LA POESÍA, EL UNIVERSO Y EL AMOR EN ‘TRES PERAS EN LA PLANICIE DESIERTA’ DE OMAR CASTILLO. ENSAYO DE ÓSCAR CASTRO GARCÍA

1 El poeta Omar Castillo

El poeta Omar Castillo

 

 

 

Crear en salamanca tiene la satisfacción de publicar este ensayo que, sobre la obra poética de Omar Castillo, ha escrito Óscar Castro García (Medellín, Colombia,1950), licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín) y maestro en Letras (Literatura Iberoamericana) de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue profesor de literatura en la Universidad de Antioquia durante treinta y dos años, y ahora se dedica a leer y escribir. Ha publicado, entre otros, los libros de cuentos Sola en esta nube (1984), No hay llamas, todo arde (1999), Cada instante de este sueño: Cuentos reunidos (1979-2015) (2016) y El viaje más corto (2017); la novela ¡Ah mar amargo! (1997); y los libros académicos Un siglo de erotismo en el cuento colombiano: Antología (1997) y Seis poetas de la academia (2008). En cuento ha ganado premios en Colombia y México.

 

 

 

2 Carátula de Tres peras en la planicie desierta de Omar Castillo

 Carátula de Tres peras en la planicie desierta de Omar Castillo

 

 

 

LA POESÍA, EL UNIVERSO Y EL AMOR

EN TRES PERAS EN LA PLANICIE DESIERTA

DE OMAR CASTILLO

 

 

PALABRAS INICIALES

 

Este nuevo poemario de Omar Castillo se desprende de sus dos últimos libros de poesía: Romance de la ciudad (2011) e Imposible poema posible (2012). El título de la obra aparece en los tres versos iniciales del poema “Nueve versos” (Castillo, 2018, p. 14),[i] reproducido en la portada del libro sobre el dibujo de tres peras, una de ellas partida, sobre fondo azulado. Aunque propios de la poesía culta, los tercetos que utiliza Castillo en este poema y otros del libro, pueden caracterizarse como “independientes” con versos de diferente medida y sin rima determinada, cuyo tema se acerca a lo bucólico, empleado aun en esta época, según afirma Domínguez (2001, pp. 424-426). Antonio Quilis dice que el terceto llegó a la poesía castellana por intermedio de Juan Boscán en el siglo XVI, y que “es el tipo de estrofas más apropiadas para epístolas, elegías, narraciones, disertaciones, especialmente para la poesía didáctica en general” (1996, p. 101).

 

Las anteriores características se cumplen parcialmente en este libro de Castillo, pues tres poemas están concebidos en tercetos, como “4 de noviembre de 2011” (p. 30), anunciado como un hecho histórico desde el título y con tono elegíaco (“Caído en el laberinto frágil”) de carácter fatídico (“la estrella deshacida / Que por fin te alcanza”), y en el que se destaca la función apelativa (“Tu carne empieza a borrarse…”, “Ya tu existencia fue…”, “…por fin te alcanza”). Asimismo, sobresale un discurso que parece epistolar, en una atmósfera bucólica desarticulada y con tono profético y apologético del deterioro: “Cuando la existencia acumula / Los vértigos en un solo instante / Y la carne empieza a borrarse // A ser consumida para el olvido”; es decir, el tono elegiaco se trasmuta en profético del deterioro humano al destacar la fugacidad de la vida, la caída del héroe y la explosión del olvido que a todos redime, como contradicción casi irónica.

 

Asimismo, en “Augur” (p. 33) los tercetos presentan un ambiente bucólico-apocalíptico: “El último árbol guarda al sol / Justo donde termina el mundo / Justo donde empieza el mundo”, como si fuera el tipo de estrofa propio para augurar un futuro ya inminentemente aciago para la humanidad y para la naturaleza que sostiene la vida. De ahí que los tercetos de este poema rematen con una coda que se vuelve estribillo: “El último árbol guarda al sol”.

 

caratula huella

Carátula Huella

 

 

 

También predomina el terceto en el poema “En el día” (p. 26), que se inicia con un dístico que hace las veces de preludio de tres tercetos. La reiteración del término “raíces” indica el campo de sentido del arraigo, el cual, a su vez, sugiere el origen: “raíces / De árboles abandonados”, “Raíces dadas a la sequedad”, “Ascuas raíces en mi piel”, “único instante para la vida”, “frágil savia”. Esto sucede en forma paralela al deterioro que se impone como contraste con el origen, el arraigo y la vida: “abandonados”, “sequedad”, “desasimiento”, “olvido”, “quemado de la fatiga”, “al revés”, “la carencia prevalece”. El terceto final: “Ascuas raíces en mi piel / Que apenas sí resiste su escarbar / Buscando mi frágil savia”, une tres sentidos diversos o complementarios: la raíz vegetal y planetaria, la vida en su esencia y el deterioro que amenaza a estas dos. Más allá de esas tres realidades —vida, planeta, deterioro—, se puede explorar la presencia más íntima del tema de la poesía: su escritura, el poema, el trabajo del poeta. Si se relee el poema desde esta perspectiva del trabajo creador incesante y árido, se encuentran suficientes semas[ii] para confirmarlo.[iii]

