El poeta Juan Mares, por Miguel Elías
Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar algunos de los poemas que en Salamanca leerá Juan Mares (Guatapé, Antioquia, 1951. Seudónimo de Juan Carmelo Martínez Restrepo), licenciado en Español y Literatura por la Universidad de Antioquia. Desde 1968 vive en Apartadó, donde fue profesor y director de la Casa de la Cultura. Actualmente es profesor de cátedra en la Universidad de Antioquía (Sede Urabá). Entre sus libros publicados están: Poteas y pirontes (1987); Voy a ver pantalla chica (1989); El árbol de la centuria (la ed. 1996, 2a ed. 2004, 3a ed. 2011) y Ritmos del equilibrista (2011). Es coautor de Entre la savia y la sangre, recopilación poética de Apartadó (1996), Kalugrafías del instante (2009), Hojas de caladio (2013) y Policromías literarias (2013). Ha participado en diversos encuentros literarios, como la Feria Internacional del Libro (Bogotá), el III Festival de Poesía Salvador Díaz Mirón (México, 2013) o el XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos (Salamanca, 2014). En Salamanca y Valladolid presentará la 4ª edición de su poemario El árbol de la centuria (2016).
Salamanca, de Miguel Elías
HISTORIA DEL IDIOMA CASTELLANO
-En un soneto con estrambote-
Antonio José Martínez de Nebrija
En Salamanca talleriando el castellano
Así el lenguaje en el Quijote llano
Llegó parlante a tierras de jagua y bija
Y hacia el futuro el castellano elija
Cervantina voluntad de veterano
En las lides del encanto artesano
Donde Borges desde el sueño nos erija
Cuenta García Márquez en su vallenato
Como Octavio Paz en sus poemas mágicos
Como Vargas llosa en sus historias juntas
Todo nuestro mundo del idioma nato
Como el zéjel de estribillos estratégicos
Con las moaxajas y las jarchas juntas
De Balandú el páramo y la vida a ratos
Como en Macondo cuando el tiempo gira
He terminado de poner mis garabatos
Cervantes, de Miguel Elías
POETA DE VERSO Y PROSA, TRATAMUNDOS
-Con estrambote-
El rustico apego de Rocinante
Por el manchego en la estepa castellana
Universal cabalgadura soberana
La idea de nuestro gran Cervantes.
Ya nada puede ser como desde antes
Del siglo de oro y yelmo o palangana
El burro de poco pasto en la sabana
Y el Sancho probando algo de fama
En la Ínsula peculiar de Barataria
En ese andar buscando la experticia
Y saberse un sabio Salomón a ultranza
Para aplicar justicia con la adarga lanza
Con su ira sacra el caballero inicia
Su más grande batalla estrafalaria
En la pluma de Cervantes épicas batallas
El ideal contra malas yerbas y canallas
¡Gloria suprema! esculpida en letras, canta.
Visión de Salamanca, de Miguel Elías
AL POETA DE LA CUEVA DE SALAMANCA
A vos Cervantes leí de reto un día, junto a un totumo
Mi aventura de aquellos aguerridos tiempos
En que de niño aún con mi padre codo a codo
Enfrentábamos el campo cosecha tras cosecha
Y dejaba la zarza la huella en nuestros brazos
Así, por las tardes en descanso, leí al Hidalgo
Y cada poema allí entreverado.
En dedicatorias a rocinante altivo
A Dulcinea, capricho idealizado,
Como heroína justa para todo un caballero
Diste apuntes para que tu Sancho en sacrificio
Recibiese azotes y a ella liberase del conjuro.
Allí tu soneto en dúo entre Celestina y Lazarillo
Como un homenaje póstumo al pedrerío de tus andanzas
Entre cuevas y caminos del saber en Salamanca.
Cabalgó el cantor de rocinante sobre páginas de oro
Presto a la cabalgata eterna en pos de la justicia.
Era un reto a leerme un libro gordo de corrido
Con mi flaca experiencia de lecturas líricas tan de largo aliento
Épica estampa de un hombre justiciero
Sin otra ilusión de su transcurrir terreno
en su hiperbólica ficción de caballero.
En aquellas mocedades divertíame con desmesura a ti leyendo
Esa forma de sanar entuertos
Con el bálsamo de Fierabrás, al caballo, a Sancho y al jumento.
(Si así no he sido fiel a esta historia hilada de Cervantes, es lo cierto
Que el tal bebedizo he vertido por ungüento)
Para sanar al Quijote, a Cervantes y a mi pueblo
Y así no más mi composición suprema:
“Bálsamo fierabrás” que aquí renuevo:
-Bálsamo canime, azufre, mentol número dos, sal y diez ambramicinas
Y rece avemarías, salves, credo y tantos padrenuestros
Con hojas de achote cubriendo las heridas-.
