El poeta palestino Najwan Darwish
Crear en Salamanca tiene el privilegio de ofrecer, en exclusiva, una amplia muestra de la poesía del palestino Najwan Darwish (Jerusalén, 1978) Poeta, periodista, traductor y crítico literario palestino. Se le considera como una voz singular y renovadora en el panorama poético árabe. Parte de su obra fue traducida al inglés, francés y español, entre otros. En nuestro país la editorial Valparaíso publicó, en 2016, un libro titulado “Nada más que perder”, traducido por Juan José Vélez Otero, con introducción de Nathalie Handal.
Agradecemos el envío realizado por intermedio de nuestro colaborador, el destacado poeta y traductor Mohamed Ahmed Bennis.
Las pinturas son del artista palestino Ismail Shammout (1930-2006).
HISTORIA BREVE SOBRE EL CIERRE DEL MAR
Al entrar en aquella calle, en las afueras de la ciudad
que lleva al campamento
si encuentras algunos niños saliendo de aquella escuela que parece una prisión
si encuentras a siete de ellos manteniéndose en el umbral del silencio contemplando
Si ves a un niño delgado, de ojos iluminados de tanta inteligencia terrenal,
ya habrás encontrado a mi amigo «Tissir
su gente tuvieron un país que les fue robado en la claridad del día
en sus ojos inquietos se puede notar el despertar de los pájaros
ni las casas de cemento,
ni el recuerdo de estaño
y tampoco las voces temibles de la inalámbrica del ejército de ocupación durante las semanas «toque de queda», todo
no redujo ni un grano la iluminación en sus ojos.
había visto el mar una vez y nada podría convencerle de no ir por ahí otra vez.
En los largos días de toque de queda estaba obligado a tener paciencia
se quedaba con la promesa: «En algún atardecer, al levantarse el toque de queda te llevaremos al mar.»
Cuando al fin se levantó el «toque de queda» en alguna víspera, le dijeron: «el mar está ahora cerrado, vete a dormir.»
Aquella noche no durmió, imaginó a un viejo
cerrando el mar con un gran tablón de estaño
bajándolo de una estrella del horizonte hacia el arena de la playa
lo cerró perfectamente con un gran candado (más grande que el de la tienda de su padre en la calle Omar Mukhtar)
Después se imaginó al viejo de vuelta a su casa.
Cuando entras a aquella calle en las afueras de la ciudad
que lleva al campamento
si vislumbras dos ojos iluminados de tanta inteligencia terrenal
pregúntales, por favor, si el mar de Gaza se habría «abierto» o todavía sigue cerrado.
LA ÚLTIMA MÁSCARA
No la he encontrado
todavía
aquella escritura que libera
aquella de la que me apoderé alguna vez
en las sacudidas de esos climas
que se parecen a la juventud y a la pasión
se parecen a los placeres del cuerpo cuando te sorprenden.
No la he encontrado
y tal vez ya no la buscaba
estaba ocupado de fruslerías y se mancilló mi sosiego
pretendí que no encuentro tiempo para afilar su hoja.
el tiempo estaba poniendo máscaras y llamaba
por detrás de la cuna del bebé
por detrás del reptar del bebé, los pasos del niño
y las sacudidas del adolescente
La angustia del joven, la desesperación del hombre
y la vejez de todas las promesas
cuando el tiempo ya no tiene máscaras para poner
Pero ahora
debo reptar
dar pasos
tropezar
persiguiendo mi angustia
y antes de todas las promesas yacer en el ataúd.
la última máscara está en mi mano y me la voy a poner.
EN LA TEMPESTAD
Te recuerdo en la tempestad
porque eres la tempestad
solo en ti hemos vivido obstinados,
supón que yo liberaría esta mañana
¿te perdería para siempre?
me dejaría caer en los abismos de una insondable perdida?
abismos que se procrean
abismos, escucha sus frías risas
y deja detrás de ti cualquier esperanza.
Supón que yo liberé esta mañana
¿me perdería a mí mismo para siempre?
Ésta, ya la he perdido ayer,
la he perdido también mañana,
el destino no me la devolverá sino para perderla?
¿cómo la gente entenderá que vivíamos obstinados
entre desarraigados y quedarse aferrados?
¿cómo iba a entender
que cada vez que me acercaba a la tempestad
me recordaba nuestra casa?