 

 

 

5 Carátula de Obra poética de Omar Castillo

Carátula de Obra poética de Omar Castillo

 

 

LA “LIBIDO POÉTICA”

 

La búsqueda de la poesía en la poesía ha sido tarea constante en la obra de Omar Castillo. Desde su primera entrega: Vestuario (1979), pasando por Relatos del mundo o la mariposa incendiada (1985), Fundación y rupturas (1985) y Sonetos para la infancia que habita la piedra (1998), hasta este último poemario. Sin embargo, no existe la posibilidad de que la poesía aparezca abstraída de los otros asuntos que interesan al poeta.

 

Así ocurre en los poemas “Lustral” (p. 27) y “Al cruce del año 2014” (p. 45), en los que tercetos y cuartetos se alternan para destacar algunos fenómenos en su composición. “Lustral” se divide en dos partes, cada una conformada por un cuarteto y dos tercetos, de verso libre y sin ninguna figura fónica, métrica o rítmica determinadas. No obstante, algunas metábolas[iv] se distinguen, como la conduplicación (“…se desprende la risa / La plena risa…”), la reduplicación (“Y llorar llorar sin límites”) y la anáfora unida a la simetría sintáctica—utilizada con frecuencia por Castillo en su poesía—, que en este caso presenta la ecuación prep. + adj. + sust. + prep. + adj. pos. + sust.: “En la realidad de sus odios // En la continuidad de sus doctrinas”.

 

El poema “Al cruce del año 2014” es de una simetría interesante, tanto en la expresión como en el contenido. Cinco tercetos abrazan cuatro cuartetos, lo que da 31 versos como 31 días de diciembre: el cruce del año 2014. De nuevo, Castillo da fechas en poemas de tono narrativo. En el plano del contenido, el primer terceto presenta una pregunta por verso: el poema, la vida y el tiempo; y se cierra con un terceto que regresa a las preguntas iniciales, “Dejando en ascuas la respuesta”.

 

Pero lo interesante también en la expresión es el retorno, en el primer terceto, a la anáfora con simetría sintáctica en los dos primeros versos: “¿Dónde el anhelo por el poema? / ¿Dónde el anhelo por la vida? / ¿Se consumió el gusto por el instante?”. En estas preguntas iniciales se concentran las tres peras, es decir, las tres preocupaciones—que en algunas ocasiones el poeta llama libidos— privilegiadas y reiteradas: el amor (tú, el Otro), la poesía y el mundo (la realidad, la ciudad, un espacio determinado). En el poema “Nueve versos” se anuncian las tres peras que “quedan en el alba”: “el tejido de su otredad”, “la raíz de su fin” y el “principio devastador y real” (p. 14). El tres es un principio de orientación en este poemario: Tres peras en la planicie desierta —título del libro—, “Nueve versos” —título del poema que contiene el título del libro—, predominancia de tercetos en siete de los treinta poemas que conforman el poemario.

 

 

 

 

 

4 Carátula de Informe de Omar Castillo

Carátula de Informe de Omar Castillo

LA “LIBIDO DE LA CIUDAD”

En el poema “En un instante de Medellín” (p. 24), se lee: “La simpleza de un momento único / Recorriendo la libido de la ciudad”; y en “Augur” (p. 33): “En las escamas de un pez palpita el sol / Así en una caracola se conserva el silencio / Del universo en su libido delirante”. Son las dos referencias explícitas a esta “energía”, que Sigmund Freud explica como propia del amor humano que desemboca en la unión sexual. De igual manera, el psicoanalista proyecta este concepto también a la amistad y al amor dirigido a uno mismo, a la humanidad, a la familia, a objetos concretos y a ideas abstractas:

