La poeta Gloria Gabuardi
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de difundir ocho poemas de Gloria Gabuardi (Managua, Nicaragua, 1945), secretaria ejecutiva del Festival Internacional de Poesía de Granada, miembro del Centro Nicaragüense de Escritores y fundadora de la Asociación Nicaragüense de Escritoras. En poesía tiene publicados los libros “En defensa del amor” (1982, Premio Ricardo Morales) y “Mástiles y velas (2002), de los cuales el poeta A. P. Alencart ha seleccionado los textos que presentamos a nuestros lectores. La poeta Gabuardi también es doctora en Derecho y artista plástica. Entre otros cargos ocupados, fue asesora de la Vicepresidencia de la República durante el Gobierno Revolucionario Sandinista, y asesora de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional en la década de los noventa. Su poesía ha sido publicada en diversas antologías, tanto en Nicaragua como en otros países del mundo. En los años setenta vivió en el exilio (Suiza, Francia, México y Costa Rica). Ha sido traducida parcialmente al inglés, alemán, italiano, rumano y turco. Destacar que sobre su obra han escrito los nicaragüenses Jorge Eduardo Arellano, Álvaro Urtecho, Fanor Téllez, Edwin Yllescas y Helena Ramos, entre otros.
PINTURAS DEL NICARAGÜENSE EFRÉN MEDINA Y FOTOGRAFÍAS DE JACQUELINE ALENCAR
ORGULLO DE MUJER
Yo no quiero ser otra mujer
Ni blanca, ni oscura: morena quiero ser.
Yo no quiero despojarme de mi ropa
ni limpiarme el cuerpo hasta los huesos,
quiero mi propio corazón descuadernado
y este espíritu retozón lleno de brazas.
Yo no quiero cambiarme
quiero ser yo misma
sin ayuda de nadie, renca a veces,
llena de cicatrices
o de marcas,
con ganas de vivir o morir viviendo
renaciendo con cielo o con infierno.
Quiero ser yo misma que sueña sueños,
que ofrece ofrendas a sus dioses,
incienso , oro y mirra a los amigos,
y que al amado no lo olvida,
que puede luchar mañana y siempre
sin ventajas, sin traición , sin quejas
hermana, amiga, compañera
con la mano en el pecho prometo y cumplo.
No me niego la pasión ni la ternura
y por mi edad, mujer al fin,
desde mi engendro, orgullosa de mí.
Gloria Gabuardi (al centro, en primera fila) con otros poetas del XIV Encuentro
MIS RECUERDOS
Como llaga y carne
como relámpago y sus días de calma,
en el último rincón de mis pupilas,
los guardo uno a uno
los camino siempre
como viajera inagotable:
cada piedra, cada hoja, cada canción.
¡Hay vida, rica mía, cómo me dueles!
MAR DE LOS NAUFRAGIOS
Vengo del mar de los naufragios,
del corazón de la Odisea
en velero lejano de mares extensos,
tema de mis sueños y de mis cantos.
Traigo entre mis dedos susurros de sirenas.
He navegado en delirio a través del horizonte
en la espuma de mi aliento
y en mi pensamiento lujurioso,
subiendo y bajando mareas,
llena de artificios, imágenes, mástiles y velas.
Mi alma, mujer guerrera, sola en temporal
izando bandera pirata filistea al alba.
Me he tatuado el ancla al centro de mi pecho.
Nada detendrá el rumbo del timón,
ni vendaval, ni lluvia,
ni neblina, ni siquiera un arco iris luminoso,
buscando el límite entre lo prudente
y el espacio hondo y vasto del océano.
Mar, cielo, soledad, mar, voluptuosidad,
fuerza y voluntad. Mujer audaz,
calma tu mirada, húndela en el mar.
Gloria Gabuardi en la Caravana Poética hacia el Lago, con poetas de Malasia, Italia e Islandia
SOMBRA
A veces sumergida
esculcando los rincones
te encuentro ahí
como una hiedra
robándoteme todo
deteniendo el camino de las cosas al olvido.
