El poeta Manuel Quiroga Clérigo, en Brujas
Crear en Salamanca publica esta reseña que, sobre tres libros del poeta madrileño Manuel Quiroga Clérigo, ha escrito Esperanza Cuesta (Madrid, 1976), licenciada en Historia del Arte por la UCM, Técnico en Información Turística y Técnico Auxiliar en Diseño Gráfico. Como complemento a su Licenciatura ha obtenido varios Diplomas en el ámbito del arte y la creación artística, en investigación de Etnomusicología, Restauración de Tejidos, Cerámica y Escultura, Formación en Librería, Arte, Protocolo y Gestiones comerciales, además de diversos cursos de formación. En el quinquenio 2010-2014 residió en Londres y allí participó en numerosos cursos, seminarios, simposios, estudios. Buena lectora en castellano e inglés de novela, ensayo filosófico, historia, presencia del arte y poesía. Ha ejercido la crítica ocasionalmente como apoyo a escritores y editoriales y ha llevado a cabo presentaciones de libros, participado en tertulias en Madrid, Londres, Cartagena, en calidad de ponente y conferenciante en cursos y encuentros literarios.
CRÓNICA DE AVES, libro
NOTICIA DE SUS POEMARIOS. “LAS BATALLAS DE OCTUBRE”, “CRÓNICA DE AVES” Y “LOS AFECTOS METÓDICOS”
Desde el fondo pacífico de los sueños aparece, de pronto la santidad del verso. Es el poeta intrépido dibujando la vida, analizando el tiempo, descubriendo las tardes, inventándose afectos. En nuestro caso es Manuel Quiroga Clérigo quien indaga, paciente, en unos territorios de frases coherentes y de universos du1ces. Así son sus poemarios, productos del recuerdo, limpios itinerarios por la existencia breve. Quiroga lleva algunos años en estos trámites, siempre satisfactorios, eternos a su modo. Su «Homenaje a Neruda» publicado en 1973 en CLA (Comunicación Literaria de Autores) de Bilbao, data realmente de un tiempo antiguo, aquel en que por Chile sonaban ciertos odios, la opulenta metralla que segaba esperanzas, 1973. El poeta, de siempre o desde siempre, viaja, por territorios de afectos y campanas, sufre las inclemencias de políticas tristes, relata con dolor horizontes de infamia. Así ya nos ofrece hacia 1980 «Fuímos pájaros rotos», publicado por Ámbito Literario de Barcelona, casi memoria de otro tiempo de represiones y de violencias infinitas.
Y algo más tarde, o sea en 1997, aparece esa historia, “De Morelia callada» en una colección emblemática como es Adonáis, gracias a la amabilidad de su nunca olvidado director Luis Jiménez Martos. Es la época de ajetreados viajes por México, tras el primero que hizo para acudir al Encuentro Mundial de Escritores de Monterrey, que sucedía a los encuentros de de Estambul y Haifa, en Israel. En esa ciudad de Monterrey, cercana a Laredo, en la frontera con Estados Unidos, el poeta y profesor de la Universidad de Guanajuato Demetrio Vázquez Apolinar le hace un peculiar encargo que Manuel Quiroga cumple puntualmente. Se trataba de preparar una antología poética de autores que no fueran conocidos en la República. Y así es como prepara el libro titulado “De varia España”, que contiene los versos de 14 autores: Leonor Barrón, Mª Eugenia Bayo, José Carlos Beltrán, Eugenio Cobo, Jesús Fernández Palacios, Fernando García Román, Guadalupe Grande, Aurora Luque, Mª Luisa Mora, Mª Antonia Ortega, Mª Antonia Ricas, Antonio Rodríguez, Jaime B, Rosa, Nieves Salvador e Ignacio Sanz, más los versos del propio autor por decisión de los editores. “De varia España”, al fin, gracias a los buenos oficios del profesor de Metafísica, y poeta, Benjamín Valdivia es publicado por Ediciones La Rana, la editorial del Gobierno de Guanajuato en 1998, siendo presentado en la capital del estado y en otros lugares de México como León, Morelia, San Miguel de Allende, Celaya. El siguiente volumen de la Colección “De Guanajuato al mundo” fue “De vario México”, compilado por Valdivia y Vázquez Apolinar, una interesante panorámica de la poesía mexicana de aquellas fechas.
LAS BATALLAS DE OCTUBRE, libro
Tras la participación en una Curso de Literatura Contemporánea dictado por David Huerta en el “Hotel de Minas” de Guanajuato, el profesor Antonio Villanova de Allende se ocupa de preparar y editar otro libro de Quiroga, el titulado “Vigía” que aparece gracias a Ediciones Papuras de Querétaro.”Los jardines latinos» son producto de días de clasicismo. y rosas, bien acompañado por cierto, en las Italias añoradas. Estamos en 1998, cuando un editor de fuste como es Jesús Moya lo incluyó en su Colección Endymion.
