Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar estos textos, en edición bilingüe,( castellano-italiano) de Javier Alvarado (Santiago de Veraguas, Panamá, 28 de agosto de 1982), traducidos por la poeta italiana Stefania Di Leo.
Alvarado es un poeta panameño, cuya obra ha recibido varios premios. Hizo sus estudios de bachillerato en el colegio Panama School y se licenció en Lengua y Literatura Españolas en la Universidad de Panamá (2005).En la actualidad es también colaborador de la Revista Altazor, Fundacion Vicente Huidobro.
Entre los premios destacan: Cuento y leyenda en los Juegos Florales «Carmen Sánchez de López» del Panama School, Premio «Diana Morán» intercolegial, en poesía y cuento en 1998, y en poesía en 1999, Premio Nacional de Poesía Joven «Gustavo Batista Cedeño» del Instituto Nacional de Cultura de Panamá en los años 2000, 2004, 2007 y 2014, Premio Nacional de Poesía «Pablo Neruda» 2004 convocado por la Embajada de Chile y la Universidad Tecnológica de Panamá., Premio Joven Sobresaliente por la Cámara Junior, Capítulo de la Ciudad de Panamá a logro cultural 2005. Primer Accésit del Premio Eros de Poesía Erótica 2015, convocado por el Centro Canario de Estudios Caribeños por el poema «Para hacer el amor en Poneloya». Finalista del Premio Internacional de Poesía Gastón Baquero 2015, Salamanca, España. Premio Nacional de Literatura Ricardo Miró de Panamá en poesía, 2015. Mención de Honor Premio Hispanoamericano de Poesía de San Salvador, El Salvador, 2016. Premio Hispanoamericano de Poesía de San Salvador, 2017. Pese a su joven edad, el poeta tiene una larga producción poética:«Tiempos de vida y muerte» (INAC, Panamá, 2001)«Caminos errabundos y otras ciudades» (UTP, Panamá, 2001)«Poemas para caminar bajo un paraguas» (Imprenta Alvarado, Panamá, 2003) «Aquí, todo tu cuerpo escrito» (INAC, Panamá, 2005)«Por ti no pasa nunca el tiempo —y otros poemas al espejo—» (Panamá, 2005)«No me cubre de edad la primavera» (Poemas de Ocù) (Panamá, 2008) «Soy mi desconocido» (9 Signos Grupo Editorial, Panamá, 2008) Carta natal al país de los locos (Poeta en Escocia)México, 2011″Ojos Parlantes para estaciones de ceguera (Nicaragua, 2011). «Balada sin ovejas para un pastor de huesos (UTP, Panamá, 2011. «El mar que me habita», «Viaje solar de un tren hacia la noche de Matachín (Ediciones Universidad de Quintana Roo, México, 2013)»¨, «La vida en mi plato de pobre», (Ediciones INAC, 2015.), «El libro de tus posesiones», (Ajíaco Ediciones, Santiago de Chile, 2015.), «Cartas arrojadas al Neva», (INAC, Panamá.)»Antología del archipiélago de las perlas», (Costa Rica, 2016),«Epopeya de las Comarcas», (Valparaíso Ediciones, Madrid, España, 2017.)
Javier Alvarado
POEMAS DE JAVIER ALVARADO
RONDA PARA UN NIÑO SÍNDROME DE DOWN
A Dagoberto Carrizo Cedeño, a mi madre Janeth Díaz,
A mis tíos Carmen y Yin, a madrina Lucy y a Kenia y a Judith
Todos los días vuelvo a aquel niño
Detenido en el tiempo. Cuida de las constelaciones
Como si el polvo lunar estallara en nuestras conciencias.
Su fragilidad vuelve a repetirse cuando terciábamos en el horizonte
Una llamada de la lluvia
y era la nostalgia,
el pasaporte más inmediato.
Nunca atrapó un pájaro
Más los pájaros lo convocaron a que ejecutara el acordeón como si fuese un aleteo.
Fue único y plausible como una lágrima, como una vuelta a casa.
Dago vino con sus ojos rasgados a escudriñar el viento.
Veía el sol declinar hasta su frente en los atardeceres de una hamaca.
Lo arrullaron desde niño con todas las canciones del corotú llorón.
Reía solo acunando panes y festines de alegría.
A todos nos llamaba con otros nombres; Angái, Yaya, Bibí, Cacá, Umbú, Inguín, Inguita.
¿Cómo llamarte con tu propio nombre en tu lenguaje mismo?
¿Cómo descifrar aquellos temblores risorios o esos sueños
De manito ocueño que habitaron tus días?
Pero te has ido. Un niño síndrome de Down ha muerto.
Hay gaviotas en torno al niño que jugaba con la hierba y traducía la página de escarcha.
La música de las cigarras se ha apagado
En el crepúsculo. Ya los pinos hablan de otros juegos.
Los niños síndrome de Down tienen una ronda
Para descifrar el mundo, la aurora entre los bosques,
Un manojo de olas hasta encontrar la ternura
En la dulcedumbre de una madre, en la entrega filial de una maestra.
Del sur del arcoiris trajo sus gestos para crear un código idiomático:
Los dedos doblando hacia la boca para describir el hambre,
Un solo dedo enroscado para saborear
La montura de un helado,
Un soplo sobre el cuenco de la mano para proclamar la vaharada del café;
En sus labios fluía claramente la clave polimórfica del agua:
–Ía iaguaa.
Ahora, hay Dago en este poema, un vaso rebosado para calmar tu sed.
BAMBINO SINDROME DOWN
AVIER ALVARADO
(PROGETTO DI TRADUZIONE STEFANIA DI LEO)
POESIA PER UN BAMBINO CON SINDROME DOWN
A Dagoberto Carrizo Cedeño, a mia madre Janeth Díaz,
Ai miei zii Carmen e Yin, alla madrina Lucy, al Kenia e a Judith
Ogni giorno torno da quel bambino
Fermo nel tempo. Cura le costellazioni
come se la polvere lunare fosse esplosa nelle nostre coscienze.
La sua fragilità si ripeteva quando eravamo all’orizzonte
Una chiamata dalla pioggia
ed era nostalgia,
il passaporto più immediato.
Non ho mai preso un uccello
Ma gli uccelli lo chiamarono a suonare la fisarmonica come se stesse sbattendo le ali.
È stato unico e plausibile come una lacrima, come un ritorno a casa.
Dago venne con gli occhi a mandorla per scrutare il vento.
Guardò il sole tramontare sulla sua fronte nei tramonti da un’amaca.
Lo hanno cullato fin da bambino con tutte le canzoni del corotú piangente.
Rideva solo cullando pani e festini di gioia.
Ci ha chiamati tutti con altri nomi; Angái, Yaya, Bibí, Cacá, Umbú, Inguín, Inguita.
Come chiamarti con il tuo nome nella tua lingua?
