‘LA METÁSTASIS DE LA FLOR’ Y OTROS POEMAS DEL PERUANO RICARDO FALLA BARREDA

 

 

Ricardo Falla en Salamanca (foto de Jacqueline Alencar)

 

 

Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar una muestra poética de Ricardo Falla Barreda (Lima, Perú, 1949). Pertenece a la generación del setenta. Es poeta y como profesor universitario ostenta el grado de Magíster en Literatura Peruana y Latinoamericana, ejerciendo la docencia en la célebre Universidad Nacional de San Marcos, Decana de América. Ha merecido la Beca de Investigación de parte del Ministerio de Asuntos de Exteriores de Italia, así como del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. En su calidad de poeta ha publicado: «Pequeña historia de conciencia» (1971), «Contra viento y marea» (1973), «Mi capital» (1979), «Poesía abierta» (1982), «Interludios» (2006), «Escrito en tierra» (2016). En el 2017 Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos publicó su obra poética en su solo volumen bajo el título «Poesía abierta». Además, ha publicado ensayos como «Curso de Realidad, proceso poético 1945-1980» (1988), «Fondo de fuego, la generación del 70» (1990). Por sus estudios sobre el siglo XVII peruano es reconocido por la comunidad científica humanística en mérito a los aportes respecto al proceso cultural peruana. Su obra poética ha sido estudiada por prestigiosos críticos y expuestos en revistas especializadas, y sus estudios forman parte del repertorio bibliográfico del Fondo Editorial de la UNMSM.

 

 

LA METÁSTASIS DE LA FLOR

 

Venga la tierra entera a conocer la vida

que me llegó de ti

Venga la voz profana a darle sentido

a la mañana y su miedo

ante el rocío llorado

al sentir la lejanía y su pavor

Los pétalos se quiebran en palabras

entre orígenes de lo hermoso

y la soledad de quien se queda en la pregunta

y mi ser se planta aferrado a una flor

que perdió corolas ante sí.

 

Y aquí te contemplo en tu estado invisible

pensando en la tierra que alimentó

tu cuerpo de colores y sentidos

encarnados en auroras vívidas de ti

 

Si flor de tino y pulso

Mira ¿ves?

estoy sediento de ti

¿qué es el estar en ti?

simplemente el sueño eterno

de mi hambre de luz

aquella que permite

escribir entre las llamas

de la incertidumbre

en busca de lo alto de la vida

y también del deseo

de mitigarse a vivir

 

Flor

necesito que vivas entre mis manos

que hables llena de delirios a este mundo abrasado sin ser flor

que te ubiques en cada una de mis palabras

mientras mis ojos brillan

ante el hallazgo de la súbita sonrisa que me entregas

Flor

te miro 

mis manos apenas te sostienen

mis dedos cuentan cada uno de tus pétalos concebidos

y la realidad

la terrible realidad

me dice que están enfermos de sequedad

 

¿Por qué perdiste el brillo de la palabra

si le entregaste a la poesía lo mejor de ti?

Pienso que alguna vez la poesía

existió en un mundo

donde los desvelos no tenían sentido

y las cosas increíbles

se hallaban al alcance de los dedos

y el olvido era un simple sueño

Flor ¿por qué perdiste tu sentido de fábula?

Flor ¿por qué te convertiste en pensamiento?

Flor ¿por qué expresaste el rostro efímero de la belleza?

Flor ¿por qué te secaste?

 

Hoy mientras contemplaba en este día gris

los colores de tu ser en Flor

el silencio también reveló el sentido gris

de los grises que lo habitan junto a las piedras grises

¿por qué este tiempo claroscuro?

las horas sin tiempo me llevan de un lado a otro entre el gris y los colores

haciéndome saber de las ausencias que un día me llenaron de flores el camino

y en los espléndidos colores me hacían saber lo hermoso que viene de ti y su destino

pero en lo fugaz del tiempo

quedo mudo ante la canción que a lo lejos se deja sentir como algo inusitado

 

Flor

prometida de mi amor en triunfo

te miro triste

desollada

con el tallo enfermo de sequedad

¿dónde quedó tu néctar?

¿y los pistilos?

¿y tu savia?

