POEMAS DEL CHILENO RAÚL ZURITA

 

1 Raúl Zurita leyendo en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Salamanca (foto de Jacqueline Alencar, 2005)

Raúl Zurita leyendo en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Salamanca

(foto de Jacqueline Alencar, 2005)

 

 

 

Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar una amplia antología del notable poeta Raúl Zurita, seleccionada por Alfredo Pérez Alencart, poeta, profesor de la Universidad de Salamanca y amigo del autor. Nació en Santiago de Chile (1950). Premio Nacional de Literatura (2000), Premio José Lezama Lima de Cuba (2006), Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2016) y José Donoso (2017). Entre sus libros de poesía publicados están: Purgatorio (1979), Anteparaíso (1982), El paraíso está vació (1984), Canto a su amor desaparecido (1985), El amor de Chile (1987), La vida nueva (1994), Canto de los ríos que se aman (1995), Poemas militantes (2000), INRI (2003), Mi mejilla es el cielo estrellado, (2004), Las ciudades de agua (2006), Los poemas muertos (2006), Los países muertos (2007), In Memoriam (2007), Sueños para Kurosawa (2010), Cuadernos de guerra (2010) y Zurita (2012), entre otros.

 

 

2 Antología Cumbre Poética Iberoamericana, con ilustración de Luis Cabrera

 Antología Cumbre Poética Iberoamericana, con ilustración de Luis Cabrera

 

 

Los poemas forman parte de la antología ‘Cumbre Poética Iberoamericana’ del año 2005, donde el poeta estuvo invitado como representante de su país. La misma estuvo coordinada por A. P. Alencart y organizada por la Fundación Salamanca.

 

 

 

 

FELICES LOS QUE LLORAN
 
 
INSCRIPCIÓN 15

 

 

Si solamente supieras como lloro y no puedo

despertar,  que graciosa me verías si

estuvieras como yo frente a los ríos de mi

país llorando por ti. Me contaron y no es

cierto, únicamente yo te he visto, vi tu cara

color del azabache y del cielo pero no.

Los muchachos sacaron banderas blancas

en el campamento, pero igual nos golpearon

¿Estás tú entre los golpeados, los llorosos

los muertos? ¿Estás tú también allí mi Dios

durmiendo cabeza abajo?

No hay perdón para esta nueva tierra, me

dicen y nada de lo que hagamos cambiará la

suerte que tendremos, pero yo lloro y no

despierto y mi Dios se aleja como un barco.

 

 

 

3 Raúl Zurita (foto de Jacqueline Alencar, 2005)

Raúl Zurita (foto de Jacqueline Alencar, 2005)

 

 

INSCRIPCIÓN 16

 

Presidentes y países me siguieron. Hartos

los países y los animales y yo pregunté con

boca por ti. Embanderaron y rayaron el

campamento con consignas y los muchachos

se acercaron burlándose. Yo no tengo

cobardía le respondí a los presidentes, a

los países chilenos, es él: mi amor y mi voz

que no viene.

Oh mi manco, mi destruido, que nada se

sabe y es lento. Los países se acercaron para

preguntarme. Mucho me miré con ellos y les

dije que no era yo, que por orden no era yo.

Que tú eras yo. Que tú hablarías por mí. Que

por computers y satélites hablarías cuando

aparezcas si apareces y arreglemos cuentas.

 

4

 

 

 

INSCRIPCIÓN 17

 

Crecieron los ríos y los países vinieron a

visitarme. Luego atacaron con helicópteros

desde el aire y yo me partí entera viendo

por si venías tú entre los equivocados.

Los presidentes me hablaron a mí, que soy

humilde y silenciosa, me hablaron cosas del

entendimiento, pero yo sólo me imagino que

me miras y que yo de la compasión tuya me

fortalezco.

Chilenos y hermanos me dicen que no hable

porque todos tenemos registro, pero a mí no

me importa si no estás, aunque no sientas

pena por mí no me importa porque si la

tuvieras vendrías. El Presidente me trajo

noticias, pero tú no sales nunca, no sales

ni te asomas nunca para que yo ahora a ti te

humille, oh mío de mí, con palabras de mi boca.

