El poeta Miled Faiza
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar, por vez primera en castellano, estos poemas de Miled Faiza, poeta y traductor tunecino residente en Estados Unidos, donde enseña lengua árabe en Brown University. Ha Publicado hasta hoy: Restos de la casa a la que entramos una vez, 2004 y Los dedos del escultor, 2019. Tradujo al árabe las novelas de la escritora escocesa Ali Smith. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés y serbio.
خلف شباك مكسور
قمرانِ
أوْ زهرتا فاوانيا تتناجيانِ
على كومة من أوراق السنديان
في غرفة تكادُ تنهارُ جدرانُها من الصراخ
لولا شبّاك مفتوحٌ
وستائرُ تهزّها الموسيقى والريحُ
وفي أقصى الشارع يغيب جنودٌ
في معاطفهم الطويلة
ملوّحينَ بأيديهم لامرأة تنتظر وحيدةً خلف شبّاك مكسور
DETRÁS DE UNA VENTANA ROTA
Dos lunas
o dos rosas de lavanda
hablan entre ellas
encima de un montón de hojas de roble
en una habitación, cuyas paredes casi arrasadosde gritos
si no fuera por una ventana abierta
y cortinas agitadas por la música y el viento.
Al otro lado de la calle, se ausentan los soldados
con sus abrigos largos
agitando sus manos en saludo a una mujer
esperando sola detrás de una ventana rota.
Foto de Miled Faiza
نينا سيمون
صوتها المجروح بقطرات عسل برّي
ريحٌ عاصفةٌ
رائحةُ الأرضِ حينَ تتفتّحُ مسامُّها صيفاً بعد مطر غزير
ودمي الآن يفورُ
دمي ربيعٌ تنقرُ عصافيرُه الجائعة جسدي
وفراشاتٌ مُنهمكةٌ في تزويج زهراتٍ يانعة
صَوتُها رعشةُ جَسديْنِ تحرقُهما الرغبةُ
في ليلٍ باردٍ تطلعُ من خلفِ أشجارهِ العالية شمسُ أبريل
NINA SIMÓN
Su voz herida por gotas de miel salvaje,
como un viento huracanado
un olor de la tierra cuando sus poros se abren en verano
después de una fuerte lluvia.
Y mi sangre está ardiendo ahora
mi sangre es una primavera
donde sus pájaros hambrientos picotean mi cuerpo
Y unas mariposas ocupadas en desposar las tiernas flores.
Su voz como el temblor de dos cuerpos ardiendo de deseo
en una noche fría, sale de detrás de sus altos árboles, el sol de abril.
Foto de Miled Faiza
القطار السكران
هنا تنتهي الرحلةُ
نشعل شموعاً للأشجار العالية
نملأ القواقعَ بماء المطر
ونتوارى في كهوفٍ حفرتها الأُممُ الأولى
لنطفئَ عطش الأزهار في جسدينا
نرقص مثل عاشقيْنِ
في كتابٍ إغريقيّ قديم
مُغلق ومَرْميّ
في بيتٍ صغير
تحت الهِضابِ
العارية
الهضاب التي تنأى في أُفق بعيد
بينما القطار
يقترب من سانْ فرانسيسكو
مترنّحاً
كأنّهُ مركبٌ سكران
خرجَ لتوّهِ
مِن حقيبةٍ
متروكةٍ
على ساحلِ
بعيد
EL TREN EBRIO
Aquí termina el viaje.
Encendimos velas para los árboles altos
llenamos los caracoles de agua de lluvia
nos escondemos en cuevas excavadas por las primeras naciones
y apagamos la sed de flores de nuestros cuerpos
bailamos como dos amantes
en un libro griego antiguo
cerrado y descartado,
en una pequeña casa
bajo mesetas
desnudas
mesetas ágiles en un horizonte lejano
mientras el tren
acercándose a San Francisco
jadeante
como un barco ebrio
que acaba de salir
de un saco
abandonado
en una costa
lejana.
Foto de Miled Faiza
تأويل الفراغ
ليس ثمة شيء معقّد هنا
كل المشاهد تبدو بسيطة
المقبرة المزيّنة بالورد والشموع مثل عروس
الغرف المرتّبة والنظيفة
الطالبة التي تعانقُ حبيبها وتأخذُ يده إلى السماء
الموسيقى الساقطة مع بروق الصيف من أشجار عالية
كلُّ شيء يبدو بسيطاً
كلُّ شيء يدخل الليلَ دونَ رجعة
وأنا أكتبُ تفاصيل الرحلة غير آبهٍ بما قدْ يحدثُ
في عالمٍ يَتآكل
INTERPRETACIÓN DEL VACÍO
No hay nada complicado aquí
todas las escenas parecen sencillas,
el cementerio decorado con flores y velas como una novia
las salas ordenadas y limpias
la alumna que abraza a su amado y le lleva de su mano al cielo
la música caída con relámpagos de verano
de los altos árboles.
Todo parece sencillo,
todo se envuelve en la noche sin vuelta
mientras escribo los detalles del viaje,
sin prestar atención a lo que podría suceder
en un mundo que se está desgastando.
Foto de Miled Faiza
عازفة البيانو
أرى حقولا من القمحِ
وعصافيرَ تطير وتحطّ
على أصابع امرأة تعزف البيانو
أرى جبالاً تصعدُ من يديها
وأخرى تغور
أصابعَ تتقاطعُ
وعرقاً يقطرُ من سَقْفٍ نديّ
لم يسترِحْ في اليوم السابع
باركَ عواءَ الذئبة في دمائها
إغْماضة عينيها
وارتعاشة نَبِيّ يزرعُ ضلوعَهُ في حديقةِ بيْتها
LA PIANISTA
Veo campos de trigo
y los pájaros vuelan y se posan
entre los dedos de una mujer tocando el piano,
veo montañas que remontan en sus manos
y otras se hunden,
dedos cruzados veo
y el sudor goteando de un techo rociado.
No descansó el séptimo día
bendijo el aullido de la loba en su sangre
bendijo sus cegados ojos
y el temblor de un profeta
que planta sus costillas en el jardín de su casa.
Foto de Miled Faiza
Abdul Hadi Sadoun recibiendo el diploma de Huésped Distinguido de Salamanca
(foto de Jacqueline Alencar)
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