¿por qué no hay agua en tu vida?

 

Nadie lo sabe

 

Si algún caminante se acercara por la avenida que lo conduce a ti

pensando en el sueño que te hizo famosa

solo encontrará la palabra que descansa en paz

Si viniera alguien por otro camino en busca del sueño que inspiraste

hallará el mensaje del tiempo 

diciendo que él no colmó el color triste de tu sequedad

ni por qué se degradó el alma

ni por qué la abstracción quedó herida de lasitud

 

Flor

amada flor

estás aquí entre mis dedos

seca

sin llagas

sin encantos

desechada en curso de plena floración

pavorosa ante los ojos del entendido caminante

déjame acariciarte

darte el beso de despedida

aquí termina el amor entre nosotros

ulula el viento

a lo lejos nuevos colores en flor se insinúan

y la vida en su perpetuo asombro

insinúa los destellos del color

 

Así está escrito

y así sucederá.

 

Ricardo Falla en la Casona de San Marcos, con su retrato allí expuesta (foto de Jacqueline Alencar)

 

 

ANTE EL SILENCIO DE LA ILUSIÓN

 

Francesca viene a la hora que el tiempo habla

Camina

a mi lado con pensamientos ignotos

sabe del valor de la poesía

del acento a la hora de decir muchas cosas

sabe que inspira

el movimiento de la palabra

en camino a ser más que movimiento

mientras que en la lejanía

las nubes del Pacífico cantan

                        tarde te amé

                        tarde te amé

¿Es posible cantar sobre la canción del amor?

un poeta amigo solía cantar un poema que nunca escribí

y me daba pena no poder satisfacer sus ganas de cantar un poema nunca escribí

pero Francesca sabe del valor de inspirar un poema que nunca escribí

Mis pasos están junto a los suyos

el eco que dejan los pasos hablan de los besos existentes en la escritura

y sería maravilloso que trasciendan la escritura

                        tarde te amé

                        tarde te amé

Después de lo ocurrido que nunca ocurrió viene la palabra a conjugar el sentimiento triste

Y no hay tiempo para empezar Me prometo y le prometo empezar de nuevo

No digas nada ¿para qué guardar la esperanza?

 

Por el camino que viene Francesca

brotan las estelas que hacen bello su andar

viviendo en un poema escrito en su caminar

                        tarde te amé

                        tarde te amé

Mis manos solo saben tocar tu sonrisa

Dibujar en el viento las notas del poema que nunca escribí

 

Mis manos Mis manos tus manos quieren hacer suyas lo que la gente sabe

que no esperan nada

                        tarde te amé

                        tarde te amé

Tus pasos y mis pasos saben del querer

Francesca

Caminando caminando caminando

amor mío amor mío no me arranques el alma

tu que sabes escribir poesía

deja que Francesca tenga la última palabra.

                        Tarde te amé

                        Tarde te amé.

 

 

EL SABER DE LA SABIDURÍA

 

En las horas después del sosiego pensando en el corazón de la noche

con voz solitaria

viene desde las profundidades de la luz luego de vencer la tarde gris de la tiniebla

el destello de la sabiduría

Me mira

Me ausculta

hace el rictus de inventar la creación del mundo

me toma del hombro

me reúne con los seres que llevo en el alma

y de su luminosa figura sale una página nueva capaz de convencer la soledad del pasado

y el discurrir del silencio

brota el tiempo entre sus manos

hace que los vocablos revelen

milenarias situaciones vividas por las manos tercas de la perenne vida

y con un soplo de ternura en su cotidiana inclinación de crear para ti

deja caer en mi mano

la tristeza de mi casa rota por las ausencias.