 

 

5 Eugenio Montejo, Jacqueline Alencar, Alfredo Pérez Alencart, Pompeyo del Valle y Raúl Zurita (Salamanca, 2005)

Eugenio Montejo, Jacqueline Alencar, Alfredo Pérez Alencart, Pompeyo del Valle y Raúl Zurita (Salamanca, 2005)

 

V.D.H.

 

 

Háblenme entonces países del mar , del aire y de los

continentes que son.

Díganme países chilenos por qué.

Por qué por negritud se pone el día y volando pasan

y no me huelen siquiera si a todos huelen.

Díganme entonces por qué me morí.

 

Estoy hueco, loca de amor y muerto. Me acerqué con

los pocos huesos y sólo la piedra quedó. Por abajo    

me fui arrastrando con el río de mis hermanos y me

allegué a los países que se nombran.

Primero éramos nosotros, mandante el único país y

los demás eran pueblo por apellido de la madre mía.

Pero los hermanos se tocan y hablan cosas entre

ellos. Pero a mi no me incluyen.

Las provincias lo dicen. Lo dice el versículo de los

presidentes y de las autoridades chilenas, blancas

y mandantes. Todos los versículos de parentesco

ordenan que reparen en mí, pero ellos no cumplen.

Para ellos yo no soy sino un bulto.

Son todos ostentosos, no me miran ni me hacen caso.

Esperen a que los países chilenos se despierten y

vuelvan.

Sí sí, esperen no más a que se saquen las orejeras.

 

 

6

 

 

M.E.S.

 

 

Háblenme y díganme entonces por qué llegan todos y

no me miran.

Por qué siguen de largo.

Por qué vienen aires y vientos y no me rozan como

si yo fuera nada.

Por qué me ignoran y se hacen los indiferentes.

 

Por qué vienen los presidentes, los mandados y los

animales si es sólo para negarme. El viento junta

piedras a mi alrededor pero yo crezco para abajo

enterrándome como versículos. Sí, porque el viento

y las piedras se entienden y en cambio a mí incluso

las cucarachas me esquivan o no me ven.

Toda la tierra habla, los países, los rascacielos, la

nieve y el pasto. Yo me arrastro con los hermanos y

todos se llaman con los mismos nombres secos y

duros, pero nadie dice nada, nadie habla y el hasta

el aire a mi me atraviesa como un hueco.

Díganme países chilenos, hijos de los nombres secos

y duros, por qué el viento no me sacude a mí aunque

sea como las hojas. Por qué no me mueve siquiera

así como a las faldas de las mujeres.

Pero a nadie le importa. Ninguno quiere escucharme 

nadie repara en mí y la tierra gira olvidándome.

 

7 Zurita, Bartolomé, Dobles, Rodas y Gómez en la Plaza Mayor (foto de Jacqueline Alencar)

Zurita, Bartolomé, Dobles, Rodas y Gómez en la Plaza Mayor (foto de Jacqueline Alencar)

 

R.S.A.

 

 

 

Mírenme ahora poderes intercontinentales de las

misileras chilenas y bases.

De los rayos que vieron surcar el cielo cuando era

Nueva Santiago una estrella como Nueva Cuzco.

Todos están desaparecidos, tal vez los satélites que

dan vueltas son sus tumbas.

Pero los hermanos míos están, gauchos y camaradas 

aunque a mi no me toquen ni me vean.

 

Por planeamiento fueron los países. Así yo también

me fui del alma y los vi a todos: blancos los países

del cielo, azules los del mar y amarillos los humanos  

pendencieros y despreciativos.

El padre mío me dijo, el habló el exterminio. Primero

fueron los sueños, luego el pensamiento y al final

los poderes que tienen los hombres o los mandantes

o los presidentes.

Así cayeron los países chilenos. Son quince contó

padre. Cuando planearon juntos fue tan hermoso.

Ay entonces, les dije a ellos, háblenme, tóquenme  

que ustedes son mis países y yo no soy rencoroso.