Y NO PARÁBAMOS
No tengo país para ahí volver
No tengo país para ahí desterrarme
Un árbol cuyas raíces agua de río que fluye
al no pararse muere
si se para también muere
Sobre la mejilla de la muerte y sobre su brazo
transcurrieron mis días más relucientes
mi país que cada día yo lo perdía
también lo estaba ganando cada día
Toda la gente a un solo país pertenecía
y mi país se multiplicada en las pérdidas
se regeneraba en las pérdidas
sus raíces en el agua estaban como yo,
si paran de serlo mueren
si no paran también mueren
ambos fluyamos con un río de rayos de sol
del oro en polvo que de antiguas heridas subía
Y no parábamos
Ambos fluyamos
Y nunca hemos pensado parar y reunirnos
No tengo país para ahí desterrarme
No tengo país para ahí volver
Y si me paro en algún país me muero.
Es un país que, por supuesto, la lluvia arrastró
Es un país que he perdido y recuperado
no tenía más remedio que perderlo y recuperarlo
Éste era mi destino
me desgarraba en el sueño recuperándolo
y en la vigilia perdiéndolo
no dormía
ni me despertaba
Es un país que la lluvia arrastró
dejándome tirado
sin del todo perderlo
y tampoco recuperarlo
La lluvia me arrastró y dejó a mi país fuera de mi alcance.
TAL COMO ÉSTOS
No te puede ocultar que mi conciencia está allí contra la justicia
contra la ley a la que veo sólo como una celda donde atado le arrodillan al derecho
en unas noches sin aurora
en una aurora sin noches venideras.
Te oí cantar esta noche a los desobedientes
Oí los secretos en tu voz
me dije a mí misma, tú eres desobediente tal como éstos
Te derriban las pasiones como una noche sin aurora
como una aurora sin noche venidera
como la muerte que es el principio
que estés donde están éstos
que seas como las tempestades resistiendo al mar
derrotadas y resistiendo el victoriosas porque resisten
que seas como las tempestades resisten
que seas contra la justicia tú eres la justicia.
Oh alma
Tal como éstos eres tú
Tu destino es el destino de éstos
¿Por qué entonces me hablas en conversaciones de fabula?
¿Por qué entonces me insistes y yo dándole un portazo a la puerta detrás de mí?
¿A este país le echo gas y quemo colinas de sus espinas, que no devuelves?
¿Quién arrastrara esta pesadilla de su hocico oscilando como un rinoceronte?
Oh alma, tal como éstos eres tú
Éstos quienes no conozco y con quienes comparto destinos envenenados
Comparto con ellos cosas y no los conozco,
casi no sé quién eres tú, oh alma.
El rinoceronte pasea por las habitaciones
Pasea sin sentido en el laberinto de la repetición.
] Pesadillas consumidas
se ocultan y se venden como unas nuevas pesadillas[
Se acabó ya todo, oh años de miseria míos
casi no consigo conocerte.
ASESINADOS MÁS FELICES
Los refugiados dicen los periódicos
Los refugiados, la palabra se repite con frecuencia en oficinas con aire acondicionado
Los refugiados, la nieve cae sobre sus tiendas de campaña,
Los asesinados más felices que yo,
¿quién excepto yo, que envidiaría a los asesinados?
Como un pañuelo antiguo
la tierra de Siria se extiende
en una caja
¿la salvó un jinete o los ladrones la saquearon?
vuestro nombre es como una tela muerta
no se desgasta
me la vestí en el día de la resurrección
Oh, Dios, estos son mi gente
¿Cómo nos llamarás en los cuadernos del Juicio Final?
Sí, somos refugiados…
***
Nadie diría lo que he dicho
y tampoco la tierra lo dejará ir
Ahora trato de dirigirme hacia mis cosas
pero la tierra
pone en mis manos los harapos de su padre muerto
la foto de su hijo perdido
de su hijo secuestrado
y de su hijo que la vendió.
Caravanas interminables
de esclavos
Historias de injusticias
interminables que nunca acaban
las pone delante de mí
y ni siquiera puedo huir,
La Tierra nunca me deja preocuparme de lo mío.
Najwan Darwish leyendo sus versos
LE DIGO A MI OTRO
Le digo a mi otro dónde está el cuaderno de los vicios,
Entrégamelo para que escriba en él mi alegato o mi acusación
O para que presente por lo menos mi testimonio.
Cuaderno de los vicios que he puesto cerca de la cama o sobre el televisor
O en la mesa de la cocina
Era solo para mí y era propiedad pública
Incluso los transeúntes en él estaban escribiendo.
