El poeta José Antonio Valle Alonso, durante su conferencia
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar la conferencia-recital que José Antonio Valle Alonso (Villamor de los Escuderos, Zamora, 1950), escribió para la clausura del XIV Encuentro ‘Los poetas y Dios’, celebrado en la localidad leonesa de Toral de los Guzmanes el12 y 13 de enero. Valle Alonso ha publicado, entre otros, los siguientes poemarios: Luz y tinieblas (1976); Marchito rosal (1979); La soledad (1987); Hacia la luz desnuda (1994); Primavera íntima (1997); Bajo el puente de Cronos (1999); La espiral del sueño (2006), El color de la fiebre (2011); Temblor de sombras (2011), Volcán de los deseos (2011), Templo del tiempo (2012), El color de la fiebre (2012), Y tanta luz para buscar la noche (2014), La otra orilla (2014), Y esta rosa de luz o La eternidad de la azucena (2016) y Adagio en París (2016). Ha obtenido numerosos premios y reconocimientos, entre ellos, el Premio Nacional de Poesía Jorge Manrique, el Premio Nacional de Poesía del Ateneo de Valladolid o el XXVIII Premio Internacional de Poesía “Justas Poéticas Castellanas”. Forma parte de la coordinación de “Los Viernes del Sarmiento”, reconocidos encuentros poéticos vallisoletanos patrocinados por la Obra Cultural del BBVA.
FOTOGRAFÍAS DE JACQUELINE ALENCAR
LUMBRE DE AMOR
Buenos días. Señor Alcalde, Autoridades, señoras y señores; queridos amigos todos:
Mis palabras para este evento, están arropadas bajo el título LUMBRE DE AMOR y lleva una cita del Cantar de los Cantares de Salomón:
Me pusieron guardián de viñas
ay, mi propia viña no guardé.
Pregonas el amor,
y el tuyo propio…?
J.V.V. A.
Antes de comenzar mi lectura, la Conferencia de Clausura, de estos Actos Culturales y Fraternos de “LOS POETAS Y DIOS”, que cada año se celebran en este hermoso pueblo leonés, siempre con la mano tendida de su máxima autoridad, su Alcalde, Miguel Ángel Fernández Martínez, TORAL DE LOS GUZMANES, que no recuerdo quien lo llamó, lo bautizó, bien acertadamente por sus bandadas de pardales, revolando, haciendo sombra al sol, sobre todo en otoño, “Toral de los pájaros”, que en esta ocasión cumple el décimo cuarto encuentro poético y literario, en torno a la fe cristiana, con el Pastor de la Iglesia Evangélica ubicada en León, y Presidente de la Asociación Cultural Evangélica “Eduardo Turral, de Toral de los Guzmanes, Manuel Corral Egea. Actos a los que he asistido en su mayoría. Quiero dar las gracias en especial a Alfredo Pérez Alencart, coordinador de estas veladas al fuego de la poesía, por haber tenido la amabilidad de pedirme que fuera yo quien cerrara estos Actos del encuentro correspondiente al año 2017, y que, por su aplazamiento, se celebran el día de hoy.
***
Queridos amigos, es un gran placer para mí deciros aquí y ahora en mi humilde opinión de poeta, qué es la poesía y para qué sirve, y ya os digo de paso que mis palabras de hoy versarán sobre la POESÍA, bajo el título LUMBRE DE AMOR, como ya señalaba al principio.
Quiero, también, antes de empezar la lectura de LUMBRE DE AMOR, leer un entrañable poema de recuerdo, -a modo de Preludio-, de nuestro querido e inolvidable, siempre presente, Andrés Quintanilla Buey, gran poeta, -ahí está su obra-, gran persona y gran amigo, por quien conocí a Alfredo Pérez Alencart, y vine de su mano a estas veladas poéticas, seguro que nos está viendo desde las alturas más próximas a Dios.