Cuando me miren países chilenos, de nada valdrán 

sus antiláseres ni la hierba que a mi me cubra ni la

pena que sientan. De nada sus misiles, sus bombas

teledirigidas, sus caza satélites. Sólo el dolor será.

 

 

8 Zurita, Alencart, Jacqueline, Soraya y Marmol

Zurita, Alencart, Jacqueline, Soraya y Marmol

 

 

ANA CANESSA ROMPE A LLORAR FRENTE A SU HIJO

 

 

¿Todo el amor? Te fuiste. Te fuiste no más y vino

el aguacero. Lluvia del amor que tuvimos per te

figlio, hijo mío. Dove sei stato? ¿Dónde? ¿Dónde?

Bimbo mío te arrancabas porque querías ver de

nuevo a tu padre que tan joven se me fue, río de

mis estrellas, como tú ahora te has marchado, fli  

fli, figlio mío. Volviste tras padre comido y llegó

el aguacero. Lluvia y lloro del amor mío que se me

ha ido. Yo no te quería pero te quise. Cuando

llegamos de Génova Io non’o trovato parolle piu

belle per dirti figlio mío, hijo mío. Mira ahora las

lenguas muertas. Porque qué poco me parecen las

palabras que te digo en muerto como todo lo oral

y lo escrito. Y ahora que lejanas me parecen las

cosas , las palabras íberas, toscanas e idiomas.

Con metal le digo a usted que escarbe tras estas

letritas y vea el torrente de mis estrellas que

cayó en noche, duelo y amor. ¿Todo el amor? Todo  

todo… figliollino mío. Todo el amor ¡Es tú! ¡Es tú!

 

 

¿Yo?

 
 

 

9 Raúl Zurita dedicando un libro en Salamanca

Raúl Zurita dedicando un libro en Salamanca

 

ANA MARÍA ZURITA ROMPE A LLORAR FRENTE A SU HERMANO

 

 

Hermano puso, pone, chanta y larga; te amaba, te

quería tanto fratello mío, che Io non credevo que

te pondrías malo, borro y punto. Al abrirse, al

verse las letras que tu pusiste yo vi tu cara y

tras tu cara miles de fosas y puntos del cielo

escribiéndose. A qué hondor llegaste ahora. A qué

punto de tu pesadilla. A que mal y cattiva del tuo

sogno sei arrivato fratellino mío, fratello, mar

de las estrellas. Lloro puse cuando éramos niños

y tu me pegabas. Sei un bimbo bello ma cattivo.

Lloro puse y ahora delante de ti que poco y chico

me parecen las luces de las naves, de los misiles

y espaciales subiendo. Io vorrei dirte. Yo quiero

decirte. Quiero yo contarte. Más abajo te vi de

los países enterrados, más abajo de los galpones

y de las tumbas. Io voglio. Yo quiero. Yo digo que

tomes mi mano nuevamente y vamos juntos. Toma

fratello mío mi mano, recoge todo el manto de mi

amor cuando te miraba, abrázame ahora y escucha.

 

 

¿escucho?

 

 

10 Raúl Zurita y A. P. Alencart (foto de Jacqueline Alencar, 2005)

Raúl Zurita y A. P. Alencart (foto de Jacqueline Alencar, 2005)

 

JOSEFINA PESSOLO

ROMPE A LLORAR FRENTE A SU NIETO

 

-26 de Marzo de 1986-

 

 

Peña, anima de la mia fede. Peña y roca de mi amor

nipote mío, sei bello, si bello ma cattivo. Tutto

l’amore? Todo el amor, piedra de mi pasión, pivote

mío, arco de mis estrellas. Tu abuela te habla. Tu

veli montón de piedras a ti que te moriste. Desde

el fondo de la tierra te habla y las palabras

muertas se me agolpan en la boca per dirte, para

decirte que nadie en el mundo, que nadie te quiso

como yo. Que nadie te quiso así como yo italiana

de orionda, abuela tuya y de la tua sorella, que

nadie, que nunca nadie en el mundo los amó tanto

como yo. Ma dove ti sei perduto? ¡Yo te levanto!

