“PASIONES CINÉFILAS” DE UN BUEN COMIENZO. PRÓLOGO DE JOSÉ PULIDO AL LIBRO DE JOSÉ ALFREDO PÉREZ ALENCAR

 

 

 

José Alfredo Pérez Alencar en Castelo Branco, Portugal (foto de David Cortés Cabán)

 

 

Crear en Salamanca tiene la absoluta satisfacción de publicar este prólogo de nuestro colaborador José Pulido, destacado periodista, narrador y poeta radicado en Génova. Y esta satisfacción deriva del libro presentado “Pasiones cinéfilas” (Trilce Ediciones, Salamanca, 2020), de José Alfredo Pérez Alencar (Salamanca, 1994), donde recopila sus críticas de cine, dadas a conocer principalmente en nuestra revista. Este libro cual está por salir de imprenta. José Alfredo se considera aprendiz de jurista y de poeta, pero apasionado al séptimo arte. Cuando niño la imprenta Kadmos publicó una carpeta suya con poemas, titulada El barco de las ilusiones (2002, con 17 acuarelas del pintor Miguel Elías). Posteriormente publicó seis poemas en la antología Los poetas y Dios (Diputación de León, 2007) y sendos poemas en las antologías Por ocho centurias (2018) y Regreso a Salamanca (2020). Próximamente la revista portuguesa Cintilações (de Editora Labirinto), coordinada por el poeta Victor Oliveira Mateus, publicará un poema suyo traducido al idioma de Camões. Ahora prepara su nuevo libro de poemas, en el que está trabajando, titulado Tambores en el abismo. Formó parte del equipo de apoyo del XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, que en 2019 rindió homenaje a San Juan de la Cruz y a Eunice Odio. Sus críticas de cine las publica tanto en la revista literaria digital CREAR EN SALAMANCA como en el portal TIBERÍADES. En su otra faceta, escribe artículos de contenido jurídico y social en el blog ‘Iuris tantum’, que mantiene en el periódico digital SALAMANCArtv AL DÍA. Este mes también publicará un libro donde recopila sus primeros aportes a esta divulgación del Derecho para comprensión de la ciudadanía. También coordinó, el curso 2019-2020 y con Christian Marcos, el programa radial Studi et laboro, de contenido jurídico-laboral y que forma parte de las acciones de la Asociación Salmantina de Estudiantes Laboralistas. Se emite en Radio Usal, medio de comunicación de la Universidad de Salamanca. Finalmente, coordina su propio blog, La palabra Liberada, con participación variada de poetas, ensayistas y personas vinculadas al mundo jurídico.

 

 

 Portada de Pasiones cinéfilas, de próxima aparición

 

 

 

“PASIONES CINÉFILAS” DE UN BUEN COMIENZO

 

 

Creo que la mayoría de los seres humanos que han visto, por lo menos, una película, pueden considerarse aficionados al cine. Es un arte que no se olvida. Es un arte que no se puede abandonar porque facilita la relación con sus propuestas y su estética. La imagen incita los sentidos y la imaginación.

 

El cine es un arte que contiene todas las artes y un poco más. Y es un arte capaz de afinar una altísima expresión sublime, que solo muy pocos logran ver. Es como estar ante la Gioconda y saber que esa cara ha sido sugerida levemente en otros personajes por el mismo pintor pero con otro sentimiento y eso hace de la Gioconda una especie de palimpsesto conceptual. Es como reconocer las dificultades para alcanzar a Chopin en el piano y entender la pregunta de Beatriz al Dante “¿Por qué tanto mi rostro te enamora que no ves el jardín, que, peregrino, bajo los rayos de Jesús se enflora?”.

 

Cada persona tiene un nivel de percepción, un bagaje de vida y conocimientos, una sensibilidad, un tamaño interior diferente y a partir de toda esa plataforma -alta o baja- observa y siente las cosas. Cada espectador de una película verá una acción distinta. Sucede igual con los lectores. Un libro puede parecer difícil de leer si no has crecido lo suficiente. Cuando lo haces, entonces la lectura es fácil. En el cine hay quienes se especializan en notar los detalles técnicos; o la actuación, la dirección, las fallas o los aciertos en el guion.  Hay quienes ponen el acento en el contenido mientras otros se limitan a la forma.

 

Alguien dijo que el cine se comporta como un dios. Crea todo, influye en todo. Su poder lo abarca todo. Nada humano -ni extraterrestre- le es ajeno. Criticar con plena conciencia de lo que se critica, es en el cine un acto de intelectualidad responsable. Criticar una divinidad es un ritual que conlleva convertirse en un ser humano de gran percepción o terminar siendo un mercenario de ganancias aseguradas.

 

Porque es notorio, que todo el año, cada año, se promueven varias películas como maravillas inolvidables y cuando acudimos a verlas resultan unos bodrios, una mediocridad. Esos mercenarios de la crítica cinematográfica han desnaturalizado la profesión, pero afortunadamente hay muchos que actúan por amor al mejor cine.