Del mismo año es “Versos de amanecer y acabamiento”, publicado por Ulises en Toledo, la empresa que lideran Mª Antonia Ricas y Jesús del Pino, para quienes la poesía es parte de su tiempo. Ellos mismos incluirían el texto completo de “Mundo mudo (La aventura de Manila)” en 2004 en su revista poética Hèrmes-4. «Intima frontera», libro mínimo pero repleto de pasión, es del año siguiente y Luzmaría Jiménez Faro lo publicó en «Los Cuadernos de Olalla» de Ediciones Torremozas, donde la poesía cobra valor de prado. Ana María Moix confió en sus versos y apareció en la Colección “Debolsillo” de Plaza&Janés lo que es un verdadero laberinto de imágenes, «Las batallas de Octubre” en el 2002, dos añitos después de que Balbina Prior incluyera en la Colección Off de “Aristas de Cobre” en Córdoba “Desolaciones tardías», versos de reflexión y de sinceridades.
En 2006 los hermanos Rubén y Diego Marín citan a Quiroga en su vital Rioja con el recuerdo ameno de Arnedillo y el transparente Cidacos y aparece «Leve historia sin trenes» en la Colección Planeta Clandestino de Ediciones 4 de Agosto, su hija le acompaña a la presentación y a la celebración posterior con buen vino y exquisitas chuletas en un Logroño poético y pacífico. Y después viaja a Chile, ese sueño demorado de conocer la América sureña después de las aventuras literarias mexicanas, surgiendo esa «Crónica de aves» que el editor Víctor Pozanco edita en sus cuadernos de la Biblioteca Ciencias y Humanidades (Biblioteca CyH), Barcelona 2007, tras haber obtenido el II I Premio de Poesía Ángel Miguel Pozanco por los versos de “Más allá de este mar”.
Al fin «Los afectos metódicos», libro escrito tiempo atrás y con amable prólogo del maestro de poetas Leopoldo de Luis, es publicado por Visión Libros en 2008, conteniendo su propia leyenda, pues si es la mujer una parte importante de tanta inspiración, en el volumen incluye versos para la más preciada de sus mundos, años después de incluir los poemas originales. Ahora ya es Claudia el mundo imprescindible y cierto el que vive en su inspiración el afecto más hermoso, el futuro más claro, el presente más cierto; «Tu no estás y la tarde es un pozo sin fondo» leemos en el libro.
LOS AFECTOS METÓDICOS, libro
Poeta poco premiado y poco publicitado sus versos, sin embargo, han aparecido en diversos libros colectivos, revistas, estudios poéticos y otros medios, además de encontrarse incluido en la “II Antología del Resurgimiento” de Víctor Pozanco en 1980, que ahora amplía y actualiza en “Poesía española: una propuesta. Del 68 al 2000”.donde aparecen versos de Quiroga que «Desde Puerto Escondido» nos dicen: «Te recuerdo también convertida de pronto en la cúpula amplia de todos los silencios”. También figura en «4 poetas contemporáneos en España en Yasnaya Poliana», librito editado en rusa y castellano con ocasión del IV Encuentro Internacional de Escritores de Yasnaya Poliana, la hacienda de los Tólstoi, en Tula (Rusia), Septiembre de 1999 o en la «Muestra de poesía del siglo XXI» de Prometeo, año 2005, además de haber sido presentador de otros poetas, haber realizado numerosas lecturas, cuatro o cinco concretamente en la Tertulia Literaria Hispanoamericana, fundada por Rafael Montesinos hace más de medio siglo, seguir viajando, acudir al cine algunos días dos o tres veces, ocuparse de la obra de cientos y cientos de autores desde 1964 con publicaciones en más de un centenar de periódicos o revistas donde también ha dado cuenta de sus viajes, participación en Congresos, Encuentros o Seminarios y de las conversaciones con escritores, hombres de la política, académicos, intelectuales diversos o artistas, que será objeto de un libro de próxima publicaciones titulado “Testigos de su tiempo”.
Después de todo el poeta sigue siéndolo y, por ello, tras noches de lectura y trabajo, continúa esperando que amanezca para convertir en poesía los despertares, el universo de lo cotidiano o las puestas de sol, aunque de pronto escribe: «Las demás musas, ¿sabes¿-, se han quedado .distantes». Es que el protagonismo se ha hecho imprescindible: «Tú permaneces, Claudia, en todos los veranos», recuerda.
Esperanza Cuesta
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