desviste en la fronda

cuando la cálida luz de la aurora

muestra, indica el camino, te sostiene

sobre un mar de dudas y de acertijos.

Azules cielos malvas y cobrizos

dibujan al atardecer el mapa

soñado, donde los sueños reales

son, donde quiero compartir contigo.

Ven, ayúdame a hacer que los relojes

dejen al fin de tener un sentido.

 

 

 

MARINA PRATICI

(ITALIA)

 

 

 

SEI

 

 

Sei nella ruga ritorta
che segna confine nel mio sguardo,
nel mio labbro imbronciato
che si rappacifica e distende lento.
Nella mia ansia di mangiare la vita
a mestolate, nel mio sbattere di porta
su verità ammorbata, ideale imbrattato,
valore profanato.
Nella mia mano dall’unghia mandorlata,
ferrea e temibile nell’atto decisivo,
di velluto guantata nella carezza serale
su lanuginosi sonni bambini.
Nella mia destrezza a ammainar la vela
nel fiutar bufera in familiari oceani,
nel mio spegnermi in mattini assolati
e nel mio rinascere in pomeriggi impolverati.

Sono, padre mio,
somiglianza riflettente di te
in giorni cangianti
sfogliati sulla soglia di reincontro
senza fine.

 

 

IDA VITALE

( URUGUAY)

 

 

¿Puedes contar el color de la lluvia,
los grados de la ausencia por su peso de sombra?
¿Aceptas, cuando bajan del cielo
los anillos del tiempo,
como estrechan tu infancia, tu piel o tus herbarios?
¿Puedes ver deshacerse la escalera de polvo
por donde tu alegría había crecido en nubes,
sin estupor volver al mismo sueño,
sin soñarlo volver al mismo sitio,
y no gritar y no gritar?

Una vuelta de vida, un giro bajo el sol
y un mundo de fantasmas ha perdido sentido.
¿Puedes vivir y olvidarte que es juego,
olvidar su secreta razón y estar muriendo?

(Preguntas)

 

FELIPE LÁZARO

(CUBA)

 

PARA EL AMOR QUEDAN RECURSOS

 

                                                                                                                            Para Marisa

 

 

 

Cinco veces reclamo tu figura y estás ausente.
Cinco veces he dibujado tu mapa imaginario y estoy absorto.

Cinco veces, por numerarlas, te he recorrido distante
y aún te convoco amoroso.

Eres mar y tierra a la vez:
mujer poblada de la más estricta belleza.
Eres una larga y pausada sonrisa
o una eterna mirada sedienta placer.

Eres como eres y así te recreo.

De un pasado lejano queda la niñez.
Quedan los exilios,
acaso pasan los ismos.

Se suman las noches,
las tardes tardes,
las sábanas húmedas del amanecer
y para el amor quedan recursos.

Recordar París o Lisboa, Sevilla o Barcelona
y no digamos Madrid, donde de la prisa hicimos tiempo.

Añorar aquella noche hotelera de Cádiz,
con ron y playa,
con fuerza sexual en las venas:
Una ebriedad compartida de arena y olas nocturnas.

Y nos quedaría amarnos en La Habana,
sudando,
siempre sudando.

Y aún así seremos lo que quisimos ser:
amor y algo más que amor,
sexo y algo más que sexo,
hueco o relleno,
furia o abismo.

Amo la celosía porque vengo de amar a toda piel:
desdibujados poros impersonales,
como gotas evaporadas de vino.

¿Y qué censor mencionó el desamor?
Si ya hemos realizado lo irrealizable.
Y para repetir el amor:
Los labios son más sinceros que muchas verdades.

 

 

 

LUIS FRAYLE DELGADO

(ESPAÑA). 

 

 

MANZANO EN FLOR

 

 

Ha florecido el manzano de mi huerto

un frondoso ramo blanco

y me hace vislumbrar el jardín del paraíso.

Desde mi refugio lo contemplo

entre los árboles frondosos de mi valle.

Eva está en el centro del jardín

y mira, desnuda e inocente.

Viene cada día a contemplar extasiada

las flores que presagian su futuro.

En la ardorosa primavera de la vida,

mientras espera el fruto maduro del manzano,

la furtiva mirada del hombre

la observa sorprendido.

Ya no acierta a saber dónde la hermosura,

si en la mujer o en el árbol,

Se confunden en su anhelo.

Un día la belleza misma

cuajada de frutos verdeantes

deslumbra el humano corazón,

que se enreda entre la fronda

y una mano le tiende la manzana.

Y allí bajo el manzano

cubiertos por un manto blanco y verde

comieron juntos el fruto deseado

y quedó su desnudez mirándose en el cielo.

Conocieron entonces que eran hombre y mujer,

mujer y hombre en un solo suspiro.

Y gozaron de la ciencia del amor y la hermosura.

El Refugio, 30 de abril / 1 de mayo, 2015

 

 

ARACELI SAGUILLO

(ESPAÑA). 

 

 

LLEGAR

 

 

Donde la poesía descansa,

rozar el murmullo de  su voz,

recuperar la calma abrazada a ti,

y sentir el hogar nevado, con los pies descalzos.

Desorientada por tanta blancura

emplearé los cinco sentidos y diré palabras:

Amor, lágrimas, miedo…

palabras todas en peligro de muerte.

 

Ahora sé por qué las cosas se hacen añicos.

Y por qué en el huerto revientan los cerezos.

…Y tengo pánico de ahogarme

en este río desbordado,

donde árboles sin ramas

dibujan la cruz de la tristeza.

 

 

CARLOS D’ ABREU

( PORTUGAL)

 

 

 

LARGA ES LA NOCHE

 

Larga es la noche

y del otro lado tú

 

Entre nosotros los montes

donde suena el eco de la tristeza

de la distancia-hollín

y la soledad-escarcha

 

Lejos está ahora la raya-aurora

y más cercana la nocturna frontera

que tus ojos-hitos vigilan

contra (el) bando que soy yo

rodeando la sierra de mil

sombras-licántropas

 

Pero sólo tú sabes por qué arriesgo

sólo tú sabes por qué insisto

en esperar la madrugada

a la sombra de la frontera

en noches de plenilúnio

 

 

ABDUL HADI SADOUN

( IRAK- ESPAÑA). 

 

 

 

Inclinación del tamaño de la línea

mi horizonte

equivale

a la puerta

de la esperanza

agujereada

por las balas.

 

El aullido

es el jarrón del pobre

en la noche del fin.

 

 

EMILIO PICCOLO

(ITALIA)

 

 

 

ULISSE

 

 

Io non sono mai partito da Itaca né ad Itaca sono mai tornato.
Non ho visto Priamo piangere sul corpo del figlio, né odorato
il profumo del legno con cui erano fatte le assi del cavallo
da cui sbucarono a notte i guerrieri che avrebbero distrutto
una città e fondato l’impero di una civiltà. Non ho rubato le armi
di Aiace né mai ho convinto Circe o Calipso a donarmi
per amore il corpo o la giovinezza, l’estasi o l’oblio.
A casa non ho mai avuto Penelope ad attendermi né Telemaco
ha mai cercato il padre che non sono mai stato.
Sono arrivato qui per caso,
qui dove non fioriscono gli ulivi e le mandorle non hanno il sapore
dell’estate e della sete. Ho visto molto, ho visto troppo
o troppo poco. Quanto basta per capire che in quel poco di spazio
che c’è tra un pianeta e le stelle c’è posto per tutto,
e che ogni giorno è felice se vuoi che lo sia;
e pieno di dolore, se non sai farne a meno.
Ora sogno di varcare un giorno le colonne d’Ercole
e d’incontrare, su una montagna bruna che esce dal mare,
un uomo che abbia il mio volto, le mie mani, i miei occhi
e mi dica: eri tu che io aspettavo, eri tu.
Non incontrerò mai quell’uomo, eri tu.
Non incontrerò mai quell’uomo, lo so,
ma a notte, mentre una donna che somiglia a Penelope
mi carezza con una tenerezza che Penelope non ha mai avuto,
sento che quell’uomo, nel buio, mi guarda
e mi parla di un’isola lontana, dove non sono mai stato,
dove non andrò mai perché è tempo ormai
di essere felice, qui, in questa via chiassosa di Manhattan
dove guardando un fast food intuisci
che il tempo è un’invenzione degli dei
che hanno invidia per gli uomini che muoiono.

