Ministra colombiana de cultura pretende acallar (con la cárcel) al poeta Harold Alvarado Tenorio.

 

 

 

Este Alvarado Tenorio es un ser incorregible. En varias ocasiones he alabado públicamente su poesía y, también, le di amigables consejos para que dejase de lado esa cruzada contra corruptelas y entramados poético-políticos de su país natal. Si su poesía fuese mala o regular, entendería que quisiera llamar la atención con las diatribas y ácidos escritos que difunde por medio mundo.

Pero él ha seguido en sus trece, advirtiendo de conductas impropias o de presuntos cohechos que, de cierto, producen vergüenza ajena. Otra cosa es su virulento lenguaje, sobre cuya temperatura puede discreparse. Pero de ahí a que una señora ministra de ¿cultura?, utilice la vía penal para intimidar a un poeta…

 

Aquí dos artículos escritos por reconocidos autores colombianos, que pueden dar una idea de la polémica de estos días. También puede verse la página Diatribas de Umberto Cobo: http://www.diatribasdeumbertocobo.com/sinisterra_y_garces.html

Desde Salamanca, expresamos una solidaridad plena con el poeta Harold Alvarado Tenorio. (A. P. Alencart)

 

 

 

 

 

Contra poetas, cárcel

(El tiempo,u de Bogotá, 3-10-2013)

Enrique Santos Molano

 

¿Qué han hecho el escritor y poeta Harold Alvarado Tenorio y el cineasta Carlos Palau para estar ad portas de un carcelazo?

 

Un titular, que podría aparecer en los próximos días, o en las próximas semanas: ‘La Ministra de Cultura mete a la cárcel a un poeta y a un cineasta’. Suena tan horrible y contradictorio como alguno que dijera: ‘La directora de Bienestar Familiar ahoga a dos niños en una alberca’.

 

¿Qué han hecho el escritor y poeta Harold Alvarado Tenorio y el cineasta Carlos Palau para estar ad portas de un carcelazo? “Injuriaron y calumniaron” a la ministra de Cultura, doctora Mariana Garcés Córdoba, según querella entablada ante la Fiscalía por el abogado de la Ministra. Ambos intelectuales lenguaraces estaban citados (o emplazados) para presentarse el martes 1.° de octubre a la Fiscalía, a una diligencia de conciliación entre la querellante y los querellados. Como ninguno de los dos, ni Alvarado ni Palau, acató la citación (aunque Palau había solicitado y obtenido de la Fiscalía un aplazamiento hasta el 23 de octubre), el fiscal (o la fiscal) que se ocupa del caso les ha dictado orden de detención preventiva para obligarlos a comparecer en la mencionada diligencia. Si en ella los acusados no se retractan y no le piden perdón a la querellante, habrá un juicio; y si, como resultado del mismo, son encontrados culpables de los delitos de injuria y calumnia, serían condenados de uno a tres años de prisión y de diez a mil salarios mínimos vigentes, tal como lo receta el Código Penal Colombiano (artículos 220 y 221).

 

Una de las cosas buenas, de las grandes cosas que tuvo la Constitución de Rionegro fue la prescripción (en su primera acepción de precepto) de la libertad absoluta de prensa, y la proscripción (o abolición) de los delitos de injuria y calumnia. Esos delitos no tienen razón de existir donde hay plena libertad de prensa, como en Colombia. No tienen por qué figurar en un código penal donde tienen más cara de querer, con astuta premeditación, conjurar la denuncia de hechos indignos y establecer la censura de prensa judicial, que de defender el honor de las ciudadanos.

 

Hace unos años, el entonces poderoso Pedro Juan Moreno puso querella contra el columnista D’Artagnan por considerar que una columna del famoso periodista injuriaba y calumniaba al doctor Moreno. Yo protesté contra el hecho de que se utilizaran los estrados judiciales para dilucidar con sanciones penales asuntos de opinión, y recordé una acción en la que el presidente Manuel Murillo Toro, incitado por malos consejeros a tomar medidas contra un periódico que lo criticaba ásperamente, las tomó, en efecto. Tomó cien suscripciones del periódico opositor para evitar que desapareciera por escasez de recursos económicos.

 

Reté a Pedro Juan Moreno a contestarle a D’Artagnan, no en la Fiscalía, sino con la pluma, bien fuera en el diario donde D’Artagnan lo había “injuriado”, o publicando él su propio periódico para polemizar con sus adversarios. Pedro Juan Moreno aceptó el reto, paró la demanda, y sacó su célebre revista ‘La Otra Verdad’.

 

La Ministra de Cultura procedió, en correspondencia con la dignidad de su cargo, como directora e inspiradora del espíritu cultural de la nación colombiana, al enviar al diario ‘El País’ de Cali una carta, bien meditada y bien escrita, en que responde a las críticas que le han formulado Aura Lucía Mera, Harold Alvarado Tenorio, Carlos Palau y Diego Martínez Rivera (a quien está dirigida). La carta de la señora Ministra fue difundida también en su correo por Alvarado Tenorio.