¡Yo te sostengo! ¡Yo te devuelvo la fe! pero dime

dónde estás, dónde, dónde. Se vinieron los países

pero tú no estabas ni entre los nuevos ni entre

los viejos. Se vinieron miles de naves voladoras

pero no eran el brillo de tus ojos. Se vinieron 

las estaciones del Nuevo Nuevo Mundo pero tú no

estabas. No estaba la noche cubriéndolo todo. No

estabas tú, mar de las estrellas. Ven ahora lindo

pequeño, ya no juegues a las escondidas conmigo.

Te moriste. Acércate ahora, cubre mi lloro y mira.

 

 

¿miro?

 

 

 

 

11 Manuscrito de Raúl Zurita

Manuscrito de Raúl Zurita

 

 

 

EL DESIERTO DE ATACAMA V

 

 

 

Di tú del silbar de Atacama

el viento borra como nieve

el color de esa llanura

 

 

 

  1. El Desierto de Atacama sobrevoló infinidades de

      desiertos para estar allí

 

 

  1. Como el viento siéntanlo silbando pasar entre el

     follaje de los árboles

 

 

iii. Mírenlo transparentarse allá lejos y sólo acompañado

      por el viento

 

 

  1. Pero cuidado: porque si al final el Desierto de

      Atacama no estuviese donde debiera estar  el mundo

      entero comenzaría a silbar entre el follaje de los

      árboles y nosotros nos veríamos entonces en el

      mismísimo nunca    transparentes    silbantes    en el

      viento tragándonos el color de esa pampa

 

 

 

12 Zurita, Alencart, António Salvado y Jacqueline Alencar (2005)

 Zurita, Alencart, António Salvado y Jacqueline Alencar (2005)

 

 

EL DESIERTO DE ATACAMA VI

 

 

No sueñen las áridas llanuras

Nadie ha podido ver nunca

Esas pampas quiméricas

 

 

 

  1. Los paisajes son convergentes y divergentes en el

     Desierto de Atacama

 

 

  1. Sobre los paisajes convergentes y divergentes Chile

      es convergente y divergente en el Desierto de Atacama

 

 

iii. Por eso lo que está allá nunca estuvo allá y si ese

      siguiese donde está vería darse vuelta su propia vida

      hasta ser las quiméricas llanuras    desérticas

      iluminadas    esfumándose como ellos

 

 

  1. Y cuando vengan a desplegarse los paisajes

      convergentes y divergentes del Desierto de Atacama

      Chile entero habrá sido el más allá de la vida    porque

      a cambio de Atacama ya se están extendiendo como

      un sueño los desiertos de nuestra propia quimera

      allá en estos llanos del demonio

 

 

 

13

 

 VII

 

PARA ATACAMA DEL DESIERTO

 

 

 

  1. Miremos entonces el Desierto de Atacama

 

  1. Miremos nuestra soledad en el desierto

 

Para que desolado frente a estas fachas el paisaje devenga

una cruz extendida sobre Chile y la soledad de mi facha

vea entonces el redimirse de las otras fachas:   Mi propia

Redención en el Desierto

 

 iii. Quién diría entonces del redimirse de mi facha

 

  1. Quién hablaría de la soledad del desierto

 

Para que mi facha comience a tocar tu facha y tu facha

a esa otra facha y así hasta que todo Chile no sea sino

una sola facha con los brazos abiertos: una larga facha

coronada de espinas

 

  1. Entonces la Cruz no será sino el abrirse de brazos

       de mi facha

 

  1. Nosotros seremos entonces la Corona de Espinas

       del Desierto

 

vii. Entonces    clavados facha con facha    como una Cruz

       extendida sobre Chile    habremos visto para siempre

       el Solitario Expirar del Desierto de Atacama

 

 

 

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15 Alfredo Pérez Alencart y Raúl Zurita (Salamanca, 2009, foto de J. Alencar)

Alfredo Pérez Alencart y Raúl Zurita (Salamanca, 2009, foto de J. Alencar)

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