El escritor croata Miro Gravan
Miro Gavran (Gornja Trnava, 1961) es escritor para la juventud, dramaturgo, cuentista y poeta croata. Es socio de la Academia Croata de Ciencias y Artes y miembro regular de la Academia Rusa de Literatura. A base de sus dramas y comedias han sido presentados más de 300 estrenos en todo el mundo, vistos por más de tres millones de personas. Es el único dramaturgo vivo en Europa al que está dedicado un festival fuera de su país natal. Es un festival en el que se estrenan solamente espectáculos basados en sus textos y bajo el título Gavranfest; desde el 2003 se organiza en la ciudad eslovaca – Trnava, desde el 2013 en Cracovia, en Polonia y desde el 2016 en Praga, República Checa. Se graduó en dramaturgia en la Academia para el Teatro, Cine y la Televisión en Zagreb. Trabajaba como dramaturgo y director del Teatro ITD. Tuvo su debut en 1983 con el drama La Antígona de Creonte en el Teatro de Drama Gavella en Zagreb, en el que en forma especialmente artística habla sobre la manipulación y la política. Hasta ahora ha escrito cuarenta textos de teatro. Desde el año 1993 vive y trabaja como escritor profesional. Sus textos de teatro y de prosa han sido incluidos en numerosas antologías y selecciones de textos en el país y en el extranjero. Su obra se estudia en muchas universidades del mundo. Ha publicado once novelas y ocho libros para niños. Por sus dramas, libros de prosa y aquellos para la infancia, Gavran ha recibido más de veinte premios literarios y de teatro en Croacia y en el extranjero. Entre ellos se encuentran el premio El Tiempo de la Europa Central (Central European Time) por su obra completa y el premio Círculo Europeo por la afirmación de los valores europeos en sus textos. Desde sus veinte años vive en Zagreb. Es casado con la actriz Mladena Gavran con la cual fundó el Teatro Gavran. Su hijo Jakov es actor profesional.
Textos traducidos de la colección poética ‘Poemas’ (El ciclo Croacia 1991/Hrvatska 1991)
I
Señor Nuestro
Cuídanos de las grandes palabras
De grandes obras y grandes
Crímenes
Cuídanos de la desdicha
Y del sufrimiento
Cuídanos para los días
De la risa
Y los días de las fiestas
Guárdanos para nuestras esposas
Para nuestros amigos
Y nuestros niños
Cuídanos de la muerte
Estamos deseosos de
Vida Señor
No nos des a nuestros enemigos
No nos entregues a la oscuridad
Aún somos jóvenes
Todavía somos fuertes
Todavía tenemos vino
En nuestras bodegas
En nuestros corazones
Todavía tenemos deseos
En los pulmones aire
Protégenos del frío
Protégenos del odio
Protégenos de la oscuridad
II
Señor nuestro
No permitas que
Nuestra lumbre se apague
Esta débil llama
Que desde hace poco arde
Esta cera
De todas maneras
Se derrite demasiado rápido
Estos ojos apenas empezaron
A ver
Estas manos apenas
Ayer se han hecho fuertes
Estos jóvenes pensamientos
Ni siquiera te conocieron
No permitas que se
Apague
Nuestra lumbre
A nosotros que
Siempre vivimos
Del futuro
Señor permítenos
Sentir
El aliento del presente
III
Perdónanos
Señor
Por tragar
Ávidamente
Sin masticar la comida
Llega el tiempo del hambre
Y no conocemos
Nuestra capacidad de
Sufrirla
Perdónanos
Por reírnos
Y cuando la broma
No es broma
Llega el tiempo de la seriedad
Y no estamos acostumbrados
A ser serios
Perdónanos
Señor
Por ser rudos
Con el prójimo
Es que no sabemos
Como ser delicados
Tiernos
Y buenos
En los tiempos difíciles
Y queremos serlo
Créenos
Queremos hacer
El bien
Pero no somos conscientes
De nuestra fuerza
Y tememos los pensamientos vergonzosos y
Las obras vergonzosas
Tememos nuestra debilidad
Nuestro odio
Nuestro miedo
Señor
Créenos
Queremos superarnos
Orgullosos
Audaces
Bondadosos
Y buenos
Pero
Señor nuestro
Llega el tiempo del hambre
Y no sabemos
Si tenemos la capacidad
De sufrirla
IV
Señor nuestro
No Te pedimos
Ni regalos ni fama
Ni gran
Misericordia
Ni grandes obras
Señor nuestro
No pedimos
Inmerecidos privilegios
Ni el perdón no implorado
Ni cosecha
Sin sudor
Señor nuestro
No evocamos
Tu nombre
Sin desgracia
Verdadera
Por altivez o por aburrimiento
Señor nuestro
Nosotros no huimos del destino
Nosotros sabemos
Que junto al bien
También viene el mal
Nosotros no pedimos
Ser
Tus elegidos
Señor nuestro
Nosotros no buscamos
El castigo para nuestros
Enemigos
No te pedimos
Ni la venganza
Ni la bendición
De nuestra espada
Estamos
Frente a ti
Sin enojo
Y sin odio
No te vamos a dirigir
Ni una palabra innecesaria
Pero te rogamos
Señor
Con todo nuestro ser
No permitas
Señor
Que de nuestra patria
Queden sólo las cenizas
Señor nuestro
¿Ves el humo
De nuestros escombros?