Come decifrare quei tremori ridenti o quei sogni
Da una manina a un polsino che ha abitato le tue giornate?
Ma te ne sei andato. Un bimbo con sindrome di Down è morto.
Ci sono gabbiani intorno al bimbo che giocava con l’erba e traduceva la pagina del gelo.
La musica delle cicale è svanita
Nel crepuscolo. I pini parlano già di altri giochi.
I bambini con sindrome di Down hanno un suono
per decifrare il mondo, l’alba tra le foreste,
un mucchio di onde finché non trovo la tenerezza
Nella dolcezza di una madre, nella dedizione filiale di una maestra.
Dal sud dell’arcobaleno ha portato i suoi gesti per creare un codice idiomatico:
Dita piegate verso la bocca per descrivere la fame,
un solo dito si raggomitolato per assaporare
Il monte di un gelato,
Un soffio sulla mano concava per proclamare un sorso di caffè;
La chiave polimorfa dell’acqua scorreva nitida sulle sue labbra:
-Ia iaguaa.
Ora, c’è Dago in questa poesia, un bicchiere traboccante per placare la tua sete.
SOGA Y MÁS SOGA CON MARINA TSVATIEVA
Bufón_ Que me ahorque. El que en el mundo
está bien ahorcado, no teme ya
a los colores
Shakesppeare, Noche de Epifanía
Dicen que empiezan a ver colores, que no hay remedio
Para volver a su condición de respirante,
Ese es el augurio y la posesión de ahorcado,
Ahora aquí está ella, con el regazo a oscuras
Y una soga enroscándose a su cuerpo como un arrullo de serpiente,
Ha querido colgarse del Kremlim o de la corona de los zares
Donde el miedo es una hogaza de pan que sigue tiritando en el horno,
Una falsa traqueotomía para la vida, la verdadera conflagración contra ti misma,
Contra tus ojos claros y contra el pelo corto
Desde tu daguerrotipo casi adolescente,
Restañando esa parte del diluvio que se advino contra ti
Como una lanza mortal, contra esa lluvia y sus dardos fetales
Naciendo en el descreimiento de toda ecuación posible.
Nadie bebe de la noche su antagonismo de veneno
Su cráter lunar donde seguro han de estar las poses capitales
Para determinar el horario de las muertes,
Las balas que han de traspasar la boca de tu esposo
Y el recuerdo de tus amantes etéreas que se adormilaron
Con la primera canción de cuna y el hijo acribillado
Por los minerales de la heredad sangrienta, todo eso
Para tomar el cordel y dar la forma del anillo nupcial
Para el pescuezo,
Luego dejarse ir y patalear nuevamente
Como un Dios
En la placenta del aire.
SOGA E ANCORA SOGA CON MARINA TSVATIEVA
Buffoon_ Che mi affoghi. Quello nel mondo
è ben impiccato, non ha più paura
ai colori
Shakespeare, Epifania notte
Dicono che iniziano a vedere i colori, che non c’è rimedio
Per tornare alla loro condizione respiratoria,
Questo è il presagio e il possesso dell’impiccato,
Ora eccola qui, con le ginocchia al buio
E una corda che avvolge il suo corpo come la ninna nanna di un serpente,
Voleva aggrapparsi al Kremlim o alla corona degli zar
Dove la paura è una pagnotta che continua a tremare nel forno,
Una falsa trachectomia a vita, la vera conflagrazione contro te stesso,
Contro i tuoi occhi chiari e contro i capelli corti
Dal tuo dagherrotipo quasi adolescenziale,
Ristagnando quella parte del diluvio che si indovinò contro
Come una lancia mortale, contro quella pioggia e i suoi dardi fetali
Nato nell’incredulità di ogni possibile equazione.
Nessuno beve dalla notte il suo veleno antagonismo
Il suo cratere lunare dove si trova la capitale deve sicuramente essere
Per determinare l’orario delle morti,
I proiettili che devono passare per la bocca di tuo marito
E il ricordo dei tuoi eterei amanti che si sono addormentati
Con la prima ninna nanna e il figlio crivellato
Per i minerali della sanguinosa eredità, tutto questo
Per prendere lo spago e modellare l’anello nuziale
Per il collo,
Quindi lascia andare e calcia di nuovo
Come un dio
Nella placenta dell’aria.
VUELTA A LA TSTATIEVA
Me cuenta un biógrafo que a través de un resabio de cristal
Pudo visitar Rusia y tertuliar un rato
Con Marina Tstatieva. Ella lo recibió con su rostro de hambre
Y el vestido raído y con el vaso de agua desbordado por la vendimia de los años
Y le brindó rodajas de salmón desesperadamente
Después de haber tomado
El vaho del día y las temibles noticias, de deudas
Muertes y encarcelamientos de vecinos y seres queridos.
El salmón –eso me cuenta- fue un regalo de Pasternak
Desde muy lejos, desde su cabaña donde podía ver el sol
Y el hielo que copulaba entre el aire y las cordilleras
De un marasmo, casi mortal, y donde los días solían ser espléndidos
Antes de la guerra y de las persecuciones
Y donde ella afirmaba que si hubiese conocido a Blok ella lo hubiese salvado
De la muerte, de ese miserable designio que arranca
De la fertilidad o la esterilidad a los poetas
Y que afiebrada prosiguió a leerle algunos versos
Oh MUSA DEL LLANTO, las más bellas de las musas
Y de ahí en adelante todo fue blanco y todo fue borrasca,
Un aguijón de estrellas para beber el café mugriento
Los panes quemados, las raciones lamentables para la apetencia
Y siguió leyendo hasta tomar un poco la costura
Dejada al descuido sobre el tiempo
Y afuera los caballos galopaban tratando de rumiar la libertad del horizonte
Las esquirlas intocables de las praderas afiebradas
El bastón de ébano que tendían los magos a la tertulia insaciable
Como un acertijo de bastos para la ausencia de los tropos
Que nos hacían caer verticalmente por un río
De espesa niebla, eso lo pintaron después algunos caricaturistas
Con sus tintas esclavas, aumentándole luego un par de historias
De romance o de preguntas que nos tocan el labio o el pececito de la espalda.
Hasta en las cenizas, nos sublevaríamos en rosa o en poema.
Y el biógrafo (que no conozco) y ella
Empezaron a atravesar la vasta noche
Que era como un solsticio
O como un páramo
Donde habitaban las especies desterradas
De ese imperio anterior, a lo que sucumbe
Y no da paso a la vida, tan movida para los que intentan
Cruzar la alambrada de la imposibilidad;
Ella, paloma de tierra, atadas las alas, cacofónicamente
Solía ir hacia las praderas y dejar poemas de protesta
En las ventanas, en los ofertorios del triunfo
En la ceniza,
La agilidad mental de su cuerpo
Que se balanceaba por las calles
Y eso era como ser miembro de la joven guardia
Cuando los himnos de la guerra
Eran audibles en todas las esquinas
Y la nieve era más mortal
Como el invierno en las entrañas
-Carcomiendo-
Todo recuerdo hermoso
Para volver cadáver
A las primaveras recolectadas en el cesto
Donde seguro nacerá un poema,
Una rama vertical de oro sobre el asombro.
