Maritza López-Lasso en los soportales del Ayuntamiento de Salamanca
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar los poemas que la panameña Maritza López-Lasso leyó en Salamanca durante el XII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, los cuales fueron seleccionados por A. P. Alencart. En dicho encuentro fue homenajeado el chileno Elicura Chihuailaf. Maritza López-Lasso (Coclé, 1957). Poeta, narradora y dramaturga panameña, es diplomada de Ingeniería Civil por la Universidad Tecnológica de Panamá, donde fue profesora de Mecánica hasta 1987. En octubre de 1988 recibió su título de Máster en Ciencias y Técnicas de Edificios, por la École des Pont et Chaussées en París. Luego de su matrimonio con un francés, colega profesional, dejó su tierra natal y comenzó una nueva vida en Europa (Francia, Italia, Suiza). Fue en Suiza donde desarrolló la mayor parte de sus obras. Desde 1996 se dedica exclusivamente a la escritura. Su primera novela, Ajuste de cuentas, obra que revela la manera de encarar la vida de dos hermanas mantenidas por hombres casados, fue publicada en Madrid por Editorial Verbum (2002). En 2007 apareció, bajo el mismo sello editorial, Pasión y fe, viaje iniciático de una mujer a la búsqueda de sí misma. En 2008 vio la luz El corazón con que vivo, su primer libro de poesías. En 2009 fue publicado en Salamanca Adónde irán mis nuevos sueños, antología poética que recoge versos de quince poetas iberoamericanos. En 2010, Pasión con fondo de guerrilla y otros relatos, historias sobre la barbarie de los seres humanos (México). En 2012, La Mola y otros relatos (Universidad de Panamá) y el libro de cuentos bilingüe español/francés De café y chocolate (Editorial Exedra, Panamá).
FOTOGRAFÍAS DE JACQUELINE ALENCAR
Portada de la antología ‘Adonde irán mis nuevos sueños’
Soñar despierta
me revela que he perdido la patria,
que mis pies no reconocen la tierra que pisan
y que siendo ciudadana del mundo
no lo soy de ninguna.
M. L-L.
Maritza López-Lasso leyendo en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Salamanca
PARARA DOMAR AL EMIGRANTE
Para domar al emigrante
muéstrale la frialdad de tu mirada.
Para domar al emigrante
bórrale la memoria y que no ocupe la tuya.
Para domar al emigrante
es importante que olvide
ese precario equipaje de sueños con que viaja,
que renuncie a la claridad de su lengua
y al incendio de colores con que viste su piel.
Para domar al emigrante
entorpécele el paso con un papeleo imposible
y ofrécele sólo esa labor
en la que viste envejecer a tus abuelos
pero que ya no consideras buena para ti.
Para domar al emigrante
no es bueno que sacie su hambre de una vez.
Para domar al emigrante, en fin,
ocúltale tus temores,
cubre tu rostro con una máscara
y nunca, nunca, lo mires a los ojos.
Foto de familia (XII Encuentro de Poetas Iberoamericanos)
ESTE AMOR
Cet amour qui faisait peur aux autres.
J. PRÉVERT
Ha crecido justo en el centro del alma
este amor alimentado de soles y ternuras,
criatura acunada a la orilla del mar;
cantado por la música que baila sobre las olas,
este amor que asusta y grita
y escribe sobre las piedras y el viento
el nombre que lo nombra.
EL TREN
En el reflejo del cristal se cruzan nuestras miradas.
Es sólo un instante. El tren avanza lento
y ya comienza a alejarnos.
Cuando tu rostro se ha borrado del cristal,
la ternura de tu voz llena el vagón
y el flujo del recuerdo me produce vértigo.
Todavía estás a mi lado. Inconsciente, palpo el vacío
pero no estás.
En el andén tu mano parece despedir a otra.
No me reconozco en ese gesto que anuncia el olvido.
Una señora gruesa y amable
me extiende un pañuelo de papel.
Seco mis lágrimas por todo lo que no ha podido ser.
Maritza López-Lasso, José Pulido y Osías Stutman
AGUARDO
Sé que no es el final.
He conocido tantas etapas:
el espejismo y el oasis en el desierto,
la demora del agua que anhela la seca garganta,
la duda que muerde el instante de la reflexión.
