La poeta Luz Mary Giraldo
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar siete textos de Luz Mary Giraldo (Ibagué, Colombia, 1950). Poeta, ensayista, antóloga y profesora universitaria. Autora de los libros de poesía: De artes y de oficios (2015); Llévame como un verso (2011); Sonidos en la luz (2010); Postal de viaje (2004); Hoja por hoja (2002); Con la vida (1997), Camino de los sueños (1981), El tiempo se volvió poema (1974) y las antologías Diario vivir (2012), Canto de pájaros (Rumania 2015 -español, inglés, rumano, versión completa Biblioteca Digital de Bogotá http://www.bibliotecadigitalbogota.gov.co/), Il volto nascosto dell’amore (2017 español-italiano, traducción Alessio Brandolini y Martha Canfield). Poemas traducidos al inglés, francés, italiano, portugués, macedonio, croata y rumano. Con varias distinciones como ensayista, antóloga y poeta, entre ellas: Gran Premio Internacional de Poesía en Rumania 2013; Premio Internacional LASA-Monserrat Ordóñez 2012; Premio Nacional de Poesía Casa Silva Poesía en el concurso “La Poesía como una Casa” 2011 y Mención Honorífica Premio Internacional de Ensayo Convenio Andrés Bello 2000.
Las esculturas son del colombiano Edgar Negret.
Pájaro
ÍCARO SOLITARIO
Todos los gestos cercenados, piedras
graves del ceño, consideraciones
sobre la legitimidad de alzar el vuelo
han tomado la forma que tuvieran las alas.
Aníbal Núñez
Aquel que cifraba en su delicadeza
la afición de volar
extendió sus alas y rompió el aire
con su pico de bronce.
Ascendió a la montaña de silencio
y desde lo alto miró el espacio abandonado:
el último punto se fundió al primero.
En la tierra que poco a poco lo suplanta
dibujó la sombra.
Solitario
alza sus ojos en medio de la noche.
Mariposa
COMO UN CENTINELA
La vida por siempre dando vueltas
y como un centinela la muerte en los rincones
llama en silencio con todo y sus gerundios:
gato lamiéndose despacio
perro ladrando en la mitad del sueño
pájaro cantando al comenzar el día
mientras tejen su tela las arañas.
Golpea el viento
apaga la luz en la ventana
se escucha la zozobra
y el silencio recoge expectativas.
Parpadean los hilos del asombro
y en la soledad de un pájaro
oigo distintas formas de alegría:
pequeñas cosas que pasan en la casa.
Eclipse
CANCIÓN DONDE ESTÁ LA SOLEDAD
Buscas un pentagrama en el vacío de la luz
y encuentras un muro de habitaciones desoladas.
Te niegas a respirar el aire donde se eleva el dolor.
Te niegas a los pies desnudos
y a caminar sobre piedras rotas.
Tus palabras no entienden qué fue ni qué pasó.
Tu voz amordazada no exclama
ni siquiera dice ¡ay!
La sirenas guardan silencio
–dijo Kafka–
y el mundo se llena con ausentes.
Deidad
DIOS Y POETA
Herido cae un pájaro donde crece la hierba.
Parece Orfeo en las tinieblas.
Ícaro quemado por la luz.
Su caída rompe el pentagrama
y deja borrones en las páginas
voces que titubean
plumas dispersas
cuerdas sueltas en el aire.
El perro ladra sin consuelo
donde cayó el pájaro
y un niño guarda una piedra en su bolsillo
mientras Dios condolido
como poeta solitario
contempla su ausencia
desde lejos.
Pájaro
ENTRE LOS ÁRBOLES
Oigo la vida
pájaro carpintero
la oigo en todas partes
dándole fuerte a la corteza.
Golpea contra el viento
pica los días de madera.
Pájaro milenario
golpea en el árbol de la vida
y mientras las hojas caen
cambia el color del tiempo
se agota como reloj de arena
marca muy lento
más lento cada vez
más lento
lento.
Oigo sonar de nuevo la corteza:
otro pájaro inicia la jornada
y el día comienza como la noche
entre los árboles.
Maíz
COMO LLUVIA FINÍSIMA
Uno llega de pronto a darse cuenta
que el árbol
las calles
la lluvia
el sol
el vértigo
no son el mismo árbol
el mismo espacio
el clima de otro tiempo
la pasión del amor
sino el color vacío del objeto sin sueños.
Uno abre de pronto la ventana
para sentir el fresco de la tarde
para coger palomas con los ojos
y oír el paso de las nubes
y ve el silencio
que avanza caprichoso
hacia la noche
donde las manos tiemblan.
Al fondo
la botella vacía sobre la mesa
la habitación desmantelada
un pájaro errante
y en el centro
como lluvia finísima
todavía el corazón
tibio y sorprendido
atiende el fuego de la vida
y el ruego de los ángeles.
Uno llega de pronto a darse cuenta
que el tiempo es un regreso
que las nubes son del color del corazón
y es suficiente.
EN EL ALMA DEL TABLERO
Cada mañana el maestro da su lección de vida:
aprender las letras y los números
la vía recta cuando caminan las palabras
la curva enredando sueños y paisajes.
Dónde el diptongo
la suma de los muertos que crece cada día
dónde la resta de los vivos
cómo borrar del tablero los enigmas.
¿Dónde el amor
el punto final para la guerra?
Después de la raíz cuadrada o el alfabeto ciego
se traza un círculo de polvo en el tablero
y tiembla una curva de ceniza.
Cada mañana
el maestro escribe su debida lección
con su lección de vida.
Sol
Aníbal Núñez (Archivo de la familia Núñez)
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.