La poeta costarricense Paola Valverde
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de difundir cinco textos de la costarricense Paola Valverde Alier (1984). Los mismos han sido extraídos de su libro ‘Las direcciones estelares’, publicado el pasado año por Amargord ediciones, en nuestro país, razón más que suficiente para acercarse a las librerías y disfrutar de una excelente obra. Paola Valverde es poeta y gestora cultural. Por 4 años dictó el taller literario del centro penal C.A.I. La Reforma (2002-2006). A finales de 2010 Editorial La Cartonera Tuanis de Costa Rica publicó su libro de poesía La quinta esquina del cuadrilátero, reeditado por Editorial ARLEKIN (Costa Rica, 2013) y Editorial Lápices de Luna (España, 2016). En 2014, su Jaime Gil de Biedma; en 2015 Bartender fue publicado por Editorial Perro Azul y obtuvo la Mención de Honor en el Premio Nacional de Poesía Aquileo J. Echeverría de Costa Rica. Su poesía ha sido traducida al árabe, portugués e italiano y seleccionada en diversas antologías (UNAM, Anamá Ediciones, Voces de América Latina, Raffaelli Editore, Fili d ́Aquilone).
Portada de la edición española, a cargo de Amargord
Ha participado en diversos encuentros, festivales y ferias (Chile, Cuba, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras, Bolivia, España, Puerto Rico). Entre 2015 y 2017 fue Productora General del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica. En 2017 publicó Las Direcciones Estelares (Amargord, España), Nocaut (Trabalis, Puerto Rico), De qué color es el verde (Poe, Guatemala) y fue la poeta costarricense seleccionada para representar a su país en el libro Legado de Generaciones de Flor de Caña. Actualmente es propietaria, junto a su esposo, el escritor hondureño Dennis Ávila, del Bar, Restaurante y Teatro Mágico ‘El Lobo Estepario’, proyecto artístico ubicado en el corazón de San José.
PINTURAS DEL COSTARRICENSE RAFA FERNÁNDEZ
Selva, de Rafa Fernández
LA VIDA ANTES DE LA VIDA
Los ríos perpetraban la corteza de los árboles
la voz de la selva
permanecía campante
¡Fuerte como el jaguar
valiente como la anaconda!
Antes de nacer
fui un diminuto botón de luz
Tomé forma de cordillera
exploté en tonos turquesa
y de la sangre
almacenada en mi sexo
brotó
una estampida de colibríes
El Fuego
era un hilo costurado al sol
El verde
no domaba la llama
La mujer que custodiaba la tormenta
dejó caer los rayos
y se convirtió en pájaro
BACAB O LAS DIRECCIONES ESTELARES
Uni-verso, es decir un solo verso, la lengua del cielo.
Ivar Zapp
La gente de mar
descifró el palíndromo
que marcaba
los cuatro puntos cardinales
salió de sus cuevas
a la boca del jade
profundo
en la respiración de la piedra
El origen
conservó la estructura
en la mente del marinero
En un pequeño país
los sabios construyeron las esferas
Su uni-verso fue un mapa
trazado en la noche
Las constelaciones
ordenaron la ruta
Calcaron el cielo y sus astros
con Fuego afinaron la gubia
Supieron atravesar
la palabra
y al regreso
flotaba una raíz
En altamar
la figura más brillante del cielo
es el capitán
En tierra firme
las civilizaciones marítimas
aprendieron a respetar el camino
PRIMERAS CIENCIAS
A Alfonso Chase
Los poetas aprendieron
de un maestro astrónomo
El maestro astrónomo
aprendió la geografía
y las matemáticas
de la mano de un navegante
Cada pluma en la cabeza
de un navegante
representaba
las direcciones de sus viajes
En sus viajes el navegante admiró
la geometría de los nenúfares
Un bárbaro marcó
esas figuras en su brazo
con sellos de barro
se repitieron los símbolos
El astrólogo
adoptó los nombres
que el poeta dio a las constelaciones
y el arte de escribir
vio la luz
en el vasto espacio oceánico
ÍCARO
I.
Ahí
donde existió la montaña sagrada
brotaba un bálsamo
que ofrecía salvación
Tomamos su liana
para dar el salto
al bosque de los insectos
y soldaditos de madera
donde los relojeros
trabajan arduamente
para reparar las antenas
y las patas quebradas de los grillos
La noche es un mandala
teñido por las plumas
de un pavo real
Una flor la atraviesa
en esta cordillera de luz
II.
El bosque aúlla
Vuelco los ojos
me lanzo desde la lágrima
infinita
que soy
Es el momento de volar
las flautas
caen del cielo
nos elevan al anillo
de la mariposa púrpura
Ahora
retumban
los tambores de la muerte
Somos el purgatorio
la caja de música
los sonidos
y las tuercas
Merecemos la salvación
presos
prostitutas
poetas
sobre todo los poetas
Fuimos ese bosque
la úlcera encarnada de América Latina
donde es necesario ser viento
tornasol radiante
como este sueño
VIENTRE DE LA MADRE TIERRA
Entran las Abuelas Piedras
a esta casa del sudor
Reposaron su sabiduría
en el Sagrado Fuego
antes de hacer su ingreso
Todo comienza en el Este
Abrimos la puerta roja
a la humildad
a la Madre Tierra
a lo que nace
El ritmo del tambor
es su latido
El Sur
el camino que toma el sol
Abrimos la puerta amarilla
a la voluntad
al agua del cielo
la que fecunda
Invocamos al crecimiento
los ancestros
las generaciones futuras
El Oeste anida
al que transita la oscuridad
sin perderse en ella
Abrimos la puerta negra
al poder
la sinceridad
el guerrero
En el Norte
ponemos nuestros sueños
Abrimos la puerta blanca
a la pureza
a la integridad
al aire
El verde es orden y equilibrio
azul el Padre Cielo
morado el Corazón
Invitamos a pasar al Cóndor y al Águila
animales que elevan nuestros rezos
al Gran Espíritu
con la promesa de ver
algún día
al Norte unido con el Sur
Paola Valverde
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