Crear en Salamanca se complace en publicar el pórtico escrito por el poeta Alfredo Pérez Alencart para el libro ‘Elogio de la Luz, del poeta y fotógrafo salmantino José Amador Martín, el mismo que será presentado este jueves 2 de diciembre en el Casino de Salamanca.
LAS CUATRO ESTACIONES DE AMADOR
I
Véase y léase este libro escuchando las melodías perdurables de Vivaldi, un vivo patrimonio espiritual de la humanidad.
II.
Y así como Le quattro stagioni, este Elogio de la luz nos adelanta demasiado la felicidad, que siempre es de instantes. Instantes, es verdad, pero que quedan tatuados para siempre en la memoria del corazón; instantes de sosiego y plenitud que entibian hasta el furor de aquellos más desesperanzados; instantes que recomponen los fragmentos de un mundo a punto del derrumbe. Instantes…
III.
José Amador Martín sale de caza a diario porque necesita de la calle y de los campos que rodean sus dominios. Salamanca es lugar de sus capturas, referencia ineludible de una obra que, desde lo local, se torna universal para ser deleite en la mirada de los propios vecinos y de gentes que residen en otras latitudes del planeta.
Es evidente, también, que este poeta de la imagen y la palabra necesita de la Luz sin intermitencias: no se trata de encender y apagan una bombilla, o de rescatar unas sombras por medio de ciertos rayos luminosos. En su tránsito creativo la Luz baja por el tirabuzón de la fe y así no hay mala cosecha posible, porque su quehacer fotográfico y poético está pertrechado de esas excelencias que nada pretenden, salvo dejar constancia de una pasión anclada en el Amor.
IV.
Personas y flores, estatuas y ventanas, puertas, cielos, aguas, arquitecturas y geometrías varias, frutas, nieblas, grafitis, árboles, perfiles de la ciudad amada… Todo confluye en Elogio de la luz, todo se completa en esta ofrenda de lo momentáneo absoluto, desde la savia legendaria de la piedra, cual identidad que nunca muda y se anuda a las raíces, hasta la belleza más insospechada que se atumulta para nuestro regocijo, ya capturados todos por la maestría que ejerce, sin ínfulas, José Amador Martín.
Atiéndase a esta remesa de imágenes, prosas y versos sobre las que no caben murmuraciones, salvo si son muestras del encomio o la admiración que generan. Sepamos reconocer, en vida y sin veleidades, este trabajo que abre nuestros párpados más tiempo de lo habitual, estemos en primavera, verano, otoño o invierno.
V.
Y sépase atesorar, cual patrimonio fotográfico para las futuras generaciones, las dádivas radiantes albergadas en Elogio de la luz.
Alfredo Pérez Alencart
El poeta y fotógrafo José Amador Martín retratado por Ángel Holgado
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