Andrés Quintanilla Buey, con Araceli Sagüillo, Alencart y V. Amat
POEMA DE LA GOTA DE LLUVIA
QUE NO QUERÍA SER AGUA
No quería ser agua solamente,
agua sin más ni más, a la ligera.
Caer sobre un tejado, o una acera,
y dejarse morir calladamente.
No quería ser charco, ni torrente,
acaso ni rocío…Una manera
de ser y de pensar: lo suyo era
un sueño. Y se soñaba diferente.
Un día, al buen tun tun, sin darse cuenta,
entró en la nube aquella con fortuna
y sucedió el milagro. Y fue el granizo.
El más madrugador de la tormenta:
cayó sobre el Portal, luego en la cuna,
rozó acaso su piel…Y se deshizo.
Y digo, la poesía es la propia vida, y brota en cualquier poro, es la belleza, claro, las más de las veces está oculta como el sentimiento más preciado, entre los párpados del amor, y hay que sacarla a la luz, a veces de los escombros de la propia existencia, de entre las espinas del dolor, de la pena, o entre el Iris de la alegría.
Hay poesía en obras maestras creadas por el hombre, pongamos un ejemplo en la música, en la bellísima composición, Adagio de Albinoni de Remo Giazotto, en un tempo larguísimo, de un latido lírico profundo.
EL DIAPASÓN DEL TIEMPO
Recuerdas que te dije, escucha, es el Adagio
de Albinoni, silencio, un solo de trompeta,
Maurice André, sublime, llenando las alturas
del cielo de París de notas desgarradas.
Hondo Remo Giazotto en un tempo larguísimo.
El viento se ha templado con una bruma mínima,
“Au tems de ma jeunesse”, calándome los sueños,
y brota de la fiebre mi verso melancólico.
Valle Alonso con parte de los poetas y autoridades
Poesía en la escultura, tomemos como ejemplo, Los emigrantes, de Rowan Guillespie, en La gran Hambruna de Irlanda, en los años 1945- 1950. Se diría que van, que se van colgados de la noche, sin sueños, con el alma apagada, con el verso quebrado.
NO VUELVAS LA CABEZA
Recuerdas que te dije, no es un día cualquiera,
es de éstos que caminas hacia ti donde duele
y llenas la memoria de pájaros del llanto,
y queman las palabras que mueren en la boca
rabiosamente quieta donde habita la nada.
No es un día cualquiera, es un día de invierno
anegado en la niebla, y no encuentro las manos
para agarrar la noche, tengo miedo a perderla.
Poesía en la pintura, no podía faltar esta bellísima obra, este nocturno de amor sutilísimo, de contemplación, Noche Estrellada, De Van Gogh, pintada desde su ventana en el Sanatorio de Saint Rémy de Provence. Meses después se suicidaría.
HE ESTADO EN EL LETARGO
Recuerdas que te dije, de la melancolía
y he visto en la ventana asomarse la noche,
entrar hasta mi cuarto y quedarse conmigo
a dormir mi ceguera en sus maternos brazos.
Mientras a la otra orilla del lado de mi sueño
llamaban por mi nombre las ramas de los chopos
y el río se reía llevándose las hojas,
y yo tendí las manos y me deshice humo.
O, La Creación del hombre, de Miguel Ángel, o como se le conoce mejor, la creación de Adán. En el año 1511, Basado en el Primer Capítulo Bíblico, Génesis, pintada en la Capilla Sixtina, en el alto de los techos del Vaticano, es una imagen sumamente hermosa y de una ternura entrañable, un manantial de poesía, porque mezcla muchos aspectos de la vida, como la supuesta creación del primer hombre por Dios.
TE ALZAS EN DUERMEVELA
Recuerdas que te dije, eres un dios finito,
pequeño dios de carne con escarcha en los labios,
te duele la saliva de llamar por tu nombre
y eres sólo una sombra naciendo en el espejo,
el perfil apagado de un dios que vuelve a casa
con la huella gastada por la cal de la vida.