 

 

 

ALVARO ALVES DE FARIA-STEFANIA DI LEO 

(BRASIL-ITALIA)

 

 

ENTÃO BRILHA O SILÊNCIO

 

 

Brilha sim o silêncio, amiga,

mas faz escuro nas horas dos dias

que cortam os calendários do tempo.

 

A solidão é uma pedra,

essa que gruda no corpo,

não sai mais.

 

É então preciso procurar pelos anjos

com as asas quebradas

escondidos nos becos da vida.

 

Corta essa dor, amiga, de teu coração,

tira de ti as sombras

e as folhas mortas

que cobrem as ruas do Outono

que se molha nas esquinas

e no rosto das pessoas.

 

Tira de ti, amiga, a palavra mais dolorosa,

essa que guardas

para dizer nas igrejas

aos santos imóveis nos altares de fogo.

 

Caminhemos pelas planícies

entre os cavalos e as ovelhas,

vamos à procura do mundo para viver

um instante a mais,

esse que nos foi tirado.

 

Sigamos em nossa trilha até o fim,

onde nada mais existe,

onde reina o vazio absoluto de tudo

onde enfim poderemos

erguer nossa casa para adormecer.

 

II                                                                                    trad. Alvaro Alves

 

 

O amigo curva-se à escuridão

à frente das pessoas, seus pais,

com a delicadeza de seus amores

que toca seu rosto

dourando-o com motivos infinitos.

 

Quantos segredos em nossa língua,

em nossas vozes,

como a de um poeta que sofre?

 

Naufragamos inconscientes em nosso limite,

os portos se fecham,

a humanidade se perde

e adormece sob o temporal

que extingue o que sonhamos.

Amigo,

como ignorar a lágrima

que enlaça o horizonte de nossa memória?

 

Que a palavra de conforte o alcance, poeta.

 

Escreveremos

mais sobre o sonhos e a distância.

No tempo, as vozes vivem mais.

 

 

 

 

JUAN FRANCISCO GONZÁLEZ-DÍAZ

(CUBA)

 

 

 

Romería
Envanece a trasluz,
trasciende.
La bahía levanta, anega los quicios, las escaleras.
Bordea las bombillas,
invade.
Ocres tonos doran de lapislázuli
el otro lado de las pupilas.
Oferentes,
declinan los lustres,
silencian.
Aparece.
Los peldaños retumban.
Si por lo menos lloviera
¡vida mía!
antes
del mentir de ojos
de la noche.

 

 

 

FELIX ANESIO

(CUBA-MIAMI)

 

 

LOS SEMINARISTAS

                                                  A Osmán Avilés

 

 

Marchan por la Calle Obispo

bajo el látigo inclemente del verano.

Tras las raídas sotanas se vislumbra

el sexo de los hombres

que deben consagrarse al pudor, la castidad y la doctrina.

 

Las rústicas sandalias rozan los adoquines.

 

Como una impúdica plegaria se eleva el olor

de las axilas en el aire

envolviendo las aceras y las plazas.

 

Un jovencito imberbe y una niña los observan;

una beata, tras su velo, hace una extraña mueca y se

persigna

mientras el dulce canto gregoriano hechiza a cada

transeúnte.

 

Todos detienen su juego, su ocio o su quehacer

para verlos pasar.

 

De dos en dos, los seminaristas, se pierden por la Calle

Obispo.

Tuercen la esquina y se adentran por la oscura puerta del

convento,

erguidos y austeros, cargando sobre su pecho tan pesada

cruz.

 

Aún nos puede llenar de turbación la imagen que recuerdo.

 

 

 

 

ISABEL SALVADO

(PORTUGAL)

 

                                                                            Trad. Stefania Di Leo

 

 

 

CALLIGRAFIE

 

 

Aprire la scrittura, ritenerla in questa calligrafia

per trasformare le parole come un flusso,

e così scrivo e modello il silenzio e la sorpresa.

Scrivo  stordita, paralizzata

In questa immensità quando c’è ancora qualcosa da dire.

 

Scrivere è come disegnare indizi,

una presenza. Che Identifica le stelle.

Quando non lo facciamo ai tumulti,

questo non fa parte delle poesie. E solo,

per scrivere a parte, occupare

il tempo, allenare la mano.

 

Molte volte scriviamo con parole smisurate

e non ascoltiamo le cose che comprendiamo

nella nostalgia dei sensi. Lo facciamo

con clandestini  sguardi, repentine esigenze

dell’ anima. Lo facciamo fra la pelle e la gola.

 

Abbiamo segreti vegetali, l’ odore della terra

nelle vocali. Scriviamo come cascate

in compagnia del limitare della notte.

Ciò che faccio, è scrivere in sordina

e  udire il sudore delle città, le ombre delle fiamme

nel calore che appicca la sottigliezza delle cicatrici.

 

Ciò che io volevo era arare la carne

con un solco lieve, incandescente.

Essere sinonimo di ostinata calma,

in questo fragile corpo. Una armonia lenta.

Fugace, forse. Ma vagante.

Sorriso della luce.

 

Era ciò che io volevo in questo scritto,

in questo corpo, inseparabile. Essere

un nome pronunciabile nell’ ondulazione

lenta dei giorni.

Scrivo così fra il rigore dello spazio

Ed i mormorii incerti del tempo.

Riconciliati, accessi in scorci

possibili. Come lì ardore verde

dei campi in riposo.

Ciò che volevo era fissare il sole

nella scrittura,

avere sempre luce, cominciare da capo

e cominciare a ricordare le cose. Con una rotta certa.

 

 

 

FRANCO ARMINIO

( ITALIA)

 

 

Bello l’amore in mezzo al sonno,
uno scontro dolce
dentro il buio,
la resa delle braccia
stese nel silenzio
come città vicine.

 

 

LUIS GARCIA MONTERO

(ESPAÑA)

 

LA PRIMAVERA DE LA ESFINGE 

 

Olvídate de mí si estás conmigo.

Podemos permitirnos este lujo
de abandonar los nombres,
porque el nombre es razón de los ausentes,
y nosotros estamos en la luz,
en el aire que corta las dulces siluetas,
en el tiempo que ordena las palabras
y en los escalofríos del jardín.
Incluso en la memoria que quiso ser presente.

Después vendrá el otoño
y volverán los nombres a los labios.

Apágame, viajero,
la luz cuando te vayas.
Recuérdame , lector,
al doblar esta página.

 

 

MARIA DO SAMEIRO BARROSO

(PORTUGAL)

 

 

A PRIMEIRA VERSÃO SOBRE OS ABISMOS

 

Na Primavera, a primeira versão das trevas

trespassa o inquieto florir das laranjeiras.

Ouço o seu gemido, no voo atordoado

dos insectos.

Antigamente, havia lagartixas estabilizando,

com o seu sangue frio, os ébrios perfumes

que me atravessam o sangue, debicado

por melros negros.

Sou inteira assim, na minha casa,

no meu jardim, com as aves que me inebriam

com o seu canto, com o sol, a luz

e as bagas dos mirtilos.

Ontem, plantei dois pés de framboesas,

junto ao galinheiro antigo onde cachos de figos

nascem de uma figueira que brotou

num pequeno orifício do velho cimento.

