POEMAS DE ‘ERÓTICA MEDUSA’, DE AIMÉE G. BOLAÑOS

 

Aimée G. Bolaños con su libro Erótica Medusa

Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar una muestra del poemario Erótica Medusa (edición bilingüe español y portugués, Uberlândia: O sexo da palavra (2021), obra de Aimée G. Bolaños (Cuba-Brasil), ensayista, poeta y profesora de literatura en la Universidad Federal de Rio Grande, Brasil. También es profesora adjunta de la Universidad de Ottawa, Canadá. Doctora e posdoctora. Actualmente escribe sobre diáspora, poesía femenina, poética y autopoética. Libros de ensayo recientes: Poesía insular de signo Infinito. Una lectura de poetas cubanas de la diáspora y Oficio de lectora. Ficción: El Libro de Maat, Las Otras, Las palabras viajeras, Escribas, Visiones de mujer con alas, El juego de los trigramas, Alada viajera, De labirintos e espirais. Sete poetas de Rio Grande (en coautoría) y Erótica Medusa. Traducida a varios idiomas, también traduce. Le gusta inventar identidades y vidas imaginarias.

 

ARTE DE AMAR

en el intervalo del fuego

el turbulento ojo del huracán

ama

las puras tardes de los montes

ardidas en la impoluta nieve

porque el amor

es el más difícil de las artes

 

 

La sulamita, Cantar de los cantares, de Miguel Elías

 

 

ARTEMISIA GENTILESCHI

(Roma, 1593-1653)

Nada sé de tu Ser

cuando te das en el sexo.

Una esfinge parecería más abierta.

Sólo sé que te transformas.

Tus músculos estallan en tensión,

la delicada curva de las caderas,

tan tuya como de Praxiteles,

se asemeja entonces

a un círculo en llamas

y  como una cinta roja

se adelgaza tu figura.

 

De tu rostro desciende

una furia dulce

lentamente

hasta un lugar

sobre tus labios

que nadie sabe que existe.

Tus duras nalgas son rosas

blancas,

desangradas,

húmedas.

Entre los muslos ávidos

te abres

apuntando al universo.

Las manos intactas

la lengua sabia

completan la suculenta obra del deseo.

Mojado recuerdas a los peces

elusivos

y jadeantes

apenas vistos en los sueños

alucinantes de la alta noche.

 

Te miro y solo así te detengo

en tu estampida de animal de fuego.

Entras en la eternidad del boceto

infinitamente carnal

divinizado tu cuerpo de la vida

que dibujo.

 

Cantar de los Cantares, de Miguel Elías

 

LA PASIÓN SEGÚN A

 

 

                                                                           Este dolor por una sola idea.

                                                              Esta angustia de cielo, mundo y hora.

                                                                                      Federico García Lorca

 

Consulté el tablero de Ifá

Orunmilá guardó silencio. 

Después peregriné

por el ombligo del mundo. 

En las ruinas de Delfos

palabra de Pitia ninguna.

 

Ni oráculos ni pitonisas

quisieron decir como sería.

 

Estaba ahí soberana

esperando su hora.

Cenizas de vívida llama.

Un punto ciego donde

las angustias confluyen.

Loca lucidez.

El cielo solo de aullidos.

De sí mismo acordado

el cuerpo en agonía.

Incapaz de poseer

o de olvidar

intentando

apresar lo inasible

sola y desnuda me vi

escuchando una voz

de ecos interminables

que decía:

huye.                                                                                                                   

Pero nada hice.

Yo era el propio centro

de la pasión viéndome

padecer inmóvil. 

 

Aunque nadie me lo dijera

sabía que sería así

el estallido del amor oscuro.

 

 

 

ASÍ HABLÓ EURÍDICE

 

               You hold love in your hand, a red seed

                   you had forgotten you were holding.

                                               Margaret Atwood

 

 

Estoy de vuelta del olvido

mi amor fue fiel en el destierro.

Estoy en tu memoria nítida

porque fui tu otro yo verdadero.

 

Cuando me perdiste en el infierno

después de tanto andar sin rumbo

en el umbral de la desmemoria

me acogí a mi sombra desolada.   

 

Guardé las señales del tiempo

aprendí el placer de ser intacta

vestí  las sutiles ropas del silencio

y las sandalias aladas de la muerte.

 

Por fin he vuelto con otra forma.

Mariposa negra en jubiloso duelo

innumerable semilla al viento.

 

Y como sé que estás dilacerado

te traigo estas granadas milagrosas

de mi constante jardín de fuego.

 

Cantar de los Cantares, de Miguel Elías

 

ÚLTIMO RITUAL

 

Piadosamente estoy envolviendo

tu cuerpo del amor en noble lino.

Las vueltas interminables forman

una espiral abierta al tiempo inexorable

que pronto dejará esta quimera en el olvido.

Las llamas urgentes crepitan y celebran.

Con ternura te deposito en el lecho que reverbera

 

Desde el círculo de fuego acompaño tu descenso

cuando la roja boca del abismo te devora.

A la vuelta de la hoguera ancestral danzo

mientras cuento la saga del peregrino incapaz.

Devuelto por mi memoria al polvo literal

entrego las cenizas al río sagrado de la muerte.

Y al fin libre regreso a la vida que me espera.

 

 

 

ERÓTICA MEDUSA

 

erótico es el sueño  

peregrinando

en los cuerpos intocados

erótico es el gesto

que ni en el viaje

más delirante

alcanzó la tierra prometida  

pero hizo arder

una sagrada llama

erótico es el ojo

emblemático escudo

de los espejos mortales

erótica es la cabeza

Medusa sin cuerpo

signo de Atenea

erótico es el pensamiento

que en la noche descomunal

fluctuando hasta el éxtasis

te da forma en las aguas litúrgicas

del devenir puro 

donde te sabes mortal

medusa orgásmica

medusa erótica

medusa aureolada por serpientes

y en el centro de la mirada

 

 

 

ARIADNA

 

Porque pertenço à raça daqueles que percorrem o labirinto

 Sem jamais perderem o fio de linho da palavra

                                           Sophia de Mello Breyner Andresen

 

 

Hay historias perdidas

por el poder de la letra oficial

y los guardianes de la ley.

Así ha sido la mía

de tan real imposible.

Mal enhebrada desde siempre.

 

Soy el hilo tal vez de la palabra

tal vez del alma.

Mi nombre recuerda a la araña.

Tal vez porque incesante tejo

con delicados hilos invisibles

que son los más resistentes.

En el hilo está mi identidad verdadera.

 

Escribas áulicos de una remota era

inventaron que se lo di a Teseo

desleal vencedor de la muerte. 

Bizantinos que eran y siguen siendo

legitimaron su versión del desafío

sin llegar hasta hoy a un acuerdo:

¿El Minotauro era humano o bestial?

 

Sabía que Asterión esperaba

con melancólica fe                                    

a su libertador imaginario.

Hace tiempo en el sueño 

se lo susurré a un poeta

amante de perdedores

y devoto de laberintos.

 

Aquí en uso del poder volátil

de la escritura de lo no escrito

hago valer la verdad histórica

aunque ella no exista

y nadie me crea.

Fui yo quien entró en laberinto

persiguiendo solo el deseo.

 

Sin límites traspasé el umbral.

Trocamos cabezas y cuerpos y sexos.

Desaforadamente nos penetramos.

Y como soy el hilo de la palabra que trama

he transformado la morada de Tanatos

en un laberinto sin salida y sin fin.

Casa de Eros inagotable.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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