Icthus, de Miguel Elías, para el cartel del XIV Encuentro
Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar, en exclusiva, los poemas leídos durante el XIV Encuentro ‘Los poetas y Dios’ que, bajo el lema “Del Verbo y lo Sagrado”, se celebró en la localidad leonesa de Toral de los Guzmanes los días 12 y 13 de enero. Este acto está organizado por la Asociación Cultural Evangélica ‘Eduardo Turrall’ y está promovido por el Ayuntamiento de Toral de los Guzmanes. También cuenta con el apoyo de la Diputación de León, de la Junta de Castilla y León, de la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos y de la Red Iberoamericana de Poetas Cristianos.
Fotos: Jacqueline Alencar
El poeta Luis Carnicero
POEMA DE LUIS CARNICERO
Luis Carnicero (La Bañeza, León, 1953). Arquitecto, poeta y ensayista. Profesor de Análisis de Formas y Proyectos Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, ahora imparte seminarios sobre Dibujo y espacio arquitectónico. Su idea interdisciplinar de las artes, con la que ha creado escenografías para La montaña mágica, de Mann; el Fausto, de Goethe o La tierra baldía, de Elliott, y Misterios escenográficos como Arquisol-Lunatectura y Poética de juglar, se trasluce también en sus ensayos, artículos, relatos y poesía, publicando, entre otros, los siguientes libros: Villas para Laura, Manchas en el Borde, Donde el Amor, Encarnada Luz o Morando el cristal. Ha participado en el XVIII Encuentro de Poetas Iberoamericanos de Salamanca. En el MUSAC de León ha llevado a cabo la performance “Meditaciones del constructor de cabezas”.
Luis Carnicero durante su lectura
SER EN LO BLANCO
sobre la blanca quietud de la memoria
y los cofres blancos de la infancia
igualar volúmenes
vacíos
planos
contemplando
blanca soledad y muerte helada
que son vida prometida
ser blancura
cernida en cedazos de silencio
o ser mancha cenicienta
como el árbol
difuminando también la lejanía
nostalgia de la infinitud.
deseo de pureza
lengua blanca donde nunca lame el sol
ser polvo de luz
penetrante y cegadora
tumba o surco
manantial
contemplando
el horizonte
hasta aniquilarse en la mirada.
ardiendo
ser sin sombra
solo alma
ir viviendo una vigilia de alabastro
ir dejando de ser cuerpo
fluir sobre un sudario
que acaso oculte la estameña
de algún ángel derrotado,
o la desnudez de un ave desprendida
que eternamente enjalbega lo negro
con soplos de cal
para redimir su ceguera
ocultarse
ser Verbo
contemplando
respirar el goce de los brotes
las dimensiones del agua
ir siguiendo vahos transparentes
crujir lento
crujir frágil
ser en lo blanco tras lo negro
hollando simplemente mansedumbre
sobre el desvanecido pisar de los caballos.
La poeta Teresa Mata
POEMAS DE TERESA MATA
Teresa Mata (Alcalá de Henares, 1965), es catedrática de Derecho Financiero y Tributario en la Universidad de León, donde ha ocupado distintos cargos de gestión, además de la docencia e investigación. Actualmente es Subdelegada del Gobierno en dicha provincia. La poesía le viene acompañando desde la juventud y ha publicado el poemario ‘El alma indefinida’ (Ediciones Torremozas, Madrid, 2014).
LUGARES COTIDIANOS
Hay lugares donde Dios se hace presente;
lugares cotidianos que compartimos todos.
Solo hay que saber mirar.
Como cuando Jose, el asturiano,
desde el duro suelo de su esquina,
dice con una sonrisa que no hace frio.
En esa sonrisa, que nunca falta,
ahí está mi Dios.
Como cuando Anta, la senegalesa,
me da un abrazo infinito,
me colma de bendiciones,
y me dice que reza por mí;
ahí está mi Dios.
Como cuando sin ton ni son, me abraza mi hijo,
simbolizando ese te quiero
que es lo más importante de mi vida,
ahí está mi Dios.
Como cuando en la obligada llamada diaria,
oigo la voz de mi madre,
y su tono me revela que está bien,
ahí está mi Dios.
Hay lugares donde Dios se hace presente;
lugares cotidianos que compartimos todos.
Solo hay que saber mirar.
Teresa Mata durante su lectura
ME APUNTO
Me apunto al Dios,
que con su aliento reconforta
al mendigo en la noche de frio,
que con su abrazo envuelve
al enfermo que no encuentra consuelo.
Me apunto al Dios del cooperante
que se juega la vida por ayudar,
al Dios que desde la cruz
mira a los hombres con misericordia
y nos enseña a perdonar.
Me apunto al Dios de los humildes,
de los generosos,
de la buena gente
que se desvive por hacernos la vida fácil,
que tropieza, con una sonrisa,
mil y una veces en la misma piedra
y que saben que sigue y seguirá allí
pero perseveran
Me reconozco devota absoluta de sus actos
deudora absoluta de sus dones
me inclino ante él
y rezo
Otro momento de la intervención de Teresa Mata
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