Libido es una expresión tomada de la doctrina de la afectividad. Llamamos así a la energía, considerada como magnitud cuantitativa —aunque por ahora no medible—, de aquellas pulsiones que tienen que ver con todo lo que puede sintetizarse como «amor». El núcleo de lo que designamos «amor» lo forma, desde luego, lo que comúnmente llamamos así y cantan los poetas, el amor cuya meta es la unión sexual. Pero no apartamos de ello lo otro que participa de ese mismo nombre: por un lado, el amor a sí mismo, por el otro, el amor filial y el amor a los hijos, la amistad y el amor a la humanidad; tampoco la consagración a objetos concretos y a ideas abstractas. Podemos hacerlo justificadamente, pues la indagación psicoanalítica nos ha enseñado que todas esas aspiraciones son la expresión de las mismas mociones pulsionales que entre los sexos esfuerzan en el sentido [hindrängen] de la unión sexual; en otras constelaciones, es verdad, son esforzadas a apartarse [abdrängen] de esta meta sexual o se les suspende su consecución, pero siempre conservan lo bastante de su naturaleza originaria como para que su identidad siga siendo reconocible (sacrificio de sí, búsqueda de aproximación). (Freud, 1992, p. 86)

En esta explicación de Sigmund Freud se apoya la hipótesis que me atrevo a sugerir sobre este libro de Castillo: la libido es latente en el universo, el cual abarca la realidad inconmensurable así como la más íntima del poeta, incluida su ciudad con sus calles, sus lugares entrañables, su casa; igualmente, es la energía de la poesía y, por el poema, de la palabra, el habla y el lenguaje; y, asimismo, es la manifestación de la libido de la humanidad en su esencia poética, humana, visceral también: la tribu urbana, libidinal entre su deseo de humanizarse y su fantasía de dominar, transformar, usufructuar o destruir su entorno.

El poema “¿Nos cabe el mundo?” (p. 36) se refiere a “Esos / Que se figuran / Ser los dueños / E imponen que el mundo / Es usufructuado para ellos / Y son suyas las riquezas”. Esta es la libido del mundo en la forma fantasiosa de quienes solo buscan satisfacer su deseo, pero el poeta no se queda en la evidencia de esta fuerza irracional, pues a ella opone el otro deseo, también libidinal: “Y mientras creamos / Que sus formas de apoderarse / Y controlar el mundo / Son las únicas posibles / Los fundamentos de la vida / De la realidad / Seguirán bajo su mandato // Es necesario deslegitimarlos / Poner en evidencia sus tramas / Sus tintes y marañas / Doctrinales e ideológicas / Sin nuestra credulidad / Su fuerza no existe”.

Desde Informe (1987) se hace nítida la ciudad en la poesía de Castillo con su mitología, su estructura, su caos, su ordenamiento y su erótica, en la que el transeúnte, habitante y poeta se mueven, viven, aman, mueren. En Tres peras en la planicie desierta está latente la libido de la naturaleza, del mundo, como lo pregona el poema “Augur” en versos iniciados en anáforas y simétricos: “El último árbol guarda al sol / Justo donde termina el mundo / Justo donde empieza el mundo”. Energía y frenesí casi erótico cuando el poeta canta imágenes y metáforas por medio de sinécdoques y metonimias que conforman una alegoría: “Del árbol han caído ramas y frutos / Voces primitivas que vuelven en la raíz / Que prende al reventar la semilla // El sol es llevado en la entraña del ave / Con su vuelo alimenta el eco de la luz / El principio y el fin de su estampida”.

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Presencia de la naturaleza, del universo, del planeta, de los seres que habitan este mundo en una eclosión sin fin, en un peligro permanente, en un principio y en un deterioro irreversibles. Realidad que en “Atributo de las aves” (p. 21) se palpa en su incesante movimiento, en su interminable vuelo, con imágenes violentas e incuestionables: “Arco de viento / Donde sucede su vuelo”, “La luz de sus plumas / Entregadas al aleteo”, “Vagabundas del aire / Por donde emigran”. Quizá cuando regresen a su origen serán de nuevo peces de escamas y aletas, pues el poema también habla de “vastedad” (¿del mar?), “corrientes vagabundas” (¿marinas?), “continuo hilvanarse del movimiento” (¿oleaje?), “iniciado en los húmedos peldaños de arcilla” (¿las costas?).

Esta “libido del universo” encuentra su microcosmos en la “libido de la ciudad” en el poema “En un instante de Medellín” (p. 24), en el que por medio de la antítesis describe el asombro ante una realidad que parece desgastada, usufructuada por los dueños del mundo, despreciada por sus habitantes. Y ante la que el poeta no se atreve a gritar ni a profetizar. Solamente ve “un instante”, algo indeterminado, pero que él llama “un momento único” relacionado con el “atónito inicio” en el que capta esas oposiciones que conforman la realidad de todo ser: “imán y crisol de existencias”, “la vigilia y el sueño”, “la estampida y la quietud”, “del asombro y la zozobra”, el estallido inicial que el poeta concentra llanamente en “…una semilla // De cuya savia se ignora su fruto”.

