HELENA PARENTE CUNHA: EL ESCRITOR EN EL TURBULENTO MUNDO DE HOY. ENTREVISTA DE CYRO DE MATTOS. TRADUCCIÓN DE JACQUELINE ALENCAR.

Helena Parente Cunha nació en Salvador, Bahía, Brasil. Después de impartir clases en la Facultad de Letras de la Universidad Federal de Bahía, estableció su residencia en Río de Janeiro, donde vive desde hace varias décadas. Ha sido reconocida como Profesora Emérita por la Universidad Federal de Río de Janeiro, convirtiéndose en docente del Posgrado de la Facultad de Letras. Es autora de treinta libros publicados (poesía, cuento, novela, ensayo, crítica literaria) y alrededor de un centenar de autoría compartida, dentro y fuera de Brasil. Además, ha obtenido premios por sus libros en concursos a nivel nacional. Es con esta mujer de carácter afable, erudita, creativa… con quien queremos dialogar acerca de la condición del escritor y de los caminos de la literatura en el mundo masificado de hoy, lleno de violencia.

 

1 La escritora Helena Parente CunhaLa escritora Helena Parente Cunha

 

Cyro de Mattos.- Thomas Mann piensa que ser escritor es una maldición que comienza temprano, terriblemente temprano. Para usted, que transita por ese camino cargado de soledades y deseos, dolores y ternuras, ¿qué significa ser escritor? ¿Destino, profesión, misión?

H. P.- Como escritora, me veo llevada a intentar decir lo que siento en la vorágine de emociones en la que la vida nos coloca. Y también decir lo que pienso en este mundo violento y surcado por contradicciones y desaciertos. Como la realidad es siempre más de lo que las palabras pueden abarcar, muchas veces, en la tentativa de decir lo indecible, es necesario atravesar la lengua, aun a costa de no respetar la gramática y las normas de corrección. Pero no por el simple deseo de transgredir y sí por la urgencia de decir.
No creo que ser escritor sea una maldición. Escribir es muchas veces doloroso cuando se busca la palabra que se resiste a salir a la luz. Pero siempre es altamente gratificante y placentero.

C. M.- Hoy vivimos en una sociedad que prioriza el estómago, el cuerpo y el poder. ¿Qué función tiene la literatura en un mundo que cada vez más concibe los valores éticos y espirituales como la expresión de la nada?

H. P.- Creo que la literatura no tiene obligaciones salvacionistas, pero sí tiene un compromiso con su tiempo, expresa las tendencias de su época, miserias o grandezas, frustraciones o victorias, vicios, esperanzas.
Actualmente, en varias ciudades brasileras sé que existen innumerables grupos de poetas y poetisas que se reúnen periódicamente, una vez por semana o cada quince días, por ejemplo, para recitar poemas de su propia autoría, sintiéndose estimulados a escribir sobre temas variados que después pueden transformarse en libros individuales o colectivos. Según entiendo, producen sólo por el placer de crear y divulgar su producción, ya sea en el mismo grupo o por internet, o en performances en varias ciudades, incluso en los estados. Por no haber sido todavía legitimada por los críticos o por los cursos de Letras, esa producción se queda un tanto al margen de la llamada literatura oficial. De una forma o de otra, constituye una de las bellas características de nuestra posmodernidad multifacética, donde conviven los extremos positivos y negativos.

C. M.- La sociedad contemporánea cultiva, en gran escala, la imagen y el sonido como lenguajes para decir la vida. Y el soporte del libro tradicional cambió con la llegada de los medios electrónicos. ¿Significa esto que el libro impreso está en fase terminal?

H. P.- No creo en esta visión un tanto apocalíptica. De la misma forma que la fotografía no acabó con la pintura ni el cine desbancó el teatro, pienso que la riqueza de lo real exige nuevos lenguajes para expresarse, sin que una destruya a la otra.

 

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C. M.- No se puede olvidar que el texto literario consiguió un nuevo espacio democrático gracias a internet, a través de los blogs, periódicos y revistas electrónicas. ¿Eso perjudica o beneficia a la literatura?

H. P.- Cada época tiene su modo específico de considerar el texto literario. Nuestra época se caracteriza por cambios radicales desarrollados en poco tiempo, lo cual ha dado lugar a la coexistencia de varios aspectos dispares y contradictorios que disputan entre sí espacios, ya sea en la página o en la pantalla. La especificidad del ser literario también se altera al sabor de las características temporales. En el nuevo espacio democrático, ofrecido por los medios electrónicos, siento que hay más flexibilidad al gusto no solo de las élites académicas, sino también para un espacio democrático.

C. M.- Frente a la fuerte presencia de la televisión y de los medios electrónicos, la literatura pasó a tener grandes competidores como instrumentos de ocio y forma de conocimento. ¿De qué manera todo ello afecta al autor, que en otros tiempos gozaba de gran prestigio?

H. P.- Hubo tiempos en que el poeta era considerado como un profeta o enviado de los dioses. En otros tiempos se destacaba como portavoz de la ideología vigente. Hoy, donde la tendencia se vuelca hacia la multiplicidad de expresión, muchas veces el autor o la autora se ven presionados por la originalidad del texto y por la urgencia en innovar, lo que puede redundar en extravagancias y obsesiones por lo inédito. El prestigio vivido por el escritor en el pasado me parece oscurecido por la excesiva valorización del poder económico y su afán por abarcar y deformar valores y principios.