Sé que no es el final.
En la paciencia me he fortalecido,
aguardo nuevas batallas.
HAIKUS
1
Danzan las hojas
la tonada del viento
bajo el cielo.
2
Sobre el muro
la hiedra se agita
al son del tamtan.
3
Bajo el manto
de cabellos plateados
un rostro sonríe.
4
La fría neblina
en la noche de invierno
roza la sierra.
5
Fresca caricia
brisa de primavera
sobre el maizal.
6
El centenario
con ayuda del bastón
avanza, avanza…
7
Una gaviota
bajo la inmensidad
desaparece…
Maritza López-Lasso y Sylvia Miranda
IDENTIDAD PERDIDA
Comadre,
qué perdida la encuentro.
Se ha apagado la música de su lengua,
con sus erres como piedras arrastradas por un río
y sus eses jaladas desde su garganta.
El naranja y el rojo,
el amarillo y el pícaro verde
que cubrían de alegría su piel
han desaparecido.
Ahora cubre su rígido cuerpo,
olvidado del fino ondular de entonces,
con el negro y el blanco,
como si vistiera el luto de su propia esperanza.
Y sus ojos, que fueron zalameros y alegres,
ahora los cubren una triste neblina.
En guardia, comadre,
a fuerza de irse despojando
de sus auténticos atributos,
de traicionar los soles que han teñido su piel,
se me pierde usted, comadre,
y no la reconozco.
Cena en el Colegio Fonseca de la Universidad de Salamanca (foto de A. P. A)
VÉRTIGO
Palpo las sábanas y no te encuentro.
Creí habituarme a tu ausencia,
pero a mi lado la ternura de tu voz
es un fantasma que repite mi nombre,
ese nombre que sólo tú conoces.
Despierto y no estás,
lentamente me precipito en un vértigo oscuro
y sufre mi piel el silencio de tus manos.
Un momento de las lecturas del XII Encuentro de Poetas Iberoamericanos
MAR
Ruge el mar embravecido,
arde su espuma,
deposita a mis pies el oleaje que brama:
calcinada pasión
que se extingue y refluye.
León de la Hoz y Maritza López-Lasso
VIAJE A NORMANDÍA
El crepúsculo
abraza, posesivo,
el perfil de los árboles quietos,
el campo parece dormir.
¿Dónde el insomne?
En la noche oscura,
serpientes de luces
en la autovía.
¿Quién aguarda
al viajero?
Amanece el Sena tranquilo,
por sus aguas navegan
casas flotantes y calladas.
¿Quién suspira allí dentro?
Luminoso el campo florece,
canta la primavera su color musical.
¿Cuándo la lluvia?
Arde el resplandor del pasto.
motas de lana,
rumiar de ovejas.
¿Dónde reposa el pastor?
El soldadito verde
saluda al sol
y se pierde en el maizal.
¿Espera la novia?
A lo lejos, la casa circular,
cuadraditos de espejos
bailan al mediodía.
¿Y si nadie habita la casa?
Piel de ébano,
terciopelo brillante.
Querubín negro:
¿quién te robó la sábana y el río?
Rojas raíces,
abismo estelar.
¿Mundo al revés?
Lectura de Maritza López-Lasso
ALERTA
A los monótonos días cotidianos,
sopor de planicies sordas de rumores,
prefiero el estruendo y el temblor
del tiempo que me alerta y sacude
y grita: todavía estás viva.
SELVA DORMIDA
Conoces la piel que me viste,
su color de canela y humo,
el olor que me precede;
adivinas, incluso, el desorden exacto
de mi cabellera al viento.
Conoces mis placeres ocultos
y mis penas públicas.
Con los ojos cerrados anticipas mis gestos.
Ignoras, sin embargo, la selva dormida en mi memoria;
el sueño perenne de todo lo perdido sin haberlo alcanzado.
Poetas del XII Encuentro en la Plaza mayor de Salamanca
INVIERNO EN GINEBRA
Vencido por el viento de enero,
arrebatadas sus hojas,
el árbol estira sus ramas nudosas
sobre la oscura pantalla del cielo.
Y yo, con el alma anudada,
aguardando, aguardando
la fresca caricia de la primavera.
Una de las noticias del XII Encuentro de Poetas Iberoamericanos
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