Marina Tsvatieva
RITORNO A LA TSTATIEVA
Un biografo me lo dice attraverso un retrogusto di vetro
Ha potuto visitare la Russia e uscire per un po ‘
Con Marina Tstatieva. Lo salutò con il suo volto affamato
E l’abito trasandato e il bicchiere d’acqua traboccante dal vintage degli anni
E le diede disperatamente fette di salmone
Dopo aver preso
La nebbia del giorno e le notizie spaventose, dei debiti
Morti e incarcerazione di vicini e persone care.
Il salmone, mi dice, era un regalo di Pasternak
Da lontano, dalla sua cabina dove poteva vedere il sole
E il ghiaccio che copulava tra l’aria e le catene montuose
Da un pantano, quasi mortale, e dove le giornate erano splendide
Prima della guerra e delle persecuzioni
E dove affermava che se avesse incontrato Blok lo avrebbe salvato
Dalla morte, da quel miserabile disegno che parte
Dalla fertilità o sterilità ai poeti
E come febbricitante continuava a leggergli alcuni versi
Oh MUSA DEL PIANTO, la più bella delle muse
E da quel momento in poi tutto era bianco e tutto era burrasca.
Un pungiglione di stelle per bere il caffè sporco
I pani bruciati, le pietose razioni per l’appetito
E continuò a leggere finché non prese un po’ di cucito
Lasciato incustodito nel tempo
E fuori i cavalli galoppavano cercando di masticare la libertà dell’orizzonte
I frammenti intoccabili delle praterie febbrili
Il bastone d’ebano che i maghi tendevano al raduno insaziabile
Come un indovinello di bacchette per l’assenza dei tropi
Questo ci ha fatto cadere verticalmente lungo un fiume
Di fitta nebbia, che è stata poi dipinta da alcuni fumettisti
Con i suoi inchiostri schiavi, aggiungendo un paio di storie dopo
Di romanticismo o domande che toccano le nostre labbra o il pesciolino sulla nostra schiena.
Anche tra le ceneri, ci alzeremmo in rosa o in una poesia.
E il biografo (che non conosco) e lei
Cominciarono ad attraversare la vasta notte
Che era come un solstizio
O come una terra desolata
Dove dimoravano le specie esiliate
Da quel precedente impero, al quale soccombe
E non cede il passo alla vita, così commossa per chi ci prova
Attraversa il filo spinato dell’impossibilità;
Lei, piccione di terra, ha legato le ali, cacofonicamente
Andava nelle praterie e lasciava poesie di protesta
Nelle vetrine, nelle offerte del trionfo
Nella cenere
L’agilità mentale del tuo corpo
Che ondeggiava per le strade
Ed era come essere un membro della giovane guardia
Quando gli inni di guerra
Erano udibili in tutti gli angoli
E la neve era più mortale
Come l’inverno nelle viscere
-Consumando-
Tutti bei ricordi
Per restituire il cadavere
Alle molle raccolte nel cesto
Dove sicuramente nascerà una poesia,
Un ramo verticale d’oro sopra lo stupore.
ANNA DE PLATA
Y al morir no iré a mi propia tumba
A.A.
Ver a esta muchacha y a esta vieja llamada Anna.
Verla en toda su desnudez
Con su cuello
Bosquejado por el cisne, verla en una jaula
De papel como si fuese un sueño majestuoso.
Una mujer que derrite nieves en la noche del espasmo.
Un ángel que va de puerta en puerta llevando el pan
En sus dominios. Hay algo de planeta nuevo en sus ojos.
Hoy todos los planetas se llaman Ajmátova 3067,
Todos escriben
Poemas y los arrojan al Neva para que algún día lleguen
Hasta las nuevas aguas, hasta esas aguas primigenias
Que pertenecieron al diluvio, donde flotaron otras arcas
Otros cohortes, otros milagros, algún cetro,
Algún cabello que perdió la concubina
O algún ave que empolla bajo tu mentón
E indica esa nueva nivelación de las aguas
El paso hacia la tierra como una manada
De cabras o de ovejas y los versos
De Raquel y Lía vayan a las orejas de Labán
Y Jacob, el patriarca trabaje tantos años
Por esa aureola que se convertirá en tus labios
Una edad de plata, un verso de réquiem
Esas imágenes que bajaron de tus ojos
Y pasaron a ser las sombras y las luces
Que perpetuaron las cerdas de un obnubilado Modigliani
Y vayan por los campos esas rimas sin rueda
(La rueda de otras suertes) y las mujeres se coloquen
Pañuelos blancos y pañuelos de paz en sus cabezas
Y te atrevas a seguir escribiendo con amenazas de tortura
Y luego aprender toda esa poesía y posteriormente
Devolverla al fuego, como si esa fuese la maldición
De un Sísifo escribiente o una aurora boreal
Que se esconde en la ceniza
En el pecho asaetado del cisne negro,
Con mallas de bailarina y sucesos que vengan de la magia
Hacia el espejo, donde respiren los sobrevivientes
De una causa común y un corazón adverso.
Aquí estamos más que esclavos de esta realidad
De esta realidad de hacer colas para tu hijo y marido
Por todas las madres que confiesan que desnudaron sus senos
Para amamantar entre las rejas al clan taciturno,
Al clan que sucumbe de hambre, al clan que inventa su invierno
Y se lea en copos hasta bajar a la tierra
Y pensar que las ideas siguen pesando como cúpulas
O islas a la deriva, donde se oyen cañones
Y tiros de pistola que acrecientan
La turba en las galerías, en las casas solas
En las estancias solas, en las piezas colectivas
Donde los párpados ya no conocen el sueño
Donde la vela y su cabo siguen alumbrando con una luz que no existe
Con una mutación que altera el estado menstrual de la luna
Y la plata de esa edad se vaya a nuestros ojos, a nuestros huesos
A nuestros miembros y a la grandiosidad de la lengua o el cabello.
Anna, la corista de las variedades, de la respiración en sobresalto
La de los abedules inderribables, la que aún recitamos
En la marcha general de los pueblos. La que se fue con la fatiga
De escribir y escribir ante las catástrofes internas, ante las desvaríos
Mortales. Ahora que aquí estás como un planeta,
Como una estrella. Anna, que al morir, no irá a su propia tumba
Te enterrarán en el pecho del lechero, en el seno de la joven madre
En el tintero de un poeta, en el gorro de lana que porta el dramaturgo,
En las raíces de los árboles de Rusia, en los arces que seguirán husmeando
En la ventana, por los aires; toda esa libertad que soñaste
Será la mejor tumba, donde si tendrás tu nombre
Y en donde te multiplicarás como la taiga.
