POEMAS DEL ESPAÑOL HÉCTOR JOSÉ RODRÍGUEZ RIVEROL, FINALISTA DEL PREMIO PILAR FERNÁNDEZ LABRADOR 2020

 

 

El poeta Héctor José Rodríguez Riverol

 

 

Crear en Salamanca se complace en publicar una muestra poética de Héctor José Rodríguez Riverol, músico, compositor, escritor y poeta nacido en La Palma (Islas Canarias, España). Ha publicado los libros «Haya» [narrativa infantil] (2020), «Haya. Para los más pequeños» (2020), «Fragua de preces» Antología poética iberoamericana  (2020) [coautor], «En gerundio, que es efímero» (2019), «Durante el petricor» (2018) y «Amor, subjetivos teoremas» (2016). Algunos reconocimientos recibidos son: 2º Premio de Poesía AMULL en abril 2020 (U.L.L., S/C de Tenerife, Islas Canarias); Premio «I Concurso de Poesía Tinta de escritores» en julio 2019 (Madrid); 2º Premio de Poesía en Quequén (Buenos Aires, Argentina, 2018). Ha sido finalistas  en los Concursos Internacionales de Poesía «Erotismo poético V» (abril 2019), «Versos en el aire VIII» ( 2018), «Microrrelatos eróticos V» (2018), «Entre sílabas anda el juego – Haikus II»  (o2018) y «Luz de luna IV» (junio 2018) de la editorial Diversidad literaria). Aparece en más de treinta antologías y revistas literarias nacionales e internacionales publicadas en España, Argentina, Perú, Chile y México. Es colaborador del programa de radio-web «Poesía viva de la Atlántida» de Radio faro del noroeste (G. C.). Es coordinador de la Asociación Cultural de escritores de Tenerife (A.C.T.E.) en la isla de La Palma, forma parte de la directiva de Asociación Abra Cultural y es miembro de Nueva Asociación Canaria de Escritores (N.A.C.E.).

 

 

 

 

En el ámbito musical, ha publicado varias Demo-CDs y 5 trabajos discográficos en solitario (autoproducción) bajo el pseudónimo Acheseté: «Manicomio sin techo» (2017), «Arráyese un millo» (2016), «Acheseté & The Serpiélago Band» (2016), «Acheseté» (2015) y «Tajadas al aire» (2007). Actualmente pertenece a los grupos musicales de Covers: «Forever», «K-Lamardo» y «F&F (Flavia Cruz y Forever)». Es miembro de la Asociación Cultural-Musical Machango.

 

Fachada del Ayuntamiento de Salamanca. Festival de Luz y Vanguardias

Foto de José Amador Martín

 

 

 

Rodríguez Riverol quedó entre los 15 finalistas del prestigioso Premio Internacional de Literatura ‘Pilar Fernández Labrador’, concedido recientemente en Salamanca. Recordemos que se presentaron 1017 libros al concurso. Los poemas aquí publicados son rigurosamente inéditos.

 

 

Foto de José Amador Martín

 

 

 

UN DESTELLO ES PÁRPADO,

cada silueta tiene un nombre

que no hace pie

en los fosos del amor.

Amor córvido.

Amor transido de engaste.

Amor, pavesa a la intemperie.

 

 

 

 

No es poco respirar.

 

 MORÍ TANTOS INVIERNOS

entre ciénagas y espinares ficticios,

que aprendí a soltar el lastre que vareaba mis hombros

(y su pústula resinosa)

                                             para emerger del nicho

                                            tras la apertura de otras cancelas

                                           que siempre estuvieron allí.

 

 

 

  Foto de José Amador Martín

 

 

Engrandeces, pequeñez…

como las manifestaciones de amor

en quien fuera apaleado.

 

 

HARÉ SITIO EN EL TUÉTANO DE CADA HUESO

a la turbulencia de tu pasado.

