El poeta nicaragüense Humberto Avilés
Crear en Salamanca se complace en publicar siete textos del poeta Humberto Avilés Bermúdez (Granada, Nicaragua, 1953). Licenciado en Derecho por las Universidades de Salamanca y Málaga, España. Estudios de Doctorado en la especialidad de Derecho Constitucional, Universidad Complutense de Madrid. Poemas publicados esporádicamente en suplementos literarios de periódicos y revistas, tanto españoles como nicaragüenses, como “La Gaceta Regional” y “El Adelanto” de Salamanca y el ABC de Madrid, en España. En “Ventana” del diario “Barricada”, así como en “El Nuevo Amanecer Cultural” del Nuevo Diario. Primer premio en el Octavo Concurso de Poesía “Universidad de Navarra”, España (1979) por el poemario ‘Hipótesis de amor’. Finalista en el Primer Concurso de Poesía “El Botón Charro”, Salamanca, España, por el poema “Tríptico de la noche”.
Invitado al XVI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, Salamanca, España, octubre 2013. Miembro del Comité Organizador y del Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua y poeta invitado durante cinco ediciones del mismo. Poeta invitado por Nicaragua al XVIII Encuentro de Poetas del Mundo Latino, Ciudad de México, Aguascalientes y San Luis de Potosí. México. octubre y noviembre 2016. Sus poemarios publicados son: “Perfil del olvido” (1976-2012). Antología personal. 2013. Foro Nicaragüense de Cultura; “Estigmas de silencio”. Poemas (1971-1976). Editorial Amarante. Salamanca. Febrero 2014. 2da. Edición, Editorial Amerrisque. Managua. Diciembre 2015 y “Poética de la simpleza”. Poemas (2010-2013). Editorial Amarante. Salamanca. Mayo 2014. 2da. Edición. Editorial Amerrisque, Managua. 2015. Y “Escritos de la Sirena” (2016).
REPORTAJE FOTOGRÁFICO DE JACQUELINE ALENCAR
La notable poeta Eunice Odio
ORQUÍDEAS
Un florecer de orquídeas
en mediodía…
un buscador de belleza
para visionarla y sentir
que pertenece
a lo visto.
Un impulso de vivir
por la belleza.
Parafrasear a Quico
cuando estamos a punto
del décimo primer Festival poético
que consagra sus pasiones…
acompañado de la Odio
que tanto amó Granada
y tanto poeta disputar
quiso la metáfora de lo bello,
como Eunice fue.
Un poema iniciado
al frescor del año…
dos mil quince con otra luz
alumbra sola edad
de palabra,
orquídea de versos
como besos lacerantes
sobre piel de tiempo.
Humedad lunar
que sangre cruza pura
con salvajismo de mujer,
aurora intacta de la muerte.
Avilés (en la primera fila, a la derecha, con manos en oración), entre los poetas del mundo invitados a Granada.
LUNA MOJADA Y SU PORTADA
A Francisco de Asís Fernández
Lady Godiva inédita recuesta
sus manchas de sombra sobre
lomos del potro que alguna vez fuiste..
.
con temblor de cielo ilumina
la portada de tu luna mojada,
desbocado ante la vida
y sus milagros
hoy arrendás tus ímpetus,
sós nuevamente potro que
a los setenta galopa otra vez…
y asombra el nos
de quererte.
Los poetas Avilés, Iván Uriarte y María Augusta Montealegre, en la isleta La Ceiba
.
ISLETAS
Canto a dos voces por granadinas
Paisaje de islas encendidas,
noche de las Granadas
abiertas desemboca
en todo el amor…
volcánico silencio
siente fluir
majestad del agua.
Archipiélagos de amor,
la edad de las islas
que hablan el lenguaje
de utopías
forman en su vuelo los
peces guardianes
del viaje a la geografía
del misterio…
ese que inaugura la niebla
cuando abre sus alas
y hace posible
oler lo que soñamos.
NIÑA EN MERCADO MUNICIPAL DE GRANADA, NICARAGUA
Lección estética
Ante la radical edad
de tanta belleza
cuando amanece
me quedo con la sonrisa.
