Poetas, músicos y pintor Miguel Elías junto a Stuart Park
Crear en Salamanca se complace en publicar los textos inéditos leídos por los poetas invitados al VI Encuentro Cristiano de Literatura, organizado por la Asociación Cultural Evangélica Jorge Borrow, dependiente la Iglesia Cristiana Evangélica de Salamanca (Paseo de la Estación 32), con el apoyo de la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos de España (ADECE). El acto literario se celebró en el Colegio Mayor Fonseca, como acto previo a la entrega del “Premio Jorge Borrow de Difusión Bíblica” 2015, al biblista y escritor inglés Stuart Park, quien leyó su Discurso de Aceptación (también publicado en primicia por Crear en Salamanca). Destacar que el pintor Miguel Elías entregó al premiado un cuadro de su serie “ICHTUS”, y hubo una magnífica actuación especial del grupo musical Concierto 3 (Ángel Luis Delgado, Luis Montero y Ángel Rodríguez), quienes interpretarán poemas del Cantar de los Cantares, Teresa de Jesús y Neruda.
Reportaje fotográfico de MGALA, a quien expresamos nuestra gratitud.
Obra del Pintor Miguel Elías para Stuart Park
SANTOS GARCÍA RITUERTO
(Arenas de San Pedro, Ávila, 1913 – Sevilla, 1990)
A LA MÍSTICA TERESA
Por ese sin vivir que fue tu vida
buscaste a Dios, oculto en tus moradas.
Para que desvelase a tus miradas
sus bellezas, ¡oh mística atrevida!
Tanto vivir de afán enardecida,
de actividad, de lucha ajetreada:
Toledo, tu castillo de encerrada,
Sierra de Gredos, hasta el cielo erguida,
Van tus pies diminutos recorriendo
mientras en tu interior, plácidamente,
el alba en tinieblas se va haciendo,
Y con la claridad del mediodía
miran a Dios los faros de tu mente
en rapto de seráfica alegría.
El Tormes, despeñado de la altura,
reconforta tus pies con linfa pura.
VERÓNICA AMAT
CRISTO CON TERESA
¿Fuiste su cazador o fuiste caza
del ave confiada que a tu fuente
llegó y bebió transida el agua pura?
En tus manos comió pan de hogaza
y al vuelo renunció gozosamente
porque atada quedó a tu andadura,
razón a su divino desvarío.
La carne por sí sola no comprende,
no sabe esta locura compartida,
y tarda en aceptar el desafío
del vuelo de su alma que la asciende
para hacer del amor boda encendida.
JOSÉ MARÍA MUÑOZ QUIRÓS
ANDAR EN VERDAD
“Y así entendí qué cosa es andar un alma
en verdad delante de la misma Verdad”.
Teresa de Jesús
1
Albo y extraño, perfume
que huele a luz y que habla
entre papeles húmedos, en
distintos lugares, insatisfecho
de vivir donde tú estás viviendo.
2
Estoy en la línea
que me dibuja mi
propia vida, lo que soy
en el más desnudo
conocer. No hay ahora
nada capaz de contener
una esquina oculta
en mi alma, un hueco
por el que entre
otra distinta luz
que la que alumbra.
3
Miro hacia el sol:
un destello cercena
la tarde, la parte
en dos, la abate limpia
mente. Intento estar así
sentado y libre,
quieto como la luz
cuando me enciende.
4
La bondad es no poner
límites a las palabras,
decirlas con sonido de fruta,
con voz almacenada en su sombra
tímida. La bondad
es no pasar cuentas a la vida,
no operar con cifras vanas,
no acercarse al abismo de
las flores para deshojarlas
despacio. La bondad no tiene
dígitos en rojo: todo es activo
en un balance azul donde
duermen los números gastados.
JOSÉ AMADOR MARTÍN SÁNCHEZ
UNA PALOMA CRUZA LA MAÑANA
La ciudad es un corazón,
sus calles memoria de tus pasos.
El aire una paloma que cruza la mañana,
un sentimiento profundo de tu alma
que acaricia con sus alas el batir de las horas,
la belleza de los días.