Me digo a mí mismo: ¿qué es mi otro, que has escrito en el cuaderno
y qué escribieron sobre ti?
Yo le digo a mi otro, que es yo mismo, igual si escribimos o si no escribimos
Nadie sabe dónde está este libro ahora…
Le digo a mi otro, lo bueno que es ser analfabeto entre el otoño y el verano
Lo bueno que es no saber hasta los árboles
– estos que de cualquier modo, han perdido la memoria–
Le digo a mi otro, ya no importa quien dice al otro, dado que tampoco es importante quién es el otro en la topografía de este olvido.
Le digo a mi otro cómo se llenó el cuarto alrededor de nosotros con libros y viajes
¿Cómo nos volvimos uno y la lengua supone que somos dos?
¿Cómo he llegado a alcanzar todos los límites finales sin tener ni un inicio?
¿Es lícito que uno termina sin llegar a tener un principio?
***
Después de un instante del tiempo
se me ocurrió que la tierra es rehén en la mano de las estaciones
Cada vez que una estación la libera otra la coge como cautiva
¿Entonces, puede que haya alguna esperanza
para que encontremos nuestra libertad en una tierra cautivada por las estaciones?
CUATRO METROS
En aquella habitación
de cuatro metros × cuatro
habían jardines extendiéndose hacia Grecia
ciudades persas enteras
Kandahar y Bukhara con sus minaretes cilíndricos
tenían el lado nórdico del Cáucaso y aquellas sombras verdes de Ararat
Muchos cementerios que evitaba siempre buscar la identidad de sus dueños y palanquines balanceándose en las Mualaqat
mujeres con pañuelos blancos más extendidos que las eras.
la dimensión y la proximidad de aquella habitación eran piedras de molino
giran sobre sí mismos
canales de música merodean sin contar aquellos músicos que ahí se establecieron noches y siguieron su camino
Filósofos desesperados también y poetas fugitivos de las casas de sus madres
jardines de niños a cargo de jubiladas Hadas.
de los que no puedo apoderarme ahora ni siquiera nombrarlos
era una estepa sobre tierra y una muchedumbre de naciones como una boda en el amanecer del día de la Resurrección.
Oh Muhammad
Dónde te fuiste todo este tiempo?
Mucha gente se aferra a los palacios construidos en el paraíso
Pero yo no busco
esta mañana
sino unos cuatro metros × cuatro
yo sólo sé cómo los he perdido
yo sólo sé que nunca los voy a recuperar.
LAS LUCES LOS HENDIRÁN
Le dije no abuses en recordar los árboles
Porque los árboles no recuerden a nadie
Ve cómo los invasores se ponen bajo sus sombras sin quitarse sus cascos
Ve cómo pisotean sus sombras con sus botas
Los árboles no recuerdan los que los plantaron
No se preocupan de los que los arrancan
No se acordó de mí un árbol cuando fue desterrado de la tierra de mis antepasados
Los árboles debajo de las cuales dormía durante toda mi infancia me tratan ahora como si fuesen extranjeras
Le dije: Ya no creo ni siquiera en los árboles.
***
Le dije que no abuses en peinar el pelo largo de los días
Esta inmensa coquetería herirá cuando ella corriendo despeinada y descalzada en las estepas espinosas
Le dije a sus perecederos días igual que nosotros, ¿cuántos días están ahora debajo del barro?
Le dije economiza en encender las velas
dentro de poco soplará el mismo viento que extinguió la primera vela
que aquella primera mano encendió, y como tú, excesivamente abuso peinando el largo cabello de las noches.
Le dije que economiza incluso en el amor, porque ya escucho los adufes, provienen de la lejanía tormentosa
Oigo las cuerdas del instrumento distribuyendo un espectáculo sombrío
Imágenes sopladas
Oigo los días corriendo detrás de sus raptores en colinas vacías del aire.
***
Le dije no viajaba sino para escaparme de ti
y sólo llegaba a ti …
¿Cómo pudiste esconder este pequeño ídolo durante catorce siglos
y porque lo sacas ahora?
lo hendirán las luces de la mentira.
Él también le gustaría escapar.
TE LO DIJE MUCHAS VECES
Te lo dije muchas veces
Y mientras te lo decía los grupos hacían con su muerte pueblos
y la eternidad vacilaba
como un barco que acaba de descubrir el mar
Te lo dije muchas veces
Y mientras te lo decía creaba mi muerte
Te lo dije muchas veces, O estatua de barro
pero desde cuando oía el barro?
