POEMAS DEL GALLEGO MIRO VILLAR. ENCUENTRO DE POETAS IBEROAMERICANOS

 

 

 

Miro Villar leyendo en la Sala de la Palabra del Teatro Liceo (foto de Jacqueline Alencar)

 

 

“Crear en Salamanca” tiene la satisfacción de publicar estos textos del poeta Miro Villar  (Cee, Galicia, 1965), doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, además de profesor de lengua y literatura gallegas, poeta, narrador, traductor y crítico literario para diversas revistas. Es uno de los nombres más destacados que formaron parte del Batallón Literario de la Costa da Morte, el célebre colectivo poético tan activo en los años noventa. Como poeta debutó en 1992 con Ausencias pretéritas, a lo que siguieron 42 décimas de febre (1994), Abecedario da desolación (1997; premio Tívoli-Europa 1998), Equinoccio de primavera(1998; finalista del premio Tívoli-Europa 1999), Gameleiros (Xerais, 2002), As crebas (2011; premio Ayuntamiento de Carral 2010) y Breizh (2012), entre otros. Sus poemas figuran en numerosas revistas literarias y en varias antologías, y fueron traducidos a lenguas como el castellano, portugués, italiano, francés, alemán, inglés, ruso, albanés y serbo-croata. También prosista y autor de literatura infanto-juvenil, en esta última faceta consiguió el Premio Ánxel Casal de la Asociación Galega de Editores, mientras que, como narrador, recibió en los años 1985 y 1987 el premio de relato corto Modesto R. Figueiredo, entre otros. Es también autor de ensayos y de un montón de ediciones críticas o comentadas, lo que se suma a otros trabajos como estudioso de la literatura. Su bitácora personal, www.crebas.blogaliza.org, fue Premio de la Asociación de Escritores/as en Lingua Galega al mejor blog literario en 2012.

 

Plaza Mayor de Salamanca (foto de José Amador Martín)

 

Los poemas seleccionados fueron leídos en Salamanca durante el XIV Encuentro de Poetas Iberoamericanos, organizado por la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura, y  dedicado al poeta argentino Hugo Mujica. También se incorporaron a la antología LA ALTURA DEL VUELO (Edifsa, Salamanca, 2011), a cargo del poeta A. P. Alencart.

 

 

 

 

 

 Miro Villar, por Miguel Elías

 

 

En el yermo que somos cualquier pescador

multiplica los peces y el pan para los suyos,

en completo silencio reinventa el evangelio

en voz de San Mateo. Y nunca habrá cronistas

para dar la noticia del milagro diario.

M.V.

 

 

Foto de José Amador Martín

 

 

ADÁN DESEXA MORRER NO PARAÍSO DE EVA

 

 

Na laranxa que filtran os teus brazos

cando me fas entrar no teu dominio,

nos peros onde enauga o meu designio

oculto como o mar e os seus argazos,

 

nas mazás do pecado, nos abrazos,

degoiro ser Adán, sen raciocinio,

no pexego zugado en condominio,

desexo ata morrer coma pedrazos,

 

no líquido azucrado que me dás,

que bebo pouco a pouco, con agrado

pois acórdame o odor dunha begonia,

 

na laranxa, nos peros, nas mazás,

no pexego e no líquido azucrado

degoiro o teu sabor de macedonia.

 

 

  Foto de José Amador Martín

 

 

ADÁN DESEA MORIR EN EL PARAÍSO DE EVA

 

 

En la naranja que filtran tus brazos

cuando me haces entrar en tu dominio,

en las peras donde agua mi designio

oculto como el mar y sus sargazos,

 

en manzanas del mal, en los abrazos,

anhelo ser Adán, sin raciocinio,

en la fruta sorbida en condominio,

quiero morir, hacerme mil pedazos,

 

en el líquido azúcar que me emanas,

que bebo poco a poco, con agrado

pues me recuerda el olor a begonia,

 

en las naranjas, peras y manzanas,

en la fruta y el líquido endulzado

anhelo tu sabor de macedonia.

