La poeta y ensayista venezolana Ana María del Re (Italia, 2014)
Crear en Salamanca expresa su satisfacción por publicar una muestra de la poesía de Ana María del Re (Caracas, Venezuela). Licenciada en Letras y en Francés Superior en la Universidad Central de Venezuela. Realizó estudios para la Maestría en Literatura Hispanoamericana en la Universidad Simón Bolívar, donde ejerció la docencia desde 1975 hasta el 2000 y fue una de las coordinadoras del Taller Literario “Anagrama”. Siguió cursos de especialización para el Doctorado en Literatura en la Universidad de La Sorbona (París). Es una de las compiladoras de la Antología de la poesía hispanoamericana moderna (USB, 1982 y Monte Ávila Editores, 1993) y de la Antología Bolívar en la poesía hispanoamericana (USB, 1985). Elaboró el volumen Obra Poética de Humberto Díaz-Casanueva: Selección, Prólogo, Cronología y Bibliografía. (Biblioteca Ayacucho, 1988. 2ª edición, corregida y aumentada, 2010.) y El traspaso de la antorcha, del mismo autor (USB, 1984). Ha traducido y publicado a los poetas italianos Umberto Saba, Giuseppe Ungaretti, Eugenio Montale, Mario Luzi, Roberto Mussapi; a J. R. Wilcock; al poeta francés Eugène Guillevic. Realizó la traducción al italiano del libro Amante, de Rafael Cadenas. (Caracas, Bid & Co., 2010. Edición bilingüe.) Sus poemarios son: Trazos (Barcelona, España, Seuba ediciones, 1990), Nocturnos: Nocturnes (Soumagne, Bélgica, Tétras Lyre éditions, 1998, edición bilingüe. Traducción de Marcel Hennart), La noche todavía (Caracas, Bid & Co. Editor, 2007. Prólogo de Humberto Díaz Casanueva.), La nuit encore. (Agneaux, France, Editions du Frisson Esthétique, 2014, edición bilingüe. Traducción de Nicole Laurent-Catrice.) Ha publicado textos poéticos en diversas revistas venezolanas y del extranjero. Ha realizado y publicado numerosas Entrevistas a escritores y artistas de Venezuela y de otros países. Colabora en diarios y publicaciones culturales de su país y del exterior. Formó parte del Comité de Redacción de la revista Nueva Europa (Luxemburgo). Colaboradora de la revista Sources (Bélgica). Ha participado con ponencias, charlas y recitales en Congresos, Bienales y Encuentros Internacionales de Poesía. Durante varios años, fue una de las integrantes del jurado del “Grand Prix International de Poésie Guillevic-Ville de Saint-Malo” (Francia), que se otorga anualmente. Realizó la traducción al español del libro Pinocchio, Pinocho, de Carlo Collodi (Ediciones Fundavag, Caracas, 2017).
Los textos, seleccionados por A. P. Alencart, forman parte del volumen La noche todavía (Bid&Co. editor, Caracas, 2007), el mismo que acoge los tres libros escritos por la autora: Trazos, Nocturnos y La noche todavía.
La noche todavía
y tú tan lejos
Acaso te despierten
otros amaneceres
otras voces
Aquí las aguas
se lo han llevado todo
menos tu nombre
Hablamos desde la lejanía
palpándonos
en el despojo
Proximidades
apenas
presentidas
Rasgarás el lienzo
ante la multitud
Sobrevendrán días aciagos
al desvelar
los siete rostros
Qué inminencia deslumbrante
entre las ruinas
Zarparemos en la última nave
a sotavento
Un solo tránsito
será concedido
Atardecer:
una línea de cipreses
en la pálida colina
una flor blanca
una brisa
Trazos
perpetuamente móviles
en el rumor
del mediodía
Lejanos soles
prefiguran
tu rostro
Frágil
habrá de ser
la línea
que lo nombre
Tiembla
tu imagen
en el desasimiento
inusitado
En tu cuerpo
demando
la desposesión
para el ritual nocturno
Celebraremos el rito
de la entrega
una sola vez
y eternamente
Ella se acuesta sobre la hierba
toda la noche
los ojos fijos en el cielo
Toda la noche siente
un corazón latiendo
al ritmo del silencio
Ella espera el rocío
con las manos abiertas
Una llama nocturna
abrasa su sombra
incandescente
Siempre la misma voz
el mismo rostro
desvelado
Ella aguarda las señales
propicias
y se cubre de blanco
Si nos otorgas ahora
una tierra estéril
para construir la casa
concédenos también el vislumbre
de un arroyo lejano
En otro tiempo
la casa tenía vitrales
que reflejaban el cielo
En otro tiempo
el canto de los pájaros
hacía volar los aleros
Acoge esta nostalgia
oh Dios de los silencios
porque las aguas han entrado
hasta el alma
Aún cae el invierno
sobre la aldea desierta
en la noche de marzo
Tiemblan los pinos
Un pájaro tirita
bajo el alero
sin saber que está herido
¿Y nosotros, hijos míos,
tan solos entre la nieve
y casi sin abrigo?
