Jeannette L. Clariond en el Teatro Liceo de Salamanca (foto de José Amador Martín)
Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar algunos poemas de la italiana Alda Merini traducidos por Jeannette L. Clariond (Chihuahua, México, 1949). Poeta, traductora y editora. Es licenciada en Filosofía, Maestra en Metodología de la Ciencia y Maestra en Letras Españolas. Su obra poética está contenida en las siguientes publicaciones: Mujer dando la espalda (1992); Desierta memoria (1996); Newaráriame (1997); Todo antes de la noche (2003); Amonites (2003); Siete visiones (2004, con Gonzalo Rojas); Nombrar en vano (2004); Los momentos del agua (2006); Leve Sangre (2007). Entre los premios obtenidos sobresalen el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde (1992), el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta (1996) y el Premio Gonzalo Rojas (2001). Es antóloga y traductora de Roberto Carini, Alda Merini, W. S. Merwin, Primo Levi y Charles Wright, entre otros. Publicó recientemente una antología traducida de poetas norteamericanos, en colaboración con Harold Bloom.
Jeannette L. Clariond participó en el XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos y una muestra de su poesía se encuentra en la antología “Palabras del Inocente”, realizada por Alfredo Pérez Alencart para Editorial Edifsa y la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes.
Un momento de la entrega del reconocimiento en la Casa-Museo
RECONOCIMIENTO EN MILÁN
Más de veinte años lleva Jeannette L. Clariond traduciendo a la notable poeta italiana Alda Merini (Milán, 1931-2009). Por ello nuestra enhorabuena desde Salamanca. Por ello sabemos lo grato que le resulta el reconocimiento surgido desde el propio entorno de la poeta milanesa, desde su Casa-Museo, por esa notable labor traductora y difusora en nuestra lengua castellana. Lo pequeño se engrandece cuando hay levadura. Y en este caso la masa poética sigue creciendo y creciendo.
Desde 1995 Jeannette ha traducido Los siguientes libros de Merini:
La Tierra Santa, Ed. Pre-textos
Baladas no pagadas, Ed. La poesía, señor hidalgo
Cuerpo de Amor. Un encuentro con Jesús VRE (Vaso Roto Ediciones)
Magnificat. Un encuentro con María.VRE
La carne de los Ángeles. VRE
Francisco. Canto de una criatura. VRE
Hojas blancas (inédito)
El cuerpo del dolor con imágenes de arte moderno de los Museos Vaticanos. Ed. Abstracta.
Padre mío (inédito).
Delito de vida. En edición, su autobiografía.
Finalmente, Esta ciencia mía. Antología poética 1949-2009, en la que lleva trabajando cuatro lustros.
Jeannette L. Clariond y Enzo Merini, hermano de la poeta
ALGUNAS NOTICIAS DEL RECONOCIMIENTO
Alda Merini
TIERRA SANTA Y OTROS POEMAS
(Alda Merini traducida por Jeannette L. Clariond)
Le più belle poesie
si scrivono sopra le pietre
coi ginocchi piagati
e le menti aguzzate dal mistero.
Le più belle poesie si scrivono
davanti a un altare vuoto,
accerchiati da agenti
della divina follia.
Così, pazzo criminale qual sei
tu detti versi all’umanità,
i versi della riscossa
e le bibliche profezie
e sei fratello a Giona.
Ma nella Terra Promessa
dove germinano i pomi d’oro
e l’albero della conoscenza
Dio non è mai disceso né ti ha mai maledetto.
Ma tu sì, maledici
ora per ora il tuo canto
perché sei sceso nel limbo,
dove aspiri l’assenzio
di una sopravvivenza negata.
Los más bellos poemas
se escriben sobre las piedras
con las rodillas llagadas
y las mentes aguzadas por el misterio.
Los más bellos poemas se escriben
ante a un altar vacío,
asediados por emisarios
de la divina locura.
Así, loco criminal cual eres,
das tus versos a la humanidad,
los versos de la revuelta
y de las bíblicas profecías
y te sientes hermano de Jonás.
Pero a la Tierra Prometida
donde germinan manzanas de oro
y el árbol del conocimiento
Dios nunca descendió ni tampoco te maldijo.
Mas tú sí maldices
hora tras hora tu canto
porque desciendes al limbo
donde aspiras el ajenjo
de una sobrevivencia negada.
L NOSTRO TRIONFO
Il piede della follia
è macchiato di azzurro,
con esso abbiamo migrato
sui monti dell’ascensione,
il piede della follia
non ha nulla di divino
ma la mente ci porta
lungo le ascese bianche
dove fiotta la neve
cresce il sambuco,
geme l’agnello;
abbiamo attraversato ponti
esaminato misure,
e quando l’ombra cupa
del delirio incombeva
sulla nuca profonda
noi chinavamo il capo
come sotto una legge,
e la legge mosaica
noi l’abbiamo composta
ricavando spezzoni
dagli altipiani chiusi;
ecco, il nostro trionfo
viene giù dalle montagne
come larga cascata;
noi siamo restati
angeli uguali a quelli
che in un giorno d’aurora
hanno messo le ali.