¿Ves las lágrimas
En nuestros ojos?
¿Ves,
Señor nuestro,
Todo aquello
Que nosotros
Vemos?
¿Ves?
Señor Nuestro
Los cadáveres
E inválidos
Heridos
Y pisoteados
Humillados
Y avergonzados
Débiles
Y tristes
Entre nuestros hermanos
Hay aquellos
Que dudan
Que no ves
Que no oyes
Que no conoces
Nuestro sufrimiento
Y nuestro dolor
Entre nuestros hermanos
Hay aquellos que
Dudan de tus ojos
Y de tu sabiduría
Por eso te rogamos
Señor
Que con un movimiento divino
De tu mano envíes una señal a los
Hermanos que dudan de
Ti
Porque es cada vez más difícil
Para nosotros
Convencerlos de
Tu existencia
VI
Tengo miedo
De los grandes croatas
De de las grandes palabras
De las grandes obras
Tengo miedo de los
Grandes enemigos
De los grandes amigos
De las grandes traiciones
De la gran Croacia
Y de la gran maldad
Tengo miedo de la gran alegría
Y de la gran tristeza
Señor mío
Ayúdanos a nosotros,
Croatas pequeños,
Regálanos refugio
Con palabras y obras
Pequeñas
Sin las que no hay
(Y alguien tiene que
Amasar el pan
Alguien tiene que
Vestir
Al niño)
Qué nuestros enemigos
Empequeñezcan
Qué también empequeñezca
La maldad
Qué
Una pequeña gran alegría
Reemplace
La prometida gran alegría
Y con ella
Transforme la gran tristeza
En pequeña
Señor mío
Sólo
Tú
Sabes que temo
De los grandes croatas
Las grandes palabras
Y
Las grandes obras
Señor mío
Sólo tú sabes
porqué con ansiedad espero que
Estos tiempos históricos
Lleguen a ser tiempos
Insignificantes
Señor mío
Regálame
Lo más pronto
Un día de aburrimiento
En el que
En ningún momento
Piense en la muerte
En la Patria
O en la libertad
Porque
Sólo en ese día
Seré libre
Sin miedo a la muerte
Con la Patria que
Deseo
VII
Señor mío
Esta es la plegaria
Por el joven
Que no está con su muchacha
Esta es la plegaria
Por la muchacha
Que no está con
Su novio
Esta plegaria es por ella
Que teme más por la vida de él
Que por la suya
Esta plegaria es para él
Que teme más por la vida de ella
Que por la suya
Esta plegaria es
Para ellos dos
Que esta noche
No están juntos
Y tendrían que estarlo
Según las
Leyes de Dios y de los
Hombres
Esta plegaria es
Por su hijo
Todavía no concebido
El que sólo tú sabes
Si lo será
Esta plegaria es por
El amor no realizado
Por el beso
Interrumpido
Por los ojos tristes
Y las palabras no pronunciadas
En la despedida
Esta plegaria es
Por la carta llena de cariño
Que no ha llegado
A su destino
Esta plegaria es
Por el muchacho y la muchacha
Que en esta noche
No están juntos
Esta plegaria es
Por el amor
Y por la vida
Esta plegaria es
Por la canción no cantada
Hasta el final
Por la copa bebida
A mitad
Plegaria para las
Flores recogidas
Y no regaladas
Esta plegaria es
Para el joven y
La joven que esta noche
No están juntos
Y tendrían que estarlo
Señor mío
Por tus leyes y
Las nuestras
Y por su tristeza
Que subió
Hasta el cielo
VIII
Señor mío
Llegó el tiempo de los mercaderes
De la mala ventura
Llegó
El tiempo
De ladrones y bandidos
De los tramposos
Llegó el tiempo
De la mentira y el engaño
Llegó el tiempo
Que el hampa busca
Llegó el tiempo
De nuestra vergüenza
Llegó el tiempo de los mercaderes
Que construirán sus palacios
En nuestro sufrimiento
Que en nuestra miseria
Alcanzarán su felicidad
¿Cómo vivir ahora
Señor mío?