Los chocoyos zapoyolitos filosofan,
la pintura desvaída
en desgastados muros
como el plástico del bolso
que canasto quiso ser…
solo triunfó
una sonrisa infantil
más nuestra que
cualquier belleza
al amanecer.
Germain Droogenbroodt, Satoko Tamura, Alencart, Avilés y Álvaro Rivas
DEL QUIJOTE Y SU LEYENDA GRANADINA. VERSIÓN
APÓCRIFA PARA INICIADOS EN LA RUTA DEL RON
Marulanda, alias Víctor Chavarría, legendario por su discreción
esbozó la semblanza quijotesca del pariente
que decidió morirse antes de cumplir sesenta años.
No quiso más abriles que celebrar al noveno día del mes natal
en patios con limoneros sombreando palabras
colgantes para siempre de pétreas mesas
en el museíto de Carlos que, además es Luis,
mas no Martínez Rivas que además fue Ernesto
y se murió cuando quiso como poniéndose a sí mismo
en el sepulcro desde antes de morir…
¡Báilenme ese trompo en cualquier uña posible por favor!
Su pariente ya de la familia por años de conocencia
tanta, como vida compartida,
palabreó con verso serenamente dolido
el laconismo de una Avilesiana que ambos, muerto y vivo
regocijados en el parentesco y la vocación literaria,
habían decidido fundar como género propio de ellos
en su “pequeño todo”,
denominación más querida para los susodichos
al referirse a su Granada natal.
No quedose ahí el tal Humberto,
perpetrador solitario ya del género
a compartir de no mediar la terca decisión de Jimmy,
efectiva desde las 13.01 horas del domingo
veinte de marzo del año dos mil once,
sino que continuó apalabrando en gerundio
con la lectura impía de su “Metafísica para fugitivos de sí mismo”
endilgada póstumamente a su primo,
legendariamente quijotesco por vocación de vario signo
aderezada con etílicos aromas de inmemorial data,
e incapaz de contención alguna
ejercitó con descaro de artista deleitoso y deleitante
la práctica gerundiana con la repetición del“Abrileando”
que doce meses antes dedicase a quien
ya leyenda sin retorno que valga,
tan solo por haber nacido en abril…
y callose entonces,
de callar no de caer.
Amén que diría Lajandro
secándose la penúltima lágrima por Chilampín,
seudónimo quijotesco para quien supo ser Avilés
y avilesiano más allá del morir!
Alfredo P. Alencart, Jacqueline Alencar, Humberto Avilés y Juanita Büschting (foto de A. D. )
SIMPLEZAS DEL AMOR
Albergado en la simpleza este amor
supo callar su propia fuerza,
discreción le llaman otros a esa otra
manera de amar que de simple se nos pierde…
Como la tal felicidad
en vida nos pasamos buscándola fuera del nos
ignorantes de cuán dentro habita.
Simplificado en el amor este silencio habla
y es su sencillez la huella del paso
que aún no da pero piensa…
Testimonio simple, llano,
humilde desnudez de lo concreto.
Claro acento de verdor a medio camino
entre sol y lluvia como cuando
transitamos del amor al respeto y
la luz del tiempo es tan solo simpleza.
Lectura de Humberto Avilés en la Universidad Centroamericana (UCA)
HORA SEXTA
La hora sexta se acerca lenta,
pero inexorablemente…
Cristo llora y reza.
Alfa y omega
se llaman sin saber por qué;
van hacia el caos de la consumación máxima.
La hora sexta
va dejando sentirse,
todas las cimas del mundo
convergen en el Gólgota,
va a partirse la tierra,
va a morir la verdad,
no sobrevivirá ni siquiera la nada.
La hora sexta no llega,
retrasada de agonía parece alejarse.
Alfa y omega avanzan…
Cristo,
epicentro del fin
en su propio fin;
identificado plenamente
con el hombre
en la cercanía
de la muerte.
La hora sexta
se va…
Desbanda el viento
hacia el Gólgota…
Y entre dos cruces
se salvará el mundo:
Cristo va a morir.
La hora sexta
se cierne
sobre
el
universo.
Alencart, Najlis, Coco, Sauma y Avilés, en la Universidad Centroamericana
Humberto Avilés Bermúdez y Alfredo Pérez Alencart
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