Hay una calle al fondo de todas las paredes
y está la puerta abierta para que entre la luna.
Otro momento de la intervención de Valle Alonso
Y en las obras creadas por Dios, infinita poesía en la naturaleza, simplemente cuando en primavera, sales de casa y en el jardín, a la puerta ves que ya ha florecido el cerezo, los ojos se te llenan de alegría por esa inmensa belleza natural, que te inunda el instante de amor, de comunión con esa inmaculada realidad, donde los versos vuelan a hacer nido al regazo de las pupilas.
ÍNTIMAMENTE SOLO
Recuerdas que te dije, hoy pasa lento el día
delante de la puerta, hoy se acerca a los ojos
como un temblor de lágrimas,
como un dolor dormido;
hoy quiere recorrerme -para que no me olvide-
la sangre caudalosa que brota en las entrañas
un mar de soledades, llenándose de pasos
al albor del cerezo que vuelve a hacer la ronda.
Ardido escalofrío, cendal de primavera.
O en el invierno como ahora, en una montaña de nieve, o en una noche invernal, del dolor de sentirte en la soledad más íntima, sin poder agarrarte a la vida, allí en las últimas horas, en la oscuridad del tiempo que no vuelve, en los abismos de la tierra, claro, que ahí hay poesía, en las entrañas de esos instantes, sientes que te está abrazando, que la estás haciendo tuya, tu última compañía, la poesía es amor, Dios es amor que todo lo abarca. Sí, la poesía es la esencia de la vida.
UN BARRANCO DE NOCHES
Recuerdas que te dije, y me siento cansado,
tengo el golpe de un susto colgado en la mirada,
y hay un nido de urracas picando la tristeza,
y un llanto de palomas amamanta murciélagos,
y en las cuevas del alma pasadizos de lodo,
no me encuentro las manos para arrancar la herida
de esta entraña que muere en las simas del luto
de todas las raíces que taladran el miedo.
Lectura de Manuel Corral
Cuando en el jardín temprano, el paso de los años, nos va floreciendo la nieve en los linderos del camino, y el alma va palideciendo, bajo las nubes tristes del ocaso, de esa memoria que te sigue, para llamar por su nombre, a las ausencias que llenaron tus sueños de alegría, y que a veces, basta con un suspiro, para crear un borrón en tu huella íntima, esa que entra contigo a hacer noche, en el silencio sepulcral del amor, que todo lo abraza.
Y ME LLENÉ DE TIEMPO
Recuerdas que te dije, para volver mañana
soltaré las alondras que anidan en mis labios,
volarán a las nubes de mis ojos de invierno,
y traerán el amor en un floral de nieve.
Asustaré a los cuervos que graznan las alturas,
en el balcón del cielo sonarán las campanas
y ahuyentarán la pena que se acerque a mi copa.
“Il y a de grands soirs” que te llama la vida.
La poesía escrita hay que buscarla en las raíces profundas, de la semántica lingüística.
HERMOSAMENTE BELLA
Recuerdas que te dije, qué clara está la tarde,
parece que en volandas cruzamos la alegría
y están todos los pájaros del alma alborotados,
y están los ojos llenos del iris de los sueños.
Está la casa encinta por todos los rincones
y el viento trae las hojas donde nuestra cancela,
y a solas nos miramos y encendemos las horas
que trae febril noviembre hasta nuestros abrazos.
Lectura de José María Muñoz Quirós
Digo, mi poesía yo no la explico nunca, porque creo que la poesía no se debe explicar, la poesía nace envuelta en un velo de intimidad, desnuda, sí, pero envuelta en un sutil velo sugerente, la poesía es luz, luz verdadera, sin necesidad de argumentarla, de dilucidarla.
