Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar algunos de los poemas que, durante el XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, leerá en Salamanca la madrileña Angélica Tanarro. Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense y se ha especializado en periodismo cultural, campo en el que ha ejercido la crítica literaria, de arte y espectáculos. Es autora de dos libros de poesía, Serán distancia y Memoria del límite. Algunos de sus poemas y cuentos están publicado en revistas como ‘El signo del gorrión’, ‘Cuadernos del Matemático’, ‘Zurgai’ o ‘Piedra del molino’. Ha participado como conferenciante en numerosos congresos y cursos relacionados con la cultura y la comunicación y ha ejercido la docencia como profesora asociada de Periodismo en la Universidad de Valladolid. Su trayectoria en El Norte de Castilla comenzó en la edición de Segovia de la que fue cofundadora. Actualmente es jefa de Culturas del periódico y coordinadora de su suplemento literario La sombra del ciprés.
Estos poemas forman parte de la antología “Palabras del Inocente”, coordinada por Alfredo Pérez Alencart para Editorial Edifsa y la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes.
Angelica Tanarro (por Miguel Elías)
TU DOBLE
Te has hecho a la espesura
al lento respirar de la extrañeza
Has doblado las alas
bajo el peso de los pájaros muertos
Dices azul
pero es la niebla tu vestido
la indiferencia tu disfraz
—el fantasma que alientas¬—
Tenaz cobijo son las sombras
la casa sin espejos
vivir sin partituras
(Aún recuerdas algún día festivo
como pisar descalza el césped
o no tener pasado)
UNA A UNA…
Una a una
cruzaron la frontera
violácea bajo los párpados.
Se han sentado así
–las manos sobre el halda—
sin pudor ni desafío.
Saber esperar es su bagaje.
No esperar nada, su belleza
–y aunque invisibles—
Transportan la lluvia a los desiertos.
ALBUM
Te reconoces en ese gesto del principio
cuando odiabas las fotografías
Esa luz que te cegaba
el desconocido que venía a invadir
tu intimidad
a violentarte
aunque no tenías memoria ni rasguños
Ahora es lo mismo:
El entrecejo partido
la escritura del miedo
los ojos encogidos
para ver y no ver
lo inevitable.
DIARIO
(I)
Ha llovido toda la tarde.
En el jardín
he enterrado las cartas de los muertos
y he vuelto a rezar.
He rezado por todas las palabras.
(II)
La casa del silencio
envuelve las miradas de los ausentes
Un puño cerrado
guarda el eco de sus voces
Entre cuatro paredes
un corazón germina
Yo no termino en mí, en mí comienzo.
G. B.
Con el cuenco de la mano, protege la llama
el que siembra la albahaca en medio del mar.
El que heredó el secreto de los abedules.
El que deja a la puerta su desesperación.
El que nada sabe de la desesperación.
El que talla una diosa en la proa del barco.
El hijo del náufrago.
El guardián de la vida.
INVIERNO
Apenas ha durado el espejismo
El río arrastra de nuevo su tristeza marrón
con la perseverancia de los condenados
Yo lo miro distante
Habré soñado unos dedos azules
y una cama de escarcha
El pálpito de la sangre caliente
bajo las plumas…
En otra edad
el corazón del manantial latía
(la memoria es un cristal endureciéndose)
octubre 2, 2014
«Tu doble», «Una a una», «Álbum»… tres poemas aparentemente sencillos pero suficientes para llenarnos de poesía, de la poesía que no necesita otros apoyos que salir a cara descubierta.