En Relatos del mundo o la mariposa incendiada (1985) se perfilaba ya el microcosmos urbano en decadencia y en ebullición a la vez, así como se palpa en su libro Relatos instantáneos (2010), en los que lo insólito convive con la normalidad de la vida sin que se altere en lo más mínimo la conciencia de los habitantes; pero también en el macrocosmos del universo resumido en una imagen: “La ciudad portátil de los niños / pende de las encías de los ancianos” (Castillo, 2012, p. 282).

El desarrollo de una posible libido de la realidad encuentra especial manifestación en el poema “En la mañana” (p. 41), el cual presenta una gradación de versos in crescendo de las cuatro estrofas: dístico, terceto, cuarteto y quinteto.[v] En este poema se presenta una búsqueda cada vez más acuciosa por el logro de la expresión. Cada intento requiere mayor número de versos, diferentes maneras de expresar la idea, la imagen o la realidad. No aparece la mañana, sino que muestra lo que se contempla en ella: la energía de la naturaleza a partir de la libido del poeta por encontrar el momento culminante de su visión; es la lucha del poeta con las palabras. Esto se evidencia en la imagen de la cometa: “el esqueleto de una cometa” (en el dístico), “los restos de una cometa” (terceto), “las varillas de lo que fuera una cometa” (cuarteto) y “el esqueleto de una cometa parece un abanico mal sostenido” (quinteto). Esta gradación es paralela al árbol que la sostiene: “el árbol” (dístico), “el árbol de guayacán amarillo” (terceto), “el árbol florecido” (cuarteto) y “guayacán amarillo” (quinteto). Este paralelismo es, a la vez una oposición, pues en la medida en que se va revelando el deterioro de la cometa, se va detallando el esplendor del guayacán.

“Medellín la patética” (pp. 38-39) puede figurar como la condensación, el epígrafe y colofón a la vez de su Romance de la ciudad (2011), libro de veintiséis poemas numerados, en los que la ciudad hierve, palpita, expulsa, traga, grita, explota, esclaviza, empobrece, roba, mata, se impone, se globaliza, consume y se consume. Pasados seis años del Romance, este poema de Tres peras confirma aquellas certezas y sentimientos encontrados de manera simple y anecdótica, semejante a un relato, como la entrada en un diario: “Salgo a la calle / En la billetera / Unos cuantos pesos”, “Todos vamos / Con el ojo que nos acecha / Desde el confín de los tiempos”, “Marco mis huellas / Mis oficios / La ráfaga de mis sueños”; y en una parodia o palimpsesto de las palabras de Jesucristo, “Somos sal sobre la tierra/ Semillas para la inmortalidad”. Relatos urbanos de la vida cotidiana, el hogar y el barrio, como en “Al cruce del año 2014” (pp. 45-46), relacionados con la poesía y la vida, con las fiestas populares que reúnen a ausentes, vecinos, amigos y familiares, “Siempre sobre la calle del barrio / Donde se acumulan los muchachos / Unos tras otros como piedras / Que afianzan la vida y sus sañas”; barrio “Cuyas calles dan y arrancan / Una madrugada de diciembre”.

 

 

 

6 Carátula de Relatos instantáneos de Omar Castillo

Carátula de Relatos instantáneos de Omar Castillo

 

 

Esta voz premonitoria explota de nuevo en “Y del planeta una semilla estéril” (pp. 47-48). Denuncia, advertencia, llamada, testimonio, grito, confirmación, revelación. El poeta siente las vibraciones del planeta y del mundo, y se incluye entre quienes lo consumen; la vida de la ciudad que también es microcosmos, microplaneta, microuniverso: “Muchos / Creen que la tierra / Se está agotando por la usura / De nuestras costumbres”; otros ven que es un ciclo normal, reiterado; a la vez, unos tratan este mundo “Como un museo / A su imagen y semejanza”; pero otros quieren reflejar “su imagen y semejanza”, haciendo que este mundo sea como ellos. Así, pues, hay cuatro posiciones, cuatro actitudes, cuatro maneras de lograr el mismo efecto: “Conmueve lo patético / De sus consecuencias”, dice el poeta, cuando ve que todas ellas fluyen hacia la ciudad.

Asimismo, “En las raíces del tiempo” (pp. 49-50) desentraña las raíces “de los relojes vegetales”, “de las ruinas humanas”; raíces que crecen en la memoria, “anhelantes” “De las ciudades donde cunden la sed / La esclavitud usurera / El dogma y la miserabilidad”, que se estremecen “Frente a las ventanillas salariales / En las filas de las cajas de pago / Tras las puertas de sus casas”; raíces consumidas, cercenadas, estremecidas, arrasadas. Qué dice el poeta, entonces. Enfrente están “las ruinas humanas” sin sueños ni alegría, las ciudades desiertas y sin memoria o entregadas a la expoliación y a la miseria, a la decadencia y a la tasa de sus sueños y sus virtudes en monedas sin valor. Como dice el poema, es el tiempo de “las cuencas vacías tras el ocaso”. Es “la planicie desierta” en la que estas preocupaciones permanecen latentes.