Es hermoso el amanecer,
cuando la luz acaricia, con su sol tibio,
el rostro que me recuerda que somos sueños fugitivos,
ardiente espera
del milagro de nacer en cada día.
Tantos pasos,
tanto polvo en los pies,
tantas palabras que del papel se fueron
como aves peregrinas
por la pasión de tu alma, tu desvelo,
por amar a Jesús, su rostro hermoso
fuente inagotable de agua viva
que recorrió tú corazón
cuando tú ser inflamado
era lumbre ardiente que en ti ardía.
Quiero vivir la pasión que enamoró tu alma,
ser peregrino de tú quehacer inmenso,
sentir en la espesura de la sombra,
la luz eternizada de la aurora
de la llama viva que encendida arde
a la lumbre del sol;
de la cálida rosa de tu jardín
sentir el aroma que tu presencia irradia.
Recorrer las calles de esta ciudad hermosa
sentir en la espesura de la sombra,
la luz eternizada de la aurora,
corazón y memoria de tu sentir que es vida.
Quiero sentir… caminar… vivir un sueño
un encantamiento de pasión con la esperanza
de vivir sin vivir en ti que también es vivir
soñar, si soñar, también, es morir con Cristo.
La mañana es eterna en la ciudad o, acaso,
en la ciudad eterna la mañana es sueño,
cuando la luz esculpe las bóvedas del día
y las calles son memoria de tu vivir viajero.
Sol y lluvia, camino y polvo,
recorriendo los paisajes del alma
el corazón del hombre
cuando su sentir acalla la noche fría.
La ciudad del alma,
es la ciudad de Dios
entre el sol que desciende
de las Torres Sagradas
a los rincones oscuros de la verdad del día
hasta hacerse sentir del alma resplandor callado.
Fuiste, Teresa, Cautiva de amor,
Ardiente rosa de apasionada entrega,
junto a tú Amado, Señor, de corazón herido
y traspasado costado,
de callado sufrimiento,
sueño y presencia de tu sentir inmenso.
Acude a la contemplación, el rostro hermoso
en los desiertos del alma
poblados de aleteos de palomas que elevarán
su vuelo hasta tu corazón que iluminó la noche.
JUAN ALBERTO DE LOS CÁRMENES
(Cuba, 1915- España, 1999)
Lectura del rapsoda J. M. Sánchez Terrones
¡AÚN VIVE!
Yo no conocí, ni vi, a la madre Teresa de Jesús
mientras estuvo en tierra, mas agora que vive en
el cielo, la conozco y veo, en dos imágenes vivas
que nos dejó de sí, que son sus hijas y sus libros…
FRAY LUIS DE LEÓN
Dice Fray Luis, el claro poeta salmantino,
que aún viva está la madre Teresa de Jesús;
sus libros y sus hijas prolongan su destino,
y aun prende por la tierra las llamas de la Cruz.
Aún anda la andariega, y aún va sembrando amores
que de su pecho brotan con loca profusión;
y dicen que no puede sellar sus surtidores
porque dejóle el ángel abierto el corazón.
Sabed que se rumora de que a la castellana
no sé qué sortilegio le dio Nuestro Señor,
y aquel en quien se fije su gracia soberana
bien puede ya entregarse por presa del Amor.
Pues, almas, ¡mucho aviso! Fray Luis el salmantino
nos dice que está viva Teresa de Jesús,
y aquel que en un recodo la encuentre del camino
prepárese a ser pasto del fuego de la Cruz.
Porque Teresa tiene no sé qué gracia extraña
que roba cuanto quiere ganarse para Dios;
en ella fue divina la luz, la sal de España,
y es una gracia viva la magia de su voz.
¿Fray Juan sueña en Cartujas? Teresa lo conquista.
¿Gracián sirve a sus planes? Lo gana sin tardar.
¿Teresa un fin intenta? No habrá quien se resista.
¡Perdido está quien quiera Teresa conquistar!
Teresa, la divina, ¿qué tiene que fascina?
¿Qué raro sortilegio le dio Nuestro Señor?
¡Un vaso inagotable de ciencia peregrina
que guarda el hechizante brebaje del amor!
¡Y aún vive la avilesa! Aún va por los senderos;
sus libros y sus hijas la saben perpetuar.