O musgo e os detritos devem ter alimentado

a raiz firme com a água funda,

entre o poço, as pedras, os lírios e as açucenas,

Na quietude do vento, há ainda orvalho,

Sinos e o fogo que se perpetua

no florir das árvores, nos tapetes de pétalas,

a neblina etérea, no rasto dos anjos

que se perderam,

no das aves que aqui pousaram.

 

 

CARMEN PALOMO PINEL

(ESPAÑA)

 

 

Lo contemplaste, cierto. Vivir es devorar

y el hambre es ciega.

Por qué no darse y hacer del expirar bello banquete.

Aspiro madrugadas y lo llamo deseo.

¿Dónde reposaré, lecho de ausencias?

Tengo el alma al borde de los labios

dispuesta a dar su salto más vehemente y mortal:

morirse hacia la tuya.

 

 

 

LEOCADIA REGALO 

(PORTUGAL)

 

 

DE REPENTE O ARTISTA

 

Tinhas nome de evangelista
parecias-te com Caravaggio
não conhecias Monet nem Gauguin
nem Frida Kahlo
nunca tinhas entrado em Orsay
no Prado nem mesmo na Pinacoteca Nacional.

Na praça de Caraguá
abrias uma caixa escura
donde explodia o óleo tropical
improvisavas os instrumentos
o cartão telefónico alastrava
a tinta sobre o oceano
esvoaçava o manto sideral
a ponta dos dedos contornava
algas medusas corais
habitavas os poentes de respiração
o branco transparecia virgem
na orgia das cachoeiras.

Quando convidavas a noite
eram incolores os teus sonhos
por vezes pintavas sombras roxas
e a púrpura os olhos do anjo
caído no atelier da vida.

Depois assinavas
marcos
como se fosse marca-de-água.

 

 

 

 

JÜRI TALVET

(ESTONIA)

 

 

YO TAMBIÉN FUI UN PERRO ANDALUZ


trad. Andrés Morales ( Chile)

¡La muerte arranca en mí
tu horrenda dentadura firmemente arraigada!

Soy otro: un lujoso automóvil volador
que te muestra reluciente
el color-seña de su marca,
el perro que ha olvidado su ladrido,
ese perro-juguete obligado a ladrar.
(Yo también fui un perro andaluz.)
El misterio está en la masa. En la masa
caben todos los misterios y todas las astucias.
Soy un puente colgante entre dos bocas:
intuyo, canalizo palabras pulcras y palabras soeces.
Mi suelo es el pasado y mi techo, el futuro.
Soy voluta sin voz. Hago voltear
el presente alrededor de un dedo.
Soy el vientre cubierto de musgos perennes
del acueducto dormido sobre ocho muslos
formidables y fuertes por el que fluyen
las aguas de un tiempo hacia otro tiempo.

 

 

 

JUAN PABLO MAÑUECO

(ESPAÑA)

 

 

 ELEGÍA a Miguel Hernández

 

Elegía a Miguel Hernández,
cuyos ojos al morir no pudieron cerrarse

 

Yo quiero ser cantando
el aprendiz de tu pericia en lunas
y en rayos que, incesando,
truecan las horas brunas
en luz y llama que en el verso aúnas.

Tu doble ojo en ausencia
la canción y el romance habrán helado,
mas la muerte en presencia
quiere ver por tu vado
fe, amor, pasión, ardor que tú has mirado.

Labrador de más aire
y pastor de palabras que destellan,
perpetras el desaire
a penas, que se sellan.
Por faro en tu pluma lumbre centellan.

Viento del pueblo has sido
y así aún resuena tu dulce aliento,
después de ser herido
por el temible acento
de guerra, celda, frío y sufrimiento.

Nanas de la cebolla
le diste a tu hijo hambriento de posguerra,
después que tu otra joya
matara el hambre en guerra
con España, Miguel, la fe y la Tierra.

El hombre acecha el vuelo
hoy de los versos, símbolos y rimas
en donde halla consuelo
con el amor en cimas
y en cimas duelo que, al cantar, sublimas.

Quién te ha visto postrado
por afección y por derrota huyendo
hasta ser apresado
y quién te ve hoy uniendo
en tu honor a ambos bandos. Tú venciendo.

No hay que apartar la tierra
por verte, ni llorar ausencia triste,
pues tu alma no la cierra
ni hachazo que sentiste
ni el desdichado marzo en que partiste.

Torna abril entre flores
a pajarear hojas de tu higuera,
cada vez que enamores
a un lector que volviera
a tus hojas de libro y las leyera.

Treinta y un años tempranos
y ya hubo que contarte entre difuntos,
mas tus cantos lozanos
en herencia adjuntos
dejaste a mundo y hombre, de ti trasuntos.

Tu clara vista abierta
de humanal vida sigue enamorada,
aún mira despierta,
en rehúso a la nada
siente más el latido que la helada.

Los ojos, por tus ojos,
del mundo ya no son simples fanales
mirando los rastrojos
de quebrados cristales,
a belleza iris izan verticales.

Qué cruel y acerba muerte
por celda fría y bronca peregrino
tu silbo se convierte
en vulnerado trino,
que a rosa en yema han roto su camino.

Mas tu canto bravío,
pirotécnico estruendo de vocales,
combate con su brío
y emite sus señales
de azahar, limón, lirio y palmerales.

Que truena, truena, truena
tu voz no ha callado aún en la tierra,
raíz posee y ordena
que se pare la guerra,
que escale la voz paz la alta más sierra.

Sólo es esta tormenta
de la voz honda del poeta eterno
la que en ti se asienta,
que siempre tu cuaderno
restará entre las naciones fraterno.

Liba el néctar la historia
de tu legado, fresco, puro y dulce.
En mil años memoria
habrá de tu agridulce
rasgar de abeja, y más siglos endulce.

No rojo desaliento
sientan más las amapolas, que el vientre
de la tierra da al viento
tu son cálido y encuentre
de un palmeral el cielo en que se adentre.

El arrullo en tu trino
mece hoy a enamorados labradores
y viaja igual al destino
de las gustosas flores
y de Humanidad. Forja sus valores.

No penes, pues, perito
Miguel en vida, muerte, herida y viento,
que siempre el infinito
almendro tendrá atento…
a tu canción de nata, alma y alimento.

 

 

 

EDUARDO RENE’ CASANOVA EALO

( CUBA)

 

 

EL HOMBRE DESNUDO

 

 

El don de la escritura

que huye dentro de una jarra

en la cornisa del mármol

y unos globos con los que mi madre sueña

y una casa de hojas y gloria ajena,

sus grietas.

Una ciudad sin azoteas,

sin galantería,

una manada de autos

que anclan en el aire sutil,

la urna donde guardo las cenizas

del país que tuve (tuvimos)

porque nuestros recuerdos

están conectados al oscuro deshacer.

Suplicio debo decir y vergüenza,

imán a la luna siempre triste sobre el sur,

sobre los abalorios de una imagen

no desierta en los mapas y fotografías aéreas,

mientras miro a través de mi ventana

la tenebrosa luz del amanecer.

Afuera mis pasos se alejan,

escojo un doble sencillo

del terrón maldito en el fondo de la botella

y pongo mis zapatos en una vitrina

donde se guarda

el terrible resplandor del hombre desnudo.

 

 

 

FRANCISCO GARCIA MARQUINA

(ESPAÑA)

 

 

Qué hermosa pulsación la del relámpago

que en su reverso deja las cenizas de un hombre.

Con cuánta voluntad laborea el tumor

que trabaja incansable

como los manantiales y los trigos.

Qué justamente un pájaro fallece de sí mismo

a su hora impropia.

Qué incertidumbre exacta

van cursando las nubes cuyas gotas

están en cada instante donde deben

¡Qué riqueza asesina la de Gilles de Rais

qué ternura sangrienta la de Erzsébet Báthory!

Nada hay que desmerezca de su belleza sorda

.por la que el mundo es

terriblemente bueno.

