António Salvado en Toral de los Guzmanes
Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar, por vez primera, la traducción -hecha por Alfredo Pérez Alencart- de la conferencia que el notable poeta portugués impartió en Toral de los Guzmanes (León), a modo de conferencia de clausura del XVI Encuentro ‘Los poetas y Dios’, celebrado durante el 13 y 14 de diciembre, esta edición bajo el lema ‘Dios en el pesebre’. Estos encuentros son organizados, desde su primera edición, por la Asociación Cultural Evangélica Eduardo Turrall y promovido por el Ayuntamiento de Toral de los Guzmanes. También cuentan con la colaboración de la Junta de Castilla y León, la Diputación de León y Tiberíades (Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos),
Fotografías de Jacqueline Alencar – Traducciones de A. P. Alencart
António Salvado durante su conferencia en Toral
EL NACIMIENTO (POPULAR) DE JESÚS
EN TIERRAS DE LA BEIRA PORTUGUESA, DONDE NACÍ
En la noche del 24 de diciembre, y después de una deliciosa cena con bacalao, col y vino, toda la gente de la ciudad, de la villa o de la aldea se dirigen hacia el atrio de la iglesia en el cual centellean las brasas de una enorme hoguera, en el centro de la cual destaca un soberbio madero ardiendo. Luego, y después de haber cantado loas al Niño
(¡Oh mi niño Jesús,
Oh mi niño tan bello,
pronto viniste a nacer
una noche de carámbanos!),
la gente entra a la iglesia para asistir, a la media noche, a la Misa del Gallo.
Veamos, mientras tanto, algunos dominantes y modulaciones de la poesía popular de la Beira, consagrada al Acontecimiento.
Y para comenzar, destacar que no deja de ser muy curioso que en el contenido de dicha poesía se encuentre una indiscutible influencia, aunque de contornos atenuados, de pasajes de los Evangelios alusivos al Nacimiento de Jesús; a saber: el ‘desarrollo’ de la divina Historia cono inicio de una profecía y su avance particularizado en hechos a partir de los cuales el poeta popular teje su discurso. Resumiendo: en la poesía popular de la Beira relativa al tema de la navidad encontramos una secuencia de transposiciones factuales (de la autoría de poetas sin ninguna formación) que globaliza toda la acción, en sus detalles más huidizos, de los relatos del Evangelio de la Infancia (en San Mateo y en San Lucas). Oigamos, entonces, mediante una serie de cuartetos, como se concretizan los reflejos (asimilados con la mayor humildad) admirablemente poéticos de las palabras bíblicas. Comencemos.
- Genealogía de Jesús:
“Del Varón nació una Vara
de la Vara nació una Flor,
de una Flor nació María,
de María el Redentor”.
- La profecía / La anunciación:
Día de Navidad, de noche
ha de nacer el Niño;
¿cómo se ha de llamar?
– Emanuel, verbo divino.
- El embarazo de la Virgen
“Bendito y loado sea
el Niño Jesús nacido –
en el vientre de la Virgen Madre
nueve meses estuvo ‘escondido”.
Vidal, Salvado, Fernández, Sagüillo, Neto, Alencart, Carnicero, Samprón, Martín, Cayón, Ares, Valle y Corral
- La estrella de los pastores / la estrella de los magos
“Oh estrella luminosa,
mis pasos ilumina
porque vengo a visitar
al Hijo de la Virgen María”.
- Los ángeles que se aparecieron a los pastores
“Oh ángeles del cielo
que tan bien cantáis,
canten al Niño –
benditos seáis”.
- Las alabanzas, finalmente, de todos aquellos a quienes los pastores dieron la buena nueva:
“Alégrense los cielos y la tierra,
cantemos con alegría,
que ya nació el Niño
hijo de la Virgen María”.
“Oh mi Niño Jesús,
estoy muy admirado
al verte con tanto frío
en esas pajitas echado”.
Y es, todavía, una curiosa aglutinación de elemento histórico con elemento de la tradición:
“Vamos a la misa del Gallo,
el madero está ardiendo,
la Virgen está en el pesebre
y el Dios Niño naciendo”.
Prosigamos:
Faceta de colorido bien interesante del lirismo popular navideño de la Beira consiste en la corporización de un contenido que se caracteriza por diseño de la sorpresa manifestada ante la no menos sorprendente pobreza que define la circunstancia del nacimiento del Rey anunciado: En el fondo, se trata de la simbiosis de dos coordenadas que el pueblo aglutinó para, con alguna propiedad, poder criticar:
Oigamos:
“Todos los hijos de los ricos
duermen en sábanas doradas,
sólo Vos, Niño Jesús,
en unas pajitas echado”.
“Hijos de hombres ricos
en tanta grandeza,
y Vos, mi Niño,
en tanta pobreza”.
