POEMAS DE LA SEVILLANA ELENA MARQUÉS, FINALISTA DEL PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA PILAR FERNÁNDEZ LABRADOR

 

 

1 La poeta y narradora Elena Marqués

 La poeta y narradora Elena Marqués

Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar cinco poemas de Elena Marqués (Sevilla, 1968), correctora de textos, escritora y poeta, ha obtenido diversos premios literarios, como el «Álvaro de Tarfe» de Poesía con Lo sublime y el frío o el accésit en el IX Certamen Nacional de Poesía Rumayquiya con A lluvia perpetua, obras a la que pertenecen algunos de estos poemas. Es autora también de las novelas El último discurso del General Santibáñez, Versos perversos en la cubierta azul del Mato Grosso y El largo camino de tus piernas; y los libros de relatos La nave de los locos (VIII Premio Vivencia-Villieres) y Diversas formas de ir a la deriva.

 

Fue finalista del reciente Premio Pilar Fernández Labrador de Poesía. El pasado año ganó el XX Certamen de Relatos de la Fundación Gaceta de Salamanca.

 

Fotografías de José Amador Martín, director de Crear en Salamanca

 

 

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LLUEVE

 

Tras el cristal, la lluvia.

Sus lágrimas, pequeñas,

aplauden en el círculo arcilloso

de todos los alcorques.

La línea verdinegra de los árboles

sacude hasta los niños su rocío.

Saltar sobre los charcos

no es una travesura.

La vida es ese juego de hojas blancas.

 

 

3

 

 

 

(DES)ENCUENTROS

 

Ayer me lo crucé. Fue una sorpresa.

Los surcos de sus ojos descendían

de un rostro conocido.

Enfurruñado el tiempo en el recuerdo,

no nos dijimos nada.

Nos dejamos pasar

como la brisa.

Dos aires que se cruzan,

dos viejos olvidados que jugaban

sobre el capó del coche

rasgando de las blancas margaritas

su piel indestructible.

 

4

 

 

 

SILENCIO

 

 

 

No hay nada que decir sobre la lluvia,

ni sobre el ojo, el barco o las colmenas.

Transita la mudez entre los tallos.

El frágil balbuceo de los hombres

se pierde en las espigas;

mis dedos descomponen cuanto tocan.

La música reemplaza a la palabra.

Hay un vacío clave en mi cabeza,

un lapso en los ventrículos,

un cauce seco al fondo de las uñas.

 

Torbellinos de luz desordenan el cielo.

Nada me significa.

 

Por qué manchar el folio y desflorarlo.

 

 

5

 

 

 

NOCTURNO

 

La noche encierra pájaros vacíos

en un fragor de esporas.

Es el silencio piedra donde mi grito excava

la cáscara glacial de tu retina;

es el dolor aullido de libélulas

singlando los regatos,

un miedo mineral a los cipreses

y a la ausencia de pan en el vientre de Dios.

En esta luz trizada te reclamo:

Tú, que habitas lo oscuro,

que engañas al amor con tu saliva;

que eres árido y cruel como los besos

de todos los difuntos,

tenaz como las olas que abortan sobre el páramo,

da tregua a las heridas de mi voz,

no amamantes con eco mi orfandad

y contempla,

entre jaulas y helechos,

la tormenta que acuno.

 

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NOMBRE

 

Así, tu nombre roto en el mantel,

como las migas de un pan abierto

en canal y a la tarde;

su vocal ambarina lastimando,

cayendo al precipicio de las losas

como una taza más sin cumplir su promesa

de ser cuenco y ternura.

 

 

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8 Elena Marqués fimando un libro

Elena Marqués fimando un libro

 

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