 

Desde que publicó su primer artículo me convertí en lector del joven crítico José Alfredo Pérez Alencar. Porque su escritura es muy grata: lo va explicando todo con una claridad que jamás te extravía. Y porque te das cuenta de que él ha notado la importancia que tiene determinado aspecto de la película. Sabe cuál es la almendra del asunto.  Él es completamente firme en sus observaciones. He sentido que puedo confiar en lo que dice. He visto los filmes que analiza y los he disfrutado de una manera más enriquecedora. Creo que esa es una preciosa ganancia.

 

Sobre La pasión de Cristo, de Mel Gibson, José Alfredo escribió, entre otras cosas, lo siguiente:

 

“Fiel a ambos ‘guiones’, Gibson aborda el mensaje con un acusado dramatismo, ¿o no? A mi parecer queda patente el sufrimiento de Cristo: no creo que nadie pueda decir que el director ha sido austero en ese aspecto, pues se ha encargado de explotarlo en los momentos clave, aunque no se puede pasar por alto que, en algunas escenas, como la del principio en Getsemaní, al cortar Pedro la oreja al soldado, la motivación del director adquiere tintes innecesarios. Por ello, independientemente de quien se siente al otro lado de la pantalla, la película sin duda crea un efecto en cualquiera. El efecto, sin embargo, no será el mismo para todos, pues las personas más cercanas a la Fe la verán desde una perspectiva diferente, la cual radica en ser más impresionable ante lo visualizado. Impresionable como analogía de sensible y no de aprensivo, pues las creencias traen consigo la belleza del mensaje y su inquebrantable contundencia».

 

De una buena vez definió la obra de Gibson en apenas doce líneas.

 

También abordó como tema la película En tierra de hombres, de Niki Caro, y lo hizo así:

 

“Es imposible dar un tratamiento únicamente dedicado al terreno laboral pues es un problema que engloba un espectro mucho más amplio. El término discriminación nos hace pensar rápidamente en una cuestión racial o de sexo de igual forma que si nos preguntaran cuáles son los móviles habituales de un crimen diríamos el amor o el dinero. La discriminación de la mujer es una constante histórica, al igual que otros motivos de mayor o menor calado”.

 

Este párrafo es como una cápsula cargada de elementos que deben tomarse en cuenta, que hacen menos banal cualquier espectáculo. José Alfredo reconoce lo interesante y lo importante. Y asume su responsabilidad sin que la función del arte sufra en ningún instante ni sea subestimada.

 

 

Monumento al cine en Ponferrada, escultura de José Carralero

 

Lo humano que fluye en la corriente interminable del cine, es un aspecto que escudriña y describe con maestría y también con la seriedad del caso. Como en la película La naranja mecánica, de Stanley Kubrick, basada en la novela de Anthony Burgess:​

 

“En La naranja mecánica vemos como el preso ante el deseo, por no decir la necesidad, se ve impulsado a buscar una vía de escape fácil para conmutar el tiempo restante de su condena. Acabando ello en la conversión del protagonista en la cobaya de un método deshumanizado. Si se habla de la imposibilidad de que haya una reeducación mediante la privación de libertad, deberíamos de preguntarnos hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar para lograr la sustitución de las penas y medidas de seguridad”.

 

José Alfredo mira la película y puede intuir cómo la han elaborado, qué esfuerzos han realizado o han dejado de realizar. Cuando noté este aspecto de su escritura y de su análisis, recordé algo que había dicho Orson Welles, cuyo conocimiento del cine es digno de ser recordado siempre:

 

“…Cuando termina el rodaje, te metes en la sala de montaje y la tensión continúa. El montaje es el otro suplicio del director. Cuántas horas en esa sala oscura sin crear nada, esperando a que otra persona haga lo que tiene que hacer… Cuántas horas esperando, y no ante la máquina de escribir o detrás de la cámara a que surja una idea, sino a que otros hagan pequeñas cositas muy tontas. Además, cuanto más tontas, más tiempo llevan. Haces avanzar la película hasta el sitio exacto donde quieres, pones una marca y una nota con la esperanza de que el montador la entienda, y esperas a que corte y pegue. Y tiene que rebobinar, o pasar la película otra vez… o la película está al revés, o se rompe y hay que ir a buscar otra toma…

 

Detesto esos enormes rollos de celuloide guardados en latas. Yo tengo un método. Consiste en hacer lo que yo llamo un archivo, un archivo de cada escena, es decir, un rollo con todos los fragmentos que me parecen buenos. Porque aunque una toma no valga, puede tener algún detalle que me guste. Por eso pego todas las tomas descartadas en el mismo rollo. Y antes de terminar de montar una escena siempre reviso ese «archivo», para asegurarme de que he exprimido bien todo el material y le he sacado todo el jugo. Pero tengo que ver el rollo entero hasta encontrar ese pequeño detalle, y ¡lleva mucho tiempo! Me paso una eternidad trasteando con el celuloide”.

 

Pasiones cinéfilas es el título del libro que José Alfredo Pérez Alencar publicará con sus textos cinematográficos. En definitiva, todo su trabajo constituye un ensayo honesto y cargado de una específica belleza, de un ángulo en el mirar que pone de relieve a un cineasta en formación. Lo confieso: soy lector de José Alfredo. Me gusta su estilo.

 

“Presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad”.

 El poeta, narrador y periodista José Pulido

 

 

 

 

 

 

 

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