NIETZSCHE
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de difundir este comentario inédito de nuestro colaborador José Alfredo Pérez Alencar (Salamanca, 1994), autor, entre otros, de los libros ‘Pasiones cinéfilas’ (Trilce, Salamanca, 2020) y Iuris Tantum (Betania, Madrid, 2020). Junto a sus estudios en Derecho por la Universidad de Salamanca y a su temprano aprendizaje como poeta, también es un apasionado al Séptimo Arte. Cuando niño la imprenta Kadmos le publicó una carpeta de poemas titulada El barco de las ilusiones (2002, con 17 acuarelas del pintor Miguel Elías). Posteriormente publicó seis poemas en la antología Los poetas y Dios (Diputación de León, 2007) y otros sendos poemas en las antologías El paisaje prometido (2010), Por ocho centurias (2018), Regreso a Salamanca (2020) y El ciego que ve (2021. Formó parte del equipo de apoyo del XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, que en 2019 rindió homenaje a San Juan de la Cruz y a Eunice Odio. En 2020 lo hizo con el homenaje dedicado a José María Gabriel y Galán, dentro del XXIII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, mientras que en 2021 colaboró en el XXIV Encuentro, dedicado a Antonio Colinas. También publicó cinco poemas en la revista literaria Kametsa, que se edita en Perú. Sus críticas de cine las publica tanto en la revista literaria digital Crear en Salamanca como en el portal Tiberíades. En el ámbito del Derecho, escribe artículos de contenido jurídico y social en su blog Iuris tantum, que mantiene en el periódico digital SALAMANCA AL DÍA. En los próximos meses se publicará su poemario Tambores en el abismo, en edición bilingüe español-portugués, con traducción de Leocádia Regalo.
NIETZSCHE, EL POETA AFORÍSTICO
Quisiera compartir unos versos aforísticos de este reconocido filósofo, sin olvidar la complejidad y la polémica que rodea a su turbada personalidad. Hace algunos años, mi escritura bien podría haberse considerado como influenciada por la “lírica” de este pensador, que es de mis predilectos desde que estudiara filosofía en el bachillerato; concretamente en su postura frente a la religión o con respecto a Dios.
Para ello, entre algún apunte, iré dejando conocer esta poesía aforística suya:
SIEMPRE
El que ha de llegar, llega, porque puede
y porque le place,
y nada le importa que diga la gente
si es temprano o tarde.
Aclaro que no conozco su obra completa, ni avalo o estoy de acuerdo con todo lo leído. La atención que he prestado a la filosofía en su conjunto ha sido básica, ampliada en gran medida cuando se trata de la vertiente jurídica, pero soy de los que optaron por centrarse en la historia.
DECISIÓN
Porque me place he de ser cuerdo,
no porque otros me inviten a parecerlo;
y alabo al cielo
de haber poblado el mundo de tanto necio.
Si avanzo en mi camino
dando rodeos, es porque pienso
que mudando opiniones
acaba el loco y empieza el cuerdo.
También debo dejar patente que desconocía su poesía hasta hace escasos meses, pues nada sabía de esta faceta suya. Poesía aforística en estado puro, caracterizada por la concreción y un tono que parece pretender un enardecimiento del espíritu.
Hijo de hombre, de Magritte
SENTENCIA DEL HOMBRE FUERTE
Ni súplicas, ni lloros;
lo que te falte, tómalo.
Sobre el aforismo anterior, lo he escogido dado que su título puede constituirse como prueba indiciaria de un rasgo cuestionable, que está presente en su carácter.
HAY QUE VOLVER
Hay que volver a la muchedumbre;
su contacto endurece y pule.
La soledad ablanda, corrompe
y pudre.
CONVITE
Probad mis platos, señores;
comiendo abriréis la gana
y os parecerán mañana mejores.
Repetid, os aconsejo
que mezcléis con apetito
lo reciente con lo añejo;
os invito.
Por último, no se puede negar que, tiene algunos versos más ‘sosegados’:
Venecia, de Canaletto
VENECIA
Acodado sobre el puente,
de faz a la noche bruna,
oigo una canción doliente,
mientras deja en la corriente
gotas de plata la luna
y se funden a lo lejos,
en los términos distantes,
música, luz y reflejos
ondulantes.
Tomo una góndola, zarpa
y, aun cuando calla mi boca,
mi corazón es un arpa
que mano invisible toca,
en la que deja vibrantes
las emociones cambiantes
en que júntanse a lo lejos
música, luz y reflejos
ondulantes.
CANCIÓN Y SENTENCIA
Las canciones son
el ritmo inicial,
la idea hecha música,
la rima final:
las canciones son
verbo musical.
Las sentencias son
La idea inicial,
la música oculta
de manera tal
que solo resalte
la idea triunfal.
Canción y sentencia
Oíd por igual.
José Alfredo Pérez Alencar (Leiria, Portugal, 2022)
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