¿De quién se estaba burlando el alfarero
cuando te ponía grandes orejas que oían,
de quién se burlaba, o barro?
¿Y por qué el alfarero te ha creado un corazón?
Cuando lloras fluyes
y sólo se mantienen de ti las palabras.
Ahora estoy caminando sobre ti
es decir, que estoy caminando sobre mi muerte
Pero, te lo crees de verdad que unos colonos vinieron desde más allá de los mares y te robaron?
O barro, los invasores han robado mi muerte.
***
Aquí te sientas en el mediodía del miércoles del invierno del Carmel
Cerca de sus pinos y su mar
O barro
Ya has vivido lo suficiente
para que te sientes ahora y llores.
MUCHEDUMBRE DE FANTASMAS
Te golpea la oleada de gente
una oleada trenzada de miedos, de complejos de culpabilidad y de migraciones
Una oleada igual la levanta la abundancia
o se rompe en la escasez
igual te hunde
igual te golpea
Cree que eres parte de la llovizna de una ola
y te descasarás
igual te hunde
y igual te golpea la oleada de gente.
***
Estas palabras los anoté en la calle entre el sueño y el despertar
mientras cruzas el valle de la sombra de la muerte
y dices a tí mismo, no tengas miedo
al hendimiento de los alientos
entre mirada y otra mirada
en el placer de la opulencia trascendente
La opulencia que dice al tiempo: Yo soy el tiempo.
También los anoté en la desesperación
en el abrazo del disgusto
en el desengaño que brinda las copas
en la multiplicación de los semejantes en el banquete de la humillación
en una abundancia que surge de la escasez
y en vano anotaste estas palabras.
***
Tu vehículo sacudido en el fondo de los abismos de una antigua esperanza
en la cima de una desesperación que casi se extiende
Tu vehículo sacudido
y los viajeros que te acompañan son una muchedumbre de fantasmas
que suben y bajan
y el vehículo sacudido en la trayectoria vertical de la extinción
una muchedumbre de fantasmas
y el vehículo sacudido.
Bejan Matur y Najwan Darwish
TRISTEZA EN LA CAPITAL ARGEL
La música golpea detrás de ti como una ola hambrienta
el piano es la voz de su hambre, la percusión de su ira
aunque se aleja .. basta con escuchar atentamente para oírla
no puedes concertar una tregua con ella, ni domarla
tiene los alientos de todos los náufragos
las voces de aquellos que no han encontrado su pan diario y se callaron.
[Pero ahora en este árido desierto estas buscando árbol para colgarte a ti mismo en ella pero no la encuentras]
No se alejan de ti, «las Casas del sol» *
No se alejan de ti los mensajeros de la montaña ni los vagabundos de la capital
Ni las palomas se hacen de Bagdad sobre las ventanas adornadas
Tampoco las aves practican el sexo colectivo con el cielo…
de ti no se separan los sublevados contra los que ha conspirado la lluvia y los guardias del gobierno
Tu eres el hijastro de aquellos y el perseguido de estos
la música suena en todos los sitios
y el aire se desgarra.
2
Imaginad una persona que nunca ha escuchado cantar a «Warda»
sus melodías egipcias en especial
En su voz está la ascendencia del condenado voluntariamente a la horca
y después no ejecutan
le dicen: Vete tu castigo es el amor.
Yo fui a Argelia y no volví
Aquel país tiene un corazón como la caverna
Si te metes dentro nunca saldrás
Tiene un amanecer sangriento
puntúa de dulzura como árboles de morera
y la muerte ahí no es una muerte.
* Barrio popular en la capital Argel
MONÓLOGO
Le dije a la mujer que comparte mi destino:
Tú eres como mi alma que insistentemente ordena la perdición,
le dije que el amor y las paredes de repente se hienden
y yo con ella desnudos delante del tiempo
La desnudez del verano y su viscosidad
la desnudez del invierno y sus temblores,
Pero donde he colocado mi destino, -que es el tuyo-
Esta mañana lo he buscado y no lo encontré?
te lo he confiado
Este insignificante que el recuerdo mantiene,
lo has esparcido como hacen las que viven en el lujo
o lo has intercambiado por algunas necesidades domésticas
¿Era útil en algo
para que tenga consuelo por su pérdida?