Que aquellos que la encuentren se den por prisioneros
y pierdan la esperanza de verse libertar.
¡Aún vive! Nos lo dice Fray Luis el salmantino.
Cuidado, pues, vosotros. ¡Andad con mucho tino!
Si no queréis ser presa de su fascinación,
cuidad que la andariega no os salga en el camino
¡porque seguramente que os roba el corazón!
ELENA DÍAZ SANTANA
ME HABLAS…
Me hablas
desde los caminos polvorientos
y el frío de tus pies descalzos,
me hablas
desde el amor de Amor,
tú, la eterna enamorada.
Escucho tu voz
en el silencio de la noche,
en la infinitud inabarcable
de todo lo creado,
encuentro tu huella
en la luz que alumbra
mis estancias
y llena de soles
el sendero que transito.
Se aroma el aire,
-lavanda y tomillo-
a tu paso
y mana el agua,
del surtidor inagotable
de tus manos
donde sacio mi sed,
tu mensaje,
acaricia mi piel, como la lluvia
los campos y sus promesas.
En plenitud,
me conduces al horizonte
que puebla de palomas mis orillas,
y siento,
asida a tu mano,
que Él va conmigo.
SOFÍA MONTERO GARCÍA
DESHABITAR EN VIDA
Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.
Teresa de Ávila
La prisión de ser amada
por una humilde pasión,
es un sueño cautivado
de dirigirme hacia Dios.
La tristeza se enriquece
con el suspiro de ser
Teresa, esclava y sumisa
de Jesús , mi único bien.
La muerte olvida su llanto,
alegra mi corazón,
se despide en el silencio
junto al amor del Señor.
La vida sigue su estancia
preñada de una ilusión:
ser prisionera del cielo
donde habita mi oración.
Muerte y vida se hacen una,
entregan todo su amor,
cabalgan sobre mi pecho
unidas en mi interior.
Su encuentro se hace sublime
en un suspiro de voz,
deshabitadas navegan
entre mi piel y mi Dios.
MANUEL CORRAL GEA
EL SILENCIO
1.
Que apartado estás silencio.
Apenas te atisbo en el atardecer de la vida,
y anhelo no prestar memoria al arrullo juguetón
que distrae el pensamiento del bálsamo de tu caricia.
Ah, silencio traidor, que huyes del amor sincero;
Que me abandonas en el oasis agresor
y en el crujir de las palmeras movidas por el siroco,
con el canto de las aves que cual edén gritan su jubilo
esperando ser señales dentro de un glorioso nombre.
Silencio ausente, vuelve a mí. Misterioso envolvente,
que no te temo, y te deseo. Me turba tu ausencia.
necesito jugar contigo, llenarme de ti, como la noche de estrellas.
Trataré de protegerte de mimarte para que no huyas.
De perderme en ti y no hallarme como decía la santa.
2.
Soy deudor de los silencios,
extraños, ausentes, huidizos.
Cuando penetro en el espesura del bosque
me observas con miradas fugaces,
limpias sin reproches ni condenas.
Mientras estoy lejos, escondido en la profundidad,
solo con mis pensamientos repetidos.
Que puedo decir de las ausencias?
nada, olvido los sueños no vividos,
sin pedirte perdón, ¿de qué?
Si no estaba,
es porque vagaba perdido en la ciudad de arena,
ajeno, en silencio, errante.
Temo más que me prives de tu mirada cómplice,
a que me devuelvas en silencio a la batalla.
Reconozco que fallé. No soy dueño del tiempo,
que te pertenece a ti, ¡oh mi amada !
Y tienes prendas para estallar el universo.
Año de Santa Teresa
ARACELI SAGÜILLO
CARTA A SANTA TERESA DE JESÚS
Queridísima Santa Teresa de Jesús: No sé cómo explicar la tardanza de esta carta, pues ha tenido que serenarse en mí, emociones, sucesos trágicos, donde cristales de colores se rompían en mil pedazos. Nunca me acostumbraré a tanto vacío terriblemente roto.
He intentado entrar en lo oculto, en la desazón de lo no vivido, y detener el grito entre la yerba no crecida, y solo he hallado miedo, sed, llantos frágiles, y un camino de pasos perdidos.