NUESTRO TRIUNFO
El pie de la locura
está manchado de azul,
con ése migramos hacia
los montes de la ascensión,
el pie de la locura
nada tiene de divino
pero la mente nos conduce
a las blancas pendientes
donde murmura la nieve,
crece el sabugo,
gime el cordero;
atravesamos puentes,
exploramos los límites,
y cuando la sombra oscura
del delirio pesaba
sobre nuestra nuca insondable
agachábamos la cabeza
como bajo una ley,
y la ley mosaica
nosotros la creamos
recabando trozos
de los altiplanos cerrados;
así, nuestro triunfo
nos llega de las montañas
como una vasta cascada;
nosotros permanecimos
ángeles como aquéllos
que un día de aurora
desplegaron sus alas.
Quiétati erba dolce
che sali dalla terra,
non suonare la tenera armonia
delle cose viventi,
mordi la tua misura
perché il mio cuore è triste
non può dare armonia.
Quiétati erba verde
non salire sui fossi
col tuo canto di luce,
oh rimani sotterra
nuda dentro il tuo seme
com’io faccio e non dò
erba di una parola.
Serénate hierba dulce
que naces de la tierra,
no toques la tierna armonía
de las cosas vivas,
carcomes tu altura
pues tan triste vive mi corazón
que no puede dar armonía.
Serénate hierba verde
no crezcas sobre las acequias
con tu canto de luz,
oh, permanece bajo la tierra
desnuda en tu semilla
como hago yo sin dar
brizna de una palabra.
Escritorio en una farmacia donde Alda Merini escribió sus últimos poemas, antes de su muerte en 2009
CANZONE IN MEMORIAM
Il vento penetrerà le querce
(fino a quando durerà il mio messaggio?)
ma se io non scrivo più?
Il vento squassa le nostre ombre
su e giù per i pendii,
lungo i parabrezza delle nuvole
dove risuona la catena dell’aldilà.
Ebbene io verrò a cercarti,
madre mia benedetta,
su in cima alle colline,
sulle cime tempestose del Sinai.
Perché tu eri la mia legge,
eri la mia dottrina,
tu sapevi aprire ogni parola
e trovavi dentro il seme.
Ecco, ora parlo, parlo
forse una lingua blasfema
e intanto tu continui a morire
sotto la terra sotto il cardo.
Giorno per giorno muori
perché io non vengo a cercarti,
ma mi farò un bastone adatto
il bastone di Aligi,
verrò con te sulle montagne
perché tu abiti alto
e insieme cominceremo il coro
il vero famigliare assoluto
coro che ci disintegra la bocca.
CANCIÓN IN MEMORIAM
El viento penetrará los robles
(¿hasta cuándo durará mi mensaje?)
¿y si dejo de escribir?
El viento sacude nuestras sombras
subiendo y bajando los declives,
barriendo las nubes
donde ruge la cadena del más allá.
Pues bien yo iré a buscarte,
madre mía bendita,
allá, en lo alto de las colinas,
sobre las cumbres borrascosas del Sinaí.
Porque tú eras mi ley,
eras mi doctrina,
sabías abrir cada palabra
y dentro encontrabas la semilla.
Pues, ahora hablo, hablo
tal vez una lengua blasfema
mientras tú sigues muriendo
bajo la tierra bajo el cardo.
Día tras día mueres
porque no voy a buscarte,
pero me haré un cayado digno,
el cayado de Aligi,
contigo iré por las montañas
porque tú habitas lo alto
y juntas iniciaremos el coro,
el verdadero familiar absoluto
coro que nos desintegra la boca.
Ogni mattina il mio stelo vorrebbe levarsi nel vento
soffiata ebrietudine di vita,
ma qualcosa lo tiene a terra,
una lunga pesante catena d’angoscia
che non si dissolve.
Allora mi alzo dal letto
e cerco un riquadro di vento
e trovo uno scacco di sole
entro il quale poggio i piedi nudi.
Di questa grazia segreta
dopo non avrò memoria
perché anche la malattia ha un senso
una dismisura, un passo,
anche la malattia è matrice di vita.
Ecco, sto qui in ginocchio
aspettando che un angelo mi sfiori
leggermente con grazia,
e intanto accarezzo i miei piedi pallidi
con le dita vogliose di amore.
Cada mañana mi tallo querría alzarse al viento:
henchida ebriedad de vida,
pero algo lo sujeta a la tierra,
una larga y pesada cadena de angustia
que no se disuelve.