Es cierto que ya no siento nada
en la oscuridad de esta casa abandonada
Pero, en cualquier caso, era mi destino
que ahora te callas frente a su pérdida!
dices: Tú eres de un pueblo perdido
de un planeta perdido
He vivido contigo en un país abandonado
y he morado contigo una hogar abandonado
hemos bebido de dos copas abandonadas
tus libros eran dispersos y abandonados
No esperábamos nada más que el abandono
que se posaba sobre nosotros con la puesta de sol …
Ella me dijo: Esta es tu costumbre en amargar el abandono,
después, sus palabras se mezclaron con mis palabras
No sabía quién es el que se enfadó y dijo al otro:
Somos huéspedes del abandono
Sé educado!
N. Darwish
HUYE
Oigo una voz que me decía: Huye
y deja la isla de los ingleses detrás de ti
a nadie perteneces salvo esta radio perfectamente falsificado
Salvo la cafetera
salvo los árboles del jardín trazados sobre la seda del firmamento
Escucho la voz en idiomas que conozco
y en otras que ignoro:
Huye
y deja detrás los autobuses rojos y en mal estado
los ferrocarriles oxidados de los trenes
esta nación atormentada con una mañana de trabajo
Esta familia que cuelga la foto del Capital en la sala de estar como si fuese su padre
Huye de esta isla
Nada está detrás de ti salvo las ventanas
Ventanas a lo largo del alcance de la vista
Ventanas durante el día
y ventanas por la noche
Escaparates apagados de dolores iluminados
Escaparates iluminados de dolores apagados
Y oyes la voz: Huye
en todos los idiomas de los residentes de la ciudad
que huyen de los sueños de su infancia
de los dolores colonias que se convirtieron en firmas frías en libros
cuyos autores ya fallecieron
aquellos fugitivos, y se olvidaron de que huyeron, aquellos que son tan cobardes para cruzar la calle
ahora recogen toda su cobardía y gritan:
Huye.
TE OFREZCO ESTE VALS
Entre las moaxajas de Sabah Fakhri
y los ritmos de Mohamed Abdel Wahab
se mueve el vals de mi noche
hay quién dispara desde la ventana
y quién insinúa el naufragio y los incendios
Incluso que la mismísima Jerusalén se derrumba
pero el vals no se detiene
Incluso cuando cae ardiendo cerca de mí una columna histórica
incluso cuando veo jovencitos sionistas haciendo el papel de ladrones representando ser sionistas,
son tan jovencitos que no los veo …
Te ofrezco este vals, te lo ofrezco.
***
No puedo comprar mis amigos de la muerte
La muerte compra y no vende.
La vida me dijo:
No compres nada de la muerte
La muerte solo vende la muerte
Ellos son para ti para siempre
están contigo para siempre
Tus amigos -si lo sepas- son la vida.
***
La eternidad en nada me concierne.
Me despierto sobre un asesinato fugaz y salgo de una pesadilla consumida
mi única relación con la tierra, con la transparencia del anochecer sobre un país robado
en el mar no me fijo
como evita el zorro mirar a su pierna herida.
Otra imagen de Najwan Darwish leyendo sus versos
SOY UN FANTASMA Y SÉ DE QUÉ ESTOY HABLANDO
Se me ocurrió
mientras que la lluvia caía sobre los árboles asiáticos
debajo de la Muralla de China
cuando estábamos allí tomando té
y escuchando soñolientos cada uno los poemas de otro
se me ocurrió decirles:
aquí somos fantasmas.
Los fantasmas se reúnen para calentarse
se mueven en grupos
porque saben que no forman parte del grupo
yo soy un fantasma y sé de qué estoy hablando
Se me ocurrió una idea y la oculté
Los fantasmas ya saben esto
y no les gusta escucharlo de nadie
Los fantasmas tratan de olvidar
y cuando se reúnen en grupos
lo hacen para olvidar
beben té
y leen poemas cada uno en los oídos de los otros
para olvidarse.
Ahora estamos
debajo de la Muralla de China
La lluvia cae
mientras que el té está a punto de acabarse
también los poemas
soy un fantasma y sé de lo que estoy hablando.
De los residentes del infierno soy, señor,
Muchos años estaba sentado aquí
¿No me merezco convertirme en ciudadano?
¿Incluso en el infierno las casas tienen sus propietarios que recogen el alquiler
y inquilinos desalojados?
Pensábamos que el Infierno era un lugar para asentarse, un final de la perdición
(de hecho, lo imaginamos una cárcel; sin asociaciones que denuncian la tortura, y los ángeles / verdugos inmunes de cualquier responsabilidad …)
Pero aquí estamos en el infierno y nada de eso!