He vivido sueños desvelándome hasta el alba, y he cruzado días perdidos, repletos de adioses hasta ver bajar la luz del cielo. He sentido hambre entre las sienes y caí mil veces entre vientos y vacíos. He llegado a la cola de la vida entre conciencias alrededor de las culpas, y arrastro mis pies al ver la mañana entristecerse mientras se van llenando más huecos tristes.
Recuerdo Teresa de Jesús aquellas palabras que para siempre quedaron escritas: «Todo me parece un sueño lo que veo, y que es burla, con los ojos del cuerpo: lo que he ya visto con los ojos del alma»; «Me consuelo los que sé que allá viven, y parecerme aquellos verdaderamente los vivos, y los que acá viven, tan muertos, que todo el mundo me parece no me hace compañía, en especial cuando tengo aquellos ímpetus».
Misterio. Cuando el otoño camina y avanza con el secreto a solas. Cuando la noche llega sin lluvia ni sol en todo el día, y solo las horas atentas a este desastre, llegan mansamente sin casi darse cuenta. Ahora solo se vive la paz oculta y prometida desafiando los espejos de la tierra, alejándonos cada vez más de este mundo donde un aluvión de gritos nos espera.
Se van durmiendo los días, y esta patria nuestra de ternuras caducas va perdiendo poco a poco, aquella luz primera donde los ríos cuajados de ruiseñores nos hacían volar con ellos. Días para siempre recordados. Ahora por un puñado de aire daríamos la vida, por ver a Dios, yo daría este mundo.
Cómo conseguir llegar sin un desmayo
hasta la linde final sin un viento que cegara.
¡Cómo! si han sembrado piedras a lo largo del camino,
y ya no crecen aquellos tulipanes…
Si están creciendo selvas sin ninguna ternura,
y ninguna mirada que abrace aquella costumbre…
Quedamos simples poetas uniformados, viajeros,
hartos de fatigas sin fundamento, náufragos
con la rapidez, que el tiempo permite.
Nos rompemos la voz, y nos salvan las palabras,
que vuelven al papel blanco lastimado e increíble.
Susurran las ideas asfixiándose, sin poder llegar jamás a su destino.
Escribo esta carta en un día de niebla a pleno día, y un leve parpadeo en mis ojos, me dice que jamás llegará a tus manos. Quizás el mar llegue hasta tu morada y ante el estupor de tu silencio un cálido abrazo rompa el fuego de la duda.
La niebla sigue cayendo sobre la tierra callada y fría.
Desde mi pequeñísimo rincón, yo, Araceli Sagüillo, resisto la consumación en este mundo increíble.
ALFREDO PÉREZ ALENCART
TERESA ME SABE A DIOS
Teresa me sabe a Dios
y a máximo sacrificio. Pero ella no está
en peligro,
ni yo tampoco sé de esa lejía
de los de poca fe, estatuas asfixiadas
que no miran a lo alto,
ni sueñan lo que es el cielo
aquí en la tierra,
más acá de las arenas
movedizas, dentro del éxtasis
y las chispas que desatan
veinte milenios.
Teresa es mía y de Él,
y nos sobrevive por el Amor
sin edad,
confianza perpetua en esa mesura
que sólo entienden los locos
por Cristo,
atravesando huracanes
antes y después de la nueva alianza.
Teresa,
Teresita mía y de cualquier heterodoxo,
¡ven de nuevo a tu Castilla
y frota mi corazón
para que procree más luz
tras este silencio
presente en el presente!
OTROS POEMAS CRISTIANOS
JOSÉ ANTONIO VALLE ALONSO
ENSOÑADO DE PÁJAROS
Porque Tú, del dolor, Tú sabes más que nadie.
Han llegado las flores y con ellas el llanto…
Y están tocando a mares golondrinas del sueño.
Y me crece en la huella un charco de geranios,
Esta vez es mi casa el jardín prometido…
para cortar la rosa con pétalos de sangre.
Ayer miraba al cielo y derrapó la suerte,
tendida en un espino hoy tengo la sonrisa
y la melancolía en mis ojos heridos.
Mi soledad te sabe cuidador de mis sueños.
Y hay fiebre amontonada en mis labios de nieve.