Que ni la leishmaniosis aguantará su arremetida
Pócima inventada por un quijote en las riveras del Sinú entre cientos:
(Guillermo Atencio, un hombre de jumentos,
De mulas de arria, de aserríos y vaquería monte adentro).
A ti Cervantes, poeta de aventuras
Dedicando poemas tras cada arcadia literaria tuya
Como un agradecimiento a todo personaje de ficción,
De carne y huesos, al momento: al tiempo
Como en Doré la estampa de tu personaje inquieto
Por la justicia, enmendando mil entuertos.
Don Quijote, de Miguel Elías
SOY EL HOMBRE A LA INTEMPERIE
Soy el hombre a la intemperie
Frente a las pestes, las catástrofes, las guerras
Y tras estas las migraciones por la tierra.
Y allí el Quijote entre roquedales y ante las estrellas
Seguido siempre por el amigo socorrido
Que ante las miserias le fue mejor siguiendo a un loco
De adarga lanza y luengos ideales.
Como Cervantes de un a otro lugar blandiendo espada
Con su pluma de ríos de tinta y de corrido
Desgranando paisajes y cultura de éticas manidas
En cada entremés arrancando una ironía
A la vez que florecía su sabia sonrisa muda
En cada novelilla ejemplar desplegando su experiencia
De esas cotidianidades del siglo de oro igual que hoy
Siglo del titanio en el caballo de acero.
Soy el hombre a la intemperie
Engrampado entre en el laberinto de mi tiempo
Como Cervantes en Argel, Valladolid y Sevilla.
Don Quijote y Sancho, de Miguel Elías
LEYENDO EL QUIJOTE
Cuando enfrenté al Quijote de Cervantes
Fue mi descubrimiento al intelecto
Nunca me había divertido tanto
Era un poema contra el llanto, leerlo atento,
Contra el dolor y el aburrimiento
En las tardes agrestes de mi tiempo
Yo, contento, en cada épico acontecimiento
Aplaudía con mis pies descalzos y con las palmas de mis manos
Que mis hermanos y madre, creían que estaba loco
Igual que aquél Quijano alebrestado
Y hube de contarles así cada episodio por las noches para convencerlos
Que no era ni el Quijote y Dulcinea, ni Sancho con su Oíslo
Era una historia entre prosa y verso. Ni Maritornes en la venta,
Ni Aldonza Lorenzo la hechizada, ni Sancho Panza avieso,
Eran sus batallas contra los molinos,
Los ovejeros y el bachiller y otros intentos
Hasta llegar al postrer momento de la batalla contra el viento
Morirse cuerdo y Sancho llorando el desacierto.
Mujer de Castilla, de Miguel Elías
CUATRO MUJERES DE CERVANTES EN EL QUIJOTE
Marcela, Aldonza, Dorotea y Camila
Cuatro mujeres de cabellera fina
De talantes que nadie se imagina
Cervantes en el quijote las estila.
La primera transgresora bien desfila
Amando a quien ella se destina
Al sentirse excelente prenda fina
Con Camila que de prendas encandila
Dorotea, de sanguínea entereza
Terca, embruja y nunca cesa
En hacer suyo un hombre bondadoso
Solo hay una, en contumaz certeza
Aldonza Lorenzo es la princesa
-O Dulcinea- emblema del Toboso.
Joven lector, de Miguel Elías
A RISA LOCA, LEYENDO…
Cuando digo leyendo un libro es un asunto específico.
No es un periódico, ni una revista, ni una nota de libreta:
es un libro. Y es un libro que hace que el muchacho que lee se divierta.
Recostado, por allá en la década de los sesenta, a un árbol de útil fronda,
en un taburete de cuero, él, sin camisa,
después de la faena bajo un sol de trópico,
el joven tiznado, aunque con las manos limpias, lee ensimismado.
De repente, el muchacho suelta una carcajada, explota en risa
y lo celebra con estruendo aplaudiendo, de manera acrobática,
con las plantas de los pies. Y el histerismo lo lleva a poner el libro abierto,
boca abajo, entre sus piernas. Y ahora aplaude con las manos y los pies.
Alguien pasa por el camino veredal y oye la fiesta
-¡Por el cielo y todo lo que contiene, ese muchacho está loco!
Está solo, riéndose como loco.
Lo que no saben, es que está en compañía de un libro celebrado desde 1605
y a estos cabos, desde el siglo dieciséis si precisamos,
con hipérboles de viento, a estos lares del siglo veintiuno
Aún lo gozamos como el muchacho
A risa loca, leyendo de Cervantes, a su personaje: Don Quijote.
Don Quijote (Boceto), de Miguel Elías
Cartel del XIX Encuentro de Poetas Iberoamericanos
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