¿Quién hubiera creído que iba a estar sentado con las manos puestas sobre mis mejillas
esperando la salvación
incluso en el infierno?
He vivido los dos el paraíso y el infierno
tantas veces
y se me han repetido frecuentemente hasta que el Paraíso ya no era paraíso
ni el Infierno un infierno
También me he cansado de caminar en el istmo;
Ayer me lo imaginé como una playa oscura
descalzo
me metía cerca del pie de la ola
y debajo de mis axilas mis sandalias para más allá del istmo
El mar era tan oscuro
y yo era como un ser humano
que lleva sus sandalias y enfrenta su suerte.
En esta noche tuve temor y no bajé al istmo
dije me dormiré y visitaré Metina
Ahora solos abren la puerta para un visitante que viene del infierno.
SÉ QUE ERES MI VOZ
Quisiera que llegase a todas partes del mundo
para que sepa que era el este y el oeste
Quisiera que volviese a los jardines y viese el Infierno con sus propios ojos
Quisiera que me niegue
y que se parezca a toda la gente
Quisiera que ascendiese al trono rodeado de ángeles
Lo quisiera errante y fugitivo
como un rostro que vi en la diáspora
solo la Tierra es refugiada
y sabe que el cielo es su tienda de campaña puesta sin puntales
solo el Cielo es refugiado
y sabe que la tierra es su tienda de campaña quemada
Quisiera que reunieses la ansiedad de los muertos de la tierra muerto tras muerto
Quisiera que estuvieses abrumado de sus cargas
Quisiera que aprendieses de memoria sus poemas, los recitases y los olvidases
Quisiera que empezases como forastero
y que volvieses como forastero
y que tu destierro quépase para los firmamentos
Quisiera que despertases los muertos de la tierra y les pidieses el perdón
y el olvido
Quisiera que te disipases
en los adufes de los árabes, los salterios de los persas y los trovadores de la India
para que sepa que eres mi voz.
Najwan Darwish
DEBAJO DEL SOL DE BEIRUT
Errar en pueblos de sueño abandonados
el corazón de su gente se convirtió en bolsas de nilón en los centros comerciales
su Historia perseveran borrarla las luces de neón y los limpiadores
a todas horas
Una muchedumbre de consumidores que solo compran el dolor visible para aquellos que han pasado sus noches
en habitaciones de refugio que nunca se convierten en hogares
en países de asilo que nunca se convertirán en países
No debes gritar
Ellos fijan sus manos sobre la Cruz del refugio
Tienes que perdonarles a los clavos y ocultar sus cicatrices
mientras desciendes
Tienes que ocultar tus muñecas con largas camisas.
***
¿Qué le hace un canto a San Marón
a los hijos de Sabra y Chatila, que no crecieron
a sus madres que todavía tienen miedo
en los cementerios desordenados
en los cementerios desterrados
bajo el sol de Beirut?
No se desgastan los primeros momentos de darles a los clavos
de levantar la Cruz
de invadir el campamento
continuaras golpeando
de por detrás de las grietas de los años
de por detrás de la sangre de un canto
que levantan los cantores a San Marón.
…………………………………………….
Khalid Raissouni (Casablanca, Marruecos, 1965). Poeta y traductor. Entre sus libros de poesía están : Más allá del olvido y Libro de los secretos. Obtuvo una Licenciatura en Literatura Árabe por la Facultad de Letras y Humanidades de Tetuán en 1988 y trabajó como profesor de Lengua y Cultura Árabes en el Instituto Español Severo Ochoa, de Tánger. En 1985 participó en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Moscú y contribuyó en el Festival de Poesía Marroquí en Chauen en varias ediciones. Miembro de la Unión de Escritores de Marruecos desde 1986. Su producción literaria incluye poesía, artículos, estudios literarios y la traducción de literatura, especialmente poesía. Ha publicados sus escritos en periódicos y revistas marroquíes y árabes como Al Muharir, Al Alam, Al Bayan, Al Quds Al Arabi, Kikah, Al araby alyadid, Athaqafa al Yadida (Nueva Cultura), Nawafid (ventanas), Al Bayane Kuwait, Nizwa, Doha-magazine, Masharef Maqdissia, etc. Ha traducido libros de poesía de poetas españoles y árabes Premio Rafael Alberti de Poesía de la Consejería de Educación de la Embajada de España en Marruecos 2003.
El poeta y traductor Khalid Raissouni
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