ANNA ARGENTO
E quando morirò non andrò nella mia tomba
AA.
Vedi questa ragazza e questa vecchia donna di nome Anna.
Guardala in tutta la sua nudità
Con il suo collo
Abbozzato dal cigno, vederla in una gabbia
Fatto di carta come se fosse un sogno maestoso.
Una donna che scioglie la neve nella notte degli spasmi.
Un angelo che va di porta in porta portando il pane
Nei loro domini. C’è qualcosa di un nuovo pianeta nei suoi occhi.
Oggi tutti i pianeti si chiamano Akhmatova 3067,
Tutti scrivono
Poesie e le lanciano alla Neva per venire un giorno
Fino alle acque nuove, fino a quelle acque primordiali
Quello apparteneva al diluvio, dove galleggiavano altre arche
Altre coorti, altri miracoli, qualche scettro,
Alcuni capelli persi dalla concubina
O qualche uccello che cova sotto il tuo mento
E indica quel nuovo livellamento delle acque
Scendi sulla terra come un branco
Di capre o pecore e dei versi
Da Rachel e Leah vanno alle orecchie di Labano
E il patriarca Giacobbe ha lavorato così tanti anni
Per quell’aureola che diventerà le tue labbra
Un’età dell’argento, un verso da requiem
Quelle immagini che cadevano dai tuoi occhi
E sono diventati le ombre e le luci
Chi ha perpetuato le setole di un Modigliani nebuloso
E quelle rime senza ruota passano per i campi
(La ruota dell’altra fortuna) e le donne stanno in piedi
Fazzoletti bianchi e fazzoletti della pace sulle loro teste
E hai il coraggio di continuare a scrivere con minacce di tortura
E poi impara tutta quella poesia e poi
Restituiscilo al fuoco, come se quella fosse la maledizione
Di uno scriba Sisifo o di un’aurora boreale
Che si nasconde nella cenere
Sul petto arcuato del cigno nero,
Con collant da ballerina ed eventi che vengono dalla magia
Verso lo specchio, dove respirano i sopravvissuti
Di una causa comune e di un cuore avverso.
Qui siamo più che schiavi di questa realtà
Da questa realtà di fare la fila per tuo figlio e tuo marito
Per tutte le mamme che confessano di aver scoperto il seno
Per allattare il clan taciturno dietro le sbarre,
Al clan che soccombe alla fame, al clan che inventa il suo inverno
E si legge in fiocchi finché non arriva sulla terra
E pensare che le idee continuano a pesare come cupole
O isole alla deriva, dove si sentono i canyon
E i colpi di pistola che aumentano
La folla nelle gallerie, solo nelle case
Solo nelle stanze, nelle stanze collettive
Dove le palpebre non conoscono più il sogno
Dove la candela e il suo mantello continuano a risplendere di una luce che non esiste
Con una mutazione che altera lo stato mestruale della luna
E l’argento di quell’età va ai nostri occhi, alle nostre ossa
Ai nostri membri e alla grandezza della lingua o dei capelli.
Anna, la corista del varietà, del respiro sbalordito
Quello con le betulle inarrestabili, quello che ancora recitiamo
Nella marcia generale delle città. Quello che se n’è andato stanco
Scrivere e scrivere di fronte a catastrofi interne, di fronte a deliri
Mortali. Ora che sei qui come pianeta
Come una stella. Anna, che quando morrà, non andrà nella sua stessa tomba
Ti seppelliranno nel seno del lattaio, nel seno della giovane madre
Nel calamaio di un poeta, nel berretto di lana indossato dal drammaturgo,
Nelle radici degli alberi della Russia, negli aceri che continueranno ad annusare
Nella finestra, attraverso l’aria; tutta quella libertà che hai sognato
Sarà la tomba migliore, dove se avrai il tuo nome
E dove ti moltiplicherai come la taiga.
EPOPEYA DE LAS COMARCAS
Ya la luz se habrá posado sobre los árboles hundidos como una temible dehesa.
No recuerdes esos pasos que se abrieron y se agigantaron para reconocer a la montaña.
Escaparíamos de los metales y de las piedras preciosas,
Mientras nuestras leyendas duermen sin importar la canción y el precipicio,
Esa agitación que nos devuelve a la tempestad sangrienta,
Un rayo que destierre la enfermedad de otros visitantes,
Un fuego plano que atraviese el cañaveral y las aguas.
Así estarás tú, ahora que hay verano, ahora que hay invierno y no llueve;
Que se ha ido para siempre la congoja que hincha los lirios,
Que nos hemos puesto a llorar y que el río ha decidido salir de nuestros ojos
Y de nuestros ojos sale abundante leche de sapo,
Una leche de sapo
Que enceguece a las estrellas, a la voluntad de las membranas, a los caminos donde nos perdemos
Al cuartearse nuestro sollozo sobre el barro implacable. Ya no hay río.
Ya no hay tierra. No hay sentimiento ni melcocha. Acampemos y durmamos
Cerca de mi casa. Mi casa está bajo el agua. Allí crecí.
No tengo a donde ir, a donde morar, a donde emigrar,
Ya no somos aborígenes, ya no somos indígenas,
Ya no somos cholos,
Ya no somos amerindios isleños norteamericanos centroamericanos o sudacas.
No hay visita a nuestros muertos, cuando ha quedado el cementerio bajo el agua,
Las moradas familiares junto al delirio de no tocar las piedras
Dimensionadas por nuestros ancestros. Así hemos venido en marcha todos,
Descalzos con la tierra, el agua a las rodillas
A ver como se inunda el cementerio comarcal y dejar en esa caminata
Algunos versos algunas ofrendas que deleiten y despidan al Tata y a la Mama
A los hermanos
A los pájaros terráqueos, a las iguanas del aire, confundiendo algún reloj
O alguna pavana en marcha.
Bajo mis pies
Están los restos mojados de mis padres. Ya no podré tocar nada que nos retraiga
Como la tierra o el recuerdo del lodo y las hierbas silvestres.
Más pequeños nos hacemos
Cuando el proyecto de la hidroeléctrica inundó nuestras chozas
Y el tributo a los que habitan el otro plano, la pradera de otra realidad. Ahogados todos.
Ahogada mi historia. Ahogada tu historia. Ahogada nuestra historia.
Ahogada la luna. Ahogado el sol.
EPOPEA DELLE REGIONI
Ormai la luce si sarà posata sugli alberi infossati come un temibile pascolo.
Non ricordo quei gradini che si aprivano e crescevano per riconoscere la montagna.