Descansa
alma mía
Déjate seducir por el silencio
Aún no ha cesado
la noche
Olga Orozco, Alfonso Ortega y Alfredo Pérez Alencart, en la Cátedra Fray Luis de León
A Olga Orozco
Les dejaré todas mis pertenencias:
la tibieza
de los primeros soles
la casa
y sus muros de arena
una gaviota
la errancia de una nube
el ciprés
cuya sombra me acoge
Les dejaré
la marea y la espuma
y un corazón abierto
en el revés del cielo
Otra vez las gaviotas
el viento
en las murallas
la ciudad silenciosa
Y en esta habitación
a oscuras
toda la noche
el mar
buscando las orillas
El poeta chileno Humberto Díaz Casanueva
ANA MARÍA DEL RE:
LA BÚSQUEDA DE LO ESENCIAL
(Humberto Díaz-Casanueva)
Como si descifrara pasos leves en la espuma de la tierra, junto a un agua que mana entre lo manifiesto y lo enmascarado, trama sutil, estructura de la intimidad más pura, leo, leo mínimamente. Es el contorno que brota y se transmuta del potencial secreto de cada uno, y que despierta intermitentemente, en el sueño o en una realidad vitalizada por tensiones que surgen al son de una “flauta adormecida”.
Esta poesía velada de Ana María Del Re despierta en nosotros una esencialidad mayormente significativa, nos afina la sensibilidad, profundiza el amor, el dolor, la sombra, define el curso de la flecha extraviada, provoca una expansión de lo más válido en el disentimiento que es nuestro drama de vivir. Porque si un verso evoca a Maeterlinck, a Debussy o a Chopin, la totalidad de estos poemas refleja una búsqueda ansiosa de la presencia en un tiempo de despojos, de miedos y de lejanías impalpables.
Trazos que llegan a ser trizas. El lenguaje poético de Ana María Del Re se ajusta a ritmos maravillosamente sensibles, atenuados, y así fusiona la palabra con alusiones y cualidades de formas espirituales, más que con imágenes rotundas. El poema brota decantado, exprimido de todo lujo barroco, concéntrico, implicado en sí mismo, musitado en un tono litúrgico, autoreverencial, pero apuntando a los valores supremos del sentido. Una vitalidad romántica con un “tempo” apolíneo.
Esta poesía oscila entre una corriente de signos y de vivencias –que ella va conjurando– y un mundo de visualidades simbólicas, como una pintura post-vangoghniana: “inminencia deslumbrante entre las ruinas”, “nos signan soles implacables”, “una gaviota/ un pez muerto”, “mar petrificado”. Frente a la apertura total, la poeta avanza como tomada de un hilo y prefiere lo inminente, lo que todavía es orilla, a la conquista de la plenitud absoluta.
Temblor de ser ella misma en las posibilidades de una identidad, voz que intuye el despliegue fascinante, el deslumbramiento de los impulsos, la verdad todavía esotérica de la crisálida en que está y que desgarra medrosa, el indicio, el murmullo, consciente de que “así pasa la vida”. Por eso, de repente, nos confiesa: “Yo tambaleo en mi imagen/ Yo acato el desvarío”.
La linealidad de esta poesía produce mayor trascendencia, contextos dentro del texto, fragmentos que no son yuxtaposiciones ni secuencias sino centros de acoplamiento, tablas que se van alzando hasta la construcción de una torre devorante. En todo caso, resulta al fin una totalidad orgánica.
Ciertamente, se trata de una escritura poética muy difícil de hallar, entre las habituales, que no consiste en modulaciones de una alegoría sino en la producción de un fundamento que “asciende desde lo remoto”, señal propicia para su sed de presencia en el “incesante tránsito”.Con esta valiosa búsqueda de lo esencial, Ana María Del Re ocupa un lugar privilegiado dentro del panorama poético venezolano contemporáneo.
Santiago de Chile, mayo 1990
Emilio Sánchez
La exposición de esculturas del abulense Emilio Sánchez se inauguró el pasado 4 de septiembre en las instalaciones de la Universidad de la Mística (Ávila) y dentro del Congreso Internacional sobre San Juan de la Cruz y el tercer Festival Internacional de Música Mística y Teresiana. Están basadas en versos de San Juan de la Cruz y se ha creado con una conjunción de materiales: Piedra, Madera, Hierro, Mármol, Alabastro y Cristal.
septiembre 8, 2017
Gracias Salamanca:
siempre en el alma en el recuerdo y el arrobo de Don Miguel. Ahora, con Ana María Del Re, como ella misma dice:
Trazos
perpetuamente móviles
en el rumor
del mediodía
Perpetuamente, «en tantos soles compartidos.»
Bella publicación, Hernán
septiembre 9, 2017
Gracias a la Revista, a A.P. Alencart y a Emilio Sánchez por sus bellas esculturas que acompañan mis poemas.