L.Q.Q.D Homenaje a Eduardo Darnauchans – Teatro Solís Fotografia Martín Pereira

 

Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar dos poemas inéditos recientemente escritos por el destacado poeta Washington Benavides. Benavides (Tacuarembó, Uruguay, 1930) es autor de premiada obra (Nacional y Municipal de Poesía), cuyos veinte títulos van desde Tata Vizcacha (1955) hasta Los pies clavados (2000), pasando por Las Milongas (1965), Hokusai (1975), Murciélagos (1981), El molino y el agua (1991) o Canciones de Doña Venus (1998). Ha sido profesor de Literatura en la Universidad de la República, habiendo dirigido, en radio, programas musicales y literarios. Entre los cantantes que han dado voz a sus poemas están Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, Raúl Ellwanger, Pablo Estramín, Eduardo Darnauchans o Laura Canoura. En 2016 el Fondo de Cultura Económica, de México, publicó su antología ‘Sansueña’, realizada por Diego Techeira y que reúne poemas aparecidos en libros suyos desde 1959 hasta 2000.

 

 

Estos dos poemas fueron leídos durante el reciente homenaje al músico Eduardo  “Darno” Darnauchans, celebrado en el Teatro Solís, de Montevideo, para memorar los diez años de su muerte. En el mismo participaron Bernardo Aguerre – Walter Bordoni – Fernando Cabrera – Gastón Ciarlo «Dino» – Carlos da Silveira – Gustavo Etchenique – Alejandro Ferradás – Eduardo Larbanois – Estela Magnone – Rubén Olivera – Shyra Panzardo – Eduardo Rivero – Tabaré Rivero – Alejandro Spuntone – Rossana Taddei – Samantha Navarro – Washington Benavides – Nelson Díaz – Gustavo Ibarra – Ignacio Suárez – Atilio Duncan Pérez Da Cunha «Macunaíma».

 

El poeta Washington Benavides

DARNO

 

¿Qué puedo decirte yo

Desde esta vera del mundo?

¿Podrás escucharme o no?

La ceremonia acabó.

Te enterraron –duda cabe–

No volaste como un ave

O arcángel en rebeldía.

Alguien clausuró tu día.

No conozco quién lo sabe.

 

Pero tengo tus canciones,

Tu prosa de fina plata

Alguna imagen retrata

Tu belleza sefardí.

Pero tu mirada. ¿Di

 

Sabía lo que ocultaba:

“Espacio vital”. La aldaba

De los portones del guetto.

Una estrella el amuleto

Sellando a quien se mataba?

 

Viejo Darno, compañero:

Bienvenido el Homenaje,

Ya que te fuiste de viaje

Y no sabemos adónde.

Que estación final esconde

 

Tu caminar por “Sansueña”;

Con tu viejo sobretodo,

Con tus botines de lodo,

Y una canción que te sueña…

 

(Washington Benavides el 5 de marzo del 2017. En Montevideo)

 

 

 Eduardo Darnauchans, el 25 de noviembre de 2006, en la sala Zitarrosa. Foto deFederico Gutiérrez

                DARNO (bis)

 

 

Si por Minas de Corrales

Son Pedro y sus tarariras

Y su aficción al folklore.

Su madre, siempre abstraída,

Vivía un mundo distinto.

En Tacuarembó La Abuela:

Las cosas de Doña Alicia

 De maestra jubilada,

El Darno en tanto, crecía:

Su aficción al futbol duro

 

Claro, al Darno le costó

Una trizada clavícula…

Entonces fue la guitarra

 

La que le ofició de amiga.

De ahí en adelante:

Beatles, Rolling y BobDylan

También Antoine y el Gran Cohen

Le llegaron con primicias.

Éxitos de adolescente

 No le cambiaron la vida.

El Darno fue siempre el Darno

En la canción y en política.

Amigo de sus amigos

Y tenaz en su divisa.

Anduvo errante el Cantor

 

Por una y por otra orilla…

Hubo amores, Chany Hotel,

Hubo Cichila    y Patricia

Y también hubo la muerte

Que no le perdía pista.

Señora Otra ya tiene

Lo que usted tanto pedía…

Pero el Darno sigue vivo

 

Y canta como solía…

“Aquí se escucharan fragmentos

 De “Los Reflejos”…

 

(Washington Benavides. 2017. Montevideo)