Scapperemmo da metalli e pietre preziose
Mentre le nostre leggende dormono indipendentemente dalla canzone e dalla scogliera,
Quel tumulto che ci riporta alla sanguinosa tempesta,
Fulmine per scacciare la malattia da altri visitatori,
Un fuoco piatto che attraversa il canneto e le acque.
Così sarai, ora che c’è l’estate, ora che c’è l’inverno e non piove;
Che l’angoscia che gonfia i gigli è andata per sempre,
Che abbiamo iniziato a piangere e che il fiume ha deciso di lasciare i nostri occhi
E dai nostri occhi esce abbondante latte di rospo,
Il latte di un rospo
Che acceca le stelle, la volontà delle membrane, i sentieri dove ci perdiamo
Mentre i nostri singhiozzi crepitavano sul fango implacabile. Non c’è più fiume.
Non c’è più terra. Non c’è sensazione o marshmallow. Accampiamoci e dormiamo
Vicino casa mia. La mia casa è sott’acqua. Sono cresciuto lì.
Non ho un posto dove andare, dove dimorare, dove emigrare,
Non siamo più aborigeni, non siamo più indigeni,
Non siamo più dei coloni,
Non siamo più amerindi isolani centroamericani o sudamericani.
Non c’è visita ai nostri morti, quando il cimitero è stato sott’acqua,
Le dimore familiari insieme al delirio di non toccare le pietre
Dimensionato dai nostri antenati. Così siamo venuti tutti
A piedi nudi con la terra, l’acqua fino alle ginocchia
Vediamo come viene allagato il cimitero regionale e partiamo per quella passeggiata
Alcuni versi alcune offerte che deliziano e respingono Tata e Mama
Ai fratelli
Agli uccelli terrestri, alle iguane dell’aria, confondendo qualche orologio
O qualche pavana in movimento.
Sotto i miei piedi
Ci sono i resti bagnati dei miei genitori. Non posso più toccare niente che ci ritragga
Come la terra o il ricordo del fango e delle erbe selvatiche.
Diventiamo più piccoli
Quando il progetto idroelettrico ha allagato le nostre baracche
E l’omaggio a chi abita l’altro piano, prato di un’altra realtà. Tutti annegati.
Annegata la mia storia. Annegata la tua storia. Annegata la nostra storia.
Annegata la luna. Annegato il sole.
LA AGONÍA DEL GALLO
¿Quién puede reír sobre esta roca fúnebre de los sacrificios de gallos?
Virgilio Piñera
Quédate aquí en la tierra
Y observa la danza sanguinolenta del gallo.
Nuestros niños y mujeres
Aprenderán los rituales
De montería.
Bailarán como animales
Bajo los efectos
De la crianza
Y el cultivo.
Nos esperarán
Como el bosque
A la tormenta
De su amante.
Nuestro será el alcor desesperado de los ciervos
Su congoja por la bala enemiga
Pronunciando ese silbato
(Ese
Forzar
Del
Salto
Hacia la muerte).
No hay ser más desvalido
Ante la caza
Que el propio ciervo
(Su salto contiene la ternura total del paroxismo)
Pero el ciervo no le ganará su lugar al gallo
Criado por nosotros,
Que se demistifica cada día
Supurando cantos
En el coro de sus plumas
En ese silencio oscuro e iluminado
Que trasciende la mocedad de las mañanas.
Mi vida es otro sol
En la superficie continental y también lo es
En el laudatorio de las islas.
En los diversos idiomas
El gallo revela su secreto:
Es un guerrero para anunciar la luz
Esgrimiendo su cresta a la penumbra
Para llevar su continuidad
Sin ser héroe
En la fecundación
De la gallina,
Género madre,
Género lucidez
Del huevo
Áureo, claro, seminal,
Fecundo.
Bárbaro su inútil aletear
Cuando nuestra mano que lo crió
Ejecuta
El rito criminal de su degüello.
L’AGONIA DEL GALLO
Chi può ridere su questa roccia funebre di sacrifici di galli?
Virgilio Piñera
Resta qui sulla terra
E guarda la sanguinosa danza del gallo.
I nostri bambini e le nostre donne
Impareranno i rituali
A caccia.
Balleranno come animali
Sotto gli effetti
Di educazione
E la coltivazione.
Ci aspetteranno
Come la foresta
Assaltare
Dal suo amante.
Il nostro sarà l’alcor disperato del cervo
Il suo dolore per il proiettile nemico
Suonando quel fischio
(Quella
Vigore
Del
Saltare
Verso la morte).
Non c’è più impotente
Prima della caccia
Che il cervo stesso
(Il suo salto racchiude la totale tenerezza del parossismo)
Ma il cervo non vincerà al posto del gallo
Cresciuto da noi,
Questo viene demistificato ogni giorno
Suppurando canzoni
Nel coro delle loro piume
In quel silenzio oscuro e illuminato
Questo trascende la giovinezza delle mattine.
La mia vita è un altro sole
Sulla superficie continentale e così è
Nel laudatorio delle isole.
Nelle varie lingue
Il gallo rivela il suo segreto:
È un guerriero per annunciare la luce
Brandendo la sua cresta nell’oscurità
Per portare la sua continuità
Senza essere un eroe
Nella fecondazione
Della gallina,
Sesso della madre,
Lucidità di genere
Dall’uovo
Dorato, chiaro, seminale,
Fertile.
Barbaro è inutile sbattere le ali
Quando la mano che l’ha alzata
Corre
Il rito criminale del suo massacro.
LECCIÓN SOBRE VICTORIANO LORENZO
Atado! ¿Y para qué? Si es una víctima
Que paso a paso a su calvario va…
Amelia Denis de Icaza, A la muerte de Victoriano Lorenzo
A Carlos Francisco Changmarin y a su Guerrillero Transparente
Una placa puede incitar a la curiosidad del observante
Al cúmulo de preguntas que arrojan los turistas
Aquí fue fusilado el General Victoriano Lorenzo
El 15 de mayo de 1903.
Guerrillero, combatiente, sastre y barbero, hombre de mil satélites,
Portador de un gran pentagrama como un espejo orquestado,
Viviste escuchando el Evangelio en medio de los grillos y las begonias en el jardín de un cura,
Volvías a las enseñanzas escolares después de corretear por la campiña con el asombro de una liebre,
Desbordando las bateas de tubérculos con una mueca aprendida en la nostalgia,
Hundiendo tu dedo en la corteza de algún marañón
Donde el viento sacude a los espectros de la ciénaga.
Hoy, escuchando el diálogo de los guías, en medio de las arengas de los mercantiles y de las campanillas del raspadero
Volví a sentir las detonaciones,
Y te he encontrado sentado de espaldas al agua.
Te he visto como un flamboyán caído.
Difícil ese signo
De la cabeza abajo
Y la cabellera buscando enraizarse en el combate.
Nunca vi el recorrido de sus ojos como él lo hizo en los pastizales de Capira.