La poesía debe de ser entendible, y si se enciende la luz de los sueños, original -nunca desflorar los jardines ya creados, más allá de tus lindes- explorar dentro de ti y hacer que nazca la belleza al amor de la inspiración, amor, inspiración con un lenguaje actual, fresco, no rebuscado; pero sí poético, porque no todo vale, hay que seleccionar las palabras para que nos lleven con profundidad al mensaje deseado y que cale en el lector, o en el oyente como en este caso, y lo haga suyo, la forma no importa, ni el tema, ni el género, se puede escribir de todo y para todo, por insignificante que parezca. Es una obviedad lo que voy a decir; pero tengo que decirlo, se puede escribir a la muerte, por poner un ejemplo, como sabemos, con todos los horrores que conlleva; a la barbarie del hombre, a las desgracias naturales…, y al acto más feliz del ser humano, la paz y el amor, en su amplio sentido de la expresión, eso sí, pero con palabra poética, la bella palabra, la poesía; se puede ir más allá de la preceptiva literaria -poesía libre en su construcción- guardando siempre una musicalidad armónica en el verso, digo verso, que no renglón, verso defectuoso.
DONDE LA ALCOBA AL FONDO
Recuerdas que te dije, recoge la tristeza
que no la vea nadie, llévala hasta los ojos
y guárdala en el llanto que va surcos adentro,
y vuelve hacia el cristal para llenarte de alba
y salir a la calle como todos los días,
con el paso templado hacia ninguna parte.
Enciende una sonrisa y caliéntate el pulso
que hoy es treinta de enero y hasta llorar me duele.
Lo importante es llenarla de alma, de belleza, porque la poesía es belleza. ¡Ojo! No basta con la emoción, la poesía es un conjunto de valores, por ejemplo, unos de los valores más importantes -aunque todos lo son-, la emoción, es decir llenarla de alma, la musicalidad, los acentos, pilares del verso para una buena armonía, para florecer la belleza lo más entrañablemente posible, el lenguaje, los símbolos, el mensaje…, el mensaje es el corazón de la poesía, valores que conforman la belleza del conjunto del poema que enriquece el sentimiento. (La poesía es la esencia del lenguaje.) ¡Y dejémonos de CONTATES, tendencias pasajeras, de medio pelo, banales, más o menos duraderas!, que esto no quiere decir que se obvie la vanguardia -es decir, anclarse inamovible-, no, siempre en vanguardia, siempre explorar al otro lado de la luz.
* Contate: Es contar, escribir cualquier cosa de cualquier manera y llamarla poesía.
Eso no es poesía, es otra cosa. Es un contate. José Antonio Valle Alonso
DESPUÉS DE TANTO INSOMNIO
Recuerdas que te dije, hoy me siento cansado,
estoy enfermo y voy cayéndome de prisa,
me sabe a piel de sombras de sueños violeta
y graznan alaridos los córvidos del llanto.
Me saben a ceniza los besos esta noche,
arácnidos del miedo detrás de los tapiales,
y estoy buscando a tientas la flor de la amargura
y vuelvo hasta mis pasos para volver mañana.
Valle Alonso, Muñoz Quirós, Adelaide Salvado, Sagüillo, Salvado y Alencart, a la entrada de la Casa de la calle Mayor
Hay palabras antipoéticas que no se deben escribir, palabras ñoñas, insulsas, y palabras sucias, mal sonantes, como para marcar, no sé, nada más que para llamar la atención, y caer en lo soez, en lo desagradable, es decir para ensuciar la belleza del poema y afearlo, llevarlo a otro estado, al de la no poesía, -sentido común, hay que buscar otras alternativas por medio de sinónimos, imágenes, metáforas que te lleven al lugar deseado-, para la no poesía está el vocabulario tal cual, hay que diferenciar la poesía de lo que no lo es, es decir, lo demás.
