La poeta marroquí Fatima Zahra Bennis
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar ocho poemas de Fatima Zahra Bennis, escritora y poeta marroquí nacida en Tetuán (1973). Ha publicado ‘La angustia de escape’ (2004, Tetuán, Marruecos), ‘En los brazos de la luna’ (2008, El Cairo, Egipto) y ‘Fantasma de un profeta’ (2011, Beirut, Líbano).
Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés y español. Es miembro de la Asociación de Creadores Árabes, y del Comité Ejecutivo de la Unión de Escritores de Marruecos. Ha participado en encuentros y festivales poéticos y culturales árabes e internacionales.
Pintura de Miguel Elías
ABRAZO
Este abrazo
un río que se vierte en el cuerpo
y a huertas se convierte
como un punto de partida
hacia el extremo.
Este abrazo
un especial laberinto
donde se reproducen nubes
volcanes
y lágrimas con lava.
Pintura de Miguel Elías
UN BESO
Sorbo tu beso
y esto que chorrea de tus poros
me extravió su efusión
convirtió mi secreto en cama
con él se divierten ciegos sentidos.
Sorbo tu beso
estiro mi pierna hacia un volcán
cuya ferocidad es más clemente que la furia de la memoria.
Estrecho la mano de un cigarrillo ruin
y canto una copa
que no puede extinguirme.
Sorbo tu beso
yerro en un descampado
en que el lenguaje se ahoga.
Sorbo tu beso
y revelo mi banquete
mira…
me convertí en deseo desbordante
como la mar cuando desborda su arena
un abrazo fulmíneo
como cuando el cielo fulmina sus estrellas
y mi talla bailante
que nunca recuperaré
se hundió en tu azul.
Pintura de Miguel Elías
REVELACIÓN
Destapé la membrana de mi jardín
de sus arbolitos
de sus pajaritos
de la miel enterrada en su garganta
de la semilla de la granada rechazada
de la manzana condenada al infierno
de la cereza soñadora con labios
del higo y de la aceituna
y este césped tímido.
Destapé la membrana
de una flor, de cuyo néctar Dios creó el paraíso
de un sentido escapado de sus hermanos
de los caballos del alma
de un cuerpo que me modeló en poema
de una paloma que me legó su enamoramiento
de una abeja que me alimentó con su miel
de una mariposa de la locura
que me preparó.
Destapé mi membrana… me he descubierto
cambié la tierra por la blancura
el silencio por el delirio
dije al aire:
Préstame tu dormitorio
y deja bien abiertas las ventanas del universo.
Cuán hermoso es el jardín del cuerpo
Mientras está acariciando el cielo de Dios.
Pintura de Miguel Elías
UN SOPLO
Oh soplo que me inquieta
ruidoso apareces
salvaje como una ola
ten clemencia de mis valles abiertos
como bocas de hambrientos.
Te espero, oh alegría de sentidos
repleta de soles y lunas.
En tu presencia
mi feminidad relincha
para que el mundo se convierta en florero.
OLVIDO
Solo recuerdo el vaso sediento de mí
el murmullo ardiente
ese momento de alboroto
solo recuerdo mi alma en su rezo
en el templo de su cuerpo.
Sólo recuerdo un jardín y sus bellos frutos
una tierra insaciable de mi galope
y un sol que conspira con mi mentira.
Solo recuerdo la habitación de Virginia Wolf
una lección de amor
y otra de locura.
No me recuerdo.
Pintura de Miguel Elías
SOLA
Me despido de mis cargas
me alzo sola
me sigue mi sed
y una sombra tragada
por mi ser.
Sola cruzo el cielo
me deshago en una ola ciega
me agarro, me escapo de mí
temiendo mi sombra.
Me resucito en forma de pez
me rodean las gaviotas revelando que:
no me originó el fuego
ni con la que la leña emparejó
yo no soy yo
¿Quién soy?
¿Oh, yo?
Me alzo con mis brasas
subo las escaleras de la locura
sin vergüenza de efusión
despreocupada de salvarme…
Me alzo sola
vestida de mis pecados
vanidosa de mis metáforas
no me arrepiento
ninguna ilusión se desliza en mi reino
qué deliciosa es mi rectitud
en la cúspide de mi ser imposible.
Pintura de Miguel Elías
CANTO DE UNA HERIDA
Sobre el hombro de un monte desnudo
canto mi herida lluviosa
nunca me abandona
por más que me aleje
Me atrae con ternura hacia sus grietas
y mi destino es estar digna de caer en su pecado
de estar sensible a su delirio
de caminar siguiendo sus huellas.
Mi herida mi amiga íntima
mi herida mi ventana
mi herida mi perfume excepcional
mi herida un descubrimiento de mi feminidad
mi herida mi lujuria madura
toda esta comodidad
proviene del infierno de una herida
caída en un abismo
parecido al cielo.
ESPEJISMO
Aquí estoy duchándome con nubes
y la distancia entre el desvelo y yo
es un espejismo
Residí en una baliza de amor navegante
y olvidé llevar mis velas
Ahora me veo
intercambio con los truenos
su lujuria
con las lluvias
su efusión
y abrazo el horizonte
extasiada por el vacío.
Otra imagen de Fatima Zahra Bennis
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