Digan pues que Victoriano murió con los ojos tapados, digan pues que Victoriano murió con los ojos tapados.
Digan pues que en este poema Victoriano tiene los ojos abiertos.
Toma pues una espada y síguelo, aunque él no lo note.
Toda ejecución es inútil frente al mar junto a las Bóvedas,
En la enjundia de la serranía donde todo es principio,
Donde desciende un escuadrón enfilando una palabra por el cañaveral y portando una rosa entre los dedos,
Una tregua de manos afiebradas que van enhebrando la coyuntura de los ríos.
Es Él que viene como un caimán por la quebrada
Es Él que viene como un moracho allanando las hojas del camino.
Es Él que viene como un caballo de ámbar dispuesto a su locura
A beber el temporal de la sangre como si se inmolaran la aurora y los eclipses,
Donde su nombre queda como un arrebol que va tragándose la yerba,
Una estación filosófica con las manos atadas donde pululan mariposas
Junto a los versos de Changmarin o de Amelia, en una cestilla halada por golondrinas.
Ahí va con su Lorenza a La Negrita y la tula de agua fulgurante.
Muera pues, General, con la verdad, como murió Jesucristo.
Tú sabes que lo último que pierde el hombre en algunos casos es la confianza,
El tartamudeo de una mano junto a un barco
Buscando los tratados de Paz;
Esos discursos que enseñan como mueren algunos guerrilleros
Y tú pues invocas como una moneda, como un gesto de pan
La figura de Jesucristo.
Y no hubo un José de Arimatea que reclamó tu cuerpo, ni piadosas mujeres
que encontraran el sepulcro con la piedra descorrida.
Sólo el mar sabrá a qué montaña, a qué hueco, a qué fosa común, a qué vado marino
se instaló tu osamenta en reconocimiento.
Toma pues una espada o un rifle con bayoneta y síguelo,
Aunque él no lo note, aunque la placa se quede sola, aunque se vayan y vuelvan los turistas
Y la campana del raspadero se vaya tras nosotros, con ese redoble
-con que mueren o viven- las lecciones de historia por las tardes.
LEZIONE SU VICTORIANO LORENZO
Legato! E per cosa? Se sei una vittima
Quel passo dopo passo verso il Calvario va …
Amelia Denis de Icaza, Sulla morte di Victoriano Lorenzo
A Carlos Francisco Changmarin e alla sua guerriglia trasparente
Una targa può suscitare la curiosità dell’osservatore
Al mucchio di domande che i turisti gettano
Qui fu fucilato il generale Victoriano Lorenzo
15 maggio 1903.
Guerrigliero, sarto e barbiere, uomo dai mille satelliti,
Portatore di un grande pentagramma come uno specchio orchestrato,
Hai vissuto ascoltando il Vangelo in mezzo a grilli e begonie nel giardino di un prete,
Sei tornato a scuola dopo aver corso per la campagna con lo stupore di una lepre,
Traboccando i tuberi con una smorfia appresa nella nostalgia,
Immergere il dito nella corteccia di un anacardio
Dove il vento scuote gli spettri della palude.
Oggi, ascoltando il dialogo delle guide, tra le arringhe dei mercanti e le campane del raschietto
Ho sentito di nuovo le detonazioni
E ti ho trovato seduto con la schiena rivolta all’acqua.
Ti ho visto come un fiammeggiante caduto.
Difficile quel segno
Sottosopra
E i capelli che cercano di radicarsi nel combattimento.
Non ho mai visto il viaggio dei suoi occhi come faceva nelle praterie di Capira.
Quindi dì che Victoriano è morto con gli occhi coperti, dì allora che Victoriano è morto con gli occhi coperti.
Dì allora che in questa poesia vittoriana i suoi occhi sono aperti.
Quindi prendi una spada e seguilo, anche se non se ne accorge.
Ogni esecuzione è inutile davanti al mare vicino alle Volte,
Nella sostanza delle montagne dove tutto è l’inizio,
Dove una squadra scende portando una parola attraverso il canneto e portando una rosa tra le dita,
Una tregua di mani febbrili che stanno infilando la giuntura dei fiumi.
È Lui che viene come un alligatore attraverso il burrone
È Lui che viene come un moreno che spiana le foglie della via.
È Lui che arriva come un cavallo d’ambra pronto per la sua follia
Per bere la tempesta di sangue come se l’alba e le eclissi fossero state sacrificate,
Dove il suo nome rimane come un rosso che inghiotte l’erba,
Una stazione filosofica con le mani legate dove sciamano le farfalle
Insieme ai versi di Changmarin o di Amelia, in un cesto tirato da rondini.
Eccolo con la sua Lorenza a La Negrita e l’acqua frizzante
Quindi muori, generale, con la verità, come morì Gesù Cristo.
Sai che l’ultima cosa che un uomo perde in alcuni casi è la fiducia,
Il balbetto di una mano accanto a una nave
Alla ricerca dei trattati di pace;
Quei discorsi che mostrano come muoiono alcuni guerriglieri
E poi invochi come una moneta, come un gesto di pane
La figura di Gesù Cristo.
E non c’era nessun Giuseppe d’Arimatea che reclamasse il tuo corpo, né donne pie
che avrebbero trovato la tomba con la pietra estratta.
Solo il mare saprà quale montagna, quale buca, quale fossa comune, quale mare guado
il tuo scheletro è stato installato in riconoscimento.
Quindi prendi una spada o un fucile con una baionetta e seguilo,
Anche se non se ne accorge, anche se la targa resta sola, anche se i turisti se ne vanno e tornano
E la campana del raschietto ci segue, con quel rotolo
-con cosa muoiono o vivono- le lezioni di storia nel pomeriggio.
LOS PANAMEÑITOS EN PEDACITITOS
Yo, mamá, mis dos hermanos
y muchos…
…
tan sólo deseamos
desaparecer
en pedacitititos
Carlos Germán Belli, Segregación No.1
Mientras un poeta indígena
Toma con su natural talento
El canto genésico del pájaro, lo ensaliva
Y lo anota hasta suceder en el coloquio
De la rama; mientras va desarrollando
Toda una arquitectura pluvial con el lenguaje,
Mientras los animales trascienden en denotadas metáforas
La voz que va impeliendo el arado sucedáneo
La aldea es asaltada por manos terrícolas ¿extranjeras? ¿Originarias?
Y ese hermano indígena sólo puede denunciar
Aquella masacre del rio y de los platanares
Con sus onomatopeyas escritas,
Con su música salvada;
Nos vienen a hablar de sus tribus y sus plumas,
De sus cantos ubérrimos como la flor del café
Como el maíz que se acrecienta
En la heredad terrena de la fiesta.