Se puede escribir poesía en prosa, poemas en prosa perfectamente, con una belleza absoluta, claro, siempre utilizando el lenguaje poético, la bella palabra, que no es igual que escribir prosa poética, es decir, prosa con unos tintes poéticos.
UN VUELO DE NOSTALGIA
Recuerdas que te dije, está sola la plaza,
no hay árboles, no hay niños detrás de los pardales,
ni aquella madre joven con cara de pavesa,
con un puñado de hambre vestida de negrura.
Me llena la memoria de lágrimas sin llanto,
y acerco hasta mi pena el pulso de la noche.
Carámbanos del sueño se clavan en mi boca
y siento que la llamo a gritos de silencio.
Comienzas a escribir dentro del sueño, hasta embriagarte en la contemplación, hasta el retorno de la propia existencia, ascendida hasta la aventura más allá del pentagrama del alma, donde se acorda el vuelo de la celebración, las campanas del recuerdo, el epicentro de la luz expansiva, en palabra poética.
La poesía en el momento en que llega al lector o al oyente, se hace a la temperatura emocional de cada uno, y la hace suya a su medida, a su necesidad; es más, el mismo poema recibido por la misma persona, en distinto estado emocional, lo percibe con distinta luz, la luz que en ese acto necesita, el poema llega siempre virgen para entregarse todo verdad. Igualmente el mismo poema para cada uno de todos es distinto en esencia, porque cada uno lo hace a la medida de sus sentimientos. Y reitero, de su estado emocional.
Alencart, Salvado, Muñoz, Valle Alonso, Samprón, Martín, Alonso, Adelaide, Tere e Isabel, en la Casa de la calle Mayor
UN REMOLINO DE ASTROS
Recuerdas que te dije, ¿pasamos la frontera?
Y apenas nos miramos los ojos en la luna,
y el tren cruzó la herida abisal del invierno.
Era tan lejos, tanto el rastro del camino,
que olía a primavera el hambre de la vida.
Entonces, era entonces la huella más profunda
a este lado del llanto donde amago las horas
que retornan heridas en la luz de la nada.
A la entrada de la Residencia Oficial de los Poetas
Cuántas veces hemos oído decir, ¿tú has entendido ese poema? -pues no lo sé, pero me ha emocionado-. Le ha trasmitido la emoción que necesitaba, la luz virgen, su luz. ¡Claro que lo ha entendido! Ha entendido la cita, ha entendido el mensaje, personal e intransferible.
Si yo, en mi poesía consigo una mínima luz, me daré por agradecido, querido lector, queridos amigos, esa es, esa ha sido mi intención, adentrarte, adentraros en mi poesía y que la hagas tuya, la hagáis vuestra. Y si no, siempre habré puesto mi sentimiento y mis conocimientos a favor del amor que es lo más bello.
Así pues, que mis poemas de LUMBRE DE AMOR, os hayan dado la luz suficiente para que veáis vuestro amor a la medida de vuestros sentimientos.
HAY UN TEMBLOR DE SOMBRAS
Recuerdas que te dije, y me duele la sangre,
la siento desgranarse del verso de mi boca,
estoy gritando el eco que rompe entre los muros…
estoy llamando a voces a mi voz dolorida.
Y estoy contando gatos y me falta Ojos Negros,
el guía de mis noches cuando salgo sin luna
entre las escombreras, lo que queda del llanto,
las ruinas de la casa donde busco mi nombre.
Y concluyo mi intervención diciendo, para qué es la poesía,
para qué sirve: para alimentar el alma.
Muchas gracias a todos, queridos amigos.
Toral de los Guzmanes, 13 de enero de 2017
Valle Alonso y Teresa Mata
enero 18, 2018
Magnífica exposición de lo que es y debe ser la palabra poética. No todos los poetas y escritores se atreven a decir lo que no es poesía por aquella frase absurda de ser «políticamente correctos» Gracias por tu testimonio escrito José Antonio Calle Alonso, mi felicitación.