ARS POETICA Y ARS AMATORIA

La libido como búsqueda amorosa del poeta se transfiere en “Jarchas de Luz Marley” (pp. 54-58), poema que cierra el libro y que abre de nuevo la búsqueda de una poética, otra de las “peras en la planicie desierta”. Porque en este realmente explotan las libidos por lo erótico-amoroso, por el poema y por el universo. No es la libido del universo, sino del poeta por este, en la medida que ve el avance del deterioro producido por los seres humanos. Tres búsquedas incesantes en “la planicie desierta”: la vida, el amor y la poesía, en su sentido dionisiaco; felicidad, belleza y verdad, en la dirección apolínea.

Las jarchas (del árabe harĝa o harŷa: salida, final), eran como estribillos en dialecto mozárabe o árabe vulgar, con los que terminaban la última estrofa las moaxajas—tipo de canciones amorosas árabes o hebreas—, escritas en España en los siglos XI y XII por los poetas del Al-Andalus. Generalmente, sus temas son amorosos y el “yo poético” de estos poemas es femenino: la mujer que sufre por el amado enfermo o ausente; o expresa sus celos y ansias de salir a buscarlo; o elogia al amigo. Además, son poemas en espacios urbanos, donde la naturaleza está ausente. En cuanto a la expresión, en las jarchas predominan las cuartetas de versos principalmente hexasílabos, pentasílabos, heptasílabos y octosílabos, y escasos los bisílabos y tetrasílabos; asimismo, casi no se dan cuartetos (es decir, de eneasílabos, endecasílabos y dodecasílabos) (Estébanez, 2004, pp. 581-582; 683).

 

 

7 Omar Castillo

Omar Castillo

 

 

Estos datos se vuelven importantes porque cada una de las quince jarchas de Castillo está compuesta de un cuarteto y un dístico. Hasta la jarcha VIII inclusive, los versos de los cuartetos llegan a subir hasta 17 sílabas y los dísticos menos, pues rebajan hasta siete sílabas. Desde la j. IX en adelante empiezan a rebajar las sílabas tanto de los cuartetos (que se vuelven cuartetas) como de los dísticos (en la j. X son trisílabos). Es decir, las jarchas de Castillo contradicen las características formales clásicas de las jarchas, así como el tema y el espacio: pues ya no es el amor en la ciudad sino el poema en el “universo” (cuatro veces), en el “mundo” (cuatro veces), en la “realidad” (cuatro veces) y en la naturaleza, la cual aparece representada en “ramas”, “hojas”, “penca de sábila”, “mariposa” (dos veces) y “agua” (dos veces). Todo esto enmarca lo amoroso concentrado en el poema. Luz Marley —voz poética de las jarchas— no dedica su canto a un hombre, sino al poema: lo ansía, lo retiene, sufre por él.

El dístico de cada jarcha se asemeja a un estribillo porque, contrario al tradicional, varía en cada jarcha. José Domínguez Caparrós define el estribillo como “breve grupo de versos que sirve de introducción a una composición y que se repite total o parcialmente después de cada estrofa” (2001, p. 165). En estas jarchas, el estribillo conserva una de las dos características que Domínguez remarca, esto es, contribuir a la unidad del poema; en este caso, y por su derivación de la palabra estribo, “explica la función de base o tema en que estriba la composición, pues normalmente encierra la idea principal” (p. 166).

En otras palabras, los “estribillos” de las jarchas de Marley —es decir, de Castillo— no repiten los versos total o parcialmente, pero sí reiteran los campos semánticos o las preocupaciones principales de todo el libro. En primer lugar, el tema de la poesía, expresada bajo la sinécdoque de “poema” —mencionado al final de cada dístico—, con variaciones importantes: la luz que lo hace ver, la raíz que lo sostiene, su escritura, sus palabras; a partir de la j. VIII los dísticos reiteran el habla (VIII y XIII) y  la palabra (IX, X, XIII y XIV). En segundo lugar, estos dísticos insisten también en el universo, o sea, la realidad en que vive el poeta (VIII, IX y XIV). Por último, reiteran la relación del “yo” con el “tú” en su aproximación erótica, la libido propiamente dicha (III, X, XII y XV).