Y un río de locura crecido hasta la boca.
Y hay un grito dormido sujetando tu nombre,
porque voy a soñarme para verte en el beso.
Esta noche he traído el azul más gastado,
el azul de la infancia para tenerte todo…
Porque esta noche sueño abierta la ventana,
a lo mejor me duerma con ganas de llorarte…
A lo mejor te quedes hasta que vuelva el día,
hasta que ahuyente el miedo por si me duermo a solas,
por si digo tu nombre ya fuera del camino
y me tropiece el pulso quebrado por la izquierda,
y desvelado acaso el sueño quede en blanco…
Te busco en el recreo de una mañana en junio
donde olvidé la clase, ensoñado de pájaros.
Y embriagado de vida te llevaba conmigo,
y al eco de tu nombre callaron las campanas…
El curso del arroyo hacia ti va creciendo…
Por el lado del alma está bebiendo el día.
SAMUEL ESCOBAR
VEN A TOMARTE ESTE CAFÉ CONMIGO
¿Te tomarías un café conmigo, Jesús?
Tengo al fin una pausa en la fatiga
de estos días sin tregua.
La verdad, la verdad,
yo me he dado la pausa
porque quiero escuchar
tu palabra.
Sí, Jesús, necesito
tu sonrisa, tu rostro,
ese apretón de manos del amigo.
Dime que sí, que vienes
a tomarte un café,
a pasar un momento así, conmigo.
Jesús, te espero:
tengo un café buenazo
será especial, Jesús:
te lo prometo.
Lo haré con el cariño con que hiciste
en aquella mañana memorable,
en la playa, aquel buen pescado asado.
¿Tú recuerdas, Jesús?
Yo sí recuerdo.
Me lo han contado varios,
tantas veces,
que me parece haber estado allí
contigo.
Ven, por favor, Jesús,
ven a tomarte este café conmigo.
JUAN CARLOS LÓPEZ PINTO
MIRARTE ES VIVIR EL TIEMPO
Ahora que la mañana es pura envuelta en la palabra,
que los pájaros dibujan garabatos
en las torres que tocan cielo,
lo nuestro es mirarte.
Oración dorada de piedra
que habita en el silencio inmenso
de esta casa reposada en el tiempo.
Siento en mi alma la dicha
de esta paz sosegada
en la pléyade de miradas
de los que te amamos,
en los asombrados ojos
de los que te miramos
convertidos en aire en este instante
en el que la palabra
se enamora de la mañana
plena de azul y dorado.
Abril en Salamanca.
Bella es la luz en tu rostro y en su piedra.
Fundir mi ser en este espacio quiero.
Vengo al sagrado silencio
desde la llanura de la Armuña
con los ojos llenos de infinito
y cada vez que me adentro en la ciudad,
de piedra y beso,
me excita el misterio
de este océano de sillares en armonía.
Vengo a esta mañana donde brota la vida,
donde sólo pido estar aquí, así,
en lo mejor que hay en mí de ti.
Es abril en Salamanca
y llega la mañana desde el alba nueva, resucitada.
Aquí siento el amor
y despierto a la vida.
Y sólo por ello te llevo dentro.
Ante la Cruz te diré
que estoy de paso,
que dejo a tus pies la ofrenda de mis versos
para que un día los lleves a la luz.
Ese día, cuando la encuentre,
te daré mis ojos
llenos del color de la piedra
para quedarme siempre en tus entrañas.
Señor, llegó por fin la mañana.
Quédate en la casa,
en esta ciudad
donde el alma y la historia no terminan nunca.
En su eternidad de piedra dejaste tu impronta.
Quédate en Salamanca,
donde soy feliz
por haber amado,
donde el hombre,
al cabo de los siglos,
moldeó por ti la piedra.
Dejar que pasen las horas
y mirarte, es vivir el tiempo
en Salamanca.
LEOPOLDO L. SAMPRÓN
PARA STUART PARK
(en Salamanca y por el premio Jorge Borrow)
SIN EL AMOR
La sangre no estaría sembrada de errores
Y la ternura de los miedos
Se quedaría sin equipaje
En la estación de los besos
SIN EL AMOR
No puede amanecer nada
Ni las tardes con aguaceros
Esconderían los pájaros
En el hueco de las piedras
Y el calor de los tejados
SIN EL AMOR
No estaríamos dando saltos
Sobre la piel de la tierra
Y el lenguaje sería mudo
Y la vida misma, muerta.
