‘LA ÚLTIMA CENA’, INSTALACIÓN DEL ARTISTA LUIS CABRERA HERNÁNDEZ Y POEMA DE A. P. ALENCART

 

 

 

1 A. P. Alencart y Luis Cabrera en el Patio de Escuelas Menores (Fotografía de José Amador Martín)

A. P. Alencart y Luis Cabrera en el Patio de Escuelas Menores (Fotografía de José Amador Martín)

 

Crear en Salamanca se congratula en publicar una instalación de Luis Cabrera Hernández (La Habana, 1956), magnífico artista plástico cubano-español. Es pintor, grabador y dibujante. En 1970 ingresa en la Escuela de Artes Plásticas de San Alejandro y más tarde en la Escuela Nacional de Arte. Entre 1977 y 1982 termina su formación universitaria en el Instituto Superior de Arte de Cuba. En 1985 realizó estudios de postgrado en el Instituto Superior para la Gráfica y el Arte del Libro de Leipzig (Alemania). Desde 1993 vive en Madrid. Actualmente es profesor de litografía y xilografía de la Escuela de Grabado y Diseño Gráfico en la Real Casa de la Moneda. Tiene reconocidos premios y numerosas exposiciones individuales y colectivas.

 

La instalación, hecha en 2008, se completó en 2013 con un poema de A. P. Alencart.

 

 

2 La última cena (instalación completa)

 

 

MUESTRA DEL ARTE DE LUIS CABRERA

 

El Evangelio en especial, y la Biblia al completo, ha sido fuente de inspiración para artistas de todos los tiempos. Dicho abordaje ha dejado un legado de magníficas piezas para el deleite visual de generaciones. Pero también alguno que otro bodrio o esperpento, particularmente en épocas más recientes, realizados por artistosos anhelantes de fama intentando zaherir la creencia de los seguidores de Cristo: causar escándalo, desde posturas incrédulas, dice bien poco de la calidad artística del presunto pintor, escultor o instalador.

 

Años atrás recibí un correo de Luis Cabrera Hernández, grande amigo, donde me enviaba un trabajo suyo que no conocía: “La última cena”. Me impactó por su originalidad, es decir, por su vuelta a los orígenes, a la esencialidad, a la propuesta de quitar todo aquello que recarga y atosiga de formas y colores: lo suyo es difícil porque es sencillo (sencillez que pocos logran alcanzar): lo suyo es un Poema visual que dice mucho solo sugiriendo, solo quitando una pieza del plato de Judas, solo actualizando el menaje a lo que hoy usan los que menos tienen (de baratísimo plástico desechable); solo mojando de vino retinto el pan de molde que el Rabí repartirá entre los Doce… Esa austeridad (tan en las antípodas de las ceremonias que usualmente se ofician) está muy acorde con ese Amado galileo que no tenía ni dónde recostar su cabeza.

 

El trabajo propuesto por Luis Cabrera daría para amplias reflexiones, que supongo podrán hacen gentes más entendidas. Yo, mero aprendiz de poeta, lo único que pude ofrecerle a cambio de su dádiva, fue un poemita que él no tardó en acomodar junto a su preciosa propuesta. Sea esta una renovada muestra del afecto que le tengo como persona y de la admiración que me genera su pintura al óleo y por esos grabados magistrales que supo perfeccionar en sus años alemanes, en los talleres de Leipzig y preñándose para siempre del arte de Durero.

 

Esta es una creación que responde si le llamas: te ofrece lo prístino de un tiempo maravilloso (porque Jesús cambió la Historia del mundo) y confirma que el arte no ha perdido su capacidad de generar asombro en el propio imaginario del que aprecia.

 

P. Alencart

 

 

LA ÚLTIMA CENA

 

 

Un hombre propaga

el cáncer del beso fósil

de la traición.

 

Mientras,

introduce su cuchillo

en el corazón de Aquél

que cumple la Palabra

al pie de la letra,

 

de Aquél que escancia

el vino del perdón junto al

símbolo de su carne.

 

Y entre tantos milenios

del mundo, su adiós

es por breve tiempo,

 

hasta la cena del Reino.

 

 

(A Luis Cabrera Hernández)

 

 

instalación

 La última cena (Fragmento)

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