El poeta Javier Matilla Domínguez
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar los textos musicalizados e interpretados por el poeta leonés Javier Matilla Domínguez (1966) durante el XIV Encuentro ‘Los poetas y Dios’ que, bajo el lema “Del Verbo y lo Sagrado”, se celebró en la localidad leonesa de Toral de los Guzmanes los días 12 y 13 de enero. Este acto está organizado por la Asociación Cultural Evangélica ‘Eduardo Turrall’ y está promovido por el Ayuntamiento de Toral de los Guzmanes. También cuenta con el apoyo de la Diputación de León, de la Junta de Castilla y León, de la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos y de la Red Iberoamericana de Poetas Cristianos. Matilla Domínguez, ganador del II Certamen de Versos Burlescos de Genarín, tiene publicado el poemario ‘A la sombra de la luna’ (2017).
FOTOGRAFÍAS DE JACQUELINE ALENCAR
Poetas y autoridades en la sesión inaugural
HIJO DE LA ESPERANZA
Sobre una cuna de mimbre
vestida de inmenso cielo
te posaron manos expertas,
que aún tiemblan sosteniendo
el origen de la vida
resbalando entre sus dedos;
la vida del que ha nacido
para volver a gestarse
en el corazón ilusionado
de un hogar humilde y sabio,
de los que alargan la esperanza
donde otros se rinden al mañana
olvidando a su suerte
sobre el amoroso Nilo,
al “Moisés” contemporáneo.
Diciembre te dio la bienvenida
con su fría manta de escarcha
dibujando en la ventana
un pergamino vacío,
con el vaho de tu aliento
que huele a rosas y calma.
Treinta y cinco siglos después
apenas nada ha cambiado,
nos jactamos de “Yahvé”
de su obra y del deber,
creyéndonos suficientes
mientras somos faraones
de una tribu acomodada
que hipoteca su futuro,
empapando de frialdad
un presente ya sin alma.
Pero tú tendrás la suerte
de sentirte el elegido,
de sobrevivir al mundo
escribiendo con tu vida
en el limpio pergamino
que te dio la bienvenida.
Otro momento de la intervención de Javier Matilla
RAÍCES
Escondida está la vida
bajo el peso de su cuerpo,
mientras crece una semilla
al compás del universo.
Danza con la madre tierra
y en su vientre se alimenta
la que ha de dar abundantes,
los frutos que el viento mueva.
Savia que corre por sus venas
cerrando grietas, tapando heridas,
cirujano que en sus manos esconde
toda la magia de su botica.
Raíces que nutren la existencia,
que saben calmar la tortura,
que caprichosamente se adornan,
o desprenden calor con ternura.
Cepa que sostiene la verdad
del peso de los años ya vencidos,
de ramas cargadas de experiencia
y de tallos que al fin darán sus frutos.
Frutos de amor y alegría
testigos de todos nuestros días,
que comparten aroma y color
de una raíz, que se ha convertido en flor.
Cartel Poetas y Dios 2018 (Del Verbo y lo Sagrado)
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.