 

He leído con cuidado los escritos de Harold Alvarado que motivaron, en parte, la denuncia penal de la Ministra contra un poeta y un cineasta. No encuentro en ellos nada a lo que la Ministra no pueda replicar, como ya lo ha hecho, con la altura y la elegancia que la caracterizan. La denuncia penal es un acto grotesco, atentatorio contra la libertad de expresión. Produce vergüenza ajena.

 

Con todo respeto, con la admiración sincera con que he aplaudido en otras ocasiones su espléndida gestión ministerial, me permito aconsejarle a la ministra de la Cultura, Mariana Garcés Córdoba, le suplique a su abogado que no la siga perjudicando. Si este asunto de la abrupta denuncia penal contra dos intelectuales sigue adelante, el país entero va a creer que ellos estaban diciendo la verdad. Y si para desgracia de la señora Ministra los condenaren, quien va a quedar en la picota pública es la doctora Mariana Garcés Córdoba.

 

No sobra conocer el texto de la carta que el cineasta Carlos Palau le envió al abogado de la Ministra de Cultura:

 

“Santiago de Cali, octubre 1° de 2013

 

Señor José Alejandro Montaña:

 

Su intimidación y persecución contra nosotros no tiene límites. Obtuve, y está firmado por la Fiscalía el lunes 30 de septiembre, el aplazamiento de la diligencia para después del 23 de octubre.

 

Así que solamente me presentaré cuando me llamen. Pero ese procedimiento suyo intimidatorio y amenazante, contra el gran poeta y mi persona, resulta preocupante”.

 

Preocupante, sí, que en una sociedad se considere por sus jueces que un señor que se embriaga y provoca un accidente en el cual mueren dos señoritas y queda inválido un taxista “no es peligroso para la sociedad”, mientras que dos intelectuales son amenazados con la cárcel, como sujetos peligrosos, si no se callan. ¿En qué clase de sociedad vivimos?

 

Señor abogado, en nombre de la cultura le pido que no siga perjudicando a la señora Ministra.

 

¿EL POETA EN LA CÁRCEL?

 

Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

DIARIO MIO, Cali, oct 5. 2013

 

El poeta Harold Alvarado Tenorio va a ir a la cárcel enviado por la ministra de cultura Mariana Garcés. También el cineasta Carlos Palau.

Cometieron el delito de  cuestionarle el apoyo desmesurado que le brindó el Ministerio a doña Amparo Sinisterra de Carvajal para una Bienal de Danza.

No saben Alvarado y Palau con quien se metieron. El abogado de ella es un duro pero de los duros nuevos.

Y Mariana es la catedral de la ingratitud y el océano de los odios y  los rencores.

Yo los he sufrido en carne propia y la iglesia colonial de Riofrío, empañetada de graniplas por un cura bruto,  es testigo de la capacidad de la ministra para no perdonar.

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UN POEMA Y DATOS BÁSICOS DE HAROLD

 

LA POESÍA

 

¿Qué eres sino la visión de la noche?

 

Todo lo nocturno te pertenece.

 

Invitas a los espléndidos banquetes de los sueños

y a las no menos espléndidas vigilias de la realidad.

 

Viajas con el hombre y la mujer como si fueras

la llama de sus ojos, el bordón de su felicidad

o el humo espeso de los amaneceres.

 

Para ti, madre del dolor, sólo hay gloria y pesar,

el mediodía no está escrito en tus agendas.

 

Ninguna otra cosa eres, poesía,

que la más alta sima donde el loco,

los mortales,

los desheredados de la suerte y la fortuna,

encuentran cobijo.

 

Tú, la detestada, la leprosa, la purulenta,

eres la mejor de las hembras

la mejor madre.

la mejor esposa

la mejor hermana

y la más larga y gozosa de las noches.

 

 

Destacado poeta y crítico literario, Harold Alvarado Tenorio (Buga, Colombia, 1945), tiene fuertes vínculos con la cultura española peninsular, pues en España obtuvo el título de Doctor en Letras por la Universidad Complutense de Madrid, con una de las primeras tesis que se hicieron en España sobre la obra de Jorge Luis Borges. Profesor Titular de la Cátedra de Literaturas de América Latina y creador de la Carrera de Letras de la Universidad Nacional de Colombia, fue, durante un lustro, director del Departamento de Español de Marymount Manhattan College de New York, donde condujo The Latin American & Spanish Series. Hace una década dirige y edita la revista de poesía, virtual e impresa, Arquitrave, [http://www.arquitrave.com] en honor y memoria de Jaime Gil de Biedma. Autor de un buen número de libros de poesía, ensayo, crónicas, entrevistas y diatribas, algunos de ellos son: 25 (2010), Ultrajes (2007), Summa del cuerpo (2002), Fragmentos y despojos (2002); Literaturas de América Latina (1995), Ensayos (1994), La poesía de T.S. Eliot (1988), Espejo de máscaras (1987), Una generación desencantada: los poetas colombianos de los años setentas (1985), Kavafis (1984) y Cinco poetas españoles de la Generación del Cincuenta (1980). Ha recibido el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y el Internacional de Poesía Arcipreste de Hita y ha sido traducido al alemán, árabe, chino, francés, griego, inglés, italiano, portugués y rumano.

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