Nada le falta al mundo ni le sobra

es su esfera cabal que no

admite reproches. Va siendo hora

de que el hombre comprenda

que en la tierra no habita el Dios de los milagros y las preces.

 

 

 

ANGELA CIRILLO

( ITALIA)

 

AQUÍ ESTOY, SOY PRIMAVERA

 

 

Este primer rayo en una mañana de Abril,

su luz, sus colores, los perfumes reaniman

el paisaje sombrío, del frio

de invierno, cuya yerta noche eclipsa.

Llega la Primavera, y nada más duerme:

baila el agua, relumbra el sol,

germina la tierra, florecen árboles y retoños

Llega la Primavera. y es gran fiesta:

azaleas con su matices rosados,

gardenias , espinos y sus blancuras;

el jazmín y su  perfume,

margaritas con sus manadas de pétalos

blancos.

Lirios del valle con su olor,

Pimpinelas en arcoiris de colores

todos cantan un himno a la primavera.

 

Ranas, golondrinas, erizos, marmotas,

a orillas del estanque, deleitan con sus versos

la naturaleza toda.

Un viento suave acaricia  las hojas,

las ramas, los frutos de manzanos y de melocotones.

 

Está, aquì la Primavera

de gemas adornada,

camina por los bosques, las calles, el cielo.

 

En una fiesta de sonidos, vuelven a nacer

el placer y la esperanza planeadas por la vida.

Y todo el misterio está envuelto

en una promesa de flores.

 

 

 

ORLANDO JORGE FIGUEREIDO

(PORTUGAL)

 

 

os nossos demónios

nascem das palavras

sílabas do silêncio

 

nestes rumores

de janelas cerradas

sinto o vento

de amores roubados

noites quebradas

pela tempestade

 

incêndio de saudade

 

 

 

 

 

SERGIO INESTROSA

(EL SALVADOR-  BOSTON)

 

LA POESIA

 

                        A Stefania Di Leo

 

La poesía como el mar

Se renueva a cada instante;

En cada verso;

La poesía recomienza con cada sílaba

Su ritmo incesante.

La poesía, como el viento zarandea todo

A su paso

Y arrastra lejos nuestras seguridades y certezas

Como si fueran las hojas en el otoño.

La poesía está llena de esperanzas,

Como esas barcas cargadas de inmigrantes

Que han preferido la rudeza del exilio

Antes que la lenta y penosa muerte de hambre.

La poesía, como la vida misma, retoña,

Cada día entre tantas tribulaciones y miserias,

Entre enfermedades altamente contagiosas,

Y nos llena de belleza y alegría.

 

 

 

GERARDO RODRIGUEZ

( MEXICO)

 

                                                                                                         

  (El libro de los adioses)

 

<< Veo un árbol abandonar el horizonte.

Veo la luz que se aferra a los labios sin fisura del agua, disolviendo el tedio que sobre su nombre era.

Guardo bajo llave los presagios, los inconclusos gestos de quienes me esperan, lo que me duele lejos del cuerpo, el polvo y los ruidos que al borrar los días me dan conciencia.

Es fugaz la realidad que me habita.

Destejo la angustia de mí y dejo de pensar. No quiero escuchar al mundo.

Me encuentro en un ayer permanente.>>

 

 

 

LEANDRO LIMOCCIA

(ITALIA)

 

 

Cuando se comparte alegría y riqueza con los otros, la paz y el sosiego, se pueden hasta dibujar.

En un día lluvioso y frío, Leandro, tu padre, al encontrarse a un pobre, se quedò completamente desnudo, al fin de donarselo todo. Tu a tu vez, hijo ejemplar, fuiste modelo para nosotros.

Gracias padre porque practicaste el amor, sin pedir nada a cambio.

¡ Nos enseñaste que amar sin medidas, significa estar dispuestos a la simplicidad. Te esforzaste a hacer el bien de los otros,  en las cosas pequeñas, como un hombre generoso!

Pese a los esfuerzos, tu medida del amor, era amar sin medidas! Después de muchos años de matrimonio, te cogias de la mano de mi madre, manantial de luz regeneradora, y la tenias casi atrapándote a los sueños…

Camarada papá, con tu compromiso sindical, con un espíritu de servicio, modelo para que los trabajadores, pudieran mirar con orgullo hacia arriba.

Eras un hombre amable, padre.

Para que brote la vida se necesita una flor. De un lirio que simbolice a la Belleza.

¡ La belleza salvará al mundo! La belleza de asombrarse delante de la vida, delante de este planeta magnifico y sumergido.

Seguirás guiándonos, para permanecer cerca de nosotros, ¡el resto Dios, te lo sugiere!

Acepta goteantes las lágrimas de un hijo ,y para siempre padre adiós y adiós.

 

 

 

 ANTONIO DAVID

( ITALIA)

 

 

 

È semplice e impegnativo amarti.
È semplice perché è facile:
sei così bella che ti invidia il sole;
è impegnativo, perché la tua giovinezza
è tanto giovane da sembrare eterna
e il mio tempo è tanto breve
per accogliere, senza un tremore,
una così straripante eternità.
Ma, se tu mi amassi,
ti farei scoprire i segreti del Tutto,
ti farei vedere come nascono i mondi e i soli si fondono,
ti farei vedere come la rugiada
rampolla dalle stelle della Lira
e rinfresca l’arsura delle labbra degli amanti.
Teologo dell’amore,
con minuziosità pedante,
ti spiegherei perché è uno e trino.
E, poi, quando lassù,
in un giorno lontano,
tu accorreresti a rifugiarti
tra le mie impalpabili braccia,
io ne avrei paura.
Accanto al trono di Dio,
asceso,
perché l’ho amato quando io t’ho amata,
tu splenderesti tanto agli occhi miei,
che io diventerei blasfemo.
Abbacinato dalla tua bellezza
dimenticherei l’Onnipotente
e, in ginocchio,
standoti accanto,
sarei costretto,
solo per amore,
a venerarti per l’eternità.

 

 

JUAN ANTONIO MASSONE DEL CAMPO

( CHILE)

 

PUEDE QUE EL TIEMPO DOS VECES NO PERDONE

 

 

Tú has querido defender
a tantos muertos, aunque demoraste
indefinidamente con los vivos.
En el fondo, nadie pudo
persuadirte de que la vida
era enormemente más que tus rutinas
y estuviste inclinado en pensar
que el mundo cabía en tu ventana.

La obra del vivir no se escabulle
y aprovechando el llanto de los vivos
comprendes por qué ahora
los muertos reclaman su consuelo.
Es tu hora tal vez, quizás la única
que pueda salvarte de imposturas.
No te creas demasiado feliz.

 

 JOSE MARMOL

(REPUBLICA DOMINICANA)

 

Tu presencia vale más que todos los delirios.
Conozco del hombre su raíz envenenada,
de la rosa su espina, de la ilusión el tedio, del aroma el hedor.
El mar, Homero: todo lo mueve el amor,
cantaba Osip Maldeshtam en su jaula de horror.
El sol se apoya tímido sobre los rascacielos.
Es invierno, ya sabes, preludia un ocaso de hojalata gris.
Girasoles, abedules y una triste balalaika;
se arrodilla un frente frío, se abalanza una ilusión.
¿Adónde estás, poesía? ¿Adónde, libertad?
Mientras pueda el iracundo amordazar un verso
yo no voy a entender el sentido de escribir.