C. M.- Un torrente de autores continúa pasando por debajo del puente. ¿Hoy se escribe más para menos lectores?

H. P.- No sé si hoy se escribe más para menos lectores, entretanto, tal vez como consecuencia de la democratización traída por los medios electrónicos, un mayor número de autores encontró más posibilidades para sus publicaciones, considerándose todavía las actuales tendencias para abolir jerarquías y jerarquizaciones, rechazar reglas y formulaciones que en otros tiempos se imponían para la creación literaria.

C. M.- Su novela, Mujer en el espejo, Premio Nacional Cruz e Sousa, de la Fundación Cultural de Santa Catarina, ya en su décima edición, es un referente en la moderna ficción femenina, a partir de la década del 70. Háblenos un poco de esa novela, un referente de nuestras letras.

H. P.- Como dije, escribo para decir lo que siento y también lo que pienso, y mucho de lo que imagino. Y para denunciar abusos, injusticias, violencia de la sociedad patriarcal, desesperaciones por sentimentos de culpa, hipocresías de las fórmulas vacías de la falsa convivencia de una sociedad rehén de las apariencias, las certezas de verdades mentirosas, los prejuicios contra los excluidos, el deseo, el cuerpo, mujeres anuladas ante el todopoderoso padre o marido, distorsiones de la cultura machista, el desgaste entre dudas y milenarias preguntas sin respuestas. Entre momentos líricos, irónicos, satíricos, dramáticos, trágicos, se suceden monólogos, reflexiones y angustias.
Escribir este libro fue un aprendizaje cruel que me llevó a más de un año de depresión. Pero el placer de esa escritura me trajo la recompensa de sentir que vale la pena ser escritora.
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C. M.- Hable también sobre “Impregnações na Floresta”, su último libro de poesía, motivado por un viaje que hizo a la Amazonía. Un bello libro revestido de las percepciones íntimas, interiorizado por su sentimiento y sensibilidad y surgido por su estar en el mundo. ¿Cómo recibieron el libro tanto la crítica como los lectores?

H. P.- Fue un libro que buscó revivir momentos de silencio y contemplación en el encantamiento indescriptible de la selva. Creo que, por este motivo, las personas que se comunicaron conmigo me parecieron, en cierto modo, integradas en aquella magia.

C. M.- A pesar de que su obra goza de un alto nivel, es elaborada en varios frentes, estudiada en universidades, no disfruta de los medios que privilegia a un pequeno grupo. ¿Cómo afronta usted este tiempo que divulga falsedades y valores dudosos?

H. P.- Para darle una respuesta justa, tendría que leer más sobre lo que los medios publican y más de los libros de los que los medios se ocupan.

C. M.- Entre sus actividades literarias, ¿cuál es la que más le llena, la narradora, poeta, ensayista, crítica o profesora universitaria?

H. P.- Dependiendo de mi estado de espíritu, yo percibo el género que más me conviene en aquel momento. Cuando me dejo llevar por la emoción, por la fantasía, escojo la lírica, ya que me parece que el poema corto concentra mejor el fluir del sentimiento. Delante de realidades concretas que me llaman la atención por el abuso de poder, intolerancia, discriminación, prepotencia, etc., prefiero narrar y señalar mi repulsa ante los absurdos de muchas de las relaciones humanas. En estas circunstancias, es preferible el cuento o la novela. En el ensayo propongo un estudio sobre cuestiones de orden cultural, social, psicológico y que en general tiene que ver con mis investigaciones o temas de mis clases. Cuando escribo sobre escritores, jamás critico, pero si el texto no me agrada, prefiero callarme.

C. M.- Usted ha sido invitada a participar en el XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos de Salamanca, em octubre de este año. Se trata de un evento com repercusión internacional, promovido por la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes, en España. ¿Cuáles son sus espectativas por integrar un grupo de importantes poetas iberoamericanos y así participar en un evento que dignifica la poesía desde varios aspectos?

H. P.- Es una alegría, una honra, una responsabilidad. Responsabilidad porque sé de la importancia de ese Encuentro de Poetas Iberoamericanos que tiene repercusión internacional. Sé también del renombre del poeta Alfredo Pérez Alencart que coordina ese encuentro. Todos saben del valor histórico y cultural de Salamanca en el escenario mundial y de su famosísima Universidad. Por tanto, me siento honrada por formar parte de un evento de estas dimensiones. A pesar del peso de la responsabilidad, me alegro y agradezco por la oportunidad de vivir tan rica experiencia.

 

4 Helena Parente Cunha (Miguel Elías)Helena Parente Cunha (Miguel Elías)

ALGUNOS DATOS SOBRE LA ENTREVISTADA

 

 

Helena Parente Cunha (Salvador, Bahía, 1930). Poeta, narradora, traductora, investigadora, ensayista, crítica literaria y, desde 1979 hasta su jubilación, profesora en la Facultad de Letras de la Universidad Federal de Río de Janeiro, de la cual actualmente es Profesora Emérita. Sus libros de poesía son: Corpo no Cerco (1968); Maramar (1980); Poemas de uma Viagem ao Japão (1995); O outro lado do dia (1995); Além de estar (2000); Cantos e cantares (2005); Caminhos de quando e além (2007); Impregnações na floresta. Poemas amazônicos (2013) y Poemas para a Amiga e outros dizeres (2014)

 

Alves de Faria, Alencart, Tamura Cyro de Mattos y Fragoso, en Salamanca (foto de Jacqueline Alencar, 2913)Alves de Faria, Alencart, Tamura Cyro de Mattos y Fragoso, en Salamanca (foto de Jacqueline Alencar, 2013)

 

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