Entre tanto, los cuartetos de las jarchas sugieren un método, una búsqueda. Son ensayos, reintentos, en la escritura del poema. Si en el poema “En la mañana” (p. 41) hay una búsqueda de la expresión de la oposición entre lo humano (la cometa se deteriora) y lo natural (el árbol florece), acá hay una tarea incesante desde todas las posibilidades por el poema, en la que confluyen las palabras, el universo y el poeta en metáforas: “Una pequeña rasgadura en la piel del universo / Es la escritura de un poema”—escritura—, que es paralela y complementaria a “Unas pequeñas rasgaduras son los ojos / Que leen un poema” —lectura— (j. I). En la j. VII la metáfora se dirige a las palabras: “Cotos de lo coloquial para la caza de la realidad / Son las palabras en la escritura del poema”; es decir, se trata de la acción reiterada de la creación o elaboración del poema. Acción dirigida hacia las manos que escriben y aman, como sinécdoque del poeta, pero también del día y del universo: “Con las manos que cultivo pencas de sábila / Empuño un silencio. También me entrego / A la caricia…” (III); el sol actúa “Igual a un abanico desplegándose en la mano / Del día. Conteniendo su noche.” (IV); “Piedra pulida por infinidad de manos. / Las mismas que labran la escritura del poema” (V); “Inevitable. Tocar el tiempo. / Y volver a tus manos” (XV). También está presente la acción de las manos en otras jarchas: “Piedra puesta a la luz para el esplendor” (V); “Zurciendo cada frágil instante a la palabra. / Puntada tras puntada tejiendo el abracadabra” (VIII).

 

 

8 Carátula de Limaduras del sol de Omar Castillo

Carátula de Limaduras del sol de Omar Castillo

 

Es obvia la función de las manos en el ars amatoria y en el ars poetica, en estas jarchas que tan bien unen estos dos campos de sentido con la otra mirada a esa libido del mundo: la transformadora, que Castillo opone, precisamente, a la acción destructora que tiende a prevalecer. La j. III une estos tres campos de manera inequívoca:

Con las manos que cultivo pencas de sábila

Empuño un silencio. También me entrego

A la caricia cuando la mariposa abre las alas

Al principio del vuelo en la piel del viento.

Mariposa rayando la luz

Imponiendo sus ritmos al poema. (p. 54)

Así, pues, el tema de la poesía unido el tema del amor cierra el libro con “Jarchas de Luz Marley”, de la misma manera como lo abre en el poema “De un posible poema” (pp. 11-13), en el que el deterioro y la desaparición de las palabras se matizan, no obstante, con la posibilidad de que en el recuerdo, como en el rescoldo, se resguarde el fuego; y a la par, se revela la dimensión del amor y del erotismo: “En tanto en unos versos / Quedan rastros / El ardor de lo amado / El desgaste / Cuando su aliento / Desasido nos nombra”. Aun así, la lucha del poeta también se concentra en la palabra: “Vagar en los sonidos / De una lengua reventada / Una lengua al borde / De iniciar un balbuceo / ¿Acaso un pronunciar?”. Lenguaje, poema, decir, callar, buscar las palabras para llegar a una certeza: “Es cuando hieres un recodo / De mi abrazo / La cifra / De todo lo que no te dije”.

Otros poemas que reiteran el tema de la poesía son: “Malevaje” (p. 16), en el que evoca al poeta colombiano León de Greiff —a quien también llama en palimpsestos en el poema “XI” del libro Romance de la ciudad— y su distancia de los otros para dedicarse al silencio y —en elipsis— a la poesía como contraste con el mundo que lo rodea. En “Avispas de ojos” (p.17) se vuelve mordaz con los que van “armando poemas”, “haciendo en directo / Tomas de los marginados”, “Captando la miseria y el ultraje / Padecido en la periferia del mundo”, “Armando poemas solidarios”, “poematizando para el bienestar / De la conciencia vacacional / En su álbum familiar”. Así se refiere a los “viajeros”, que pueden ser turistas, periodistas, camarógrafos o investigadores, para quienes sus pesquisas son “literatura”, imágenes, arte, en la gran confusión que la posmodernidad permite en su ambiguo discurso que con ironía asocia con el cine y el periodismo.

En esta misma búsqueda de la poesía, “Vetas” (p. 18) es un poema-alegoría sobre el desasosiego que produce en el poeta el intento de hacer poesía en medio de la lucha entre la sensación, la imagen y la percepción de la experiencia poética, por un lado; y por otro, el habla, las sílabas, las palabras, el poema que “no asoma” y se queda “pétreo”, “engastado en ilusas sílabas”. Es decir, el poema que queda engastado “En la ola cuando rompe / Los intersticios de otra ola”.

Por su parte, “Origen y pregunta” (p. 32) es un poema llano, carente de figuras e imágenes, en el que se manifiesta una auto-interpelación del poeta con su oficio y con el origen de la lengua y su significación. Es el poema más nítido, que expresa de manera explícita sus preocupaciones u obsesiones: la escritura del poema en la lengua española, la búsqueda de las palabras adecuadas al poema ideado, la escritura del poema en medio de sus inquietudes “Por el respeto y la credibilidad / En el ser humano y su existencia”. Esto lo lleva a una conclusión perentoria: “Toda escritura termina perdida / En el laberinto de sus significados / Igual que la credibilidad y el respeto”.