 

 

 

PEDRO ENRIQUEZ

(ESPAÑA)

 

(El eco de los pájaros)

Bajo la sombra fiera de las cornisas

(acaso la luz un día rasgó el blanco

de los ladrillos moribundos)

cómo decir las palabras sin nombrarte

las manos acelerando la vida

las ruedas deteniéndose en las plazas vacías

otros viajan veloces y atraviesan anónimos el olvido

pero somos dos precipitados sobre el asfalto

sintiendo como el tiempo nos engaña

lento el viento cortando los cuerpos

sólo una mano dirige la muerte y la vida

la otra busca el fuego

giro sobre el vacío y de nuevo la misma calle

los labios no engañan

ahonda con tu mano en el futuro

esta es la codicia del segundo

he perdido la costumbre

mañana volveré a este lugar de ventanas cerradas

es la noche habitándonos

son los pájaros vete cantarán la madrugada

mañana se agita en el eco

mi espalda agujereada así tan cercanos

dirección prohibida

un misterio los dos puntos en la piel

dos cuerpos y un signo

estoy detenido sobre el vacío

la lengua gira se descubre sin palabras

estas son las tijeras del recuerdo

a veces no basta la memoria

tampoco la certeza

nadie conoce no conozco no conoces

ellos no comprenden nadie el segundo perseguido

se cierran las luces las ventanas las puertas desconocidas

imagíname un gesto lejanísimo

de nuevo cruzo los muros sellados

las árboles me descubren la soledad

Comienza el ciclo del polen

mascarillas para el silencio

 

 

 

IVONNE GORDON

( ECUADOR)

 

 

 

LA FUGA EN EL JARDÍN

 

 

La memoria es igual que la embriaguez.

 

Teseo recibió una orden del destino

y los súbitos vientos le llevaron a Ariadna.

 

La diosa de las serpientes y del deseo

esperaba con paciencia los mensajes

 

de Teseo, sentía en el corazón y en las sienes

el temblor de un chopo de agua en la orilla.

 

Mientras las palomas hacían el amor

ella sintió en su carne el fuego ignoto por Teseo.

 

Por las noches paseaban por las esquinas

de un amor indócil, su cuerpo estallaba

 

como el brío de un caballo negro en la noche

perdido en la pólvora de las constelaciones.

 

 

ANTONIO COLINAS

(ESPAÑA)

 

 

Me he sentado en el centro del bosque a respirar

 

Me he sentado en el centro del bosque a respirar.
He respirado al lado del mar fuego de luz.
Lento respira el mundo en mi respiración.
En la noche respiro la noche de la noche.
Respira el labio en labio el aire enamorado.
Boca puesta en la boca cerrada de secretos,
respiro con la sabia de los troncos talados,
y, como roca voy respirando el silencio
y, como las raíces negras, respiro azul
arriba en los ramajes de verdor rumoroso.
Me he sentado a sentir cómo pasa en el cauce
sombrío de mis venas toda la luz del mundo.
Y yo era un gran sol de luz que respiraba.
Pulmón el firmamento contenido en mi pecho
que inspira la luz y espira la sombra,
que recibe el día y desprende la noche,
que inspira la vida y espira la muerte.
Inspirar, espirar, respirar: la fusión
de contrarios, el círculo de perfecta consciencia.
Ebriedad de sentirse invadido por algo
sin color ni sustancia, y verse derrotado,
en un mundo visible, por esencia invisible.
Me he sentado en el centro del bosque a respirar.
Me he sentado en el centro del mundo a respirar.
Dormía sin soñar, mas soñaba profundo
y, al despertar, mis labios musitaban despacio
en la luz del aroma: «Aquel que lo conoce
se ha callado y quien habla ya no lo ha conocido».

 

 

 

ANA CECILIA BLUM

(ECUADOR)

 

 

LA ETERNIDAD DE LA TINTA

 

 

Todo lo diluye la tinta:

la zozobra, el futuro,

el otro que habita adentro.

 

La tinta te eleva, te suaviza,

te hace pluma de pajarito,

pelusita de gato en el aire de la mañana,

realidad sin sentencia,

manos que conversan,

espantos que se extinguen.

 

 

 

ANTONIO SALVADO

( PORTUGAL)

 

 

                                     EPÍSTOLA

( Sirgo IV)

 

Amor: Se um dia qualquer

souberes que estou banhado

de morte e já não houver

tempo de estar a teu lado,

 

se não puderes ouvir

minha palavra de esperança

percorrer, beber, sentir

o teu rosto de crianza,

 

quero que saibas o nome

que em mim nasceu como um rio:

amei-te com toda a fame

de meu coração tão frio.

 

(Angola, 1963-1965)

 

 

RAQUEL LANSEROS

(ESPAÑA)

HIMNO A LA CLARIDAD

 

 

A cambio de mi vida nada acepto.
¿Qué se puede ofrecer que valga más
que el calor de la llama, que la espiga
convocada a ser grano, que la noche
que dentro ya contiene el joven día?

Escucho mis pisadas sobre el suelo.
A lo lejos, alguien también las oye.
Tañido lastimero de campanas
en su oído. Eco de brasas tiernas
en el mío, que todavía es temprano
y en el cuerpo palpita el pulso errante.

Me pongo por testigo en esta hora,
cuando la lluvia lava más que riega
y los libros liberan más que nutren.

¿A qué esperáis? Encended los caminos,
que empapen bien los ojos. Recorredlos
mientras haya una lumbre en los pulmones,
mientras un niño aguarde su ocasión
de convertirse en hombre, mientras verbos
de orígenes distantes desemboquen
en una voz unida, mientras reinen
las noches que nos prenden, abrazad
el destello arcilloso de la tierra
que es nuestro hogar común,
el verdadero.

A cambio de mi vida nada acepto,
aunque sepa -y bien que eso me duele-
que no siempre es el justo el encumbrado.
La luz es un oficio fugitivo,
impenitente en su aversión al óxido.

Aun así, yo me aferro a esta urdimbre,
a esta pila de huesos que me suman,
a este rayo en proceso, presentido
en su persecución de lo inefable.
La profecía acampa frente al cielo
con los párpados tersos y se afana
en avanzar en base a lo avanzado.

Que nada nos detenga. La llamada
del infinito debe obedecerse.
Soberana inquietud que nos animas,
enséñanos a merecer el néctar
de estos días que nos tocan. Muéstranos
un modo de luchar contra el vacío
de este dulce interludio. Que la fe
en la alegría posible no abandone
ni la razón despierta ni el recuerdo.

Sé que tengo sentido porque vivo,
y sé que no hay dolor ni menoscabo
que puedan inmolar esta fortuna
de ser en el presente, de existir,
de sentirme el orfebre del instante.

Yo soy mi propio riesgo. Doy por cierta
la sed de infinitud que me espolea.
Ante el placer de respirar me postro.

No hay verdad más profunda que la vida.

 

 

ODALYS INTERIAN

(CUBA-MIAMI)

 

 

La que luce el rostro

del amor

y puebla lo inmortal

con esos ojos

la que alivia

con su lluvia de flores venenosas

con su espiga de estrella moribunda.

La que salva y celebra

la que alimenta con su blanco maná

las sílabas y tus noches.

 

 

JOSE MARIA MUÑOZ QUIROS

(ESPAÑA)

 

Cubriéndome de flores

 

Abrazando ese riego de toda claridad que enternece

el árbol donde un rayo de plenitud me alcanza.

Está hiriendo la sombra su caudal

escondido en los chorros del mundo

Un sol tenue penetra por las ramas del alba.

Los niños cantan.

Tagore se adormece frente al cielo en la tarde.

La vida se asombra en el jardín

donde las rosas tiemblan.

 

ADONIS (Alī Ahmad Saʿīd Isbir)

( SIRIA)

 

 

Nella pietra e nel vento

Sogno dentro la mia mano un tizzone
sull’ala d’aria d’uccello giunto
d’avventuroso punto
la fiamma odoro – Cartagine dei tempi
la donna scorgo nella fiamma
nave divenne il suo canto si dice;
vi scorgo una donna – vittima del destino.
Sogno che il petto tutto è un tizzone
il suo incenso mi abbranca e mi accompagna verso Ba’albek
Ba’albek è scannata,
lì si dice un uccello la testa ha perso alla sua morte
si disse, in nome del suo mattino in nome di una nuova sorte, si incendia
della sua messe il sole e l’orizzonte

                                                                                                           trad. e cura Francesca Corrao)

 

 

CARLOS AGANZO

(ESPAÑA)

 

HABITAS LAS PALABRAS

                                                                                                  Lo cierto es la palabra.