Daré lugar en el asiento contiguo

a los miedos que ululan sobre las ramas

del flamboyán azul las noches sin luna

para no ser adicto a lo autodestructivo

de unos dedos que ya no recorren franjas ni poros,

para mecer el sentido de un existir

que se interioriza daltónico ante

la PASIÓN que resguardan las vetas

de un madero lacado al que nadie pasó

lija que la liberase.

Surcarla no es onírico.

El camino está abierto.

Hay que transitarlo hasta el último parpadeo.

 

¡Mírame!

Estamos juntos en el laberinto.

Y eso es lo único que me importa.

Foto de José Amador Martín

 

 

 

La reflexión

se ajusta a mis zapatos.

 

 

HAY UN PRECIPICIO

de ilusiones mustias en mi ombligo,

una taenia en el intestino del reloj de cuerda

y un ovillo que enmudece la garganta,

oh títere,

tú,

que de agujas careces

para tejer del derecho palabra alguna.

 

¿Por qué las alas parecen de plomo

y cuesta tanto respirar estos códigos?

Parecieran deletéreos.

 

¿Es un desliz entrar al duelo

con la ignorancia que obstruye vías de posibilidad?

Te lo pregunto a ti,

nimbo sordomudo de sombra autista,

tú,

que me sigues a todas partes.

 

Foto de José Amador Martín

 

 

 

CANTINELA, CARDA FRANELA

 

Nada siembra si no el rescoldo

en los surcos de una paloma desierta;

flores entre madrigales,

flores riadas que encauzar,

flores…

 

En hamaca sestea

la sapiente lobreguez del reloj.

Su latido es alimaña.

 

 

 

HUYÓ UNA ASPA DE MOLINO

cuando el cristal dejó de frenar la lluvia.

Los dientes pactaron

ya no morder las uñas del reloj,

porque

un libro cerrado se ahogó con sus letras,

la dulía solloza y suspira al contemplar

los cielos sin santos,

y el desgaste de un mimo

ahora de cuerpo inválido.

 

No me des amparo,

murmura el sueño de un fantasma

a las cabañuelas del corazón.

Foto de José Amador Martín

 

EL ARIETE DE BONDAD ASOMA

en tus horas cromadas de ingenuidad,

en el fragor que pareciera

rejuntar con cucharín y lágrimas

los extremos de cada baldosa,

hasta enmohecerlas de ternura.

Y la cenefa no atiende a sus colores;

y desoye su bravura el casuístico huracán;

y cualquier beso imprevisto es lucero de bonanza.

 

 

Foto de José Amador Martín

 

 

 

DURANTE EL ESTIAJE

 

 

Anuncian temblores,

como el nocturno sereno,

las esquilas que cuelgan de mis sienes.

No consigo detenerme en ninguna

aspa de este vacilante remolino

para tomar resuello capital.

El hurgón aún me atraviesa

como espinazo de las reminiscencias,

y el péndulo, con su hoja

de acero frío, rasga impune la piel,

dibujándola en su balanceo

más allá del sangrado.

Hoy espabilo,

al descomponerse

los primeros rayos de luz sobre mí

para formar el colorido espectro

que representas;

la válvula

que canaliza los profusos miedos

durante el estiaje en mis venas.

 

Volvió a amanecer.

 

Foto de José Amador Martín

 

 

 

 

SUELO, TIZA Y PIEDRA

 

 

Hay una rémora

oculta en mis enojos,

en cada sentido

que no se ubica sin ti;

y cuando, como el tallo rastrero,

no asciendo por miedo

a la luz y los elementos,

eres faro marino y guardagujas,

aclamídeo sin cáliz

que escribe nuestra historia

por fas o por nefas

en la bajura del compost,

extendiéndose desde allí 

hasta abrazar las franjas de los cirros.

 

Y seré clérigo, médium

o jumento a voluntad si así me lo pides,

green que viste y lustra tus parajes,

rabón que, sin demora, rabea,

gualdrapa que te cubre los huesos,

suelo, tiza y piedra

con las que juegas feliz a la rayuela.      

Foto de José Amador Martín

 

 

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