Sucede que mientras alguien en otro lugar
Enciende una bombilla
En Bonyic y en otras partes de las comarcas
La turbina de la corriente eléctrica
Se hace rodar por el agua y la sangre
De los mitos,
Por las rayas sonambúlicas
De los tigres, por el insomnio
De la lluvia en los letreros
De las nuevas fábricas, de las nuevas formas
De explotar
Asalariando al pobre
Comprando el latifundio, desnudando el grito
Las flores cercenadas.
Yo pongo mi pecho esta vez
Con la hemoglobina de la armónica,
Con el verso blanco de los días alucinados con el pan,
Con la mesa despojada del condumio, las horas que se nos parten
Con los zapatos de los policías,
El tropel autoritario armado, los mercenarios, los dueños de empresa
Mientras van ovulando las doncellas
Con atributos de vértigo y escarcha, mientras se recolecta el idioma
Y la poesía de las siembras, se llenan los motetes
Con las plegarias y el canto de los jefes de familia,
Una tertulia de gallos, un orgasmo de cohesión
Y esa tonada vertebrada de toda la conquista,
Del llanto y la cruz, de la confusión en los ojos
Llegando con nuestros espíritus a cuestas (la cholitud)
Los cholos los cholitos las cholitas
Todos nosotros dispuestos a no ceder
La cultura y la parcela;
Negándonos a represar el rio, nos van abriendo una guarida
Con la retroexcavadora
Para nacer, para criarnos todos,
Para hacer de esa minita una casita,
Y entramos mil,
Diez mil
Cien mil
Cholitos y cholitas (metamorfoseados en pepitas)
(Para enterrarnos en una veta)
(Adentro todos
Los panameñitos)
(Adentro todos)
(En
Pe
da
ci
ti
tos.)
I PANAMEÑI A PEZZETTINI
Io, mamma, i miei due fratelli
e altro ancora …
…
desideriamo solo
scomparire
in piccoli pezzi
Carlos Germán Belli, Segregazione n ° 1
Mentre un poeta indigeno
Prendi con il tuo talento naturale
La canzone genetica dell’uccello lo loda
E scrivilo finché non accade al colloquio
Dal ramo; durante lo sviluppo
Tutta un’architettura pluviale con il linguaggio,
Mentre gli animali trascendono le metafore denotate
La voce che guida l’aratro sostituto
Il villaggio è assalito da mani terrene, straniero? Originale?
E quel fratello indigeno può solo denunciare
Quella strage del fiume e dei banani
Con le loro onomatopee scritte,
Con la tua musica salvata;
Vengono a raccontarci delle loro tribù e delle loro piume,
Delle loro canzoni, rigogliose come il fiore del caffè
Come il mais che cresce
Nell’eredità terrena del partito.
Succede che mentre qualcuno in un altro posto
Accende una lampadina
In Bonyic e in altre parti delle comarche
La turbina a corrente elettrica
È rotolato da acqua e sangue
Dai miti,
Dalle strisce sonnambuli
Delle tigri, per l’insonnia
Dalla pioggia sui cartelli
Delle nuove fabbriche, dei nuovi modi
Esplodere
Sacrificare i poveri
Comprare il latifondo, svestire il grido
I fiori recisi.
Ho messo il petto questa volta
Con l’emoglobina dell’armonica,
Con i versi bianchi dei giorni allucinati dal pane,
Con la tavola spogliata del condotto, le ore che abbiamo diviso
Con le scarpe dei carabinieri,
La folla armata autoritaria, i mercenari, gli imprenditori
Mentre le fanciulle ovulano
Con attributi di vertigini e gelo, mentre collezionava la lingua
E la poesia delle semine, i mottetti si riempiono
Con le preghiere e i canti dei capifamiglia,
Un raduno di cazzi, un orgasmo di coesione
E quella melodia vertebrata di tutta la conquista,
Dal pianto e dalla croce, dalla confusione negli occhi
Arrivando con i nostri spiriti al seguito (la cholitud)
Il cholos i cholitos le cholitas
Tutti noi disposti a non cedere
La cultura e la trama;
Rifiutando di arginare il fiume, ci aprono una tana
Con lo scavatore
Per nascere, per allevarci tutti,
Per fare una piccola casa di quella ragazzina,
E entriamo in mille,
Dieci mila
Cento mila
Cholitos e cholitas (metamorfosi in semi)
(Per seppellirci in una vena)
(Dentro tutto
Panamensi)
(Dentro tutti)
(A
Pez
zet
ti
ni.)
ETNIA NEGRA
“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”
Martin Luther King
Afuera la realidad cruda que se procesa hasta el cerebro de la ventana.
El tiempo de la intolerancia y de los virus.
Todo viene desde allá, desde la luz nubosa,
Hasta el ruido de los pájaros que se confunden
Con las estaciones de idiomas fríos-. Ya la lluvia se adviene
Con su capisucia que emerge de la tierra.
Los platanares se inclinan sobre el cable eléctrico
Y sus frutos tendrán la vehemencia de un programa televisivo;
Quizás la flor y los dedos que se hinchan
Tendrán la presión de una rodilla sobre un cuello negro; George Floyd
Aquel hombre que jugó al basket ball y soñó con la NBA
Pero rotó por varios estados y se dedicó a manejar camiones
Bajo el cielo de Minnesotta, allá en Minneapolis.
No sólo él, sino que con él está la balada de los algodones negros
Y las cañas de azúcar,
Los trabajadores que cantaron bajo el sol, en la incidencia de las rocas;
También los que recolectaron miel de los árboles
Y seguían desfilando sobre las colinas como dientes
De león que la libertad va soplando para que escapasen
Como ciertos personajes de la cabaña del Tío Tom.
Quizás desde mi lejano pueblo, a miles de millas
Donde su cabeza reposó sobre el pavimento para siempre
Donde el rocío logre arquear los rostros de la hierba
Y Langston Hughes se pueble las manos de briznas
Y de ríos que serpenteen por los crepúsculos.
Oh, los esclavos registrados en el censo
Cazados para siempre desde las sabanas de África;
Atá en la novela de Joaquín Beleño
Condenado a cincuenta años por un delito sin defensa en the Canal Zone
Donde oteó el caminar de los osos perezosos
Desfilando hacia la insospechada agonía
Al desertar desde una selva hacia otra selva
Aunque sigan estallando las melodías de un banjo,
De un ukelele y de un tambor,
El jazz, el blues, el soul y el gospel
En una extraña traducción de la nostalgia y el lenguaje,
Cuando siguen muriendo niñas negras,
Un defensor de los derechos civiles,
Un corredor,
Un camionero
¿Cuántos más?
¿Cómo celebrar en Panamá o en otros países el mes de la etnia negra?
Y muchos desde esa afrodescendencia
(Yo incluido)
No somos libres.
Cuesta respirar con la rodilla al cuello,
Cuesta cargar
La belleza del pigmento del ébano como una fatídica sentencia,
Cuesta no llorar
con los gritos de amor
de nuestros ancestros.