Eugénio de Andrade

I

 

Habitas las palabras

como hachas encendidas de memoria

donde constantemente se pronuncian

tus actos ordinarios.

 

Habitas las palabras

como dardos de amor

de punta placentera y venenosa.

También como interiores

escalas musicales

que mueven los cimientos

fonéticos del alma.

 

Habitas las palabras

como bosques de ensueño o de locura,

donde pacen los ciervos

que te están esperando en otra orilla.

 

Y ellas viven, también, entre tus labios,

metáforas del alma.

Te distraen de la muerte.

Te enredan con sus cantos de sirena.

Te previenen de mí. Quieren que admitas

que sólo con sus besos

podrás ser inmortal.

 

No las escuches.

II

 

No la palabra santa

que empleaba Moisés cuando decía

sus razones al cielo:

Él es mi fortaleza y mi canción.

Tampoco las palabras encendidas

que compuso Teócrito el idílico

pensando en el muchacho

que hurtó su corazón y su sosiego

una tarde de otoño:

quien arde con amor

envejece en un día. Ni siquiera

la palabra cifrada y confidente

que en voz baja prestaba aquel poeta

a quien iba consigo…

 

Una palabra, amiga, quiero darte

cuya voz no conozca el diccionario.

La palabra secreta.

La palabra prohibida.

La palabra imposible.

La palabra sin rastro y sin memoria.

La palabra que nace de los labios

clausurados del tiempo.

La palabra que es vida únicamente

cuando no se pronuncia.

 

La palabra inconsútil,

enigmáticamente

bordada con el hilo del silencio.

 

 

 

JUAN CARLOS OLIVAS

( COSTA RICA)

 

 

LOS SOLOS

 

All the lonely people,

Where do they all come from?

All the lonely people,

Where do they all belong?

The Beatles

Los solos venimos de otros mundos

con flores de cristal entre las manos,

leemos nuestros nombres

en las listas de desaparecidos,

nos emborrachamos con el vodka

que escondemos en chaquetas de cuero,

llevamos una cruz en los labios,

siempre tenemos frío,

organizamos festivales de solos

pero nadie llega y pensamos que es perfecto

escuchar cómo gruñe el silencio,

cómo se aferran a nuestra piel

los tentáculos del aire

y la sombra marina que pasa en nuestros ojos.

Los solos diseccionamos las manos de Dios

para encontrar la raíz de su tristeza,

tenemos trabajos menores,

de día traducimos el último trino de los pájaros

y de noche curamos las llagas de la luna.

Los solos llevamos el alma bajo el brazo

envuelta en papel periódico

como si fuera una biblia escrita en una lengua muerta,

visitamos ciudades concurridas

donde fumamos a pesar de no tener el vicio;

pocas veces nos reímos

pero cuando lo hacemos

se electrocuta en la avenida

el ángel de la muerte.

Entonces quedamos más solos

bajo el musgo de todas las estatuas,

escribimos infinitas cartas de despedidas,

blandimos el corazón como un pañuelo rancio

frente a estaciones de trenes clausuradas,

y pasamos días, meses y años enteros

estudiando los libros de astronomía,

husmeando en viejos telescopios

el camino de regreso a casa,

porque los solos

venimos sin saberlo de otros mundos

y siempre queremos volver.

 

 

REINALDO GARCIA RAMOS

( CUBA)

 

 

NO BAJO EL HIELO

a la memoria de Don Miguel de Unamuno

 

¿Tendré en el destierro entierro?
M. de U.

Aterrizando en La Guardia a las dos de la tarde
un lejano febrero,
contemplé desde lo alto la tierra congelada,
su aspecto rígido cubierto por la nieve y el hielo
y las ramas sin hojas de los árboles,
como huesos negros de manos casi muertas
que clamaban sin voz.

Y pensé en él.

Cuánta razón tenías, Maestro,
en pedirnos cualquier paraje cálido con sol,
un sol eterno y verdadero,
para que tus cenizas no sintieran
esta crispación, este afilado aire
que nos paraliza
y nos expulsa de la fe,
esta otra bofetada encima de la muerte.

 

 

JONATAN REYES

( PUERTO RICO)

 

 

EN UN OCASO CUALQUIERA

En un ocaso cualquiera

En el patio, a contrasol

hay un tendedero de ropa funesto

en él cuelgan tres trajes, dos de ellos

fermentados de mar y epilépticos

el otro, deforme por la radiación que lo traspasa

es una historia incompleta en el gentil oscilar

de su tela

 

son fantasmas que palpitan

y riegan el espesor de la materia

sin temor a su deformidad

como el traje de la derecha más cercano al alba

con su secuencia negra entre la cadencia

de todo lo que se perdió

 

la unión de todas esas arrugas

y declives

hacen la simetría perfecta

 

ya no hay pasado ni tejido que nos habite

lo mórbido es la única belleza que tiene sentido

como ese cuarto traje que ignoramos

desolado y digital

que el viento dejó bajo la sombra del guayabo

lleno de un fulgor extraño, bebiendo del suelo

los temblores

 

 

STEFANIA DI LEO

( ITALIA)

 

CATÁBASIS

Para Leonard Cohen.

Poseo un solo talento: mi música.

 

Notas fecundas avasallan a golpes la luz.

 

El mar, con las lágrimas,

 

se hizo recuerdo entre sus olas,

 

violento alud que respiran, sin cesar,

 

estos mares sin dueño. Somos resplandor,

 

tristeza suma, espectáculo incandescente

 

en este mundo de porcelana en ruinas.

 

 

Si pudiera suplicarte que tocaras  por mí

 

aquella música que permanece resonando

 

en el corazón. Si pudieras vivir

 

como ave que me sobrepasa por el cielo,

 

dentro de mí, sentiría escalofríos y escarcha,

 

alumbrando mi alma con exactitud esculpida

 

de una luz, que a veces, se revela ausente.

 

 

Vi la claridad venida desde un barco,

 

con sus remos abiertos, empujando hacia mí,

 

y quise ser un alma de la nada

 

o del destino lanzado a la intemperie.

 

El amor es poderoso y a veces duele.

 

 

Se extiende mi sombra oblicua

 

sobre las maderas de luz y del pasto

 

creciente de esos límites impuros.

 

El recinto se llena de mis lágrimas;

 

siento lo inmóvil vencer

 

y lo inexacto, de repente cierto.

 

 

Siento tu voz allá en lo oscuro,

 

los fantasmas desnudos y las ranas ahogadas.

 

Miro atenta por tus aguas remotas

 

inventando a un dios incrédulo

 

tras un horror sagrado.

 

 

Caronte no conoce el río del amor,

 

en sus pupilas no hay caricias,

 

no hay cartas de amor escritas por la tarde,

 

sólo escucha palabras de amantes muertos,

 

en la inercia de un diluvio de nombres.

 

 

¿Qué importa naufragar o encallar si aún las velas

 

se sostienen en áureas proporciones?

 

 

Era como encontrarte y huir, saber que iba a verte

 

y retirar, con celo, la mano piadosa.

 

¿A dónde va toda la sangre llena de pena,

 

de tanta pena no acabada en mundo?

 

Extinguido reposo de la tarde en llamas.

 

 

El sol era continuo y enfermo.

 

Distinto a lo pensado es el infierno:

 

tiene inclinaciones celestes en su útero,

 

su rumor apremiante es único y el vacío

 

impone su quietud en bocas extintas.

 

 

Era la primavera, y pensé pintarte

 

en un óleo melancólico.

 

Sonará la lira y te veré, Leonard.

 

El amor es poderoso y a veces duele.

 

 

Sin la música hacemos el infierno.