 

 

9 Carátula de Relatos del mundo o la mariposa incendiada de Omar Castillo

Carátula de Relatos del mundo o la mariposa incendiada de Omar Castillo

 

 

El tema de la libido amorosa o el amor está presente en forma especial en “MIA” (pp. 19-20), en el que se unen el amor concreto con la otra pasión: la poesía. De ahí que la imagen del palimpsesto sea tan oportuna, como si en el lenguaje del amor se leyera también el ímpetu de la poesía como huella imborrable, o viceversa: en el lenguaje poético se leen también las palabras ardientes del amor. Hay un extraño paralelo entre amar y escribir (“arar”); entre la piel (“rostros”) y la palabra (“el habla”); entre el fuego y el deseo (“la lava amar”) y el amor (“magma del amor”); entre la escritura y la ternura: “La caricia hilo de tus manos / Elaborando asombros / En las extensiones de la piel / Entre el sueño y el aura…”. Palimpsesto que se reitera y amplía en el poema “En la punta del habla” (p. 44), en relación también con la libido amorosa, en el que se unen la sensualidad de la naturaleza con el fragor de las llamas y la poesía, en la superposición de los versos en el tiempo y el cuerpo —la piel— en la contradicción que revelan las escrituras superpuestas “donde son ahogadas las voces / De toda una época / Para la imposición de otra fe”. Se trata del caos que la poesía revela del mundo y del poeta en escrituras “impresas unas sobre otras”.

Ese otro que es el objeto de amor del poeta aparece en “Retrato” (p. 25) en metáforas, sinécdoques y metonimias asociadas a realidades inasibles: agua, viento, tarde, vigilia y sueño, sustancia para la vida, tiempo, vuelo; realidades que se convierten en una imagen de disolución reiterada al inicio y al final del poema como “Olor de agua consumiéndose / En tu mirada”, “Rostro donde un olor de agua / Se consume en tu mirada”. Deseo y amor que es la libido del poeta en conjunción con la libido del universo en “Cancioncilla” (p. 40): “Mientras te espero / Me he ido / A la orilla del mundo / Y lloro y danzo”.

Otros temas se expresan también en este libro. Entre ellos, “Para el canto” (pp. 42-43) deja fundado un asunto bastante conflictivo en la historia de la cultura y la civilización occidentales, como es la persecución, exclusión y aniquilación de las mujeres sabias y transgresoras, tema que en profundidad es la contradicción ortodoxia/heterodoxia, fanatismo/libertad, intransigencia/tolerancia. “Mansalva de los dones” (p. 15) sugiere una reflexión filosófica sobre la esencia del ser humano con un claro tono mordaz; preguntas esenciales que reaparecen y van más allá, al ser mismo del poeta y del artista, del hombre de nuestro tiempo en “Siglo XXI” (pp. 22-23); preocupaciones existenciales que se condensan en el poema “En la fábula sobre la obediencia” (pp. 28-29), en el cual hay ecos del pensamiento del escritor antioqueño Fernando González en sus cuestionamientos al ser del hombre latinoamericano, muy en consonancia con el tono y tema de muchos poemas de León de Greiff y hasta del pensamiento implícito en varias novelas de Fernando Vallejo, entre otros autores antioqueños.

 

 

10 Carátula de Fundación y rupturas de Omar Castillo

Carátula de Fundación y rupturas de Omar Castillo

 

 

A MANERA DE CIERRE

 

Este nuevo libro de poesía de Castillo reitera tres temas que han sido de gran preocupación en sus anteriores obras: la poesía, la realidad y el amor.

La poesía, porque las palabras están cargadas de sentidos que ocultan sus significados, su originalidad. La tarea del poeta es ardua y su esfuerzo parece vano, pues ya poco se encuentra en la planicie desierta. Aun así, hay una pera que da la posibilidad de vida, de fertilidad, de alimento, de energía. Será encontrar las palabras prístinas para lograrlo.

El amor es posible en el recuerdo y en el encuentro leve, pero real, en instantes que atan esta tarea al encuentro del poema. Como en Las mil y una noches, Marley —al estilo de Sherezada— sale al encuentro de la posibilidad del poema y del amor. El erotismo y la libido por excelencia laten en este libro, y se entrecruzan también con la que el poeta llama “libido del universo”. Así, pues, otra pera, esta sí jugosa y excitante, quizá la que está partida en el dibujo de la portada, se une a la anterior.