ETNIA NERA
“Abbiamo imparato a volare come gli uccelli, a nuotare come i pesci; ma non abbiamo imparato la semplice arte di vivere come fratelli «
Martin Luther King
Fuori la cruda realtà che viene elaborata fino al cervello della finestra.
Il tempo dell’intolleranza e dei virus.
Tutto nasce da lì, dalla luce nuvolosa,
Anche il rumore degli uccelli che si confondono
Con le stazioni in lingua fredda. La pioggia sta arrivando
Con la sua sporcizia che emerge dal terreno.
I banani si appoggiano al cavo elettrico
E i suoi frutti avranno la veemenza di un programma televisivo;
Forse il fiore e le dita che si gonfiano
Avranno la pressione di un ginocchio su un colletto nero; George Floyd
Quell’uomo che giocava a basket e sognava l’NBA
Ma ha ruotato attraverso diversi stati e si è dedicato alla guida di camion
Sotto il cielo della Minnesotta, oltre a Minneapolis.
Non solo lui, ma con lui c’è la ballata dei cotoni neri
E le canne da zucchero,
Gli operai che cantavano sotto il sole, nell’incidenza delle rocce;
Anche quelli che raccoglievano il miele dagli alberi
E continuavano a sfilare sulle colline come denti
Di un leone che la libertà soffia in modo che fuggano
Come certi personaggi nella capanna dello zio Tom.
Forse dalla mia città lontana, migliaia di miglia
Dove la sua testa è rimasta per sempre sul pavimento
Dove la rugiada riesce ad inarcare i volti dell’erba
E Langston Hughes popolerà le sue mani di ciuffi
E di fiumi che serpeggiano attraverso i crepuscoli.
Oh gli schiavi iscritti al censimento
Cacciato per sempre dalle savane dell’Africa;
Atá nel romanzo di Joaquín Beleño
Condannato a cinquant’anni per un crimine senza difesa nella Zona del Canale
Dove ha visto i bradipi camminare
Sfilando nell’agonia insospettata
Quando si diserta da una giungla all’altra
Anche se le melodie di un banjo continuano a scoppiare
Di un ukulele e di un tamburo
Jazz, blues, soul e gospel
In una strana traduzione di nostalgia e linguaggio,
Quando le ragazze nere continuano a morire
Un difensore dei diritti civili,
Un corridore,
Un camionista
Quanti ancora?
Come celebrare a Panama o in altri paesi il mese dell’etnia nera?
E molti di quella discendenza africana
(Me incluso)
Non siamo liberi.
È difficile respirare con le ginocchia al collo
Costa caricare
La bellezza del pigmento d’ebano come frase fatale,
È difficile non piangere
con le grida d’amore
dei nostri antenati.
Panamá
PANAMÁ, YA SEA EN EL PACÍFICO O EN EL ATLÁNTICO
Panamá en esta calle y en este tiempo que nos falta,
Antes de mis días y mis noches
(Y del poema) fluctuando entre los lirios como el agua,
Con sus gruesas murallas y sus edificios
Que le dan color de tacto a los espejos,
A las criaturas del mar que se advienen a mi fondo,
A mi lámpara de niño y a mi mano afiebrada de poeta.
Nunca antes por siglos volví a ver el mismo día
En que abrí los ojos tanteando la tierra
Y el polvo del lugar donde ocurrió mi nacimiento,
Donde me convertía en talingo y en estatua
Con peces de aire entrando por el mármol.
Panamá fue una musa entrando
-vena a vena-
Un arcoíris en la boca,
El tamaño de una brújula en el eros y en la gnosis.
Una ciudad en mi piel, como algo corpóreo
Como la música en una temporada de lluvia
O como un tamborito en una oleada de calor.
Siempre llego a ella aunque por otros caminos vaya
Dejando fuego, dejando amor, coloquios,
Algo de poesía. Mi talón siempre regresa al milagro
De su musgo, a sus piedras temerarias,
A su selva donde nunca he ido, donde nunca vuelvo,
Donde respiro la verdad del mundo
Ensalinada al borde de sus playas.
¿A dónde dejar el muro, el trapecio
Y las marcas de la reniñez como una mariposa en el sombrero,
El desnudo campo
Por donde persigo duendes y espejismos de luciérnaga,
Imágenes de Dios o de un caballo que atesora
Las caminatas imaginadas por el tucán en la tormenta?
Panamá
En el Pacifico, en el Atlántico,
¿En dónde está?, ¿en dónde estuvo?,
¿En dónde me encuentra el mar con su Canal
Y su memorial dolido? Panamá la que siempre
Encuentro aunque por otros caminos vaya
Donde silbo a las criaturas que se advienen a mi fondo,
Con mi lámpara de niño y mi mano afiebrada de poeta.
PANAMA, TANTO NEL PACIFICO CHE NELL’ATLANTICO
Panama su questa strada e in questo tempo che ci manca,
Prima dei miei giorni e delle mie notti
(E dalla poesia) fluttuando tra i gigli come l’acqua,
Con le sue spesse mura e le sue costruzioni
Che danno agli specchi un tocco di colore,
Alle creature del mare che vengono al mio fondo,
Alla lampada di mio figlio e alla mano del mio febbrile poeta.
Mai prima d’ora per secoli ho visto di nuovo lo stesso giorno
Quando ho aperto gli occhi sentendo la terra
E la polvere del luogo in cui è avvenuta la mia nascita,
Dove sono diventato un talingo e una statua
Con i pesci d’aria che entrano attraverso il marmo.
Panama era una musa che entrava
-vena in vena-
Un arcobaleno in bocca
Le dimensioni di una bussola in eros e gnosi.
Una città nella mia pelle, come qualcosa di corporeo
Come la musica in una stagione piovosa
O come un tamburo su un’ondata di calore.
La raggiungo sempre anche se vado in altri modi
Lasciando il fuoco, lasciando l’amore, le conversazioni,
Un po’ di poesia. Il mio tallone torna sempre al miracolo
Dal suo muschio, alle sue pietre spericolate,
Nella sua giungla dove non sono mai stato, dove non ritorno mai
Dove respiro la verità del mondo
salata ai margini delle sue spiagge.
Dove lasciare il muro, il trapezio
E i segni dell’infanzia come una farfalla sul cappello,
Il campo nudo
Dove inseguo goblin e miraggi di lucciole,
Immagini di Dio o di un cavallo che fa tesoro
Le passeggiate immaginate dal tucano nella tempesta?
Panama
Nel Pacifico, nell’Atlantico,
Dov’è? Dov’era?
Dove mi trova il mare con il suo Canale
E il suo memoriale ferito? Panama quello che sempre
Trovo anche se vado su altre strade
Dove fischio alle creature che vengono al mio fondo,
Con la lampada di mio figlio e la mia mano febbricitante di poeta.
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