 

¡Ah! tiempo de abstracción

¡Ah! tiempo de posibilidad

¡Ah! tiempo de especulación

¡Ah! tiempo de tiempo

díganme ustedes tiempos de hacer de apoco el ardor del triunfo o el éxito de nadie

por qué hay tiempo de ver fuego sobre la paz

hoy qué la sensualidad en el pulsar de dos cuerdas tocadas para ti y para mi

hacen que el pensamiento pierda su libertad intacta por el camino del mundo en su apariencia

                                                                                                                                                       (matutina

No te preocupes

dice la voz salida de la luz luego de mirar la perseverancia del odio

Vienen tiempos escasos de tiempo

Vienen truenos escasos de sonido

Vienen tiempos de tener ganas y no poder

Vienen tiempos de sol, pero sin luz

No te preocupes

La hermosura de la palabra

revela la existencia del asombro y la permanencia de la voz en poesía

el amor subterráneo del nuevo corazón

mostrará la creación desnuda en su naturaleza invisible

 

Hoy la esperanza se aloja en tu casa y en la mía

muestra sus afirmaciones sin límites

 Feliz tu que la miras

sin saber que existe

Feliz tu que la esperas

sin saber de su compañía

Feliz tu por dejarte acompañar

tan solo por una palabra

Feliz tu que no te sonrojas por las paradojas

Feliz tu que recibes la visita del Aquí Estoy

 

El tiempo camina por la debilidad de las apariencias

Los que hablan no pueden esparcir sus palabras sin emocionarse

El tiempo

tiempo

se hace presente en este mundo cansado de dar vueltas

La vida se aviva prometiendo descendencia

el éxtasis del sentir el silencio de la asombrosa sabiduría

a la hora que se prende el corazón en su rito de belleza

da las gracias por dar al amor en canto tan sólo un punto de palabra para mover el mundo.

 

 

 

CENTINELA

 

Armado de hondas

palabras

para subir y bajar por la realidad

que late en el corazón

abro la ventana

y un niño me mira esperando mis gestos

me indica con el dedo las distinciones que hace la voz

entre quien razona y quien sólo piensa

entre quien cumple un acto y quien sólo crea

entre quien habla y quien sólo pronuncia palabras

Y quedo absorto por los sucesos de la voz

especialmente cuando decía

ante las puertas que dan acceso a la tierra

que el soliloquio es un imposible

en el idioma del amor

pero de tanto intentarlo

el nunca creador se hace patente

en la angustia que me anima

Y de mis dolientes y dispersos poemas

se hace visible el centinela

que mira sin límites el ímpetu de la esperanza

que día a día me hace mejor

ante el presente y las disoluciones del tiempo que lo habita

estoy vivo

estoy patente

estoy callado

Mi casa tiene un centinela

como todo lo minúsculo que el silencio guarda

Sé quien es pero no sé de dónde vino

ni por qué me cuida de los ruidos del mundo

Sólo sé que no es de mármol o de piedra alguna

Todo lo sabido lo entrega en documentos

Toda la gravitación del deseo

descubre lo que decía un hombre ambicioso

¿Dónde se encuentra la ingenua metáfora?

¿Dónde la forma de plenitud

trazando el significado del burdo?

¿Dónde está la melancolía y sus vocablos?

El centinela pasa el celo a la mirada de cada mañana

Su centro de interés es el peligro

de la filosofía humosa y de la vida carente de vida

Tiene como misión

cuidarme de los habitantes del polvo

aquellas criaturas nacidas del abandono

y de la muerte sin agonía

Es el destino del centinela

Él como nadie sabe que la realidad da vueltas

y vueltas y cambia

sabiendo que hay una cosa que no cambia

cuidarme la vida y no dejar pasar a la muerte

por mucho que se disfrace de lectora

o de juventud sin final

Estoy parado junto al centinela

hablando sobre lo que late en mi corazón

y de mi destino silencioso

pensando visitar la casa de mis amigos

y de lo agradable que resulta buscar la felicidad

sabiendo lo esquiva de su existencia

Y quedo soñando en la esperanza

de pie ante el suspenso de cada día

y los olvidos de las explicaciones

El centinela me hace una seña

no por mi soliloquio advertido por el inquieto dedo de un niño

sino por las frecuentes paradojas de mi vida

 

La sabiduría muestra su carencia de prisas

El centinela susurra una canción

y en un abrir y cerrar de ojos

desaparece de mi vista

quedando mi sombra y la suya

listas para cumplir cada una con su aventura

en la verdad de una inaudible creación.