De esta manera, la realidad, es decir, la ciudad, el planeta y el universo, se unen en un ámbito desértico, amenazado, “usufructuado”, puesto en una balanza de comercio y de explotación, pero que encierra vida y posibilidad, como la última pera sin partir que se equilibra sobre las otras dos, que a la vez flotan sobre la página azulada en la que el poema “Nueve versos” se destaca.

La planicie desierta abarca esta triple posibilidad vital. El amor, la poesía y la realidad están expuestas, penden, flotan, subsisten en un espacio amenazado, deteriorado, abusado. A la vez, siendo tres entes vivos, seductores, jugosos, vitales, tienen la posibilidad de subsistir y dar vida a pesar de la realidad que los soporta. Es la gran contradicción, que el poeta ve y sobre la cual no plantea una visión de futuro. Su mirada queda en suspenso. Quizá cree que el lector tendrá una respuesta positiva, activa, creativa o esperanzadora.

 

11 El escritor Óscar Castro García

El escritor Óscar Castro García

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

 

Beristáin, H. (1977).Guía para la lectura comentada de textos literarios: Parte l. México: Autor.

Beristáin, H. (1995). Diccionario de retórica y poética (7a ed.). México: Porrúa.

Castillo, O. (2010). Relatos instantáneos. Medellín: Otras Palabras.

Castillo, O. (2011). Romance de la ciudad.  En Huella estampida: Obra poética 2012-1980 (pp. 35-75). Medellín: Ambrosía.

Castillo, O. (2012). Huella estampida: Obra poética 2012-1980. Medellín: Ambrosía.

Castillo, O. (2012). Imposible poema posible. En Huella estampida: Obra poética 2012-1980 (pp. 13-33). Medellín: Ambrosía.

Castillo, O. (2018). Tres peras en la planicie desierta. Medellín: Los Lares.

Domínguez, J. (2001). Diccionario de métrica española (2a ed.). Madrid: Alianza.

Estébanez C., D. (2004). Diccionario de términos literarios. Madrid: Alianza.

Freud, S. (1992). Obras completas: Más allá del principio de placer. Psicología de las masas y análisis del yo y otras obras (1920-1922) (Vol. 18; Trad. J. L. Etcheverry). Buenos Aires: Amorrortu.

Quilis, A. (1996). Métrica española (9a ed. actualizada y ampliada). Barcelona: Ariel.

Rastier, F. (1976). Sistemática de las isotopías. En Greimas, A. J. (Selec.). (1976). Ensayos de semiótica poética (Trad. C. de Fez y A. Rallo; pp. 107-140). Barcelona: Planeta.

[i] En adelante, cuando se cite Tres peras en la planicie desierta (2018) solo se indicarán las páginas entre paréntesis.

[ii] Sema, “en lingüística y en semántica estructural (…) es el rasgo semántico pertinente, es decir, la unidad mínima de significación” (Beristáin, 1995, p. 435).

[iii] Resalto algunos de ellos por su especial dirección hacia la creación poética:

/mi piel/: por metonimia, sería mi sensibilidad; pero también por sinécdoque, mi cuerpo, mi mano

/raíces/: origen, nacimiento del poema

/dadas a la sequedad/: contradicción que indica la esterilidad, y que apunta hacia el fracaso del poema

/desasimiento próximo/: abandono inminente o despreocupación del trabajo creador

/fatiga/: cansancio en la labor creadora incesante y estéril

/las manos vueltas al revés/: por sinécdoque, trabajo equívoco del poeta

/prevalece/: sobre otras posibilidades, la carencia prevalece

/único instante/: dedicación exclusiva a la labor creadora, momento único de la creación

/para la vida/: se unen la poesía y la esencia vital

/ascuas/: metáfora que por sensibilidad, iluminación, actividad creadora (“libido del poeta”)

/escarbar/: intentar, desentrañar, buscar en lo profundo

/mi frágil savia/: sustancia vital, esencia del poema: la vida, la poesía, ambas en peligro, débiles, frágiles.

Este ejercicio muestra el método que empleo en la búsqueda de sentidos en los poemas, basado en el texto “Sistemática de las isotopías” de Rastier (1976).

[iv] Metábolas: “Todas las figuras retóricas, cualquier que sea el nivel de la lengua que se ve afectado por ellas (fónico-fonológico, morfosintáctico, semántico o lógico), y cualquiera que sea el tipo de operación que da lugar a la figura (supresión, adición, supresión-adición o sustitución y permutación)” (Beristáin, 1995, pp. 307-308).

[v] Stricto sensu, no se pueden definir así, ya que las características de cada uno están restringidas por el número de sílabas que deben llevar, lo que en la poesía de Castillo, de libre versificación y de número arbitrario de sílabas por verso, no ocurre. Pero por el número de versos, lato sensu, así los denomino en este artículo.

 

 

 

12 Vista parcial de Medellín

Vista parcial de Medellín

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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