El poeta Luis Pedro Paz con su libro
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar ocho textos del poeta guatemalteco Luis Pedro Paz, también periodista y profesor universitario. Se han seleccionado de su primer libro, ‘Náufrago’, presentado por la destacable poeta Ana María Rodas y por poeta Enrique Noriega, director de la editorial Ediciones del Cadejo, sello que publicó el poemario. El acto se realizó en la librería Sophos, de Ciudad de Guatemala.
Fotografía de José Amador Martín
LA LÍNEA VERDE de sus ojos es mi augurio
cuando de noche rescato del naufragio una última palabra
suya es mi voz
suyo es el verso que se ahoga en mi garganta
tras la oscuridad
tras el silencio
el recuerdo la línea verde de sus ojos
mi presagio
mi razón para seguir viviendo
Rodas, Paz y Noriega, con parte del público asistente
DOS CARACOLAS tu pecho
el sonido del mar
el recuerdo
mis dedos hundiéndose
húmedos
sobre tu playa
tu arena palpitante
el naufragio
la espiral
el rito lunar
sobre tu costa
dos caracolas
y el sol despojándose por última vez
sobre tu pecho
mi boca
Fotografía de José Amador Martín
SOS TIEMPO
grito batalla y esperanza
sos mujer
tu cuerpo se pronuncia en un idioma diferente
descubrirte
implica
leer cada mañana
con las manos abiertas
con la boca y con mis dientes
tu silencio atento
tu cuerpo desnudo
tus pezones que me observan
hacerte el amor
penetrar tu cuerpo
amoldarme a vos
como las hojas de las palmas
que se mecen con el viento
sin romperse
recorrer sin descanso
las grietas de tu piel que se renueva
calzar mis labios en tus pechos
beberlos
adentrarme en el mar interno
que gobierna el tejido palpitante de tu vientre
sorber el aroma de tus muslos
cantar
junto a vos
esta poesía
que nace del orgasmo
Ana María Rodas y Luis Pedro Paz
HAY MENSAJES que se graban en la piel
palabras que se funden mar adentro
pasajes indelebles
que llegan a ser un enclave en nuestro código genético
no no se pueden borrar los besos
ni la ternura
por eso me gusta recordar de vez en cuando
las líneas pasadas de esta bitácora
que guardan
la etapa más amable de mi tormenta interna
náufrago soy
Odiseo frente a la costa de tu boca
Fotografía de José Amador Martín
PUEDES LLEVÁRTELO TODO
los recuerdos las palabras las fotografías
borrar los mensajes de texto
los correos
los sueños que alguna vez compartimos
pero los besos de niña que dejaste en mi mejilla
déjalos conmigo
deja que se queden para siempre tatuados
para que pueda soportar tu ausencia
para que reconozcas mi rostro
el día que decidas volver
Fotografía de José Amador Martín
AÚN SOBRE LA ROPA
reconozco
la textura inquieta de tus pechos
el universo de palabras que los forman
mi aliento congelado
la vía láctea
una órbita o dos
sobre la obscuridad
un faro de luz
reclama la atención de mis labios
adentro
muy adentro de mi boca
tus primeras letras
disolviéndose
sobre mi lengua
las historias que escribieron noches atrás
tus dedos y tus pezones
Fotografía de José Amador Martín
SOLÍAMOS NADAR DESNUDOS
solos
vos
yo
sobre el recuerdo
es cierto
pero ahora que llega la tarde
comprendo
que todo aquello fue una farsa
ahí conocí tus dos rostros
hermosas máscaras de arena
que mañana habrá borrado el mar
sin que vos te hayas dado cuenta
Portada de Naufrago , de Luis Pedro Paz
NO IMPROVISA el acróbata sobre la cuerda floja
no improviso yo sobre tu piel
no se detiene el tiempo en la caricia
el recuerdo
con la ausencia
la ausencia con los labios de alguien más
no se termina el verso de tu nombre
no
no se termina
en mi boca
la noche de tu piel
Otro momento de la presentación del libro
Le he dado varias lecturas a los poemas que ahora salen a luz bajo un título directo, conciso, espontáneo: Náufrago. Cada lectura ha sido diferente porque el autor ha cruzado algunos ríos a lo largo de su travesía hasta el océano. Y las aguas les han dado claridad y limpieza. El poeta ha superado y vencido su propio lenguaje. Finalmente ha cruzado un delta inmenso y se ha lanzado sin miedo a su destino de escritor.
El título, evidentemente, nos habla de los temas que el autor escogió. Aun siendo joven ha pasado algunas veces por la desolación de no llegar a puerto, por la añoranza de un amor ya no recuperable.
Pero el hecho de verse a sí mismo solitario en la arena de alguna playa lejana, y el camino en el mar de las palabras que le han permitido llegar a ese anclaje temporal, le otorgan una calidad poco usual a este libro que, siendo ya valioso, nos deja ver lo que el futuro le traerá al poeta.
ANA MARÍA RODAS
Luis Pedro Paz firmando un ejemplar de su obra.
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