El poeta marroquí Mourad Kadiri
Crear en Salamanca se complace en publicar estos poemas traducidos especialmente para nuestra revista por Francisco Moscoso García. Son Mourad Kadiri (Salé, 1965), poeta que escribe en dialecto marroquí (Zejel). Miembro de la Unión de escritores de Marruecos y presidente de la casa de poesía en Marruecos. Ha publicado cuatro libros de poemas: “Letras de la palma de la mano”, 1995, “Hilado de chicas”, 2005, “Pájaro de Dios”, 2007 y “Tramway’’ en 2015. Sus libros “Letras de la palma de la mano” y “Hilado de chicas” fueron traducidos al español por Francisco Moscoso García, profesor titular de lengua árabe y dialecto árabe marroquí en la Universidad Autónoma de Madrid. También ha publicado un libro de crítica titulado «La estética de la escritura en el Zejel marroquí contemporáneo: la práctica textual en la poesía de Ahmed Lemsyeh», 2012. Algunos de sus poemas han sido traducidos también al francés, al inglés, y al italiano. Ha participado en diversas actividades literarias dentro y fuera de Marruecos.
Pájaro de Dios
Al espíritu de Salma
LA HERIDA
Tu herida
agárrate a ella
abrázala… y escúchala
si te da consejo, síguela
sé su sombra
sé su hermano
la herida… habita en ti
te cura
con silencio y juicio
la herida… quien excava está lejos
viene a ti
con un sueño
y con un aroma… viene a ti
y viene a ti con una palabra
dicha
quizás… todavía esté sumergida en el vaso
en el espíritu
atrapada… o en la cabeza
tu herida
coge de ella el silencio, si habla
coge de ella la letra, si está bien instruida
y si se derrumba
sé para ella cimiento…
la herida:
rózala… te rozará
llévatela en ella… te hará rico
la herida… es como una cuenta
llena
necesita… estar llena
con espinas… agujas… y clavos
piensa en ella
entre el gentío
en el silencio… y en el discurso
hazla estandarte
ízala como una bandera
la herida es un último sorbo
la herida es una vía
un camino… ve por él
pasa el alquitrán… allí
pasa el asfalto… allí
hasta la pista
allí, te encontrarás
allí, a ti mismo… y a tu gente
la herida es un tesoro
búscalo… en tu ser
en lo porvenir, en tu pasado
cuando lo encuentres alégrate
ya que no es tan sencillo, reconocer que se tiene una herida
la herida está en él… y en él
la herida que viene de fuera
bajo la venda ocúltala
y la herida que viene de dentro
la herida de dentro
¿qué harás con ella…?
la herida dulce
incomprendido… su origen
aparece… no aparece
está en ti… no está
sembrada en tu tierra
ella todo tú
y algo de ti
tu herida… eres tú
y tú, sin ella
sin sentido
y como el padre… él
besa su mano
lávasela… en la aljofaina
ponle una pastilla en el vaso
cuando tenga… dolor de cabeza
tráele del estanco cigarrillos
llévale lo que necesite
y de vez… en cuando, échale un vistazo
por si se ha quedado dormido
ocúltala… te dará calor
acércate a ella, te contagiará
coge de ella lo que necesites
sólo un poco
te será suficiente
el negro… y el blanco
escribe la a
escribirá la b
di a la herida: bienvenida
y escribe sobre la tablilla
ella misma.. el ser herido
ella misma… el negro y el blanco
merecen… esta tierra
El poeta marroquí Mourad Kadiri
tu herida
ella es quien te crea… de la nada
de la herida
es la existencia… es Adán
y Eva
y Adán… también él
como el padre
se alegra, siente la herida
al purificarse, al rezar la oración de la mañana
levanta las palmas de las manos… funda sus esperanzas
y su herida
en sus costillas
en su corazón la oculta
su herida… ¡nunca vista!
tu herida cocínala
límpiala de ti
y de su suciedad
coge medio litro… de tu sangre
coge las albórbolas de tu madre
que se alegra por ti… por la selectividad
coge el negro y el blanco, de aquello que hablamos…
sólo un poquito ahora
Coge medio sueño
vierte… un vaso sin agua
limpia un puñado
de rosas… o de geranios
los que plantaste sobre la tumba de tu padre
y sigue
media cuchara… de pus
es suficiente
ponlo todo al fuego
y espera a que tu herida… se cueza
tu herida
es tu carta… ante Dios
ponla entre tus dos manos
como
un ramo de rosas
y pasa
con los profetas
los pobres… los santos
los poetas… verdaderos
todo aquel que tiene… una herida
pasa
vas a oír:
“quien tenga una herida… que venga aquí
quién no tenga una herida… que vuelva
a la tierra
hasta que haga una herida, entonces subirá…”
y yo soy mi herida
cuando la he mirado… y me ha mirado
ha levantado los ojos
me ha dicho:
yo soy tu dirección
yo soy tu carta y tu balanza
me he cansado de ti
te he aconsejado todo lo que pude
ahí está el mundo, dile: tengo algo que quiero
decir
antes de irme
una primera palabra,
y la primera palabra… es todo
y la primera palabra… fue sé
fue la s, fue la e
la primera palabra, fue el anticipo
y tú, tu palabra… ¡¿dónde está?!
Traducción del dialecto marroquí: Francisco Moscoso García
El profesor y traductor Francisco Moscoso García
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