MIS ÁNGELES Y MIS DEMONIOS
Yo tengo sueños azules y de paraísos
sueños con cajitas de música
con cofres y barquitos solitarios
con sombras de figuritas de animales
y con rostros afilados y cuerpos que ruedan al vacío.
Ahí he atrapado la noche y los conjuros
he desbaratado la soledad
a los ángeles y a los demonios
pero se levantan con chorros de luces
y vuelan secretamente con música de Bach.
De ahí salen fantasmas blancos y púrpuras
ebrios de luna y con flores rojas
ansiosos de galopar la noche y las estrellas
de saltar el amarillo
el mar de la inconciencia.
En las rendijas de mi alma guardo esos sueños,
atrapo el silencio y lo hundo en mis puños
abro en pampas las puertas de mi alma
las heridas de heliotropos
despierto el cuerpo dormido
y reanudo el goce que da la libertad
el paso de la vida por mi puerta
en medio de la luz de la luna en su cuarto menguante.
PREPARACIÓN PARA LA MAGIA
Hojas de hierbabuena
y limonarias,
crema de almendras
y té de manzanillas,
verduras frescas,
eliminada la carne
para que el cuerpo limpio
y purificado sea un cervatillo
ágil e inocente
ycomo el vidrio,
pura alma delicada transparente;
vibre como un arpa al toque suave
de tu tacto, para que como violín
o guitarra se tense la columna,
los pechos más erguidos que nunca,
piernas de potranca listas
para el vuelo, avión o pájaro,
el arco de los pies inconmovible
y todos los latidos al unísono,
ahora que regreses.
Gloria Gabuardi y Francisco de Asís Fernández
A CAMPO ABIERTO LATE MI CORAZÓN
Le entregué mi alma al Amor.
Soy pasto de sus llamas.
Vivo alegremente acosada,
alimentando esta debacle.
A veces Odiseo al elevarse
en la punta de la espuma,
me tiende su mano conmovido,
no sea que me hunda
y conmigo el arcoíris.
Sigo aquí misma,
plantada al pie de esta selva.
Ni adelante ni atrás del aire,
ni adelante ni atrás del eco,
en plena ebriedad de los sentidos.
Corriendo tras la risa obscena y bandida,
que inicia siempre el conteo por la vida.
A campo abierto late mi corazón.
A campo traviesa van mis sueños,
sin alas que los lleven lejos,
al contrario, grillos y grilletes apretados
al pensamiento lujurioso de un ángel
escapado del paraíso eterno.
Ahora me tomo la vida a pinceladas.
He atravesado limpiamente el bosque y he llorado.
Pasé por la fiesta de luces de bengala
guardé mis alas de mariposa rotas
en el corazón de una concha marina
las tiré al mar, en un barco errante y tristón.
Nací ave, fruta y torrente,
libre como las márgenes de un río salvaje,
y no quiero ahora corregir el curso de nada,
ni me arrepiento de mi nostalgia
ni me arrepiento de mi ansiedad por nada.
Ya he visto volar el tiempo presuroso
en las alas de las gaviotas
a una estrella saltar de la chistera del mago,
y teñirse de rojo mis ojos por mi rebeldía.
Mi casa es mi corazón,
y mi cuerpo su templo mañanero!
Le entregué mi alma al amor
¡Y soy pasto de sus llamas!
Pero llegaré hasta el final
como un barco con destino
porque ahora tengo mi nave anclada,
junto al azul del Sol al amanecer.
MÁSTILES Y VELAS
He visto el mástil y las velas de mi barco
atravesando la blancura del aire,
seguir la ruta de la espuma
buscando el paraíso,
la luz de la estrella de David
que me indique
el centro exacto del corazón
epicentro del verdadero Paraíso.
Pero llena de presagios y de augurios
no vacilo en perseguir su aliento
para que encienda sobre mí la aurora,
el destino final de mi barco.
Gloria Gabuardi y Alfredo Pérez Alencart
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