Entonces me levanto de la cama
y busco un recuadro de viento
y veo un rombo de sol
en donde apoyo los pies desnudos.
De esta gracia secreta
luego no habré memoria
porque también la enfermedad tiene un sentido
una desmesura, un paso,
aun la enfermedad es matriz de vida.
Entonces, yazgo aquí de rodillas
esperando que un ángel me acaricie
tierno y gentil,
mientras tanto, acaricio mis pálidos pies
con dedos deseosos de amor.
LA TIERRA SANTA
Ho conosciuto Gerico,
ho avuto anch’io la mia Palestina,
le mura del manicomio
erano le mura di Gerico
e una pozza di acqua infettata
ci ha battezzati tutti.
Lì dentro eravamo ebrei
e i Farisei erano in alto
e c’era anche il Messia
confuso dentro la folla:
un pazzo che urlava al Cielo
tutto il suo amore in Dio.
Noi tutti, branco di asceti
eravamo come gli uccelli
e ogni tanto una rete
oscura ci imprigionava
ma andavamo verso la messe,
la messe di nostro Signore
e Cristo il Salvatore.
Fummo lavati e sepolti,
odoravamo di incenso.
E dopo, quando amavamo
ci facevano gli elettrochoc
perché, dicevano, un pazzo
non può amare nessuno.
Ma un giorno da dentro l’avello
anch’io mi sono ridestata
e anch’io come Gesù
ho avuto la mia resurrezione,
ma non sono salita ai cieli
sono discesa all’inferno
da dove riguardo stupita
le mura di Gerico antica.
LA TIERRA SANTA
Conocí Jericó,
yo también tuve mi Palestina,
los muros del manicomio
eran los muros de Jericó
y una poza de agua infesta
nos bautizó a todos.
Allí dentro éramos judíos
y los Fariseos estaban en lo alto
y estaba también el Mesías
confundido con la muchedumbre:
un loco que gritaba al Cielo
todo su amor a Dios.
Nosotros todos, manada de ascetas,
éramos como los pájaros
y cada tanto una red
oscura nos aprisionaba
pero nos dirigíamos hacia la cosecha,
la cosecha de nuestro Señor
y Cristo el Salvador.
Fuimos lavados y sepultados,
olíamos a incienso.
Y después, cuando amábamos,
nos daban los electrochoques
porque, decían, un loco
no puede a nadie amar.
Pero un día desde la tumba
también yo desperté
y también como Jesús
tuve mi resurrección,
mas no ascendí a los cielos
bajé al infierno
desde donde atónita miro de nuevo
los muros de la antigua Jericó.
TOELETTA
La triste toeletta del mattino,
corpi delusi, carni deludenti,
attorno al lavabo
il nero puzzo delle cose infami.
Oh, questo tremolar di oscene carni,
questo freddo oscuro
e il cadere più inumano
d’una malata sopra il pavimento.
Questo l’ingorgo che la stratosfera
mai conoscerà, questa l’infamia
dei corpi nudi messi a divampare
sotto la luce atavica dell’uomo.
TOILETTE
El triste aseo de la mañana,
cuerpos decepcionados, carnes decepcionantes,
en torno al lavabo
el negro hedor de las cosas infames.
Oh, este tremolar de carnes obscenas,
este frío oscuro
y el caer más inhumano
de una enferma en el suelo.
Este el fermento que la estratosfera
jamás conocerá, esta la infamia
de los cuerpos desnudos ardiendo
bajo la luz atávica del hombre.
Manicomio è parola assai più grande
delle oscure voragini del sogno,
eppur veniva qualche volta al tempo
filamento di azzurro o una canzone
lontana di usignolo o si schiudeva
la tua bocca mordendo nell’azzurro
la menzogna feroce della vita.
O una mano impietosa di malato
saliva piano sulla tua finestra
sillabando il tuo nome e finalmente
sciolto il numero immondo ritrovavi
tutta la serietà della tua vita.
Manicomio es palabra mucho más grande
que las oscuras vorágines del sueño,
aun así en ocasiones llegaba a un mismo tiempo
filamentos de azul o el canto
lejano de ruiseñor o se abría
tu boca mordiendo en el azul
la feroz mentira de la vida.
O la mano despiadada de un enfermo
ascendía lenta por tu ventana
silabeando tu nombre y finalmente
ya disuelto el número inmundo reencontrabas
toda la seriedad de tu vida.
Selección realizada por A. P. Alencart
«No voy a la Iglesia a murmurar, pero Dios está aquí conmigo. Olfateo su olor. Dos cosas me convencen de la existencia de Dios: que no soy dueña de mi voluntad y que el océano Pacífico no pueden haberlo creado los científicos»
ALDA MERINI
Piano forte y otros objetos de la puerta en la casa museo de Milán
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