La poeta Milagritos Huertas Quezada
Crear en Salamanca se complace en publicar una muestra de los versos de Milagritos Huertas Quezada (Lima), quien es docente de Educación Básica y Superior universitaria, consultora en temas educativos y autora de textos escolares, pedagógicos y literarios. También es consultora para el MINEDU, OEI, UNESCO, FONDEP, ESAN, UARM, CREA, entre otros. Ponente en eventos nacionales e internacionales. Su poesía ha sido publicada en varias antologías, entre ellas: Poemas de Luz Vital, Versos de Primavera, Poemas de Cristal, Versos en Libertad, Ramillete de Versos, Palabra simplemente en Libertad, Salud en Libertad, Palabras sin fronteras. Fronteras sin palabras, ¿Y ahora qué hacemos con tanto amor?
Los poemas aquí ofrecidos se seleccionaros de su poemario “Fusión”, publicado el pasado mes de diciembre bajo el sello de Ángeles del Papel Editores, el mismo que cuenta con un prólogo escrito por Martha Crosby, presidenta de la Sociedad Peruana de Poetas.
Foto de José Amador Martín
FUSIÓN
En el incomparable atardecer que tú y yo conocemos,
te busco, te encuentro y te veo así:
vibrante, guardián de un abrazo que abraza,
que subsiste imperturbable hasta el siguiente, corazón.
Y te busco a mi lado,
al otro lado,
al frente y de frente;
en la tarde húmeda de la estación,
para estacionarme contigo en el pináculo del apego
y tejer con finura excelsa una nueva historia de amor.
Y te encuentro reposado,
embelesado, devoto y ardiente
en el recinto cómplice de nuestra fusión.
Y te veo, aunque no te vea,
porque es mi alma la que te identifica,
la que te halla,
la que conversa con la tuya cual jilgueros en secreta confesión.
En el incontrastable atardecer que tú y yo conocemos,
te busco, aunque no te busque;
te encuentro, aunque no te encuentre;
te veo, aunque no te vea,
porque estás siempre a mi lado, corazón.
Foto de José Amador Martín
DEVENIRES
Siento el devenir de los pasos acumulados
y sus voces que cuentan sus memorias
teñidas de suspiros de nostalgia,
lágrimas recluidas de cal al dolor,
sonrisas retratadas del amor conocido,
pensamientos reposados, desvestidos
por la estación que recuerda
el tiempo inexorable que pasó.
Recobro el hoy solemne que germina
entre estelas multicolores de esperanzas
y el temperamento avivado al instante,
tendidos a su suerte en el sortilegio del tiempo
¡Todo es válido en el entretejido bosque de los sueños!
Adelanto a la acera imprevista del mañana
sigilosa a su susurro seductor que rompe el orden
por lo posible, lo imaginario cargado de misterios,
desde la percusión de latidos de lo incierto.
Retrocedo el paso ya consciente
entre débil convicción y el cantón sin tiempo,
dejando la impaciencia por lo venidero
para abrigar sabia sentencia:
lo que importa vivir es el hoy, es el presente.
Foto de José Amador Martín
VERSOS AL VIENTO
Aquí,
entre la palabra vertida al viento, peregrina de todas las épocas,
y la razón nutrida con el tiempo,
el verbo fluye, germina erigiendo tallo de signos,
formados por versos que desvisten
también la embriaguez del pensamiento.
Uno a uno, surgen los versos,
cual caprichosas dunas que dan forma al desierto.
Aquí,
el tiempo se contrae
el poeta lo atesora en decantador para beberlo de a poquitos,
con sigilo, con demencia,
proclamador de historias
proclamador de momentos
La palabra cae,
sí, cae al son del sentimiento.
Foto de José Amador Martín
SAVIA BENDITA
El bosque abre sus puertas con cada marcha,
revela sus voces de mil colores
que proyectan sus laberintos desbordados
de montañas y llanuras llenas de mitos,
vegetales que se alzan para danzar su propia melodía,
mientras acarician a la fauna a su paso.
El fragor de la vida habita
y se impregna diligente en las venas
invasora, pero deslumbrante,
cómplice del afán del curioso o del investigador.
Ya se siente.
Su límpida frescura
cual rocío desplazado por el viento,
irradia vida a su alrededor;
la cascada habita el escenario de tarde selva
refractor de luz cielo, tul cargador de recuerdos.
El horizonte savia se agita,
emerge la noche
con su mirada finita,
el bosque se reviste de nuevas sabidurías y misterios.
Foto de José Amador Martín
AUSENTE RENUNCIA
Andando a tientas,
escudriño celosamente en procura de saber
qué sortilegio tiene el viento
que sabe envolverte y lograr tu estremecimiento,
ese que revela lo tan frágil que puedes ser.
Andando a tientas,
hablo bajito en procura de que no oigas
lo que indago en mi premura por develar
de qué está henchido tu oscilante corazón,
ese que arremete cual torrente de palabras sin nada consumar.
Andando a tientas,
rehúyo el desistimiento en procura de arrebatarle a esta estación
un indicio
que alimente mis sueños
enmudecidos, casi metálicos ante tu innoble tacto,
ese que dejó huérfano el seno que le acogió.
Andando a tientas.
converso conmigo misma en procura de descifrar
qué anhela mi aletargado candor
entre el nubiloso recuerdo del ya marchito corazón,
ese que reconoce el crepúsculo de un amorío
que rebelde lucha por no agonizar.
Foto de José Amador Martín
TÚ, RIBERA
Hoy, te vistes de atardecer sereno
en el muelle hecho estancia,
de astro que rebelde lucha por no perecer,
de mar naranja calmo
gaviota en festivo vuelo.
Hoy, trazan tus ojos estelas de variopintas
escenas
que la caracola adormitada en la arena resuena,
evocadora de incansables tertulias
de tarde a trasnochar.
Hoy, dibujan tus palmas estrellas de mar
que abrazan el infinito,
prendidas en el arrecife de incontables memorias
que obstinadas y perennemente
luchan por no olvidar.
Foto de José Amador Martín
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