Crear en Salamanca se complace en publicar el comentario que, sobre el nuevo libro de la poeta extremeña María Calle Bajo, ha escrito Omar Aramayo, ambos poetas invitados al XXVI Encuentro de Poetas Iberoamericanos de Salamanca. Aramayo (Puno, 1947). Periodista, editor, poeta y narrador. Autor del libro de pintura “Humareda”. Iniciador de los estudios de Carlos Oquendo de Amat y Gamaliel Churata. “Su poesía demanda de un lector favorecido por el don de la inocencia o un casi vicioso amor por la fábula”, escribió el crítico Alberto Escobar. Aramayo es uno de los renovadores de la poesía peruana contemporánea. Su libro de poesía “Los Dioses” tiene como tema a los creadores del antiguo Perú. En su narrativa “El sarcasmo y la ironía constituyen la lógica del individuo sometido a la transformación verbal, en la obra narrativa de Aramayo”, precisó Miguel Ángel Huamán. Es uno de los narradores más fecundos y versátiles. El filósofo y periodista Fernando Carvalo, considera a la novela “Los Túpac Amaru 1572 – 1827”, como el Libro del Bicentenario. Carvalo, dice, además. “Es una novela que excede largamente a cuanta literatura se haya escrito en el Perú, solamente es comparable con la literatura persa y los poemas védicos”. Ha dedicado su vida a la defensa del Lago Titicaca y a la denuncia de su contaminación y vulneración.
HABLO CON DIOS
La poeta María Calle Bajo, en Salamanca, ha compuesto un conjunto de bellos poemas, publicado en Argentina el mes de julio de este año.
Son poemas para leer. Es decir, para detenerse. Para pensar y deleitarse. Antonio Cisneros decía que la poesía, la poesía-poesía, nos permite evitar el lugar común, este es el caso. Hablo con Dios, supone en el lector un primer nivel de conocimiento, de información y sensorialidad, de elaboración previa, para saber de qué se habla, de dónde vienen los versos.
La poeta habla con Dios, en un lenguaje que viene de la filosofía existencial, que compromete al tiempo, la materia, y la experiencia huma en su vastedad. Dice Terencio: Soy un hombre, nada de lo humano me resulta ajeno. Lo que nos queda es la contemplación de la finitud humana, y de su exaltación. Desde ese espacio construido con los siglos, María Calle Bajo habla con Dios. No es la especie, es el individuo en su portal, la individua, en su mortal actitud de encontrar una voluntad trascendente.
Es un diálogo de ganancias, en cuanto comienza diciendo (Dios): Me responde que me concede el eco de la duda. Y concluye, en su último verso, al decir: Me responde que me concede el eco de la certeza. Entre estos versos, entre la duda y la certeza, el discurrir del alma, de la consciencia, del ahayu (allí todas las implicancias de lo no visible humano), y las categorías del conocimiento, a partir del mito, la primera explicación humana del misterio y del conocimiento.
Hasta ahí, todo parece muy cerrado, cerebral, no es así. No tanto. Pronto se revela una voz tierna, afectiva con quien produce la voz, con quien respira y canta, más allá de Spinoza o Heidegger, sino de la propia María Calle Bajo, la humana, la que siente, sufre y goza, y nos devuelve al ser que transita el día con sus avatares. Y saltan los versos hermosos, aquellos para ser citados: Los besos…/ los besos son también la Muerte. O aquellos: La tragedia tiene solapas / para agarrarnos / a su sollozo.
Antonio Cornejo Polar, y sus maestros, decía, que el único modelo con el que un poema podía ser confrontado era el propio poema. El poema crea, o debe crear su propio modelo, y eso sucede con HABLO CON DIOS: Hablo con Dios y en este diálogo hablo con la muerte. Sic, versos memorables.
Omar Aramayo
María Calle Bajo (Plasencia). El mimbre de su trayecto personal y profesional han llevado a la poeta a tejer la hermosa y áurea ciudad del Tormes, Salamanca; donde conjuga el modo y la forma de la materia a través de distintas manifestaciones artísticas. Actualmente trabaja como profesora en el Centro Didáctico de Español y en el Colegio Ibérico. En su función educativa ha formado parte del área I+D+i de Cursos Internacionales de la Universidad de Salamanca, donde cursó sus estudios de Filología Hispánica y Magisterio. La escritora se enfoca en la enseñanza del español como lengua extranjera donde, al margen de la Universidad, se proyecta hacia la investigación dentro del ámbito de la teoría y crítica literarias con una obra fundamental en su formación personal, académica y profesional: la Crítica de la razón literaria (2017) de Jesús G. Maestro. La escritora española abre camino con su concienzuda labor expansiva; su maternidad, su formación e investigación, su actividad docente, un «ordo amoris» incesante que hizo posible completar la formación del Máster Universitario del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional, y Enseñanzas de Idiomas en la Universidad Pontificia de Salamanca, por esa misma Universidad realizó el Máster Internacional para Profesores en Lengua y Cultura Españolas y el Grado en Maestro de Primaria. Sus textos forman parte de antologías impresas: La flor en que amaneces, serie-asteroide N.º III (Venezuela); Faszine de poesía 1 ‘Un camino de tierra’ (Salamanca, España); edición bilingüe español-rumano «TRASATLÁNTICA: DESDE AMBAS ORILLAS DE LA HISPANIDAD» 2022 (Rumania); edición inglesa «Atunis Galaxy Anthology- 2024 World Poetry» (EEUU). Tradujeron algunos de sus poemas al griego, al italiano, al bengalí, al rumano y al inglés; publicaron otros de sus poemas en varios portales culturales como Il giornale letterario y Il Centro Cultural Tina Modotti (Italia). En su faceta creadora con mirada hacia la infancia, la fundación Conrado Blanco recoge algunos de sus cuentos infanto-juveniles, como «Corazón Blanco», «Ni Caperucitas ni Caperucitos» y, en su máxima, en ‘Poesía desde niños’, poemas como «En la Boca». En esa misma vertiente, destacan sus poemarios vinculados a la mitología clásica. Han seleccionado y publicado en antologías de formato físico algunos de sus relatos breves en virtud del reconocimiento de nuestros mayores, como «Guirnalda de antaño» por «Manos envueltas en Gratitud del V Certamen de Relato Breve» 2021; relatos breves de carácter ensayístico, como «Tesoro del logos» (2022), «Me llaman San Isidoro de Sevilla» (2023) y «Verba volant» (2024), para las antologías Vivencias Premios Orola. En última instancia, la poeta ha asistido a las «I y II JORNADAS POÉTICAS ÁRABE-HISPANO-AMERICANAS» celebradas en mayo del 2023 y febrero del 2024, también en la ciudad del Tormes. En junio de 2020, obtuvo el segundo premio relativo al IV Certamen de Poesía Social ‘Mujer, voz y lucha’ CGT Castilla y León con el poema Búsqueda. La editorial Buenos Aires Poetry publicó sus poemarios Semillas (2020), Calíope (2021) y Medallón (2022).
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