Y la perspectiva de la alabanza (tónica que, además, casi toda la poesía de Navidad patentiza) la vive el pueblo enternecidamente, en un estremecimiento inusual de conmoción ante tal pobreza:
“Oh mi niño Jesús,
oh mi lindo amor perfecto,
si Vos tienes frío y frío
vente hacia mi pecho”.
“Rosadito esta acostado
en pajitas Dios Infante,
mas no hay en fresca rosa
botoncito más galante”.
António Salvado recibiendo un facsímil de la Biblia del Oso de manos de Manuel Corral
Y retengamos ahora cómo se estructura el llamamiento dirigido a los pastores. Curiosamente, el llamado tiene, a veces, forma femenina:
“Entrad, pastores, entrad
por ese portal sagrado,
venid a adorar al Niño
en unas pajitas acostado”.
“Pastorcitas del desierto,
venid todas, venid a ver
la pobreza del pesebre
donde Cristo vino a nacer”.
Y es que los pastores constituyen casi un subtema de la Navidad beirana, pleno de sortilegio y de sutiles variaciones. En el escenario de la humildad, los pastores (¡bien pobres!) también quieres ofrecer de lo poco que poseen… Una dádiva, sin embargo no es su propósito, cargada a veces de intencionalidad… Luego, entonces, de haber presenciado “la claridad divina que los cercó” (San Lucas) y que ellos identifican como una estrella, ahí van en el trayecto de ella:
“Esta estrella luminosa
por donde pasa alumbra –
Ella nos va a enseñar
Al Hijo de la Virgen María”.
Y, una vez llegados, hablan al Niño:
“Oh mi Niño Jesús,
Oh mi niño adorado,
aquí tienes la visita
de los pobres pastores del ganado”.
Y llevan a efecto sus ofrendas:
“Oh mi Niño Jesús,
yo vivo en unas montañas,
poco más tengo para dar
que unas tristes castañas”.
Y esta muestra bien beirana:
“Oh mi Niño Jesús,
sólo tengo para vos dar
este pequeño recuerdo:
Un chorizo para asar”.
Cartel Los poetas y Dios 2019
La poesía de los pastores refleja matices muy particulares que incluyen también versos de alabanza y de discreta crítica social.
Un pastor lamentándose por no ofrecer nada mejor:
“Oh mi Niño Jesús,
oh mi Dios verdadero,
fuéronse los lobos al ganado
y se llevaron un cordero”.
Y otro, desanimado con su situación servil:
“A vos pido, mi Niño,
del fondo del corazón,
líbrame de cuidar ganado
y que me vuelva patrón”.
Este otro, con ironía, la dádiva al Niño que, al final, tendrá diferente destinatario:
“Oh mi niño Jesús,
te traigo vino moscatel:
bien sé que no es para Ti,
más sí para el padre Manuel”.
Aunque, como conclusión, el instante final de la visita se reviste siempre de alegría y de esperanza:
“Adiós, Niño Jesús,
ya te doy la despedida,
este año me casaré
si consigo una muchacha”.
António Salvado y Adelaide Neto
En fin, el Niño nació, tuvo la adoración de los pastores y María, como cualquier madre, vive sus días en una mezcla de preocupaciones y cuidados. Hermoso, también ese cotidiano divino:
“Nuestra Señora es rosa,
su Hijo un lindo clavel,
San José el jardinero
de aquel sagrado jardín”.
El temor de la Virgen:
“Nuestra Señora le dice:
¿Hijo mío, qué te haré?
No tengo cama ni cuna,
en los brazos te criaré”.
Y San José en su acción entusiasta de Padre:
“San José se levantó
y una vela encendió
para alumbrar al Niño
que a media noche nació”.
La escena enternecedora del sueño del Niño:
“El niño está durmiendo
en los brazos de la Virgen pura,
los ángeles están cantando:
Mi amor, mi dulzura”.
“El niño está durmiendo
en unas pajas acostadito,
los ángeles le están cantando:
más que amor tan pobrecito”.
Juan Carlos Martín, A. P. Alencart, Adelaide Neto y António Salvado
Y las ropitas del Niño:
“¿De quién son esas camisitas
que se van a lavar al río?
Son del Niño Jesús
que esta temblando de frío”.
“¿De quién son esas camisitas
que la Señora está lavando?
Son del Niño Jesús
que todavía está por bautizar.
En el ámbito del tema popular que nos ocupa, el crecimiento de Jesús se procesa idéntico al de cualquier otro niño… Y, en esa dimensión, asistimos al vaivén de regalos que se dan al Niño… Todo le es ofrecido.
“Yo he de dar al Niño,
al Niño yo he de dar,
un sombrerito para la lluvia,
una sábana para noches de luna”.