 

 

 

 

[O MAR, BEN COÑOCIDO, NON OCULTA SEGREDOS]

 

Nadie me salvará de este naufragio

si no es tu amor, la tabla que procuro,

si no es tu voz, el norte que pretendo.

 

 MIGUEL HERNÁNDEZ

 

 

o mar, ben coñecido, non oculta segredos

na costa da muxía, despido polos brazos

de occidentais paisaxes lambe as súas contornas

ata bater coa lingua na erosión máis profunda,

mentres ollos pechados son martiños peixeiros.

 

o mar esperta cedo, debruzando nas rochas,

e un brazo tumultuoso penetra ben adentro

na esvaradiza furna da buserana, labios

pedregosos reciben o contacto salobre

das lúbricas areas como carnes abertas.

 

o mar desvergoñado rebenta en escabrosas

acometidas, ondas máis doridas salpican

as íntimas paredes con escorregadizos

aceites e na furna sonidos interiores

procuran a mestura cos xemidos das augas.

 

o mar decrece lento na breve retirada

da baixamar, en horas futuras novos azos

serán agradecidos pola furna con voces

de azucre e de melindres, namentres senllos corpos

dormen amalgamados e o amor se reinventa.

 

o mar, este mar mesmo, testemuña naufraxios

e ten na pel escritas enigmáticas lendas

ou certos episodios, fala dunha doncela

morta de amor, dun vate que mataron por ela.

como tamén son bardo pregunto o meu destino.

 

Miguel Hernández, por el pintor Miguel Elías

 

 

[EL MAR, BIEN CONOCIDO, NO OCULTA LOS SECRETOS]

 

 

Nadie me salvará de este naufragio

si no es tu amor, la tabla que procuro,

si no es tu voz, el norte que pretendo.

 

 MIGUEL HERNÁNDEZ

 

el mar, bien conocido, no oculta los secretos

en la costa muxiana, desnudo por los brazos

de occidental paisaje relame sus contornos

hasta dar con la lengua en su erosión más honda,

mientras ojos cerrados son martín pescadores.

 

el mar despierta pronto, asomando en las rocas,

y un brazo tumultuoso penetra bien adentro

en la aceitosa furna da buserana, labios

pedregosos reciben el contacto salobre

de lúbricas arenas como carnes abiertas.

 

el mar desvergonzado revienta en escabrosas

acometidas, olas doloridas salpican

las íntimas paredes con sus resbaladizos

aceites y en la gruta sonidos interiores

persiguen la mixtura con el gemir del agua.

 

el mar decrece lento, con el breve repliegue

de la bajamar, ánimos nuevos en el futuro

serán agradecidos por la gruta con voces

de azúcar y melindres, mientras que sendos cuerpos

duermen amalgamados y el amor se reinventa.

 

el mar, este mar digo, testigo es de naufragios,

tiene en su piel escritas leyendas enigmáticas

o ciertos episodios, habla de una doncella

muerta de amor, de un vate que mataron por ella.

como también soy bardo pregunto mi destino.

 

 

 

 

OS MEUS ZAPATOS

 

 

Aqueles meus zapatos que noutrora

foran lustrosos, húmidos un día

de tanto andaren sós, sen alegría,

amolecendo bóchegas cadora,

 

aqueles meus zapatos, na aurora

mollados de amargor, da dor máis fría,

e gastados de insán melancolía,

xa son zapatos novos arestora,

 

deron en recobrar o brillo antigo

ao queceren no lume permanente

das mans pequenas, fráxiles, inmensas,

 

poderosas no amor, no seu abrigo,

aqueles meus zapatos, de repente,

descubriron as cousas más intensas.

