Salamanca, de Miguel Elías
Crear en Salamanca se complace en publicar los poemas de José Pulido Navas (España), Miguel Velayos (España), Aída Acosta (España) y Enrique Viloria Vera (Venezuela). Son textos inéditos y aparecerán publicados en la antología AL HIDALGO QUIJOTE, coordinada por el poeta Alfredo Pérez Alencart como parte del XIX Encuentro de Poetas Iberoamericanos que esta XIX Edición rinde homenaje a Miguel de Cervantes, poeta.
José Pulido Navas, por Miguel Elías
JOSÉ PULIDO NAVAS
(España)
PREPARATIVOS PARA UNA NUEVA SALIDA
DE DON QUIJOTE
Elijo a Dulcinea, porque prefiero
lidiar con encantadores y gigantes
a esta gris evidencia de molinos,
profesar la caballería de la locura,
la hidalguía del soñador.
Elijo la abierta aventura del camino
y su azaroso desenlace, las batallas
donde el Amor templa sus aceros
por el favor de una dama labradora
cuyo desdén mis sueños ennoblecen.
Elijo las viejas armas de mis mayores:
Una osadía envuelta en telarañas
que nunca blandí a campo abierto,
la bondad enmohecida por falta de uso
y el orgullo, que habré de reparar
hasta devolverle su dignidad primera.
Elijo la más flaca montura,
la que prefiere al establo la intemperie
y nunca sació el hambre de sus huesos.
Saldré al campo abierto de un nombre
que sea patria y lugar para mi desafío.
En él burlo a los bachilleres de la cordura,
confundo sus silogismos, sus teoremas
que solo en la muerte se resuelven.
Miguel Velayos, por Miguel Elías
MIGUEL VELAYOS
(España)
DÍPTICO PARA UN DESERTOR
(Homenaje a Miguel de Cervantes)
RIESGO DE FUGA
Existe un alto riesgo de fuga
de mí mismo…
de evadirme, despacio, con mi sombra,
y limar, lentamente, mis barrotes,
saliendo para siempre
del nombre que vigila
mi aislamiento…
ALTA TRAICIÓN
Me acusa, nuevamente, mi cuerpo de traidor;
afirma que mis ojos se niegan a morir,
a desprender sus hilos de la luz;
protesta, torvamente, porque sigo aferrado
al cuño de mi piel, porque busco las noches,
y me importa la vida.
Don Quijote y Sancho, de Miguel Elías
AÍDA ACOSTA
(España)
LOCO SOY, LOCO HE DE SER
Loco soy, loco he de ser
con el corazón
encendido de piedras azules
cabalgo a golpe de corcheas
a lo lejos
en la llanura de pianos
elefantes dalinianos y jirafas
libro la batalla, alzo girasoles
y Calíope en su meditación
transcribe cada paso.
¡Vamos Sancho! ¡Apura el trote!
Que en tu sombra crecen ortigas de alambre
y huele a flores de cantueso viejas.
Conozco los árboles de la discordia
apagaré el fuego rompiendo nubes
¡mira!… el enemigo duerme en
la cueva de la ignorancia
perdió los ojos
¿no ves este salmo de miradas errantes
que caminan en círculos?
¡Apuremos el espejo y su ladrido!
Loco soy,
Dulcinea duerme en todas las mujeres
como un remolino de espigas
un puñado de almendras
y aquí, este racimo de palabras
el tiovivo de mis andanzas, me desvela.
¡Sancho! ¡Enciende esa lámpara!
que esta pena son caracoles enfermizos
que ya no encuentro el camino entre las mantas
este laberinto arrabalesco me doblega
una bandada de cactus me palpita.
Dulcinea, Dulcinea…
toma estos besos simulados, pompas de jabón
iré en triciclo
te buscaré en el Parnaso.
Dulcinea, Dulcinea,
Dulcinea en la tierra
como en el cielo… Dulcinea.
Loco soy, Sancho, loco soy
dicen que tengo trastorno bipolar
un cuadro hipomaníaco
no dejes, amigo, que me lleven a terapia
que me receten valproato.
Apaga este candil, este sol de hielo
ensilla golondrinas
llena las alforjas de lunas y de versos,
llévame contigo a Barataria.
Loco soy, loco he de ser.
Ciudad Rodrigo, Mayo, 2016
Enrique Viloria, por Miguel Elías
ENRIQUE VILORIA VERA
(Venezuela)
VIVIR MURIENDO
El año que es abundante en poesía,
suele serlo de hambre.
A lomo de tu jamelgo hirsuto
el mundo recorres
los entuertos continúan
el hambre la guerra la miseria
los exilios y los destierros
confirman lo sabido
el hombre nunca estuvo hecho para la paz
La mentira campea
la senda de la virtud sigue siendo estrecha
la libertad ya no brilla
el vicio es ancho y espacioso
Todos callan a conciencia
el que denuncia es confinado a una cárcel de Argelia
las palabras de los oprobiosos
están por encima de los hechos
El mundo gira en mala dirección
Miguel
Nadie lee muchos deambulan por el ciberespacio
una puerta se cierra sin que otra se abra
rema la envidia
los oportunistas se duermen en la costumbre
se dificulta fabricar el propio destino
para tu fortuna y la nuestra
quedan la poesía para cantarle a las cosas humildes
y amistades que nadie puede turbar
Cervantes (Boceto), de Miguel Elías
Cartel del XIX Encuentro de Poetas Iberoamericanos
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