“Yo he de dar al Niño
el valor de cinco centavos;
los pasteles en la caldera,
el vino en el garrafón”.
A veces hasta el conjunto de regalos surge tan voluminoso que quedamos sin saber si se trata de regalitos para un recién nacido o de… un auténtico ajuar de… matrimonio! Una larga letanía, casi una ‘novela’ en verso, ejemplifica lo que acabamos de decir. Señalemos algunas dádivas: zapatos baratos, medias finas, liguitas, camisa de lino, chaqueta, casaca de botones de plata, corbata de oro y plata, sombrero… Y termina:
“¿Niño Jesús,
qué más he de dar?
Una rica cama
para Vos acostar?
Tampoco se olvida el poeta popular de mencionar las huellas más destacadas del desarrollo del Niño:
“Oh mi Niño Jesús,
¿quiere castañas calientes?
Abra su boquita,
Quiero ver si tienes dientes…”.
Valle, Martín, Cortés,Corral, Sagüillo, Alencart y Salvado
La alusión a los llamados Reyes Magos que, de Oriente, llegaron a adorar al Niño, guiados por una Estrella en la búsqueda de Belén, es casi un subtema y da origen a varias muestras. Oigamos esta: casi una ‘novela’ narrativa:
“Cuando los tres Reyes supieron
Que era nacido Jesús Cristo.
Montaron sus caballos,
fueron a hacer el servicio.
Y por la estrella guiados
van siguiendo su camino,
y alejado de Belén
vieron que estaba el Niño.
Una estrella los guiaba
mas de noche que de día,
el resplandor que dejaba
era el sol cuando nacía.
Y van siguiendo la estrella
que les enseña el camino,
y van hacia Belén
para visitar a Dios Niño.
¡Y tienen grande alegría
de ver prenda tan bella:
los ángeles cantan ‘¡aleluya’,
alégrense los cielos y la tierra”.
Nos acercamos al final de nuestra charla. En mi región (y no solo en ella) la Navidad continúa por el mes de enero. Y de ahí el surgimiento de las llamadas ‘Janeiras’, las cuales mezclan toda la historia diversa del nacimiento de Cristo. En resumen, podemos afirmar que la ‘Janeira’ es básicamente la solicitud de una dádiva, materializada en cuartetos dichos al sonido de la música. En lo esencial, las ‘janeiras’ Se deben a un grupo de personas que, de casa en casa, entonan versos que son, en simultáneo, una alabanza al Niño y, como dijimos, la solicitud de una dádiva (dinero, alimentos, etc…).
“Levántese allá, Señor,
deme su rico banquito,
venimos a recibir la ‘janeira’
en alabanza del Dios niño”.
“Levántese allá, Señora,
deme su rico asiento,
venimos a recibir la ‘janeira’
en alabanza del Nacimiento”.
Y, para terminar:
Pueblo-pastor como, a lo largo de los siglos, ha sido el pueblo de la Beira, él ve en Cristo el guardián de sus vidas y de su rebaño. Jesús se transforma, entonces, en el Divino Pastor. En su actitud de creyente, en su condición de poeta popular anónimo, él mismo exclamará:
“Oh mi Jesús, mi Niño,
con la cara tan rojita,
Tú eres el Pastor Divino
y yo soy tu ovejita.”
Adelaide Neto, Juan Carlos Martín, Angelines y António Salvado
DOS POEMAS LEÍDOS EN TORAL
CADA HORA TE ENCUENTRO
Cada hora Te encuentro ¡renacido
entre nosotros! Estos seres tan culpables
que un día Te azotamos y herimos
y nos reímos de Ti ¡en la cruz clavado!
Y a mí te aproximas en mí pones
las manitas llenas de ternura
y tu gesto sagrado más repercute
todo el amor que en ella maternal, resuena.
Así, Señor, nacido en un pesebre
y acostado en pajitas calentado,
medito en ese singular misterio
que alimenta mi amor por Ti.
A. P. Alencart, Leopoldo López Samprón y António Salvado
SE ENDEUDAN…
Se endeudan en prendas de Navidad –
“¡la mía será cara más que la tuya!”
(y fue en un miserable tosco establo
donde Él nació tan pobrecito desnudo…).
Y para comer el opulento banquete
se invitan a los amigos sin faltar licores
(la dulce mirada de la Madre enternecida
y el aliento de animales para calentarle…).
A media noche y en la misa del gallo
como paganos también han de cantar
(Los pastores vinieron a ofrecerle
la leche que faltó a su Madre…).
En el cielo mirando la Estrella brillar
y el corazón adolorido, ¿qué podría decir?
–Perdónales, Señor, ellos no saben
lo que hacen y… ni quieren saber!!!!!
Salvado entregando a Corral los libros ganadores del Premio Internacional de Poesía António Salvado-Ciudad de Castelo Branco
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