 

 

Alencart, Tarquis, Quintana, Rodríguez, Valle Alonso, Miro Villar, Mujica y Falcón Maldonado

(foto de Jacqueline Alencar)

 

 

MIS ZAPATOS

 

 

Mis zapatos, aquellos que en otra hora

fueron lustrosos, húmedos un día

de tanto andar solos, sin alegría,

reblandeciendo ampollas a cada hora,

 

mis zapatos, aquellos en la aurora

mojados de amargor, de pena fría,

viejos de enfermedad melancolía,

ya son zapatos nuevos en esta hora,

 

pudieron recobrar el brillo antiguo

al calentarse al fuego permanente

de manos breves, frágiles, inmensas,

 

poderosas de amor y de su abrigo,

aquellos, mis zapatos, de repente,

descubrieron las cosas más intensas.

 

 

 

 

NEGACIÓN DE ULISES E TESEO

 

 

Se algunha vez tiveses que agardar entre fío

e tecidos, non sexas Penélope que tece

e destece os bordados axiña que anoitece.

Ulises non existe, foi verso fuxidío.

 

Se algunha vez tiveses que agardar entre fío

e tecidos, non sexas Ariadna que ofrece

saír do labirinto mortal a quen a esquece.

Teseo non existe, só queda o desafío.

 

Se algunha vez eu debo partir como Odiseo

prefiro voltar sempre vencido a Compostela.

Non me importa a derrota se ti me identificas.

 

Se algunha vez eu debo marchar como Teseo

non ha ser Artemisa fluxo do meu Sarela.

Non me importa ser lama se ti me purificas.

 

Poetas iberoamericanos con Hugo Mujica, en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Salamanca

(foto de J. Alencar)

 

 

 

NEGACIÓN DE ULISES Y TESEO

 

 

Si alguna vez tuvieses que esperar por mi entre hilo

y tejidos, no seas Penélope que teje

y desteje bordados enseguida anochece.

Ulises ya no existe, fue un verso fugitivo.

 

Si alguna vez tuvieses que esperar por mi entre hilo

y tejidos, no seas Ariadna que ofrece

salir del laberinto mortal a quien la deje.

Teseo ya no existe, queda su desafío.

 

Si alguna vez yo debo partir como Odiseo

prefiero volver siempre vencido a Compostela.

No importa mi derrota si tú me identificas.

 

Si alguna vez yo debo marchar como Teseo

no será Artemisa flujo de mi Sarela.

No me importa ser lodo si tú me purificas.

 

 

 

 

[FOI NAS ILLAS LOBEIRAS…]

 

 

Foi nas Illas Lobeiras co mar por testemuña

do amor louco no entorno dun mínimo deserto

que escoitamos na noite cantos de desconcerto

a ecoar lonxe na serra, nos penedos da Ruña.

 

E fumos temerosos dun medo que rabuña

interrompendo os beixos coa dúbida do incerto

de coñecer se a lenda puidese ter de certo

que os lobos descenderan como a xente supuña.

 

E na nosa incerteza non tivemos de conta

da fronteira das augas para coutar o medo

protexidos por ondas e cons de afiado gume.

 

Mais a nosa cegueira mudou logo en luz pronta

descubrindo que os urros proviñan do rochedo

no que faro Cee ronxe para as naos dende o cume.

 

 

  Poema manuscrito de Miro Villar

 

 

 

[FUE EN LAS ISLAS LOBEIRAS…]

 

 

Fue en Islas Lobeiras con el mar por testigo

del amor loco, cerca de un mínimo desierto,

que escuchamos de noche cantos de desconcierto,

haciendo eco en la sierra de Ruña aquel ruido.

 

Y fuimos temerosos de un miedo sarpullido

interrumpiendo besos con dudas de lo incierto

de saber qué en la fábula pudiera haber de cierto

que los lobos bajaron como se había dicho.

 

Y en nuestra incertidumbre no tuvimos en cuenta

la frontera del agua para acotar el miedo,

protegidos por olas y rocas afiladas.

 

Pero nuestra ceguera se transformó en luz presta

descubriendo el bramido que origina el roquedo

donde faro Cee ruge desde las tierras altas.

 

 

Valle, Tarquis, Alencart, Mujica, Ana Agustín, Villar y Gracia Trinidad (sentados), Cristina Falcón y Asun Quintana (de pie).

Foto de J. Alencar

 

 

  Foto de José Amador Martín

 

 

 

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