 

A veces, los vetustos senderos

 

conducen a nuestro propio silencio;

 

gritan los abedules siniestros y en la enésima estepa

 

farfullan los mapas sin raíces,

 

las riberas escoltan nuestro paso,

 

permanecen erguidas en su desnudez constante.

 

 

En este adverso paraíso comprendes

 

el precio ruin de la impotencia.

 

Aquí, en esta agonía, se escuchan

 

mis canciones acompasando con suavidad

 

su ruina declinante. Sólo el río sabe

 

si mañana florecerán mis notas…

 

 

El barco toca tierra y, al detenerse,

 

se escucha un rumor de silbidos,

 

como si presintiera tu cuerpo

 

que se apoderara de mis manos.

 

La crisálida de amor me roza.

 

Titila el silencio y las maderas

 

se encienden en pétalos perfectos,

 

en un mundo sin luciérnagas.

 

 

Y puedo escuchar tu nombre, Leonard.

 

La embriagadora música regresa

 

a tu boca muerta de palabras.

 

Vi la oscuridad envolverte,

 

la magia en un jardín sin rosas,

 

ahora, resplandeciente y vivo.

 

Seguirán los ecos de tus labios

 

entonando un Aleluya que no cesa.

 

 

CYNDI MORALES AYALA

( COLOMBIA)

 

La nostalgia acumula armonía entre tinieblas, en el coliseo de la historia,

entre manantiales de la bucólica hierba se ocultan hoscos pastos de barro.

Nosotros, admiramos el idilio del vivir y sus luces escarlatas…

 

 

 

ALVARO MATA GUILLE

( COSTA RICA-MEXICO)

 

 

..desde ahí,
escondidos en la exaltación de la bóveda de piedra,
en el anhelo de absoluto,
en el no-saber con su sed de pregunta que da sentido a la permanencia,
a lo que somos:
tránsito de una noche a otra que retorna a un sueño que no despierta, como las hojas, que al desplazarse en el destello de la sombra,
se evaporan
.

Se dice
que un ciclo termina,
un algo que se cierra,
un algo distinto que aparece,
pero los vocablos se diluyen en lo ausente
y no hay otro lugar
más que la penumbra

 

 

ERRI DE LUCA

(ITALIA)

 

 

DUE

Quando saremo due saremo veglia e sonno
affonderemo nella stessa polpa
come il dente di latte e il suo secondo,
saremo due come sono le acque, le dolci e le salate,
come i cieli, del giorno e della notte,
due come sono i piedi, gli occhi, i reni,
come i tempi del battito
i colpi del respiro.
Quando saremo due non avremo metà
saremo un due che non si può dividere con niente.
Quando saremo due, nessuno sarà uno,
uno sarà l’uguale di nessuno
e l’unità consisterà nel due.
Quando saremo due
cambierà nome pure l’universo
diventerà diverso.

 

 

 

 

GIULIO RAPETTI MOGOL- LUCIO BATTISTI

( ITALIA)

 

RESPIRANDO

 

Respirando, la polvere dell’auto che ti porta via

Mi domando, perché più ti allontani e più ti sento mia

Respirando, il primo dei ricordi che veloce appare

Sto fumando, mentre entri nel cervello e mi raggiungi il cuore

Proprio in fondo al cuore, senza pudore

Per cancellare, anche il più antico amore

Respirandoti, io corro sulla strada senza più frenare

Respirandoti, sorpasso sulla destra e vedo un gran bagliore

Lontano una sirena e poi nessun rumore

Lasciarti è fra i dolori quel che fa più male

Fra tanta gente nera una cosa bella, tu al funerale

Respirando (Respirando)

Pensieri un po’ nascosti mentre prendi il sole (Mentre prendi il sole)

Ti stai accorgendo (Accorgendo)

Che «un uomo vale un altro» sempre, no, non vale

Respirando più forte, ti avvicini al mare

Stai piangendo, ti entro nel cervello e ti raggiungo il cuore

Proprio in fondo al cuore, senza pudore

Per cancellare, anche il più nuovo amore

Respirandomi, ti vesti e sorridendo corri e poi sei fuori

Respirandomi, tu metti in moto l’auto ed accarezzi i fiori

Lontano una sirena e poi nessun rumore

Dolore è una gran gioia che addolcisce il male

Fra tanta gente nera una cosa bella tu a me uguale (Tu a me uguale)

Respirandoci

Respirandoci, guardiamo le campagne che addormenta il sole

(Respirandoci) Le fresche valli, i boschi e le nascoste viole

(Respirandoci) Le isole lontane, macchie verdi e il mare

I canti delle genti nuove all’imbrunire

I canti delle genti nuove all’imbrunire

I canti delle genti nuove all’imbrunire

 

 

 

CLAUDE ROYET-JOURNOUD

( FRANCIA)

 

ESTRATTI

*

ho bisogno di pensare alla tua mano sulla carta

è l’esercizio più basso
che permette di seguire
una riduzione geografica

erano in attesa di essere notati

*

dirti una sola cosa
(senza usare la bocca
né la lingua
e senz’alcun rumore di sillabe)

gesti di collera
una generazione d’intrecci

liquido non mi appartiene

 

Da La storia in serie

*

è nella stanza che respira

a dirla tutta
l’aria lascia una macchia rossa

un po’ di febbre nell’intersezione
la fine dell’evento

s’impossessa di colui che è solo

*

scrivevo la parola pura

Da Portamento di voce

*

matite dorsali
scarabocchi dell’infanzia
il colore è una misura
lei persegue ciò che ignoriamo

Da Errore di localizzazione degli eventi nel tempo

*

il dorso
la ramificazione dei nervi
tutto questo blu che dilaga

il bambino senza memoria
pianta un dito nella terra

l’aurora si allontana
una sola rappresentazione per il coro

*

è morto nella frase
il freddo raggiunge il bersaglio

lei parla al nero
nessuna immagine resterà
una palla cieca urta i muri in silenzio
l’erba è incerta come il colore e
il soffocamento dei numeri

Da Cancellazione del bordo destro del cuore

il polso (analogo)
immagine
di una nascita inversa

appena visibile
distrutta dall’usura

lo spazio si alimenta a una mano secca

(Traduzioni di Domenico Brancale)

 

 

KATHLEEN JAMIE

(INGLATERRA)

 

 

CROSSING THE LOCH

 

Remember how we rowed toward the cottage
on the sickle-shaped bay,
that one night after the pub
loosed us through its swinging doors
and we pushed across the shingle
till water lipped the sides
as though the loch mouthed ‘boat’?

I forget who rowed. Our jokes hushed.
The oars’ splash, creak, and the spill
of the loch reached long into the night.
Out in the race I was scared:
the cold shawl of breeze,
and hunched hills; what the water held
of deadheads, ticking nuclear hulls.

Who rowed, and who kept their peace?
Who hauled salt-air and stars
deep into their lungs, were not reassured;
and who first noticed the loch’s
phosphorescence, so, like a twittering nest
washed from the rushes, an astonished
small boat of saints, we watched water shine
on our fingers and oars,
the magic dart of our bow wave?

It was surely foolhardy, such a broad loch, a tide,
but we live – and even have children
to women and men we had yet to meet
that night we set out, calling our own
the sky and salt-water, wounded hills
dark-starred by blaeberries, the glimmering anklets
we wore in the shallows
as we shipped oars and jumped,
to draw the boat safe, high on the cottage shore.

 

MICHAIL AJZENBERG

(RUSIA)

 

Чем жива душа?

Не ее ли кормил с ножа
весь прошедший год за столом накрытым?

Отхлебнула беды чужой.
И где конь молодой с копытом,
и я – со своей душой.

У-у, ла-худра!
Только первый заслышит звон – и туда рванет.
Хоть на край Москвы, хоть под утро.

А потом говорит: ну, вот.

А еще говорит:
“Ты хотя бы не ставь на вид.

Или ты, господин,
не хозяин своих седин?