 

 Alejandro Romualdo en casa de Ricardo Falla y Sonia Luz Carrillo, con Jacqueline, Alfredo Alencart y Ricardo Lenin

 

PARA ENCONTRARNOS

 

Todo ha cambiado

Qué palabra Qué respuesta

Qué indiferencia

Jornada de natura y pureza en el enigma que retorna

Qué instinto empuja la mirada

En qué rincón del empolvado silencio te encuentras

No eres la cegada y abandonada página

De un libro que recién se abre

Al inevitable insomnio de los escombros del sol.

La minucia penetra haciendo añicos la mirada

Ni siquiera turba

El lozano aliento de los habitantes de los ojos

Sin embargo su cuerpo es la composición exacta

De quien construye la contienda.

Qué instinto empuja la mirada

En qué rincón del empolvado silencio te encuentras.

Todo ha cambiado.

Aparecen rastreadores.

Todo ha cambiado

No eres el clarísimo Naylamp prendido

Y desfigurado en almanaques

No eres la solemne capilla de barro

Puesta en la ignominiosa frente de los libros

No eres la extraña nota potenciada en las agujas.

¿Dónde te encuentras?

¿Es posible recordar la primera lágrima de un niño?

Los autores de olvidados

Buscan un lugar en la cotidiana maestría del asunto

¿Dónde te encuentras?

Un gran autor de irrefutables fuentes de la historia

Solía evidenciar la vida

Atendiendo la meta con su voz de experto

“Quien no entendió el movimiento de la sociedad

Jamás entenderá el movimiento que tiende a derrocarla”.

Todo ha cambiado.

La luz es un asombro de pupilas.

¿Dónde te encuentras?

¿Serás la pedregosa mirada de los cerros?

¿La complicada disposición del viento en la arena?

¿El barbudo rostro de los árboles?

Cuando uno se envanece de futuro

La seguridad desplegada en la buena de los acontecimientos

Ingresa a la desafiante normalidad del fundamento

A la sutil patente de quien no se equivoca

Entonces el elemento conciencia

Aguerrido por los desafíos

Suele arrojar pérdidas

Antes del haber y el deber.

Todo ha cambiado

Te busco interrumpiendo los sueños

Incluso cuando el papel me dispensa algunas horas.

¿Por qué no vienes?

¿Dónde estás?

Aquí en medio del previsto misterio del incrédulo

Los peregrinos muestran su hermética apariencia

Los asusta la razón imaginativa de los truenos

Y en sus erupciones de forzada entrega

Renuevan la cotidiana inspiración del miedo

Al saberte en la sensible lengua de los alfabetos.

Esto no tiene fin

Cuánta resistencia en las conclusiones

El mundo de mis amigos está roído por la pregunta

Me ofrecen soluciones epigramáticas

Sin saber que el epigrama no está a la altura de tu nombre.

No puedo encontrarte

¿Todo ha cambiado?

¿Es posible recordar la primera lágrima de un niño?

La penumbra se enciende y se calla en la oscuridad

Me anacronizo buscándote

Nuestro amor que no espera conocer lo nuevo

En un alumbrado silencio

Muestra el peculiar momento de las gracias.

María Koutentaki, Carlos García Miranda, Ricardo Falla Barreda y Sonia Luz Carrillo por el Puente Romano de Salamanca

 

HA CAMBIADO EL CAMBIO

 

La única ventaja del débil frente al poder

Es la ilusión de sentir la razón del enfrentamiento

Es cierto

Ha cambiado el cambio

Mi hijo

Como viejo jugador

Con soldados de plástico

A fuerza de bolitas de cristal

Sentencia un empate de guerra

A dos muertos por bando

Pienso en el significado:

No sé si es un modo de decir las cosas

O es el vaticinado epílogo de mi búsqueda.

Cuándo podré encontrarte

Qué haré sin ti

No hay fin para las consecuencias del rastreo

Siento que la elocuente prisa del impulso

Es sólo la raída experiencia

De los que salieron a tu hallazgo.

¿Es posible recordar la primera lágrima de un niño?

Alguien delante de mis pasos

Cantando con el mismo criterio de tus cuentos

Reposa tiernamente en las leyendas.

 

 

 

 

Sonia Luz Carrillo, A. P. Alencart y Ricardo Falla, días atrás

 

 

 

 

 

Aún no hay ningún comentario.

Deja un comentario