A nuestra vida entraron
Los mercantes
Nos humillaron con matemática
Que no entendemos
Nos humillaron con la risa
Que se alegra del sufrimiento
Señor mío
¿Cómo pensar
En el tiempo de los comerciantes
En ti
En las mujeres
En amigos
En los libros
En el amor
En la belleza?
Porque
Es el tiempo de los comerciantes
Y nosotros tenemos que comerciar
IX
Qué oscuras las calles
En nuestra
Ciudad
Es oscura la gente
Son oscuras las sombras
Y el pensamiento es oscuro
Cuando paseamos
Por la ciudad
Señor mío
Hace tiempo queríamos las
Calles de esta
Ciudad
Y encontrábamos
Los niños
En la hora nocturna
Hace tiempo nos besábamos
En los parque
Y buscábamos los lugares
Más oscuros
¿Qué pasó con nosotros
Y con nuestra
Ciudad?
Señor mío
¿Pasaré de nuevo
Por la calle
Durante la noche
Creyendo
Que la silueta
Que se me acerca
No es un verdugo
Sino mi hermano?
X
Señor mío
Yo sé
Que eso debía pasar
Y sé que no hay
Dicha sin desdicha
Y sé que
Dar a luz trae dolor
A la madre y también al niño
Y sé que cada
Comienzo es difícil
Y cada final doloroso
Y sé que vivo
En el tiempo del fin y
Del comienzo
Y sé que el
Nuevo tiempo
Busca víctimas
Y sé que
Después de todo
Seremos más fuertes
Y sé que el
Dolor y el sufrimiento son necesarios
Pero
Igualmente
Señor mío
Te
Pido
Detén la muerte
Detenla
Ya bebió bastante
En nuestra fuente
Te lo
Pido
Señor
No tientes más nuestra fuerza
Nosotros podemos
Con lo loco y amargo
Y lo más oscuro y lo más triste
Nosotros podemos soportarlo todo
Pero sin embargo
Te rogamos
Señor
No pruebes nuestra fuerza
Cree en
Nuestra palabra
XI
Nos es difícil
Señor nuestro
Mientras observamos nuestros hijos
Nos es difícil
Señor nuestro
Mientras miramos
Sus ojos
Nos es difícil
Mientras escuchamos su
Risa porque no sabemos
Cuanto tiempo durará
Nos es difícil mientras
Les prohibimos
Jugar
Por las calles inseguras
Nos es difícil
Mientras les enseñamos precaución
Y odio
Nos es difícil
Señor nuestro
Mientras nos separamos
De nuestros hijos
Y no sabemos
Si los vamos a abrazar nuevamente
Si tocaremos otra vez
Sus mejillas
Con nuestras manos
Nos es difícil
Señor nuestro y
Cuando estamos con ellos
Porque nuestros pensamientos
Son negros y no estamos seguros
Si nuestros hijos
Todavía tienen
Padres
O cuerpos vacíos parecidos
A aquellos de hace tiempo
Señor nuestro
Danos fuerza
Para poder soportar todos estos sufrimientos
Para volver a nuestros hijos
Con conciencia y pensamientos puros
Para que en ese día
Todavía sean niños
Señor nuestro
No permites
Que crezcan
Antes de que
Pase su niñez
XII
Yo creo
Señor
Mientras lloro
Mientras rezo
Mientras temo
Mientras odio
Mientras quiero
Mientras amo
Mientras me lamento
Y mientras dejo que pasen
Los pensamientos negros
Y mientras pisan
Mis sueños
Mientras canto
Mientras
Me quejo
Mientras
Temo
Mientras
Crezco
Mientras
Sollozo
Mientras
Lloro sin parar
Yo creo
Señor
Yo creo
Señor
Que llegará
El día cuando
No escribiré poemas tristes
La hispanista y traductora ŽELJKA LOVRENČIĆ
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