Или ты, господин,
в тайной пропасти не един?

Разве ты не един в основе
с каждой ниточкой естества,
что дрожит в ненасытном зное –
только тем и жива”.

Тело, костная тина.
Но сирена кричит в мозгу,
собирая все воедино

по усилию, по волоску.

Открывается неизбежное,
второпях заклиная:

— Косточка нежная теменная!
— Темь кромешная!
— Баба снежная!
— Жаба грудная!

 
 JAVIER LOSTALE’
(ESPAÑA)

 

 

CELEBRACIÓN
Todo lo que alguna vez amaste
te invita ahora a desnacer
para sin memoria de su ruina
en su eternidad celebrarlo.
Todo lo que alguna vez recibiste
en su lunación aún perdura,
celébralo también
antes de que se apague
su fuego nupcial.
Deshabítate hasta reconocerte
en el tesoro de tu soledad,
y allí vivir ofrecido
a la luz quieta
de un rostro sin amanecer.
Levanta un reino solar
entre los harapos de tu corazón,
y que nadie te acompañe
en el tiempo sin hora
de tu sueño total.

 

 

 

ANTONINO CAPONNETTO

( ITALIA)

 

versi per un cantore

 

Come antico profeta reso cieco

dai capricci d’un dio, tu guardi e vedi

con l’occhio della mente l’ampio stormo

delle gru cenerine alzarsi in volo

 

per dirigere a sud, ad altri climi,

altri orizzonti ed ambiti lussureggianti, dove

le pene umane e le caduche gioie

son vive nel qui-ora del tuo cuore,

 

primordiale tamtam che riecheggia

il variare caotico d’ogni cosmica onda

la cui forma si muta all’infinito

avvolgendosi intorno a quel mistero

 

vago d’un Sé o d’un Dio cui tu, mortale,

ricongiungerti aspiri, farti uno

con quell’Altro te stesso, e non pensarti

un casuale specchio d’universi

 

ALMUDENA GRANDES

(ESPAÑA)

 

 

„Cuando pasa algo malo, pero malo de verdad, por mucho que llores, lo peor no es llorar, que eso a veces está bien, porque te quedas nuevo, lo peor empieza cuando no puedes llorar más, y entonces te das cuenta de que la tristeza es algo sucio, como un grumo gris, espeso, una pelota de barro dentro de los pulmones, que pesa, y la notas al respirar, todo el tiempo.“

 

 

 

 

ANTONIO CARVAJAL

(ESPAÑA)

 

 

Ebriedad de sol

Vente conmigo a esta caliente fosa,
al hueco en que un arcángel nunca anida:
es foso de leones o manida
de sangre, no de pétalos de rosa.

Aquí los huesos silban, y qué hermosa
es su canción de besos y de herida.
El relámpago apenas tiene vida
en tanta huesa amante y cavernosa.

Ay, ven conmigo. Duérmete a mi lado.
El gusano no puede con el sueño,
vino es la muerte de metal fundido.

Tierra en la tierra ya, nuestro costado
será un arpa que tañe el Sol -su dueño-
para darle al Amor nuestro sonido.

 

 

GIOVANNA BENEDETTI

( PANAMA)

 

Música para las fieras 

I

De estas épocas apenas reveladas

se dirá que no había acuerdo entre nosotros, los insomnes.

Que cada quien vivía el pronóstico del día sobre la víspera;

que pasábamos de la noche al cuerpo, sin ser vistos;

que nos ganaba la costumbre de esperar la lejanía

y que flotábamos como objetos no asidos a la tierra

con el eterno resplandor de una mente sin recuerdos.

 

Se creerá que simulábamos fantásticas criaturas

navegando por imágenes de estuarios y ballenas.

Que propiciábamos demonios

que nos hacían perder el sueño

dando ascenso a las tertulias vagabundas de la aurora.

Y que no obstante despertábamos, de pie e hipnotizados

sin que nadie nos diera palmaditas en la frente;

recortando calendarios, papeles y fotografías

para poder saciar la sed que daba de beber

a nuestras lágrimas.

 

 

 

 

PIERINA MARMO

(ITALIA)

 

 

“ E venne il tempo

delle strade  buie e vuote

dei rari  passanti nel gorgo  vasto,

dov’è ora la nostra sponda,

la roccia che ci salva

dal nulla?”

Tra i bambini e l’arcobaleno

il filo di quest’incredibile primavera

  • Marcello suona il piano-

ed  è una muta preghiera

per le mani ferite

le facce stravolte e belle

dei nostri medici e infermieri,

per questa sofferenza intera

di tutti in lotta ora per ora

e talvolta a piangere

non visti

“ perciò, Marcello , continua a suonare”

PAOLO VITTORIA  

( giornalista, IL MANIFESTO, ITALIA)

 

ATTESA …

 

Le rondini erano libere,

libere di cantare,

s’ ascoltava il dolce soffio del vento

e il lieve ondulare del mare.

 

Ora il Tempo si è fermato all’ improvviso

ha smesso di andare.

E’ ogni uomo,  chiuso in un angolino,

in attesa di conoscere, qual sarà il suo Destino

 

 

 

HÉCTOR ÑAUPARI

( PERU)

 

 

CERVANTES EN LIMA

 

Un día de niebla metálica y melancólica

llegó Miguel de Cervantes a Lima, para no regresar jamás.

 

Y alcanzó el puerto amurallado de El Callao, invadido de corsarios y escombros,

sin un duro, a punto de quedarle inmovilizada la otra mano por los acreedores

y con la imaginación, amante caprichosa e histérica como la muerte,

soplándole en la nuca.

 

Atravesó los sembríos que siglos más tarde quedarían cercados de barrancones y sicarios,

los imaginó ejércitos de moros que combatiría con ardor su caballero enloquecido

y de triste figura.

 

Lo cogió un temblor que lo hizo enmudecer de miedo. Un gigante ha pisado fuerte, evocó, Arcángel San Miguel, protégeme de este huracanar de la tierra, dijo, santiguándose.

 

Acercándose a los extramuros vio a las mozas entrar y las vislumbró Dulcineas, damas imaginadas y sin diálogos de sus novelas, invento de su inventado personaje, sin que sus lectores conozcamos nunca el color de su cabello, el verdadero rojo de su boca, la profundidad de sus ojos.

 

Llegó al damero que pizarristas y almagristas tintaron de sangre.

Buscó una taberna donde beber lo de Castilla, leer un poema, un cuento, o promover un entremés.

 

Y un tercio que le admiraba por su bravura en Lepanto lo llevó a un lugar que quinientos años después sería conocido como El Cordano.

 

Concolcorvo, Felipe Santiago Salaverry, Ricardo Palma, Abelardo Gamarra el Tunante, César Vallejo, Martín Adán y Antonio Cisneros, entre otros fantasmas del futuro, le esperaban.

 

Y todos le pidieron leyeran la novela de su héroe.

 

Y el Príncipe de los Ingenios empezó: “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”.

 

Y entonces, despertó, para recitar:

 

Puesto ya el pie en el estribo,

con ansias de la muerte,

gran señor, esta te escribo.

 

 

 

 

ANGEL MARIA DE PABLOS AGUADO

(ESPAÑA)

 

 

A manera de exordio

 

En el nombre de Dios el hombre muere

Y en el nombre de Dios el hombre mata,

que no hay Dios al que el hombre más venere

que ese Dios del dolor en catarata…

 

El hombre que no come, en miserere

pide el pan que la escasez le arrebata

y, en vez de pan, en vez de alimento,

al hombre no le dan más que el olvido

para asar en la hoguera del tormento…

 

El hombre se alza contra su apellido,

el hombre roba, y hiere, y es violento

y el orgullo le hace descreído…

 

¿no podría vestir Dios al desnudo,

arropar al harapiento,

dar de beber al sediento

y servir al desvalido de escudo?

 

 

 

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