SIN EL AMOR
No se agitaría la esperanza
En los ojos de los ciegos
Ni esconderíamos atardeceres
De ensombrecidas ideas
SIN EL AMOR
No tendrían punta los lápices
Ni estantes el librero
Que le ordene la palabra
En el idioma del verso
SIN EL AMOR
Sería caprichoso el lenguaje
Que nos regala el evangelio
A la sombra de la luz
Y la virtuosidad del eco
SIN EL AMOR
Hubiera quedado una cruz
Vacía en el Carmelo
Y el mundo no tendría bosque
Ni cielo donde habitar Dios
SIN EL AMOR
Ni tú serías tú
Ni yo sería yo.
GLORIA SÁNCHEZ
EL ALMA Y LA PALABRA
¡No ha de callar!
Que el silencio se rompió
Al surgir la Luz,
Y la muda oscuridad
Dando paso a la Palabra
Extendió un cielo azul,
Y dio al alma desolada
La libertad de su paz.
Perdida en tanta soledad,
En medio de una gran nada
Se eleva el alma humillada
Ante su inmensa deidad,
Y a merced del torbellino
Sueña con la libertad…
Y va buscando un camino.
Y con ojos asombrados
Ante tanto poderío
Suspira casi sin aliento…
Y no en vano temblorosa,
Siente del Verbo su acento:
“El cielo no está vacio
Pues mi gracia es generosa.
Y con tan grande esperanza
Ante un misterio tan santo,
Al despuntar de la aurora
Muy atenta a la Palabra
El alma su Luz alcanza
Y plena de amor adora,
Al que con tanto amor…
Le habla.
ISAURA DÍAZ FIGUEIREDO
PARTIDA
Dejo la puerta entreabierta
sin llaves, sin velos,
cuajada de silencios y cilicios,
la noche no tardará en abrazarme,
rasgando el crepúsculo del misterio,
y la máscara enemiga vestirá luto,
fingiendo unirse a la tragedia.
No me dejes en la noche soplando cierzo,
ni me abandones al suspenso azul del mediodía,
no hables de palabras vestidas con el color de tierra,
ni escuches melodías jamás oídas,
ni lagrimas delirantes mojen tu rostro,
recuerda que somos
viajeros de silencios,
pájaros petrificados saciando sed,
en la lluvia del reloj que nunca despierta.
No comprendo tu deseo de ser ceniza,
naufragio, rumor de huida,
ceremonia fúnebre.
¡No es hora!, debes batir las alas,
aunque la colérica estrella
quiera cobrar su tributo.
¡La muerte ya está a mi lado!
gritas en silencio,
y yo despliego la orfandad,
transmutada, y redoblada de furia,
mendigo ungüento para tu funeral,
un naufrago viento se engarza a las lilas petrificadas,
que entre sollozos
inciensan tu reposo.
HILDEGARD VON BINGEN
(Alemania, 1098-1179)
Traducción del latín y lectura del poeta Luis Frayle Delgado
A LOS APÓSTOLES, COHORTE DE LA MILICIA EN FLOR
Antífona sálmica
Cohorte de la milicia en flor,
Tú, voz de la rama sin espinas,
que recorres el orbe de la tierra
de los que han perdido el sentido
y comen con los puercos
a los que has derrotado
por el auxilio de aquel
que pone sus raíces en los tabernáculos
de la plenitud de la obra
de la palabra de Dios.
Tú eres también la familia del Salvador
que entras en el camino
de la regeneración del agua por el Cordero,
que te ha enviado empuñando la espada
en medio de los crueles perros.
Ellos destruyeron la gloria
de las obras de sus manos
estableciendo las cosas no hechas
para estar sujetas a sus manos,
pero no lo encontraron.
Park, Alencart, Lugilde y Glasscock
mayo 29, 2015
Un magnífico encuentro poético y una ejemplar muestra de fe cristiana. Felicitaciones para los poetas y organizadores de este encuentro salmantino.